sábado, 31 de mayo de 2014

EL DISPUTADO VOTO CIUDADANO

Miguel Delibes en su novela el disputado voto del Sr. Cayo, plantea el enfrentamiento entre dos mundos diametralmente opuestos, cuando tres jóvenes militantes de un partido político de izquierdas, inmersos en la campaña electoral de las primeras elecciones generales de la transición, van a visitarle al pueblo donde vive con su esposa sordomuda y otro vecino con el que no se habla, ubicado en el valle del Rudrón, un lugar de una belleza salvaje, sobrecogedora, donde la paz, el sosiego y la unión con la naturaleza adquieren tintes de una increíble y feliz realidad, entre los esbeltos riscos a modo de acantilados del soberbio y majestuoso cañón por donde el río discurre sonora y plácidamente y por cuyas crestas, las águilas exhiben su majestuoso vuelo.
Durante las horas que están con él, pretendiendo captar su voto, Cayo tiene la oportunidad de darles a conocer su profunda sabiduría ancestral y su enorme capacidad para sobrevivir en solitario. El se cultiva la tierra, se hace su pan, se procura lo necesario para la vida, que es casi de un aislamiento total; su hablar reposado, lleno de una ancestral sabiduría, infunde un hondo sentido humano a su persona. El lenguaje crudo y desenfocado de los jóvenes que le visitan, cultos a veces, inconscientes o ignorantes otras, es el contrapunto necesario para poner en evidencia dos culturas que se ignoran. Una que desaparece poco a poco sustituida por otra ruidosa y masificada.
El contraste entre el mensaje de los jóvenes que intentan convencer a Cayo con su discurso alejado y ajeno por completo a la filosofía de vida de este hombre, que ama su tierra y que por nada del mundo la abandonaría, representa la profunda incomprensión y la enorme distancia que suele haber entre los políticos y los ciudadanos a los que exigen el voto para su partido, sin interesarse lo más mínimo por las vidas y los problemas de la gente, de los que hablan generalizando de una manera absolutamente desinteresada, sin tratar de entenderlos, sin ponerse en su lugar, como en el caso del Sr. Cayo, a quien de una forma egoísta y partidaria intentan convencerle con su interesado discurso, sin respetar sus convicciones, su arraigo en la tierra que tanto ama y su filosofía de vida, que se muestran incapaces de entender, ya que sólo les mueve su interés por obtener unos votos más para el Partido.
Con motivo de las elecciones al parlamento europeo, he podido leer y escuchar de una forma continua e insoportablemente machacona, la necesidad de votar a toda costa, tanto a unos partidos como a otros, recomendando evitar la abstención – se ha demostrado que efectivamente les ha hecho mella a casi todos – como si esta opción le estuviera terminantemente prohibida a unos votantes a los que intentan manejar a su antojo, como si abstenerse constituyese una aberración injustificable, cuando es una alternativa, una elección, una posibilidad que el ciudadano puede manejar con inteligencia, con el objeto de mostrar su disconformidad con un sistema, con unos políticos y con unos programas en los que no cree, y donde esta preferencia se muestra rotundamente firme, práctica y absolutamente resolutiva para dejar bien sentado la disconformidad, el rechazo y el repudio más absoluto, hacia quienes de ninguna manera los representan.
Nos exigen el voto, en un sentido o en otro, a una u otra opción, habiendo quien incluso afirma que es inadmisible no sólo la abstención, sino el voto en blanco o nulo. Con todo esto, los políticos actuales se muestran ahora como con Cayo en su momento. Como unos engreídos alejados de la realidad de la gente.

JUSTICIA SIN FRONTERAS

Apenas dos días después de que el Senado aprobara por vía de urgencia la reforma de la justicia universal, los cambios correspondientes han entrado en vigor, apenas quince día después de que el gobierno presentara la enmienda correspondiente, que limita la persecución de los delitos de genocidio y lesa humanidad a los procedimientos que se dirijan contra españoles o extranjeros que hayan adquirido la nacionalidad tras cometer el hecho o cuya extradición haya sido denegada, eliminando la posibilidad de actuar mediante denuncia o a través de una acusación, quedando como únicos impulsores de la misma, el agraviado o la Fiscalía, lo cual supone imponer unas cortapisas tan radicales, que de hecho deja sin efecto el principio de justicia universal, aplicada hasta ahora en este País y que continúa vigente en la mayoría de los países europeos y otros del resto del mundo, de tal forma que desde la segunda guerra mundial, han sido quince los países que han ejercido esta justicia, que en España consiguió, entre otros, encausar al dictador Pinochet, cuando en su País de origen, eran incapaces de someterlo a la justicia Chilena, algo que a partir de ahora, con la reforma de esta ley, será imposible llevar a cabo por los tribunales españoles.
Se archivarán así, causas ya iniciadas por jueces españoles como los asesinatos cometidos en El Salvador en la persona del jesuita Ignacio Ellacuría, el cámara español José Couso, los vuelos de la CIA, el diplomático Carmelo Soria en Chile, el holocausto Nazi, los ataques contra el campo de refugiados de Ashraf en Irak, el asalto de la Flotilla de la Libertad o los genocidios en  Ruanda, el Sahara, el Tíbet o Guatemala, por citar algunos de ellos, los más conocidos quizás, los que más páginas han llenado en los medios de comunicación, y que ahora tendrán que archivarse en un acto de injustificada y precipitada decisión, en respuesta a las presiones del gobierno Chino, ante la orden de detención de ex dirigentes de ese País, dictada por el juez Pedraz, y que amenazaba con medidas económicas contra esta España, tan débil y con tan poca fuerza en la esfera internacional, que ha cedido ante las amenazas, y en apenas unos días, han derogado la aplicación de una ley que perseguía los crímenes de lesa humanidad, los genocidios, los crímenes de guerra, la tortura, las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales.
Todos los países del mundo tienen la obligación de encausar a los autores de semejantes atrocidades que se han cometido y se cometen en diferentes lugares del mundo, adonde la justica debería llegar, independientemente del País que las inicie, sobre todo cuando no actúan los tribunales de los países donde tienen lugar dichos delitos de lesa, ya que son crímenes cometidos contra el derecho internacional, que recomienda encarecidamente se actúe en nombre de esa justicia universal, como lo hace Amnistía internacional, reclamando la aplicación de una justicia, que de no llevarse a cabo, supondría que la impunidad campase por sus respetos en tantas zonas de este planeta donde los derechos humanos y las libertades más elementales son pisoteadas en medio de la indefensión más absoluta.
No se comprende por lo tanto esta extrema decisión, salvo por las más que evidentes y mencionadas presiones de un gobierno Chino, carente de la legalidad necesaria para erigirse como Estado de Derecho, al no haber sido elegido por los ciudadanos, pero con una absoluta capacidad para intimidar a un gobierno español, que ha cedido con una rapidez inusitada, que ya quisiéramos llevara a cabo en otros asuntos que atañen a este País, que repercutirían en una necesaria mejora del bienestar de nuestros ciudadanos.

jueves, 29 de mayo de 2014

LA ALEMANIA DEL SUR

Cuando ya creía haberlo oído todo en cuanto a la tan traída y llevada recuperación económica se refiere, cuando comenzaba a pensar que los excesos verbales habían tocado a su fin, cuando creí agotada la capacidad humana de unos y otros, léase gobierno, banca y otros poderes fácticos, para repetir una y otra vez que habíamos superado la crisis, que los malos tiempos ya eran historia, todo ello pese al desolador panorama que continúa coexistiendo con esos augurios que se anulan por sí solos ante la contemplación de los casi seis millones de parados que siguen ahí exhibiendo una inmensa cara de sorpresa, asombro e indignación, de los cientos de miles de desahucios, de los recortes en todos los órdenes, de sueldos minorados que jamás se van a recuperar, de sueldos minimizados hasta extremos increíbles para quienes consigan un mini trabajo, por supuesto en precario y a tiempo parcial, de recortes brutales que están dejando las infraestructuras a la altura de un país del tercer mundo que nos retrasará varios y lamentables años con respecto al resto de Europa, con recortes en cultura, sanidad y educación, que debieran ser intocables y que los han dejado en unos mínimos que los ciudadanos, como siempre, son los encargados de soportarlo, cuando todo esto está sucediendo, a pesar de quienes se esfuerzan en tergiversarlo, alguien ha comparado España con Alemania, afirmando que nuestro País se convertirá en la Alemania del Sur.
Llegados a este punto, como si quisieran poner la guinda al pastel, nos toca escuchar ahora los cantos de sirena de quienes se encargan de elaborar un discurso meloso, ruin y pretendidamente convincente, afirmando que España se está aproximando en crecimiento y bienestar a los niveles de Alemania, ni más ni menos a la poderosa nación alemana, de la que nos separan años luz en todos los aspectos, a la par que avisan a Francia y a Italia, de que se preparen, que tomen nota de las exitosas medidas que han colocado a nuestro País en la senda del crecimiento, de la recuperación y del bien y buen hacer, de la que deben tomar nota y ejemplo como modelo a seguir, si quieres llegar a conseguir los altos niveles de progreso que estamos consiguiendo y que sin duda continuarán en un imparable crescendo que nos situará en la cima Europea.
Olvidan proclamar a los cuatro vientos, estos magos reconvertidos en hechiceros y profetas, disfrazados de brujos y nigromantes, a los que se les ve el plumero por todas partes, que rebosan falsedades por todos los poros de su cuerpo, que todos esos supuestos logros, que exageran con su incontenible falacia, se han conseguido cargando todo el peso en las espaldas de los ciudadanos de a pie, que han visto reducidos en su mayor parte los logros sociales que con tanto esfuerzo y trabajo se consiguieron a lo largo de generaciones y que no se molestan ni siquiera en reconocer, porque dan por supuesto que los menesterosos, los desheredados de la Tierra han de ser quienes siempre paguen el pato, los que paguen los platos rotos que aquellos rompieron y de cuya responsabilidad nada quieren saber.
¿Dónde quedaron los esfuerzos que se deberían exigido a los grandes capitales, a la banca, a las multinacionales, a los grandes patrimonios o a la Iglesia que posee un inmenso patrimonio y que ni siquiera paga los impuestos que le corresponden? ¿Cuánto dinero se ha escondido en paraísos fiscales, haciendo invisibles cantidades astronómicas que el Estado tiene la obligación de controlar? ¿Cómo es posible que usted y yo estemos sometidos a un estricto y riguroso control en todos los órdenes, mientras los grandes capitales y las inmensas fortunas hacen y deshacen a su antojo campando por sus respetos?
Tanta iniquidad y tanta injusticia, no debe ocasionarnos más sonrojo que el causado por una justificada ira, que como no, también habremos de controlar, ya que no se nos permitiría el menor desvarío fuera de los cauces legales, creados para ralentizar, atascar y finalmente desestimar, cualquier proceso que pudiera poner en apuro a una administración cuyo funcionamiento se basa en el principio de la ley y la trampa, y en caso de existir una duda razonable, vuelva usted mañana.

martes, 27 de mayo de 2014

POR FIN LA DÉCIMA

Después de doce años de paciente y confiada espera, llega al fin la deseada Décima Copa de Europa que los madridistas celebramos con una desbordante ilusión, que en mi caso, sin ser un forofo del fútbol al uso, lo he celebrado con una ilusionante emoción por la que yo mismo me he visto desbordado, sorprendido por una irrefrenable pasión que me ha dejado una agradable sensación de honda e intensa satisfacción, a la que he dado rienda suelta en forma de una alegre, espontánea y juvenil manera de manifestar una dichosa, sana y completa felicidad, como imagino que tanta gente ha experimentado al ver por fin colmadas las esperanzas acumuladas durante tantos años de sequía, después de una sucesión de éxitos continuados, durante los cuales el Real Madrid, especialista como ningún otro club del mundo en esta competición, conseguía ser campeón con una regularidad que le ha convertido en un club legendario.
Aunque no pertenezco a aquella primera generación de las cinco copas de Europa que el Madrid obtuvo de forma consecutiva – tenía yo entonces siete u ocho años – sí mantengo recuerdos de aquella increíble época, sobre todo de la tercera o cuarta en adelante, cuando gozábamos lo indecible con un Real Madrid épico, admirado y temido en toda Europa, que fue la admiración de los campos de fútbol por donde pasaba, con aquellos geniales jugadores que nos mantenían pegados al televisor cada vez que el Madrid jugaba un partido en Europa o disputaba una final, lo cual tenía lugar con harta frecuencia, que hizo las delicias de una gente a la que llevaba la alegría de vez en cuando en una España sumida en el atraso y el subdesarrollo, que empezaba a despuntar económicamente pero que adolecía de las más elementales libertades democráticas, con una dictadura que utilizaba el fútbol – como ahora lo siguen haciendo – para ocultar los problemas de unos ciudadanos, que como también en nuestros tiempos, tan lejanos de aquellos y tan diferentes en todos los aspectos, encontraban al menos durante unas horas, una forma de olvidar los problemas diarios, marginándolos y evadiéndose de ellos aunque fuera sólo por ese mínimo tiempo durante el cual la euforia y la alegría se superponía a todo lo demás, relegándolo a un segundo plano.
Cuando escucho el himno de Eurovisión, lo asocio de inmediato a la Copa de Europa, pues los partidos, sobre todo las finales que generalmente tuvieron lugar en campos de toda Europa, comenzaban con dicho himno obligatorio, mientras se realizaba la conexión con el País donde se celebraba el partido, a la vez que la pantalla se llenaba del logo que entonces se utilizaba en televisión, y que era presagio de una de las muchas finales que todos seguíamos con una incontenible emoción y que tantas veces disputó el Real Madrid, pues no ha ganado todas, aunque sí la mayoría, y que mantenía pegados a la pequeña pantalla a todo un País que estaba pendiente de estos partidos.
En esta última final que ha supuesto la consecución de la Décima, la emoción ha superado todos los niveles conocidos que yo puedo recordar, pues dos minutos antes del final, perdía el Madrid, y pensando que todo estaba perdido y que la Décima volvía a darnos esquinazo, escribí un mensaje a un amigo atlético felicitándole por la inminente victoria, que afortunadamente no tuve que enviar, pues apenas terminé su redacción, el Madrid logró empatar, por lo que cancelé su envío, a la par que mostraba mis esperanzas de remontar un partido que después se solventó de una formidable manera por un club especialista en estas remontadas, auténticas gestas para un club que es un reconocido especialista en este campeonato, ahora denominado Champions League, y que los clásicos seguimos reconociéndolo por su primigenia denominación de Copa de Europa.
Son historias sin una excesiva carga humana, pese a las emociones que entran en juego, pero que entrañan recuerdos grabados desde nuestra infancia, de una época irrepetible y que afortunadamente y de alguna manera, tienen continuidad hoy en día. Sólo deseo añadir, que por un día, quizás alguno más, seguramente para siempre, la cuenta pendiente de la Décima – observen que siempre la he escrito en mayúsculas – queda saldada, a plena satisfacción de cuantos la hemos esperado pacientemente durante estos largos años. Hala Madrid.

miércoles, 21 de mayo de 2014

LA CAPILLA SIXTINA DE ALTAMIRA

La inquietud permanente del ser humano, le conduce indefectiblemente a  mirar hacia atrás, hacia el pasado, hacia sus orígenes, mirada que es tanto más emotiva, cuanto más se aleja en el tiempo, en un viaje que nos permite volver la vista atrás y recorrer el camino ya visitado por sus ancestros, hasta donde la vista alcanza, hasta donde nuestro conocimiento llega, mediante la utilización de restos, documentos y evidencias varias que nos legaron quienes pasaron por aquí antes que nosotros y tuvieron la oportunidad de abrirnos el camino en un viaje siempre de cara hacia el futuro, según indica la flecha del tiempo, únicamente hacia adelante, sin posibilidad de volver atrás, pero abriéndose paso desde el principio de los tiempos, en unas condiciones absolutamente adversas, sorteando calamidades de todo tipo, desde glaciaciones que cubrieron de hielo parte del Planeta, hasta las hambrunas, pestes, guerras y desastres naturales que asolaron la Tierra y a sus habitantes, demostrando una vez más que la vida siempre se abre camino.
Pese las condiciones hostiles en las que se desenvolvieron los primeros pobladores, cabe suponer que la supervivencia era su lucha diaria, tanto para conseguir el alimento como para defenderse de los rigores climatológicos y de los animales con los cuales entraban en competencia y a los que recurrían para su alimento, destaca el hecho de cómo el ser humano que hace cuarenta mil años, desde África, al final de la denominada Edad de Piedra, cuando comenzó a extenderse y a propagarse, comienza ya a representar escenas artísticas, tomando como motivo principal escenas de caza, plasmándolas en las cuevas, utilizando el relieve de las mismas, las oquedades, los salientes y abultamientos, utilizando pigmentos para colorear dichas escenas, para llevar a cabo una reproducción mágico religiosa que les propiciase la caza, tan fundamental y esencial para sus habitantes, lo que supone ya la concepción de un pensamiento mágico simbólico, que se base en una serie de creencias y emociones, carentes de un fundamento lógico y racional, pero que entroncan con la tradición, la fe y la imaginación.
Visitar estos lugares donde nuestros más remotos antepasados dejaron sus huellas, que se remontan a la última glaciación que sufrió nuestro Planeta, emociona profundamente, a la par que nos descubre la faceta artística que ya entonces poseían aquellos antiguos pobladores, que imaginamos tan distintos a nosotros, con su feroz aspecto y sus rudas costumbres, que a medida que los conocimientos sobre ellos van avanzando, descubrimos que no lo eran tanto, pues ya se ocupaban y preocupaban por los enfermos, los cuidaban y los enterraban, lo que ya dice bastante en cuanto a su capacidad para experimentar profundas emociones humanas, demostrando con ello que estaban capacitados para amar, sentir y mostrar compasión hacia sus semejantes.
Estaban dotados de una sensibilidad que no solamente les aportaba la afectividad que mostraban hacia los suyos, sino que eran capaces de volcar esa capacidad tan humana, para llevar a cabo una creatividad artística que no se limitó a un área concreta y determinada, sino que se halla repartida por cuantos lugares se fueron extendiendo, encontrando vestigios de las pinturas rupestres en un innumerable número de cuevas repartidas por todo el Planeta, y en el que las escenas de caza son las más representadas, ya que esta actividad, vital para ellos, era la que más tiempo les ocupaba.
Visitar la reproducción o réplica idéntica de las prodigiosas cuevas de Altamira, en Santillana del Mar, en la hermosa y verde Cantabria, es una experiencia que nadie debería obviar, semejante a la contemplación de las  hermosas pinturas de Miguel Angel en la Capilla Sixtina, a la inenarrable emoción que despierta la extasiante visión de una soberbia catedral o a la audición de una bellísima sinfonía, y aunque no es posible recrear los mismos pasos que siguieron sus pobladores hace más de treinta mil años, pues la cueva original, afortunadamente se cerró al público hace años, la reproducción situada al lado de la original, es tan fidedigna, que seguramente las increíbles sensaciones que han de experimentarse en una y otra, aunque no idénticas, han de ser muy parecidas a la hora de su visita, inolvidable, tal como yo mismo pude experimentar.
Se quieren reabrir de nuevo, después de tantos años de reposo, alterando su apacible soledad, hecho que quizás no sea aconsejable, que muchos no consideramos oportuno, ya que se cerraron porque se comprobó que el deterioro al que se las estaba sometiendo aconsejaba su cierre inmediato, aunque ahora se afirme que en su caso los grupos serían mucho menos numerosos. Confiemos en la sabia decisión de quienes en nombre de la Humanidad tienen encomendada la delicada misión de cuidar y proteger tan majestuosa, soberbia y hermosa obra de arte, con el fin de que se perpetúe en el tiempo, como homenaje a aquellos primeros seres humanos que poblaron la Tierra.

viernes, 16 de mayo de 2014

LA EUROPA DEL HASTÍO

Sin duda fuimos muchos los que caímos una vez más en la tentación de ver el festival de Eurovisión, más por costumbre que por convicción, a sabiendas de que nada importante nos íbamos a perder si prescindíamos de tan singular evento, que como siempre, nos dejó un cierto hartazgo al contemplar un espectáculo más que previsible, sobre todo a la hora de las votaciones, que pude adivinar, como tantos imagino que harían, con determinados países, que suelen votarse entre ellos, en una estúpida maniobra cansina, absurda y repelente, que continúa intacta después de tantos años de la misma insoportable matraca a la que nos abonamos y que rara vez veo terminar, aunque confieso que casi siempre suelo echar un vistazo, sobre todo a las tendenciosas votaciones que no obstante ni siquiera son ya lo que eran, pues les han dado un giro tal, que forman parte ya de un espectáculo que como el de este año aburrió solemnemente al personal, aunque con tantos efectos especiales y tanta tecnología televisiva, lograron que tantos árboles impidieran ver el monte, pues a los continuos y desatados zoom, les seguían un derroche tal de impetuosos movimientos de cámara, que el espectador apenas disponía de tiempo para contemplar a quienes en ese momento se movían en el escenario, que en definitiva eran los protagonistas, uno de los cuales necesariamente tenía que ganar, en este caso una Austríaca llorona, nerviosa y estáticamente impertérrita, con una espesa y negra barba, que logró ganar con una canción, que como tantas veces no era, ni por asomo, la mejor del festival.
Hartazgo pues, una vez más, de un acontecimiento europeo, que parece un fiel remedo de esta Europa que sigue sin encontrarse a sí misma, con multitud de países, de lenguas y de tiras y aflojas, que la dejan exhausta, que no posee ninguna fuerza a nivel internacional, que no es capaz de mostrarse abiertamente crítica con determinados comportamientos a los que nos tiene sometidos el panorama mundial y mucho menos  con capacidad para actuar, viéndose continuamente ridiculizada por Estados Unidos y Rusia y China, que aunque con un potencial económico no muy distante de ellos, carece de una fuerza similar a la aquellos poseen a la hora de influir en los numerosos conflictos que cada día surgen, dividida por tantos intereses como países la integran y que al paso que vamos, si no se muestra firme, se verán incrementados con los intentos cada vez más numerosos de regiones que intentan desgajarse del territorio al que pertenecen con el objeto de constituirse en nuevos Estados que pretenden unirse a una Europa que se va pareciendo cada día más a una Babel incontrolable.
Y ahora nos piden que votemos, que participemos en ese festival euro parlamentario de dimensiones ciclópeas, con cientos de representantes de todos los países que ocupan un gigantesco hemiciclo, con espléndidos sueldos y mejores retiros y jubilaciones, donde se hablan decenas de lenguas que separan más que unen y donde los tres o cuatro países más fuertes, hacen y deshacen a su antojo, sometiendo a los más débiles a sus dictados, muy bien disimulados, disfrazados y enmascarados por una retórica que pese a todo no puede engañar a nadie, pues los efectos ahí están, con multitud de miembros que soportan pesadas cargas, pese a la supuesta solidaridad, y que engordan a los más fuertes que son los que siempre salen beneficiados y que se nutren de ellos a sus expensas.
No deben sorprenderse nuestros políticos cuando se conozcan los altísimos niveles de abstención que se esperan y que son fruto del hartazgo, el cansancio y el hastío de una ciudadanía que no los soportan en su País de origen y que no están dispuestos a darles su confianza votándolos para que los representen en una vieja y anquilosada Europa en la que cada vez son más los que ni confían ni creen, cada vez más hartos, cansados y hastiados de una agrupación de países que jamás se integrarán en un único y fuerte Estado.

lunes, 12 de mayo de 2014

LA MANIPULACIÓN DE LOS JÓVENES

El futuro es de los jóvenes, solía decirse harto frecuentemente, que no ahora, cuando parece no ser una frase muy afortunada dadas las circunstancias actuales de marginación, sobre todo laboral, en la que se encuentran desde hace ya demasiado tiempo, aunque de hecho, e irremisiblemente, el porvenir les corresponde aunque sólo sea por elementales razones de edad, de un abundante tiempo que tienen por delante, incierto e imprevisible, incluso desalentador, situación que les lleva al desánimo y a una desesperación que se convierte en ocasiones en una dejadez, próxima al pasotismo, que en nada les beneficia, mientras las instituciones oficiales, el gobierno de turno, parece haberse olvidado de ellos, pese a que no tienen problema para citar unos datos estadísticos que arrojan cifras escandalosamente altas, próximas al cincuenta por ciento de paro, algo inasumible para un País Europeo.
No solamente no se aportan soluciones a este tremendo problema que pone en riesgo a toda una generación de jóvenes que deberían ser la punta de lanza del País con su empuje, preparación y capacidad de innovación, sino que se les ponen obstáculos incluso para su formación, elevando las tasas universitarias en unos casos y recortando la formación laboral en otros, así como limitando las oportunidades de acceder a becas tanto aquí como las destinadas a la oportunidad de conocer el resto de los países europeos, necesario para una formación no sólo académica, sino humana, integral y global, acorde con los tiempos que les ha tocado vivir y para lo que tantos obstáculos encuentran en su camino.
Se les ofrece la oportunidad de acogerse a un plan de jóvenes emprendedores, que no sólo no acaba de ponerse en marcha, sino que lo hace partiendo de una base harto complicada, ya que pese a las relativas facilidades que en apariencia dicho plan contempla, las dificultades para crear una actividad, dadas las circunstancias actuales, constituye una tarea complicada y difícil de llevar a cabo, pues a la inexperiencia propia de un joven que se enfrenta a la creación de una empresa por pequeña que sea, se unen los problemas derivados de la falta de crédito, al que más o menos tarde tendrán que recurrir, como a una relajación en el consumo, debido a los problemas laborales y de recortes en general que llevamos soportando varios años, y para los que no se atisba solución inmediata, por lo que la viabilidad de los nuevas actividades que se puedan crear, siempre estarán en el aire, retrayendo de esta forma a los posibles emprendedores que se pensarán muy detenidamente si merece la pena lanzarse a la aventura.
Mientras tanto, los jóvenes son utilizados por unos y por otros, como moneda de cambio, como arma arrojadiza y, por supuesto, por las multinacionales de las nuevas tecnologías, que tienen en ellos a sus mejores clientes. Una auténtica mina de oro a la hora de desarrollar nuevos y continuos productos, tanto en equipos como en programas que consumen con fruición desmedida, con los cuales llegan a los jóvenes de inmediato, habiendo creado con ellos un inmenso e inacabable mercado que les proporciona unas ganancias desmedidas, a cambio de no aportarles nada positivo, nada práctico, nada que les reporte ventaja alguna, salvo el tiempo que los tienen obnubilados con una auténtica invasión de aplicaciones, que cada día les absorben más parte de su precioso tiempo y que ningún beneficio práctico les reportan. Mientras las compañías eléctricas se frotan las manos pensando en las elevadas cifras de ganancias que les supone el empleo masivo de tanto ingenio tecnológico devorando kilovatios sin parar. Una manipulación muy rentable.

martes, 6 de mayo de 2014

HOY PUEDE SER UN GRAN DÍA

Tratar de definir la vida de una manera radical y absoluta, definitiva, como tantos intentos vemos a menudo, vanos y demasiado simples casi todos ellos, excesivamente altisonantes y vacíos de un contenido que necesariamente ha de restringirse y limitarse para adecuarlo a cada uno de los seres de una forma relativa y personal, para no caer en el craso error de generalizar, que siempre es una negativa forma de tratar una determinada situación, y más aún cuando de la vida se trata, porque si la relatividad mueve el universo, también lo ha de hacer con todo cuanto en él se desenvuelve, estableciendo de este modo los límites existentes en él, salvo quizás los que le corresponden a él mismo, que es quizás el único valor absoluto que nuestro limitado cerebro humano intenta vagamente  imaginar, y ante el que se ve obligado a rendirse por ser incapaz de concebir tan majestuosa y soberbia demostración de una realidad inalcanzable para una vida que se desarrolla en su seno, formulándonos las eternas preguntas de quienes somos, de dónde venimos y adónde vamos, para las cuales seguimos sin encontrar respuesta alguna.
La vida es un milagro, un regalo, una afortunada experiencia única e irrepetible, son tres de las múltiples concepciones que de la vida tienen quienes desde una simplista visión de la misma la definen de tal manera que constituyen una afrenta, un desvarío y una comparación que ofende la inteligencia primero y la sensibilidad después, cuando de establecer contrastes se refiere entre los seres vivos de un Planeta que  alberga a siete mil millones de seres sometidos a condiciones tan diversas, tan diferentes y dispares, que cualquier generalización que se intente con definiciones como las citadas, supone un tedioso, injusto e irracional intento de una equiparación imposible, pues la vida es pura subjetividad, que cada individuo experimenta de forma personal y única, al margen de definiciones que no son sino una pura osadía.
La vida no es un milagro, ni un regalo, ni una maravillosa experiencia digna de ser vivida para millones de personas que la sufren cada uno de sus miserables días. Baste echar un vistazo a los medios de comunicación que nos muestran cada día el sufrimiento que azota a media humanidad, sometida al hambre y al dolor continuo e insoportable, a quienes sufren de crueles enfermedades, minusvalías dependientes y marginaciones sociales varias, que no respeta ni a niños ni a ancianos, para los que la vida no es sino un mal sueño hecho realidad, cruel e injusta, no el destino culpable, sino el resto de la Humanidad.
Recientemente he leído un hermoso libro – De vuelta a casa, de Jim Harrison – del cual recojo unas líneas que quizás aporten algo de luz, y que rezan literalmente como sigue: tal vez todas las preguntas que me planteo acerca del significado de la vida sean tan sólo asuntos que no me incumben y que Dios, o quien sea, es un fascista tan inmenso como Betelgeuse, y que los mortales no tenemos derecho a plantear preguntas salvo a unos cuanto dioses pequeños disfrazados de humanos. A los demás sólo nos queda la posibilidad de ladrar nuestra esencial perplejidad, lo mismo que si fuéramos perros semihumanos.
Son a esos dioses disfrazados de humanos a los que debemos exigir todas las necesarias e inexcusables explicaciones, en lugar de elevar plegarias al viento a esos dioses que jamás estuvieron ahí, ni en los Cielos ni en Olimpo alguno, porque fuimos nosotros, los débiles y solitarios humanos, quienes los creamos a ellos. Hoy puede ser un gran día para muchos. Para tantos otros sólo la frustración, el desamparo y la ausencia total de esperanza en un futuro que la vida les ha negado.

sábado, 3 de mayo de 2014

LA CONSPIRACIÓN PERMANENTE

Son varias las definiciones que el diccionario de la Real Academia de la Lengua aporta a la hora de resolver el término conspirar, ninguna de las cuales me resulta aclaratoria ni satisfactoria para dejar bien sentado y sobre todo, meridianamente adaptado a las situaciones a las que se suele aplicar, un significado que se me antoja más sencillo, rotundo y veraz, en lugar de unirse contra algo o contra alguien, que son dos de las entradas de dicho diccionario a esta palabra, además de concurrir a un mismo fin y convocar o llamar a alguien en su favor, que aunque no están muy alejadas, parecen haberse quedado algo cortas, algo lejanas, excesivamente escuetas y mínimamente clarificadoras, algo apartadas de las realidades actuales y de los casos a los que se puede atribuir, y que, permítanme el atrevimiento, yo definiría como la concurrencia de oscuros intereses de diversa índole, utilizados con fines partidistas por quienes desean subvertir un determinado orden, con el objeto de obtener inconfesables réditos de la nueva situación creada, y siempre desde la impunidad que supone actuar desde el anonimato.
Y así, desde el asesinato de Julio César, pasando por el de Kennedy, la extraña muerte del papa Juan Pablo I, la sospechosa muerte de la princesa Diana de Gales, el asesinato de John Lennon, la muerte del presidente Allende y otros de signo diverso, como Pearl Harbour, el extraño objeto que se estrelló en Roswell, la aniquilación de los templarios y muchos otros que podríamos citar, menos veraces, menos creíbles y sobre todo, más fantásticas como la duda de si realmente se llegó a la Luna, sobre Tsunamis provocados, explosiones como la de Tungusca, los ovnis, los extraterrestres, el gobierno mundial secreto, el calentamiento global y tantos otros, se pliegan muchos de ellos a la perfección a la tan traída y llevada, y a veces correctamente denominada, teoría de la conspiración, mientras que otros no son sino un mero producto de la calenturienta imaginación de unos cuantos iluminados.
Hace unos días, se recreó en televisión, una fabulación, una ficción acerca de los hechos acaecidos en el golpe de estado del 23 de febrero de mil novecientos ochenta y uno – se tomó como referencia y modelo una recreación sobre el viaje a la Luna, pretextando que fue un montaje, en el que entre otros, intervinieron los astronautas que tuvieron la fortuna de pisar nuestro Satélite -  que ha causado sorpresa y estupor en algunos círculos, lo cual no termino de explicarme, pues no fue sino una dramatización a toro pasado, claro está, de lo que sucedió o debió suceder en aquellas días, cómo se tramó el golpe, quienes participaron y en qué medida lo llevaron a cabo y que en definitiva no es sino la manifestación de unos hechos que ya conocíamos, dejando algunos huecos, espacios o flecos no aclarados aún, que quizás algún día se conozcan y que en definitiva vienen a constatar que hubo una trama o conspiración en la que intervinieron instituciones y personas, algunas de las cuales aún están por determinar y cuyos objetivos, tal como intentábamos aclarar en la definición del término conspiración, como en todas las maquinaciones, eran siniestramente oscuros.
Existen diversas teorías, que recurren a la conspiración en el caso del atentado de las Torres Gemelas, en el que incluso se implica al gobierno de los Estados Unidos, que habría preparado dicha acción, para utilizarla después como excusa para invadir Irak y apropiarse de su petróleo.
Aquí, en nuestro País, y a propósito del independentismo Catalán, se habla de la conspiración de las cien familias catalanas todo poderosas, que controlan los medios de comunicación, las grandes empresas, la banca, las instituciones deportivas, culturales, y por supuesto políticas, que con su inmensa influencia, mueven los hilos de cuanto sucede en Cataluña, incluido el movimiento secesionista, hasta el punto de atribuir a este poderoso lobby o grupo en la sombra, el impulso dado a este afán separatista, utilizando cuantos recursos poseen en los sectores más importantes, decisivos y decisorios de Cataluña.
Queda por último, la más importante conspiración permanente desde el principio de los tiempos, que atribuye a supremos poderes ocultos en la sombra, de fuerza y capacidad de decisión inimaginables, que decidirían sobre la vida y hacienda de los habitantes del Planeta, vigilando y limitando la capacidad de acción de los mismos, controlándolos y manteniéndolos dentro de unos márgenes, que en caso de superarlos, actuarían para frenar de inmediato una escalada social y económica que nunca van a permitir.
Si analizamos la situación actual, todo parece indicar, que llevan unos años actuando y que dadas las circunstancias, una vez más lo han conseguido, logrando no sólo frenar en seco tan intolerables intenciones, sino recolocándolos varios escalones más abajo, con margen suficiente para que pasen unos cuantos años antes de intentar volver a recuperar el espacio perdido, tarea ardua donde las haya, que se nos antoja harto complicada. Ciertamente parece la más real de las conspiraciones conocidas, así como la más próxima e inmediata, y sobre todo, la que más afecta al común de los ciudadanos de una sociedad permanentemente amenazada por siniestros individuos, grupos e instituciones que actúan en la sombra.

viernes, 2 de mayo de 2014

BIENVENIDA, SEÑORA PRESIDENTA

Jamás una mujer ha presidido el gobierno de este País, ni ha ostentado el cargo de primera ministra, tal como lo han hecho apenas una treintena en todo el Planeta, a lo largo de una historia que ha visto pasar por estos cargos de máxima relevancia a millares de presidentes y primeros ministros, todos de sexo masculino, en un alarde de falta de visión humana y sobre todo de una sensibilidad política, ausente a todas luces, que queda en evidencia después de repasar la tambaleante historia y comprobar los innumerables altibajos, desatinos y horrores sin cuento, que han llevado a cabo los mandatarios de un mundo permanentemente instalado en el desequilibrio constante, plagado de conflictos, guerras e injusticias continuas, que han caracterizado los milenios que nuestro mundo puede constatar a través de los relatos que los hombres han ido dejando tras de sí, y que muestran un paisaje desolador, en el que los varones han sido los que han tomado siempre las decisiones, que han llevado a la especie humana y al hábitat natural donde se desenvuelve, a una especie de callejón sin salida, que no parece que nos pueda conducir a una decisiva, continua y permanente etapa de paz, justicia y equidad, en feliz armonía con la naturaleza que nos acoge.
Qué duda cabe, que los personalismos de los dirigentes, han influido poderosa y decisivamente a la hora de la toma de decisiones que afectan a millones de seres humanos y al ámbito donde se desenvuelven, dependiendo de ello la vida y la hacienda de pueblos y civilizaciones que se han visto sometidos a sus designios más o menos visionarios, caprichosos e interesados, en un alarde de irracionalidad que conllevan las decisiones que una sola persona toma y que repercute en el destino de enormes poblaciones y países que quedan así expuestas al estado de ánimo o a la interesada disposición de un único ser humano, que elevándose por encima de todos los demás, decide por ellos, no siempre con su permiso explícito otorgado políticamente, materializando una sinrazón humana como es la del sometimiento de la mayoría a la voluntad impuesta por unos pocos, a su vez doblegados por la imposición de quién ostenta el poder absoluto.
¿Cabe entonces, tiene algún sentido, posee alguna lógica preguntarse, plantearse, proponerse, qué habría sido de este mundo, de su historia, de sus gentes, de su entorno natural, si invirtiendo los términos en cuanto a sus dirigentes se refiere, hubieran sido las mujeres, las ciudadanas de sexo femenino, las que en su inmensa mayoría hubiesen ostentado el poder durante estos milenios? ¿Estaríamos en las mismas? ¿Podría suponerse que este mundo no sería el mismo si ellas lo hubiesen gobernado en lugar de los hombres?
Sin duda las mujeres están dotadas de una sensibilidad, de una inteligencia y de unas capacidades, que sin duda, sin ser mayores o menores que las de los varones, sí son diferentes, con otra visión, otros valores y otras percepciones del mundo, que quizás hubieran deparado otra sociedad diferente, más tolerante, menos conflictiva, más dialogante, más humana, lo cual hubiera supuesto un destino distinto para nuestra sociedad, que ahora estaría instalada en otra historia que contar, que con toda seguridad, en nada se parecería a la que los textos nos relatan.
Hemos de ponernos de vez en cuando en la posición de los demás, en ese estado mental y de ánimo tan de moda en la actualidad que se conoce por el nombre de “empatía”, para saber cómo sería todo si invertimos o cambiamos los términos, aunque sólo sea momentáneamente, huyendo de nuestros férreos e inamovibles postulados y de nuestra sólida y rutinaria posición.
Es por todo ello, que deberíamos quizás plantearnos, cómo sería, no ya nuestro mundo, sino nuestro País, si una mujer ostentara el cargo de primera ministra. Y es que ya va siendo hora de ello, de que las mujeres lleguen al poder y tengan la capacidad de decidir y de dirigir un gobierno, que hasta ahora se les niega sin que exista razón alguna para ello, sin que pueda argumentarse nada en contra, por lo que desde aquí, las animo a ellas y a una población, que estoy seguro que las votaría con una muy posible aplastante mayoría que pienso que iba a sorprender a todos. Bienvenida, Sra. Presidenta.