lunes, 30 de enero de 2017

UN INCONTESTABLE LÍDER

Escudado tras la pantalla de plasma de generosas y lúbricas dimensiones, solía el Presidente del gobierno atender a una prensa acostumbrada a semejantes desvaríos, a fuerza de dar la espalda a unos medios de comunicación que una y otra vez se veían relegados a un segundo plano cuando de entrevistar al líder se trataba, en una ceremonia de la confusión que nunca fue aceptada.
Solía salirse por los cerros de Úbeda comentando el estado del tiempo para cobijarse en el presidencial vehículo, evitando las siempre para él intrincadas requisitorias de los temidos periodistas, o bien se daba una audaz y estratégica vuelta de ciento ochenta grados, escabulléndose tácticamente, y haciendo mutis por el foro, dando con ello esquinazo a los temerarios encargados de la mezquina y voraz prensa.
Imagen que tampoco en nada mejoraba cuando salía allende nuestras fronteras, con el objeto de reunirse con sus colegas europeos, donde a menudo se le veía naufragar entre ellos, siempre con cara de forzado despiste, musitando las cuatro frases que manejaba en inglés.
Ello le obliga a llevar pegado a su vera, a su inseparable auxiliar traductor, mientras el resto de sus colegas charlaba amigablemente, merced al dominio del inglés, ofreciendo de esta manera una penosa impresión  que induce a la vergüenza ajena, que es la sienten muchos ciudadanos de este País cuando ven a su Presidente un tanto ninguneado cuando de reunirse con personalidades de otros países se trata.
No mejora en absoluto cuando lo vemos hacer deporte en su Galicia natal, exhibiendo un rudimentario porte atlético, desgreñado por el efecto de la abundante y persistente lluvia gallega, ofreciendo una imagen alejada de toda elemental estética, que hace pensar en que quienes de esa misión se encargar, no cumplen adecuadamente con su cometido de asesores de una imagen presidencial harto descuidada.
En otro orden de cosas, a todo ello cabe sumar la deteriorada percepción que de él tienen quienes no olvidan las numerosas corruptelas de su partido, la financiación ilegal del mismo, los mensajes de ánimo a personajes poco recomendables, los discos duros destruidos y otras lindeces varias, como los numerosos recortes habidos durante su mandato, así como la inefable legislación laboral por él impulsada, y que tantos estragos está causando entre los trabajadores.
Resulta difícil de explicar, de asimilar y comprender, cómo Rajoy, con estas credenciales continúa ocupando el puesto de privilegio que ostenta, no sólo a nivel nacional, dónde son ya dos las legislaturas que acumula como presidente del gobierno, sino dentro de su propio partido, donde nadie le discute ni mucho menos le pone en cuestión, ni se le enfrenta en modo alguno, dando la impresión de haberse convertido en el jefe único, en el incontrovertido e indiscutible primer espada, en el insustituible y amado líder.
Sin oposición alguna, ejerce su mandato con suma y absoluta tranquilidad, algo muy habitual en un político sosegado como él, que tiende a tomar decisiones sin prisas, tomándose su tiempo, sin arriesgar ni precipitarse, sin sentirse obligado ni presionado por nada ni por nadie, y que se ha erigido en el único representante de un partido político que ha cerrado filas en torno a su figura.
Es el amado e incuestionado líder absoluto de un partido, que como suele ocurrir con de derechas, no suelen tener opositor ni alternativa alguna dentro del mismo, al punto de que la renovación, se resuelve generalmente de un plumazo mediante una ley no escrita, que atribuye al líder resolver quien ha de sucederle, bien a dedo, bien a través de una hereditaria y sutil costumbre, que viene a ser una variante  menos elegante y poco disimulada del dígito antes citado.
Poco ruido y menos nueces parecen habitar las entrañas de este partido, dónde nadie parece moverse ni levantar un solo dedo en aras de buscar entre sus filas a un posible sucesor, una alternativa al actual líder, que da la impresión de no dejar el bastón de mando en un futuro inmediato ni propiciar fórmula alguna para que puedan disputarle su liderato. Y es que todo parece indicar, que nadie quiere tomar la iniciativa, sino que prefieren mantener prietas las filas, quizás por aquello de que el que se mueve, no sale en la foto.

jueves, 19 de enero de 2017

LAS VERGÜENZAS DE PODEMOS

No parecen querer entender los componente de Podemos, metidos en faena como están, que la política era otra cosa distinta a lo que ellos creían, a sus algarabías y jolgorios mitineros, a sus cánticos y proclamas de la década de los setenta, cuando entonaban enfervorizados, a la par que despistados, y  abrazados para dar una imagen de suprema y arrebatadora unidad, las canciones de Lluis Llach y compañía, que muchos entonamos hace ya más de cuarenta años.
Comenzaron arrolladores e incrédulos, ante unos resultados electorales que en poco más de dos años les han llevado a sentar en el Hemiciclo y en no pocos consistorios, a una considerable cifra de diputados, senadores y alcaldes, en una arrolladora acción perfectamente diseñada y pergeñada en los medios de comunicación y en las redes sociales, que manejan a la perfección, consiguiendo un colosal eco, que les ha llevado a convertirse en una fuerza política tan importante como para destrozar el status quo existente hasta entonces, conocido por bipartidismo.
Con una juventud impetuosa y rebelde, y unas irrefrenables ganas de sobresalir y de constar en el panorama nacional, en poco tiempo destacaron con su ardoroso y populista mensaje, que consiguió más pronto que tarde llegar a los jóvenes sobre todo, pero también a cierto personal maduro, hartos de la corrupción política, del derroche generalizado y de la ineptitud campante entre la clase política.
Sobradamente preparados en el terreno académico, con una innegable capacidad para congregar multitudes, con un encantador y romántico halo de luchadores dispuestos a echar a los ladrones para entregar sus pertenencias a los más necesitados, a modo de modernos Robin Hood del siglo XXI, salieron de las aulas de la universidad para comerse el mundo, algo que consiguieron con una sorprendente rapidez, merced a su poder de convocatoria, a su ardorosa y vibrante verbo, y de una envidiable capacidad para contactar con la gente más joven a través de las modernas tecnologías.
Se movieron con una inusitada, brillante y eficaz capacidad de acción por cuantas tertulias y debates se daban en nuestro panorama audiovisual, siempre con sus mejores y más lúcidos representantes, enfrentados permanentemente con los integrantes situados más a su derecha, consiguiendo sacarles los colores mediante la denuncia y el acoso verbal, logrando con ello la aquiescencia de multitud de escuchantes y televidentes descontentos, que quedaron desde entonces indisolublemente unidos a su causa, en espera de la llegada de las próximas elecciones, dispuestos a depositar en la urna el voto a este nuevo partido.
Sin apenas rodaje previo ni preparación alguna, se lanzaron a la conquista de los votos, con una maquinaria apenas engrasada y preparada para semejante aventura, que debería haberse quejado y chirriado ante tanto y tan desbocado empuje, logrando unos resultados que dejaron desconcertados a propios y extraños, fruto de una desbordante campaña plena de un rupturista discurso populista que caló hondo en el descontento generalizado de un País harto de tanta corruptela.
La desesperanza y el desánimo que campaba por sus respetos en una sociedad desencantada con la política y sus políticos, dejaron paso a una confiada esperanza en los nuevos y jóvenes valores que lanzaban sus proclamas sin el menor pudor, y con un aire confiado y seguro que llegó al corazón de un importante sector de la sociedad española que no dudó  en otorgarles su voto de confianza.
Entraron en las instituciones adoptando distintas denominaciones, formando una alianza con Izquierda Unida, que no parece haber beneficiado más que a ésta última, y trataron de comerse el mundo hasta el extremo de que su líder, con un discurso impetuoso y agresivo,  se atrevió a adelantar un posible gobierno con él de presidente y el líder de los socialistas como vicepresidente, que no tardó en rechazar tan semejante y atrevida apuesta.
Con este estado de cosas, y dado el hecho de que no se consiguió un acuerdo de izquierdas, se convocaron nuevas elecciones, que no depararon sino un rotundo fracaso para unos y otros, hasta el extremo de que Podemos perdió un millón de votantes, lo que les confundió de tal manera, que desde entonces las peleas internas por el control del partido, no han encontrado freno entre los dos bandos dirigidos por sus dos máximos representantes.
Y hasta hoy, en que una carta de una militante de setenta y seis años, ha hecho reflexionar a Pablo Iglesias, hasta el extremo de pedir perdón a los militantes. “Perdonadme, sé que os estamos avergonzando”, fue la respuesta que emitió, pidiendo de paso a los portavoces del partido, que se contengan y dejen de airear sus conflictos internos en los medios de comunicación.
Pero todo parece indicar, que el brillante y protector aura que envolvía al número uno de Podemos, le ha abandonado definitivamente, no quedándole más remedio que compartir su liderazgo o incluso cederlo, algo que en cualquier caso debieran entender como un proceso lógico, normal y democrático, que sin duda les facilitará su consolidación como auténtico partido político de hecho, que no de derecho, que es algo que ya lograron en su momento con todos los pronunciamientos.

domingo, 15 de enero de 2017

MISIONES PEDAGÓGICAS DEL SIGLO XXI

Un grupo de maestros cargados de diverso material pedagógico, llegan con un camión a un pueblo recóndito de Segovia, Ayllón. Llevan un teatro de títeres, libros y un proyector de cine.  Los ciudadanos, que no dan crédito a lo que ven sus ojos, son citados esa misma tarde al salón del pueblo. Es el 17 de diciembre de 1931, y la primera misión pedagógica de la II República, se ponía en marcha
La inmensa mayoría de los habitantes del pequeño pueblo segoviano, acuden a esta primera cita en en el salón de baile de la localidad. Gran parte de los asistentes son hombres, viejos y mozos. El número de mujeres es escaso, pero con los días irán en aumento. Están todos de pie.
El rumor es enorme. Un grupo de personas ha conseguido sentarse gracias a unos bancos traídos de la iglesia. El ambiente no parece el idóneo para el aprendizaje, pero los jóvenes maestros comienzan a recitar una serie de textos y a continuación,  el presidente del Patronato, Manuel Bartolomé Cossío, añade:
"Es natural que queráis saber, antes de empezar, quiénes somos y a qué venimos. No tengáis miedo. No venimos pediros nada. Al contrario, venimos a daros de balde algunas cosas. Somos una escuela ambulante que quiere ir de pueblo en pueblo. Pero una escuela donde no hay libros de matrícula, donde no hay que aprender con lágrimas, donde no se pondrá a nadie de rodillas, donde no se necesita hacer novillos”.
El presidente del Patronato, añade: “el gobierno de la República, que nos envía, nos ha dicho que vengamos ante todo a las aldeas, a las más pobres, a las más escondidas, a las más abandonadas, y que vengamos a enseñaros algo de lo que no sabéis por estar siempre tan solos".
En el bagaje cultural no sólo entraban en juego las lecturas, representaciones, charlas y películas, sino que se utilizaron colecciones itinerantes de pintura, cada una con catorce copias de cuadros de los pintores más famosos de la escuela española.
Los cuadros se transportaban en fuertes cajas de madera, o en una camioneta especialmente acondicionada, y se exponían en los pueblos a los que se podía llegar. La colección iba acompañada por dos o tres misioneros, a quienes el Patronato confiaba este encargo, y que explicaban los cuadros a los campesinos.
Las Misiones Pedagógicas, constituyeron todo un admirable alarde empeñado por llevar la cultura a todos los rincones del País, allí adonde la República, al contrario que en las ciudades, aún no había llegado con todo su ímpetu de renovación social, cultural y económica que no obstante quedó desbaratado con la derrota que los insumisos rebeldes infligieron al ejército republicano.
La caída de la República dio al traste con esta y tantas otras iniciativas, como la Barraca de García Lorca, que fueron ejemplo único en toda Europa, y que hubieran supuesto un incuestionable avance cultural para una España rural pobre y atrasada, sumida en la miseria y en el más profundo de los abandonos.
Hoy, ochenta y cinco años después, en pleno siglo XXI, y en la civilización de la tecnología de la informática y las redes sociales al alcance de todo el mundo, en la era de la comunicación instantánea y universal, del conocimiento global y de los medios de comunicación multimedia accesibles a todos, las carencias culturales, formativas y de preparación técnica, dejan mucho que desear, en un País donde apenas un veinte por ciento lee con cierta frecuencia. También hoy, se agradecerían tan admirables iniciativas.

miércoles, 11 de enero de 2017

EL TRUMPAZO

Grande fue la sorpresa que el mundo experimentó, cuando se confirmó la victoria de Obama en las presidenciales de Estados Unidos, lo que suponía que por primera vez en la historia de ese país, un hombre negro alcanzase la presidencia de la nación más poderosa del mundo.
Algo inconcebible por entonces, hace ahora ocho años, y que concitó las más emocionadas esperanzas allí y en todo el planeta, que veía como en un país con una férrea y feroz tradición racista, asentada en el pasado y aún presente en la actualidad, era elegido para tan singular y significado puesto un presidente cuyas raíces familiares proceden del continente africano.
Su elección levantó toda una oleada de ilusionada confianza a todos los niveles, tanto en el interior de Estados Unidos como en el resto del mundo, pensando que su aura de político abiertamente demócrata, poseedor de una imagen de hombre de ideas avanzadas y con una reputación intachable, sería capaz de llevar a cabo una inmensa e ingente labor a todos los niveles, que en gran parte y pese a sus innegables esfuerzos, se han visto defraudados.
Tantas eran las expectativas depositadas en Obama, tantas las perspectivas fijadas en él y tantas las ilusiones mostradas por los ciudadanos del mundo, que sin verse completamente defraudadas, sí se han visto muy minoradas, pues tales eran los excesos y los deseos que la frustración llegó al comprobar que no ha podido llevar a cabo cuanto prometió en su momento, más porque se lo han impedido, que por falta de interés y de iniciativa suya.
Aún así, los logros han sido muchos, y los avances en todos los órdenes han sido importantes y numerosos, dejando una brillante estela que perdurará por los tiempos, con una importante labor en pro de la distensión a nivel mundial, que ha sido reconocido con el premio Nobel de la Paz.
Si el impacto de la victoria de Obama fue realmente considerable al suceder a Bush, dos personajes personal y políticamente opuestos, no lo es menos el hecho de que a Obama le sucederá Donald Trump, un personaje incalificable, sorprendente y muy alejado de los estándares hasta ahora habidos en la historia de los presidentes de ese gran país, que aún está por descubrir, y que el mundo tendrá la oportunidad de de conocer a lo largo de los próximos cuatro años.
Casi sesenta millones de ciudadanos estadounidenses lo han elegido. Un personaje singular en sus formas y en su contenido, en absoluto al uso, que ha roto todos los esquemas de lo hasta ahora conocido y que no ha dejado indiferente a nadie. Rudo, polémico y devastador en sus primeras declaraciones que han alertado a los demócratas de todo el Planeta y que ha despertado la duda y la zozobra en medio mundo.
Trump es un empresario multimillonario, para unos un genio y para otros un evasor de impuestos, con pocos escrúpulos en todos los sentidos, hábil negociante, nada sospechoso de ejercer la filantropía, irrespetuoso con las mujeres y con los discapacitados, de los que se burla, o con los hispanos, o con todo el que se le opone o detesta. Un tipo que no suele medir las consecuencias de sus palabras.
Un auténtico populista, que ha sabido ganarse la confianza de sus electores, a base de efectismos de toda índole. Lo votaron porque es un macho alfa, nacido para mandar, autoritario y con aires y gestos de jefe. Todo ello parece inculcar en sus seguidores un sentimiento de seguridad. Cuatro años de incertidumbre.

lunes, 2 de enero de 2017

LA VIDA SE ABRE CAMINO

Siempre se pensó que la vida era una rara excepción, un privilegio, que se  limitaba a su existencia en nuestro Planeta Tierra, y que en el resto del universo, sería algo extraordinario, una rareza que sólo podría darse en caso de que pudieran encontrarse planetas con idénticas condiciones como las que disfrutamos aquí, algo en extremo difícil y complicado, como si fuéramos los únicos en facilitar ese milagro llamado vida.
Ilusos e ingenuos somos pensando así. Desde hace bastante tiempo, los científicos  están cada vez más de acuerdo, en que la vida en el Cosmos, no es una excepción, sino más bien una norma, algo mucho más habitual de lo que habíamos llegado a pensar, ya que la vida en sus diversas manifestaciones, tiende a abrirse camino en los lugares y medios más insospechados, más adversos y más inhóspitos que pudiéramos imaginar.
Se ha hallado en lugares donde jamás habríamos soñado que pudiera encontrarse, en condiciones infernales, a temperaturas increíbles, bajo el hielo de los polos, a profundidades abisales, soportando inmensas presiones, que en principio, a la teoría científica le resultaba inadmisible, y en otros casos soportando temperaturas elevadísimas, que constituyen el otro lado de la moneda, pero que confirman que la vida es capaz de derribar cuantos obstáculos halla a su paso para abrirse camino.
Hoy se sabe que Marte pudo albergarla en época remota, cuando océanos de agua ocupaban parte del desierto que hoy cubre toda su superficie, y que en la actualidad, muy posiblemente se encuentran sumergidos, donde posiblemente puede desenvolverse la vida, como sucede, casi sin duda en varios de los satélites de Júpiter, donde se presume que el agua ocupa las entrañas de estos astros, y por consiguiente, y con casi toda seguridad, allí la vida habría encontrado su camino.
Y hablamos de nuestro Sistema Solar, en el que nos encontramos, aquí al lado, en el que estamos inmersos, formando parte de una galaxia, la Vía Láctea, que tan sólo es una de las miles de millones que llenan un Universo del que no tenemos noticia de que tenga límite alguno, y donde la vida debe desarrollarse en sus múltiples formas en infinidad de planetas parecidos o no, a la Tierra, algunos a unos pocos años luz, y otros a distancias tan fabulosas como inimaginables e incomprensibles para nuestras limitadas mentes.
¿Quién entonces puede hoy afirmar que la vida es un fenómeno que se circunscribe únicamente a un planeta, que es apenas un minúsculo, diminuto e insignificante grano de arena en medio de la soberbia y majestuosa grandeza de la infinita playa cósmica?
Nadie en su sano juicio, y con una mente abierta y mínimamente científica, puede sostener semejante afirmación, que hoy tan sólo los fanatismos y radicalismos de índole religiosa o similar aún se empeñan en mantener en contra de la inmensa mayoría de la comunidad científica, y de la más elemental lógica humana.
Una manifestación como la vida, que posee esa titánica y soberbia fuerza para surgir y desarrollarse en los medios más duros y hostiles, no puede, de ninguna manera ser patrimonio de un insignificante planeta, sino de un portentoso y grandioso universo, donde incluso la vida inteligente encontrará su lugar, como lo ha hallado, en nuestro hermoso Planeta. Saber de ellos y confirmar un día su existencia, sería el hallazgo más fascinante, esperado y asombroso de la historia de la humanidad.