jueves, 18 de abril de 2024

Troleros al poder

 

Desde mi más tierna infancia albergo recuerdos del término trolero, muy popular entonces, cuando se utilizaba para designar a quienes acostumbraban a engañar con frecuencia, a inventar, a quienes mentían más que hablaban, a quienes, en definitiva, contaban trolas, al trolero de siempre, de toda la vida, él al que todos conocían, que a nadie engañaba, sin malicia ni maldad alguna, pero que no obstante persistía en el empeño, inmerso en su peculiar mundo trapacero en el que parecía vivir convencido de su persistente engañifa, y los resignados y silenciosos interlocutores, que esperaban pacientes con una media sonrisa dibujada en los labios, que acabase la sarta de alocadas historias fruto de una imaginación disparatada, desbordada, pero sin pretensión alguna de ofender ni molestar a nadie.

Hoy, éstos modernos troleros ya no se limitan a ejercer su singular labia en reuniones de amigos o en charlas de barra o ascensor, sino que  vagan por doquier a otro nivel, ya sea en los medios de comunicación clásicos, en las redes sociales  o en reuniones, convenciones y, sobre todo, en el mundo de la política, no sólo en sus agotadoras e insoportables campañas, dónde los voceros de turno, han hecho de la mentira y el engaño un auténtico y espectacular ejercicio digno de competir con el de aquellos troleros que citábamos, a los que nada tienen que envidiar, y a los que superan no sólo por el alcance en la difusión de sus manifestaciones, sino por el contenido de las mismas, sin duda con otras ocultas y siniestras pretensiones y siempre a otro  nivel.

Troleros en definitiva, con una diseñada e intencionada capacidad para lograr unos objetivos basados en conseguir un desmedido y ambicioso poder que los sitúe allí dónde pueden influir en las vidas y haciendas de las gentes, los grupos de dirección y decisión, así como en las altas esferas económicas y sociales, donde sentir satisfecha su ególatra y soberbia necesidad de lograr el poder y el control que persiguen a toda costa, y cuyo máximo exponente reside en el cargo ejecutivo de mayor nivel que un ciudadano puede lograr cuando asciende a la presidencia de un país.

Un elevado y responsable puesto al que sólo deberían acceder quienes aporten la dignidad, honestidad y capacidad ampliamente demostradas, sin el menor atisbo de cuestionar, traicionar o defraudar las capacidades y cualidades  citadas, que los invalidarían absolutamente para ocupar un cargo dónde la representación de sus ciudadanos, al máximo nivel, es la exigente y alta tarea que han de desempeñar, siempre sin la menor sospecha de haber llegado hasta allí sin tacha de ningún tipo que pudiera oscurecer su acceso al poder.

Vivimos en nuestro país unos convulsos tiempos políticos, en los que el trolero político - que no el troleo, que no es lo mismo - está siendo moneda común entre nuestros representantes a todos los niveles, incluidos los que ocupan los más altos cargos – en este gobierno destacan varios especialistas en este deleznable tema - dónde el trolero que miente, engaña, falsea e inventa, está a la orden del día, buscando los más miserables e indignos signos que puedan suponer un demérito para el rival, el decadente, indigno y detestable “y tú más”, con el que tratar de desacreditarle ante los demás, en un ejercicio de perversidad moral que no soporta el menor examen de una necesaria, exigente y honesta muestra de humana honradez.

Y aquí debemos hacer mención a un término de plena actualidad, que parece derivar de “trolero”,  aunque no es así, que es “troleo”, acto de ofender, provocar, boicotear y entorpecer, que necesariamente no son atribuibles al trolero, ya que este, en principio, sólo tiene interés en mentir e inventar – los modernos políticos troleros suelen argumentar que no mienten, sino que cambian de opinión – lo que los desacredita no solo como troleros, sino como representantes de los ciudadanos a los que ofenden al tomarlos por ignorantes.

Precisamente trolear, es lo que dice hará en el Senado uno de los titiriteros que tienen en jaque a este ejecutivo, en una indigna, absurda y ridícula acción, que no persigue engaño alguno - aunque lo intentara el titiritero, a nadie iba a engañar a estas alturas de la representación - sino que tratará de entorpecer y boicotear, algo que le deja a un nivel tal, que los antiguos troleros citados al principio de estas líneas, le dejan en mal lugar, ya que aquellos nos entretenían y divertían, mientras que éstos nos hastían, cansan y aburren, sin aportar nada positivo a una sociedad crispada y harta  de tanta y tan detestable polarización como han creado.

viernes, 12 de abril de 2024

Andaluces de Jaén

 

Abandonar la Mancha y cruzar Despeñaperros, supone para el viajero internarse en el inmenso y verde mar de olivos de Jaén, una experiencia inolvidable, siempre nueva y atractiva para el  que lo ha contemplado con deleite una y mil veces, un disfrute que la memoria guarda con fruición y celo intenso y singular que lo acompañará para siempre, a la espera de retornar a esa Andalucía que te recibe con los brazos abiertos en forma de olivos centenarios que parecen acompañarte a lo largo del camino y a ambos lados del mismo, como si quisieran conducirte hasta la primera gran parada de Andalucía, Jaén, la gran desconocida, para evitar que pases de largo y lamentes después su pérdida, su ausencia, su hermosa estampa andaluza, su pulida y blanca luz, y su poderosa y limpia magia.

La vista de los olivares – sesenta millones de olivos, primer productor mundial - se extiende mucho más allá de sus omnipresentes árboles preñados de frutos verdes, de los suaves y ondulados cerros cubiertos de olivos sin dar un solo respiro al suelo,  sin ceder un ápice al terreno, hasta extenderse más allá del horizonte que se adivina tras las colinas, las sierras, y los molinos que se divisan como blancos puntos que rompen la serena y plácida monotonía de los olivos, hasta divisar Jaén en la lejanía, presidido por el castillo de Santa Catalina, que parece vigilarlo a la par que cuidarlo desde su privilegiada posición desde dónde todo lo  contempla con disfrute y  disimulada melancolía de quién quisiera bajar hasta la ciudad de Jaén, cuya lejana ausencia lamenta cada día.

Entrar en esta ciudad andaluza supone abandonar el camino para contemplarla abrazada por los olivares, para penetrar en su casco urbano, silencioso, limpio y blanco, con amplias avenidas en el centro y empinadas cuestas en su casco histórico con callejuelas estrechas llenas de luz y un encanto especial que invita a recorrerlas, a cruzarlas de principio a fin, a subir por sus limpias escaleras de piedra y a entrar en sus tascas y tabernas a disfrutar de sus tapas regadas siempre por su exquisito e incomparable aceite, auténtico tesoro de la gastronomía jiennense y andaluza, que invita siempre a volver a esta agradecida y luminosa tierra, cantada por Miguel Hernández que por allá anduvo, y a quién respetuosamente recuerdan y homenajean con espacios y exposiciones a él dedicadas, que cantó a los aceituneros en su célebre e inmortal poema Andaluces de Jaén.

De origen íbero, romano y árabe, conserva vestigios de estos pueblos y   civilizaciones que han dejado sus huellas y su impronta en Jaén, que enriquecen y potencian su cultura, como unos espléndidos baños árabes, que disfrutan de ser considerados los más importantes de Europa. Conserva así mismo innumerables restos arqueológicos en el imponente y modernista museo Íbero, y en el museo provincial, entre otros. Posee una impresionante y hermosa catedral renacentista con influencias barroca y neoclásica, así como diversos palacios dignos de visitar.

La Jaén relegada y en ocasiones minusvalorada frente al resto de Andalucía, es una gran desconocida que posee los suficientes encantos y atractivos de todo orden que merece una visita como la que el viajero lleva a cabo, y que por primera vez, y en tres días, disfruta no sólo de sus numerosos encantos resumidos en su patrimonio, su cultura y su gastronomía, sino de su gente, afable, próxima y sumamente respetuosa con el viajero, alejada de los estereotipos típicos atribuídos a los andaluces, que te hacen sentir como en tu propia casa.

Recuerda el viajero, y recomienda a su vez, el bus turístico que recorre todos los lugares y monumentos de interés de Jaén, incluída la subida al castillo de Santa Catalina – con vistas increíblemente hermosas de Jaén rodeada de olivares - muy por encima del clásico, típico y tópico trenecito, con una exquisita, eficaz y amable atención por parte del conductor, que orienta, informa y distrae a los pasajeros, con los que interactúa de tal forma, que el viajero queda agradecido y enormemente satisfecho, con la impresión de haber hecho un amigo además de un excelente guía cultural. Se despide el viajero con la impresión de haber descubierto una joya dónde quizás no esperaba, que sufre en silencio, ahora en Semana Santa, al contemplar cómo el cielo no da tregua para sacar a la calle a Jesús el Nazareno, al que Machado, andaluz y poeta, cantó un día, él, que era conocedor como nadie del sentimiento y la profundidad del alma andaluza.

 Volver a Jaén, dejarse atrapar por su infinito mar de olivares, perderse por sus barrios blancos, por la judería, por sus callejuelas, recorrer sus tascas impregnadas del perfume de su fragante aceite de oliva, visitar sus museos, sus palacios, su monumental catedral, es mucho más que un  goce para los sentidos, es una obligada y agradecida necesidad.

Control absoluto

 

Tenemos una clase política cínica, irresponsable y envenenada por el poder, que no trabaja para unirnos, sino para separarnos, que considera el engaño un instrumento legítimo, y pueril la mínima exigencia ética. Hemos tocado fondo.

La autoría de este texto, corresponde a Javier Cercas, del que me he apropiado, porque lo considero la sentencia, la definición, la declaración más lúcida, clara y rotundamente veraz, de lo que está sucediendo en nuestro país, y que muy pocos han manifestado de una forma tan tajante y demoledora como la que este intelectual ha llevado a cabo en un gesto que le honra y que apenas tiene eco en los colegas de profesión, algo que los desacredita, que han optado por un clamoroso silencio ante los desmanes habidos y por haber de un ejecutivo que ejerce un férreo control sobre el resto de los poderes de un Estado del que se han apropiado, dónde nada escapa a su control.

Nadie con un mínimo sentido de la honestidad, la honradez y la objetividad, puede objetar nada a esa brillante descripción de la situación política en este país, con un gobierno dispuesto a llevar adelante su gestión al precio que sea, con una desmedida ambición que no se detiene ante nada que pueda obstaculizar su hegemónica posición, aunque tenga que utilizar la mentira como medio para conseguirlo, así como cuestionar y retorcer las instituciones hasta utilizarlas en su provecho, como si el Estado fuera de su exclusiva propiedad.

No les ha importado saltar por encima de la separación de poderes, cuestionando a los jueces hasta el extremo de señalar a aquellos que podían suponer, en el ejercicio de sus funciones, un freno a sus intrigantes y siniestras aspiraciones de  lograr el poder, tachándolos de jueces partidistas empeñados en ponerles obstáculos continuamente, lo que ha llevado a Europa a llamarles la atención en varias ocasiones ante denuncias presentadas ante semejante falta de respeto por el poder judicial, lo que no les ha afectado en absoluto, continuando su cruzada contra uno de los poderes del Estado del que parecen haberse apropiado como si de un corralito privado se tratara.

Y una vez instalados en el mismo, lo han organizado a conciencia, situando en lugares clave a su gente, desde el fiscal general que se ha convertido en la voz de su amo por excelencia, hasta la presidenta del consejo de estado, antigua ministra y fiscal general, y otros altos cargos procedentes de ministerios varios, todos bajo la siniestra dirección del intrigante y siniestro superministro Bolaños (justicia, presidencia y relaciones con las Cortes), auténtico mano derecha del jefe del ejecutivo, que de esta forma ejerce un control absoluto sobre la gestión de este país, que parece profundamente dormido y aletargado sin atisbos de reacción alguna.

El control absoluto se hace  cada día más patente con continuos movimientos, en ocasiones sigilosos y en otros tan sonoros y patentes, como el cese de la directora general de rtve, por negarse a contratar a un bulldog que contrarrestase a un periodista de un determinado programa de la televisión privada, en un acto más de manejo y control de una institución pública, en este caso de los medios de comunicación que tanto valoran por aquello de que la información es poder, algo que para este gobierno está por encima de todo, y que vienen llevando a cabo desde que utilizaron la amnistía como moneda de cambio para llegar adónde están hoy.

Con la entrada en la escena política del titiritero jefe, y su pronta aparición efectiva en el país que abandonó en una heroica acción en el maletero de un coche (se había comprometido a reunirse con los suyos al día siguiente), se inaugura una nueva época, en la que más pronto que tarde tendrán que hacer frente a la exigencia del referéndum de autodeterminación, y por ende de la independencia.

No importa que sea anticonstitucional, ya se inventarán algo para contentar a los titiriteros, al fin y al cabo han conseguido siempre lo que se han propuesto, unos dando y otros recibiendo, por lo  que un referéndum blandito, para no ofender, o un Estado libre asociado, para ir tirando, entran dentro de lo posible, aunque dudo que se contenten con cualquier artimaña. La clave es la de siempre, es decir, seguir en el poder como sea, y si es posible con un control absoluto, que es lo que más les satisface.

jueves, 4 de abril de 2024

Jaula de grillos

 

Enciendo el televisor, y contemplo cómo en pie, dos personas se gritan de una forma desaforada e insultantemente gritona, alternándose en el uso de la palabra, profiriéndose una serie de acusaciones a cada cual más airada  e iracunda frente a un desquiciado y gesticulante auditorio sentado en cómodos sillones dispuestos en filas semicirculares, que conforman un anfiteatro que pronto confirmo no puede ser otro que el hemiciclo del Congreso de los Diputados.

Templo de la democracia, lugar sagrado dónde los haya a éstos fines, convertido en una auténtica jaula de grillos, dónde el insultante ruido, el escándalo, la mala educación y la absoluta y total falta de respeto, brillan con toda su decadente capacidad de representar dignamente a los ciudadanos de un país, que no pueden dar crédito a tanta miseria y tanta falta de consideración hacia quienes los han elegido.

Jamás, nunca en los últimos tiempos habíamos tenido una decadencia semejante políticamente hablando, con unos representantes de los ciudadanos tirándose los trastos a la cabeza de una  vergonzosa manera, no sólo en los medios de comunicación, sino, y esto es lo más incalificable, penoso y repudiable, en sede parlamentaria,  sin escrúpulos de ningún tipo, sin respeto alguno hacia dicha institución, cuna del parlamentarismo, y por ende, de la democracia, convirtiéndola en una auténtica jaula de grillos, en un acto imperdonable que no tiene disculpa ni justificación alguna.

Las malas formas, los modos más detestables y soeces, los gestos despectivos, la burla y el desprecio al contrincante, al opositor, el y tú más, ofenden la sensibilidad del espectador, del ciudadano, del  votante que depositó su confianza en quienes ahora se insultan, se gritan, comportándose como auténticos hooligan desenfrenados, sin el menor respeto y la educación más elemental, siguiendo, sin duda, la consigna del todo vale, todo está justificado si con ello logramos descalificar, humillar y denigrar al contrario.

Y así, se increpan airadamente, se lanzan puyas envenenadas, se difaman con supuestos escándalos sean ciertos o no,  veraces o inventados, verdades a medias o falsedades absolutas,  por aquello del difama que algo queda, buscadas y encontradas en instituciones públicas o en cloacas privadas, retocadas maliciosamente para ofrecer la peor imagen posible, destinadas al consumo de quién no racionaliza, de quién no discrimina, de quién está sediento de justificar su dogmática posición partidista sin que le exija pensar demasiado, siempre con el propósito de desprestigiar al otro, de enfangarlo, de hacer ruido, de provocar desafección e inquina hacia el contrincante.

Con la máquina de vilipendiar a plena rendimiento, se buscan y se encuentran todo tipo de supuestas fechorías cometidas en el pasado, a cargo de cualquier autoría, ya sean propias o de extraños, relacionadas directamente o cometidas por familiares, amigos o compañeros sentimentales, arrojando inmundicias de todo tipo, que de inmediato serán amplificadas por los medios, los tertulianos y los debates de todo signo, para consumo del asombrado ciudadano que no da crédito a tanta miseria humana e intelectual como  contemplan sus atribulados sentidos, hartos ya de tanta y tan perversa miseria moral, estética y éticamente reprobable, protagonizada por sus representantes políticos, en una indigna demostración de la mas elemental falta de respeto hacia quienes los han elegido.

Imprescindible Bruce Springsteen

 

En una de sus biografías, Bruce Springsteen habla de sus primeros pasos en el pueblo dónde nació, de la casa de su bisabuela donde vivía con sus abuelos sus padres, su hermana  Virginia y su perro Saddle, cómo su padre tuvo que dejar la escuela a los dieciséis años para ponerse a trabajar, cómo a los diez años se conocía todas las grietas y recovecos de las calles de Freehold, Nueva Jersey, cómo en ellas se sentía Aníbal cruzando los Alpes o un soldado atrapado en un cruento combate en plena montaña, un lugar dónde la gente vive sus vidas, sufre con dolor, disfruta de los pequeños placeres, y juega al béisbol, en esta población de infarto que engendra revueltas raciales, odia a los diferentes te estremece el alma, genera amor y odio y te rompe el corazón.

Mi madre, decía, leía novelas románticas y escuchaba los últimos éxitos radiofónicos. Me dio todo el cariño que no supo darme mi padre, el cual me explicaba que las canciones que escuchaba en la radio, formaban parte de un plan gubernamental para que te casaras y pagaras impuestos. Era un misántropo que rehuía a la mayor parte de la humanidad. Cuando iba a por él al bar, lo encontraba al final de la barra. Según decía, el mundo estaba lleno de estafadores en busca de un dólar. Éramos muy pobres, aunque nunca nos faltó lo más elemental para vivir.  Nunca salíamos al pueblo y no conocí el interior de un restaurante hasta que tuve veinte años.

Así habla de su infancia este fenómeno de masas, que para suerte de los que amamos la música, continúa activo, como tantas otras figuras de este noble arte que han decidido continuar sobre las tablas más allá de lo que el cuerpo aguante, en un ejercicio de admirable y respetable valor, que tantos celebramos, y que no está exento de un íntimo goce que los hace disfrutar a ellos tanto como a quienes los seguimos escuchando desde que los oímos por primera vez, agradecidos por aquellos gloriosos vinilos que atesoramos ahora como oro en paño en un lugar privilegiado de nuestra discoteca.

Según él mismo afirma, antes de dedicarse profesionalmente a la música jamás tuvo un trabajo remunerado con un sueldo mensual fijo, nunca tuvo una nómina que le garantizase unos ingresos con una segura y cierta frecuencia, sobrevivía con algunos trabajos esporádicos que le surgían, y más adelante con los ingresos que obtenía con las bandas con las que actuaba puntualmente en bares y clubs, que le obligaban a viajar por todo el territorio nacional.

Y así, contaba cómo sin carnet de conducir y apenas sin experiencia alguna en el manejo de los automóviles, los miembros del grupo se turnaban para cruzar el país en una destartalada furgoneta, conduciendo toda la noche, comiendo algo sin apenas detenerse, conducía uno y dormía el resto, para de esta forma poder llegar a actuar allá dónde conseguían algún contrato, por muy lejos que estuviera.

A Bruce Springsteen se le conoce por The Boss, es decir, el jefe, sobrenombre que se lo adjudicaron en los primeros tiempos con la E Street Band. Él se ocupaba absolutamente de todo, tanto en términos musicales como administrativos que afectaban a la banda, así como de recaudar el dinero y de pagar a sus componentes, por lo que cuando alguien les preguntaba por alguno de éstos temas, siempre respondían “habla con el jefe”,  dando origen al Boss, nombre por el que es conocido universalmente.

Su música es reconocible de inmediato, yendo del rock más puro a las baladas más clásicas, con una envidiable capacidad para conectar de inmediato con un público de lo más variopinto que invariablemente llena los estadios y los espacios dónde actúan por gigantescos que sean. Siempre con un arrollador éxito que le ha acompañado siempre en su larga trayectoria profesional por todo el mundo. Born To Run, The River, Born in the USA, Tunnel of Love, Human Touch, The Rising, son algunos de sus más celebrados álbumes, de lo que han vendido millones de discos por todo el mundo.

Ha publicado más de sesenta álbumes, en una carrera musical que afortunadamente para sus millones de seguidores en todo el mundo aún tiene mucho recorrido. De carácter afable, próximo y comunicativo a todos los niveles, Bruce, Springsteen, el Boss, el Jefe, es, posiblemente junto con Elvis, el más popular de los cantantes de rock de toda la historia de la música.

No maltraten nuestros campos

 

Hace poco tiempo, con el título de “el discreto encanto de Muñoveros”, escribí un artículo acerca de este encantador pueblo segoviano, dónde residí durante una docena de años, y del que guardo gratos recuerdos que atesoraré para siempre, dónde conocí los amigos que conservo, y a tanta buena gente con la que conviví y disfruté los mejores años de mi vida, en plena adolescencia y juventud, entre amables gentes a las que siempre agradeceré la acogida que nos dispensaron a mí y a mi familia durante esos inolvidables años.

Un pueblo castellano, amable limpio, tranquilo y claro, como tantos de esta hermosa meseta, que pugna cada día por amanecer con el horizonte pulido por el sol, con el brillante y blanco renacer de su transparente y luminosa atmósfera impregnada del perfumado aire de los pinares que lo acunan y protegen, de las arboledas de chopos y álamos entre los que serpentea el río Cega, aliados todos ellos para cuidarlo durante el día y mecerlo por la noche, soñando con los caminos que lo rodean y los campos que lo envuelven,  blancos en invierno, dorados en verano, verdes en primavera y en otoño deshojados.

Y así ha ido cubriendo etapas a lo largo de los años, por dónde han pasado generaciones de abuelos, padres, hijos y hermanos que han disfrutado de su pueblo durante el tiempo que les ha sido concedido, hasta llegar al día de hoy, año tras año, siglo tras siglo, sin interrupción, sin apena cambios reconocibles, durante los cuales han ido labrando la tierra y cuidando los campos, que agradecidos, han ido cediendo las cosechas que llenan los graneros para obtener el pan de los hombres y el grano de los agradecidos animales que colaboran y ayudan en las faenas del campo.

Y ahora contemplo cómo toda esta limpia trayectoria se quiere borrar a golpe de planta de biogás, por parte de quienes consideran que la paz de los campos ha tocado a su fin, que el aire ya no será lo que era, que la tierra dejará de mostrar su blanca y luminosa cara, que los vientos  no trasladarán ya su perfumado aroma, que los caminos sufrirán el castigo del ruido de las máquinas, transportando los desechos de animales y plantas que alterarán el medio ambiente y un paisaje inmutable durante siglos,  que Muñoveros y sus gentes lamentarán, un pueblo de limpia y recia alma castellana obligado a lamentar cómo alteran la paz de sus campos, la pureza de su aire y el brillo de sus amaneceres.

Nuestros campos bañados por el sol y por el aire, labrados por las manos de quienes los cuidan y contemplan con dedicada y exigente devoción, no merecen el castigo de la voracidad del ser humano empeñado en rentabilizarlos a toda costa, sin piedad, sin consideración alguna hacia un medio ambiente que se ve agredido ya no sólo en las ciudades, sino en los medios rurales tan necesitados de protección, de respeto, de solidaridad con sus pueblos, con sus gentes, que se ven indefensos ante estas agresiones a su derecho a vivir en un medio limpio de una contaminación que no ha provocado, y que degrada y maltrata su calidad de vida.

Flaco favor le hacen estas plantas a esa España vaciada que tan a menudo está en boca de todos, pretendiendo resolver una despoblación galopante, si continúan con estas acciones que maltratan y ensucian los campos de esa España rural que clama por sobrevivir sin que la contaminación los obligue a abandonar sus pueblos, hoy aún limpios y dispuestos a seguir disfrutando de su privilegiado medio ambiente. No maltraten nuestros campos.

jueves, 28 de marzo de 2024

La arrogancia de los ignorantes

 

Contemplar a los integrantes de este gobierno sentados en la bancada azul, con una actitud a veces chulesca, en ocasiones irreverente, y siempre con una manifiesta falta de respeto hacia la oposición y el resto de integrantes de la Cámara, causa asombro e indignación a partes iguales, a la vez que cabe la duda de si saben lo que se traen entre manos, si son competentes para llevar a cabo las altas funciones que les corresponden, si a la larga no pagaremos todos la incompetencia de unos pocos.

Con unos modales hooligan en ocasiones, gesticulantes y soberbios siempre, con continuas confidencias entre ellos, cuando no risas y gestos de descalificación y burla – ahí la vicepresidenta primera, sin lugar a dudas, se lleva la palma - cubriéndose con las manos para que no les lean sus intrigantes e inconfesables  secretos e intimidades varias, la imagen que dan es de una absoluta falta de seriedad, máxime teniendo en cuenta que se trata de los componentes del gobierno de un país.

Cuando al presidente y a su vicepresidente primera se une el superministro, intrigante y siniestro en extremo, así como el inefable ministro de transportes, auténtico buldog gubernamental, el mayor despropósito está servido, dando la impresión de que entre los cuatro manejan la SL que parecen haber montado con algo tan serio y trascendental como es el gobierno, dando la impresión de que se trata de una sociedad de intereses que han montado desde que llegaron a un acuerdo de inmunidad por los votos necesarios para asegurarse primera la investidura y después una gobernabilidad que se les está complicando.

Con la que se les viene encima, una vez aprobada la amnistía, a sabiendas de que más pronto que tarde les van a reclamar la independencia de Cataluña,  anticonstitucional por más señas, con unos presupuestos prorrogados, unas elecciones catalanas y vascas a las puertas, una alarmante falta de poder territorial que les asfixia y condiciona poderosamente, con una deuda colosal, un paro galopante con el mayor porcentaje de desempleo de Europa, con las empresas y el capital extranjero negándose a establecerse en un país que presenta una inseguridad legal y jurídica evidente, con el vecino del sur, al que tanto mima el presidente,  rearmándose hasta el punto de obligarnos a reforzar militarmente Las Canarias, así  como una conflictividad política manifiesta, ¿quién nos asegura que este gobierno pueda ser lo suficientemente competente para hacer frente a tantos desafíos?

No dan esa impresión, no son serios ni sensatos, no parecen respetables, sencillamente porque  a su vez no respetan, porque su única obsesión es mantenerse en el poder a toda costa, no importa las muchas cesiones que han llevado a cabo para ello, y las muchas que tendrán que afrontar para seguir en sus puestos, siempre a los mismos - olvidándose de otras Comunidades que más ayuda necesitan - por lo que continuarán en cualquier caso, ya que la soberbia, el ego y la falta de escrúpulos, ya no es prerrogativa única del jefe del ejecutivo, se ha hecho extensible a todo el gabinete.

Entonces a qué viene ese aire de seguridad arrogante que continuamente exhiben, esa absurda ironía mal intencionada que con frecuencia muestran, esos aires de superioridad, esas maneras de gobernar sin respeto hacia el poder judicial y a todo lo que se interponga en su camino.

 Da la impresión de que se consideran dueños y señores de un corralito que manejan a su antojo, con unos aires de un indisimulado autoritarismo al que parecen haber cogido el gusto, una vez que se han instalado en una posición de fuerza que no les corresponde – se olvidan que son los representantes de los ciudadanos - que ejercen con una absoluta desmesura, sin respeto por las más elementales reglas de la democracia como son la separación de poderes y el acatamiento y la sumisión absoluta a las instituciones del Estado Social y de Derecho. ¿De qué se ríen éstos arrogantes? La ignorancia es atrevida.

A la espera de la DUI inminente

 

Lo han conseguido, como no podía ser de otra forma, como sólo unos pocos podían dudar. La ignominia se ha consumado. Inmunidad por votos, borrón y cuenta nueva a cambio de gobernabilidad, de una insaciable satisfacción personal, de ambición sin límites de un personaje sin escrúpulos y de una infinita soberbia, que ha permitido que un perseguido por la justicia, fugado por más señas, le marque los tiempos a todo un gobierno de un País soberano, que ha sido ninguneado, humillado, chantajeado  y menospreciado, en una acción mercantilista de compra venta de votos.

Algo que no obstante siguen tratando de disfrazar como si se tratara de una actitud valiente que persigue la “convivencia” y la “pacificación” de Cataluña, cuando lo que han perseguido siempre (jamás hablaron de la amnistía antes de las elecciones), ha sido por su “conveniencia”, léase por mantenerse en el poder, tan evidente y manifiesto, que nadie, salvo que esté instalado en el dogmatismo más obsesivo, puede negar a estas alturas. Mientras tanto, el intrigante y siniestro superministro  Bolaños, con un insoportable aire triunfalista, ha afirmado que la ley es intachable, que ha sido avalada por la Comisión de  Venecia (que aún no se ha pronunciado, salvo la filtración oportunista, sesgada y parcial llevada a cabo por el gobierno), dónde el susodicho superministro, textualmente se ha “autofelicitado”, algo que ha causado hilaridad e indignación a partes iguales.

Se han rebajado de tal forma, los han visto tan débiles y sedientos de poder, que los han manejado a su antojo, hasta el punto de ceder de tal vergonzosa forma, que los han invitado a diseñarse una amnistía a medida, es decir, una auto amnistía, que no obstante, no les satisface por completo, ya que se han adelantado a manifestar que “la amnistía no va a procurar la reconciliación social de Cataluña, dando por zanjadas las pretensiones secesionistas de sus promotores: tenemos la amnistía, vamos a por la autodeterminación.” Y están en ello, ya que han aprobado una iniciativa legislatura popular por la independencia de Cataluña, que preconiza la declaración de una DUI, es decir una declaración unilateral de independencia, que en cuanto recojan las cincuenta mil firmas preceptivas, irá al pleno, y, sin duda, será aprobada.

¿Y qué harán entonces? Patético, bochornoso y sumamente vergonzante, que no obstante, y conociendo a este gobierno, seguro que seguirá dando de comer a aquellos que una y otra vez le muerden la mano, todo por mantenerse en un poder que cuando llegue el momento y le reclamen el referéndum de autodeterminación, no se atreverán a contrariarlos, por lo que a lo sumo, les pedirán que lo hagan, pero sin hacer ruido.

 No se cansan de hacer el ridículo, no les importa quedar en una sonrojante evidencia, todo por permanecer en un gobierno manejado por el títere jefe, que sabiendo de su capacidad de manejar la situación, no cejará en su empeño hasta conseguir la independencia, algo que el jefe del ejecutivo no le puede negar, salvo que se vea obligado a desalojar su poltrona, a la que ha demostrado una fidelidad eterna, que no puede traicionar, por lo que nada podemos adelantar, aunque sabemos que la Constitución no permite semejantes aventuras a lo que no obstante, seguro que alguna alternativa encontrarán para concederles un deseo más, en este caso un capricho que no les pueden negar, no se que se enfaden de verdad, y nos dejen a pan y agua.

Y es que dada la extrema debilidad que siempre han mostrado ante ellos, los han acostumbrado a conseguir todo cuanto han querido y eso tiene su coste que no es otro que una cesión continua ante este niño mimado en que han convertido al titiritero y su gente, todo por conseguir perpetuarse en el poder un presidente que ha perdido definitivamente los papeles y que no está dispuesto a renunciar a sus privilegios a costa de un País que está descubriendo poco a poco a un personaje soberbio y sin escrúpulos dispuesto a sacrificar lo que sea necesario para mantenerse en el poder,  caiga quién caiga, salvo él, al que nadie en su silenciado partido osa hacerle frente, tal es el ninguneo al que lo ha sometido.

jueves, 14 de marzo de 2024

Lo volverán a hacer

 

Este inefable y singular gobierno, parece tener una indudable componente masoquista que no puede disimular por mucho que lo intente y trate de convencer al personal, lo que resulta increíble, que la amnistía es por convivencia, por la pacificación, la normalidad y la estabilidad de Cataluña, cuando todos sabemos desde hace ya demasiado tiempo que es por conveniencia, es decir, inmunidad por votos, y no hay más, porque la paz, la normalidad y la estabilidad están más que aseguradas por aquellos lares, por lo que deberían dejar de lado ya esas pamplinas que ya nadie cree, y centrarse en gobernar para todos, algo de lo que se han olvidado con ese fanático y compulsivo afán por favorecer a quienes manejan de verdad los hilos de esta legislatura.

A cuyo mando está el titiritero mayor desde sus cómodos aposentos desde dónde gobierna, no en la sombra, sino a plena y deslumbrante luz del día, mientras contempla cómo con cuantos más desaires se prodiga hacia sus valedores en La Moncloa, más los tiene a los pies de los caballos, humillándose otra vez, y las que hagan falta para que sigan luchando por su auto amnistía, que no abandonen que sigan reclamando cuanto deseen, pero que no los dejen solos en su batallar por concederles “su” amnistía.

Y a eso se dedican, a incordiar continuamente mientras el gobierno ofrece una y otra vez la otra mejilla, obediente, masoquista en extremo, mientras el titiritero afirma en sus últimas declaraciones, en modo incendiario, que conseguirán la amnistía, pero que no crea el ejecutivo que por ello van a dejar de luchar contra la “ofensiva represora”, hasta lograr la independencia, algo para lo que están preparándose y a lo que no renunciarán nunca, preparándose, como ha afirmado, “para la confrontación y la unilateralidad”.

Ya lo dijeron cuando afirmaron que lo volverían a hacer, algo que ya han puesto en marcha con la iniciativa popular para declarar la independencia que ya ha admitido a trámite la mesa del Parlament, en un paso más hacia la declaración unilateral de independencia, un pulso más a este gobierno imprevisible, que ignoramos cómo responderá, pero que conocida su trayectoria en estos menesteres, posiblemente aplicarán una vez más acendrado masoquismo buscarán alguna mejilla más, y les concederán lo que pidan para que reflexionen un poco, para que se tranquilicen, o se pondrán de rodillas si es necesario una vez más, en lugar de actuar de una vez con una firmeza de la que son absoluta y decididamente incapaces.

Y es que dada la extrema debilidad que siempre han mostrado ante ellos, los han acostumbrado a conseguir todo cuanto han querido y eso tiene su coste que no es otro que una cesión continua ante este niño mimado en que han convertido al titiritero y su gente, todo por conseguir perpetuarse en el poder un presidente que ha perdido definitivamente los papeles y que no está dispuesto a renunciar a sus privilegios a costa de un País que está descubriendo poco a poco a un personaje soberbio y sin escrúpulos dispuesto a sacrificar lo que sea necesario para mantenerse en el poder,  caiga quién caiga, salvo él, al que nadie en su silenciado partido osa hacerle frente, tal es el ninguneo al que lo ha sometido.

En cualquier caso, no corren vientos favorables para un partido que ve cómo las aguas turbulentas de los escándalos políticos le están cercando con las corruptelas de las mascarillas, que le están salpicando, y dónde la presidenta del Congreso, tan fiel ella a su presidente, está siendo señalada también por este motivo cuando presidía Las Baleares. Si a todo esto, sumamos la falta de poder territorial del partido, La Moncloa va ser el último reducto dónde atrincherarse un presidente, que aún así, no rendirá jamás su fuerte, aunque si para continuar ha de hacer más concesiones y ofrecer más mejillas al titiritero jefe, las buscará donde sea preciso. El poder, por encima de todo.

Cuarto lantero cuarto trasero

 

Siempre recordaré a mi madre asando el cordero en la cocina económica de la casa del pueblo, siempre en la fiesta, mayo y septiembre, o con motivo de alguna celebración especial, siempre cordero, en la amplia cocina de la casa, en los hornos clásicos de leña que poseían algunos vecinos, en el bar, en el cocedero del panadero, y en algún otro adonde la gente llevaba la carne para que se la asasen, o por encargo, pero siempre cordero, el clásico cuarto de asado, el cordero, o simple y llanamente, el asado.

Recuerdo las bodas que se celebraban en el pueblo, en la cochera, dónde instalaban unos largos tablones apoyados en unas borriquetas, sobre las que se depositaban los cuartos de asado, bien lanteros, bien traseros, en sus correspondientes tarteras de barro, acompañados por las hogazas de pan y las jarras de Ribera, como en los pueblos de alrededor, adónde mi padre me llevaba con él cuando le invitaban a alguna boda, algo que solían hacer con frecuencia debido a que era el secretario del ayuntamiento de varios pueblos, y siempre le invitaban, y yo con él, que siempre me reservaba la pata del cuarto lantero – menos carne, pero más sabrosa que el trasero – algo que, curiosamente he mantenido hasta hoy, que sigo conservando esa agradable costumbre.

Nuestro cordero lechal, esa maravilla gastronómica tan nuestra, tan castellana, y sobre todo, tan segoviana, basada en la degustación de una deliciosa y tierna carne de cordero, procedente de los pastos de la zona de Riaza y Sepúlveda, entre otras, si es que de  nuestra provincia hablamos, asada de una manera sencilla y artesanal como mi madre hacía, con apenas un poco de manteca y añadiendo algo de agua de vez en cuando, todo ello en un sencillo horno de la cocina de casa que nada tenía que envidiar a los asados de los clásicos hornos de leña tan habituales en los pueblos por aquel entonces.

Pero siempre cordero, nunca cochinillo, que no recuerdo jamás haberlo probado entonces, no lo conocía, jamás lo vi por aquellos lares, y hablo de los alrededores de las zonas antes citadas, dónde hoy sigue siendo menos habitual que el cordero, pues basta con recorrer con la vista las mesas ocupadas de los mesones y restaurantes, no digamos ya los figones, para contemplar cómo el cordero ocupa casi todos los manteles.

 De ahí mi sorpresa al contemplar cómo se identifica cada vez más, Segovia con la tierra del cochinillo, cuando yo considero que es el cordero el rey indudable de la gastronomía segoviana, por encima del cochinillo, con todos los respetos hacia ese delicioso manjar, que no obstante, con perdón, pienso que no puede competir con el perfumado y exquisito sabor de un excelente cordero asado.

En absoluto pretendo ningunear al exquisito  manjar que representa el cochinillo en nuestra admirable gastronomía, de ninguna manera, y pido perdón a quienes se sientan ofendidos por ello, ya que solamente quiero manifestar el hecho de que cada día es más habitual contemplar en los medios de comunicación, como se asocia Segovia con el cochinillo, cuando de hablar de su gastronomía se trata, dejando en ocasiones en la irrelevancia al cordero, algo que he venido observando con tal frecuencia, y desde hace ya tanto tiempo, que, discúlpenme por el atrevimiento, quizás ignorante, y siempre apasionado y subjetivo, no he podido mantenerme al margen a la hora de comentar esta apreciación, que repito, puede estar equivocada, algo que lamentaría profundamente, ya que aprecio enormemente nuestra tierra segoviana, su dilatada y limpia historia su rica cultura, su inmenso patrimonio, su refinada y suculenta gastronomía, su gente.

La imagen del horno de leña con la  puerta abierta, dejando ver su luminoso interior así como su contenido de tarteras de barro con los cuartos de asado repartidos por el amplio espacio disponible, así como la del asador introduciendo la pala bajo la tartera para extraer del horno el cuarto ya asado,  posee para mí ingentes connotaciones casi siempre festivas, así como su inconfundible aspecto dorado, su intenso, delicado y aromático olor, que me conducen inexorablemente a mi infancia, en un viaje en el tiempo que rememoro siempre que tengo la suerte de disfrutar  de este regalo para el paladar y para el resto de los sentidos, que acompañado de un buen Ribera del Duero, como con el sabroso cochinillo, y culminado con ese desconocido y delicioso ponche segoviano, tiene la virtud de trasladarnos a ese séptimo cielo que tiene su residencia en nuestra incomparable tierra de Segovia.