miércoles, 1 de mayo de 2024

El gran fabulador

 

Antes de entrar en materia, deberíamos sentar las bases acerca de la personalidad del protagonista de estas líneas que, en un gesto más de su ególatra trayectoria como presidente del ejecutivo, tiene al país en vilo durante al menos cuatro días, pendiente de la culminación de su último juego malabar, que en este caso incluye un elemento nuevo en su espectáculo circense, que es el de la introducción de un recurso no utilizado hasta ahora en su magistral manejo de la escena, que es el de la incorporación de una teatral incertidumbre que mantenga expectantes a los espectadores  acostumbrados a los hechos consumados con los que solía deleitarlos, sin tiempo para reaccionar, y que ahora dispondrán de más de cien horas para tratar de adivinar la próxima jugada.

Nos enfrentamos a un prestidigitador, altivo y sumamente  soberbio que ha demostrado cientos de veces poseer una insólita capacidad para engatusar y aliarse con quien más juego le de, sin inmutarse, sin mostrar el menor de los sonrojos, sin escrúpulos de ningún tipo, mientras trata de justificae lo injustificable con su ya famoso “cambio de opinión”, algo en lo que nadie cree, pero que a él no le perturba en absoluto, y que sigue utilizando, encerrado en su torre de marfil, en la que se ha enclaustrado hace ya tanto tiempo, que no distingue lo real de lo imaginario, tal es su visión de cuanto le rodea.

Inasequible al desaliento y ajeno a todo lo que no suponga una jugada más para mantenerse en el poder, continúa su imperturbable marcha hacia adelante, pactando con todo aquel que le asegure dar un paso más en la permanencia en el poder, algo por lo que ha demostrado un aprecio inaudito, y que ahora, con esta jugada maestra, quiere asegurar, pese a que muchos consideran que está a punto de renunciar, algo en lo que, conociendo a este fabulador, no creemos, y que se hará esperar unos días, en una inimaginable acción, que según las hemerotecas, ningún presidente de ningún país ha osado llevar a cabo jamás.

Y es que ha cancelado toda su agenda y dimitido de su cargo durante los días de retiro, algo inaudito y que viniendo de él, no sabemos cómo tomárnoslo, salvo los que no lo conocen o, ingenuos ellos, aún confían en este maestro de la pantomima, ante el que los que acostumbrados estamos a sus juegos de manos, no damos crédito alguno acerca de esa supuesta reflexión, que consideramos se tratará más bien de una nueva maquinación que vaya usted adónde nos llevará a los ciudadanos, pero que seguro supondrá una nueva y desconcertante jugada que sólo a él beneficiará.

Ha descolocado de tal forma a los observadores políticos, que ha sembrado una  división tal, que para unos es puro victimismo, algo que nos permitimos dudar, ya que no suele ser su estilo, aunque teniendo en cuenta la situación en la que se encuentra su esposa, podría pensarse en ello, para otros es una maniobra más para conseguir afianzar los apoyos necesarios para poder continuar con una legislatura que va a la deriva, algo que dudamos, ya que no suele suplicar, sino llevar a cabo operaciones de tipo mercantil, léase inmunidad a cambio de votos, concesiones de todo tipo a cambio de apoyos, sin detenerse a considerar con quienes comercia, y finalmente, podría estar cediendo al chantaje de quienes en su momento le robaron una precisa y comprometedora información de diverso tipo y procedencia, que pensamos entra dentro de lo posible, pero que quizás nunca llegaremos a tener una certeza absoluta.

Y por último, y dado el hecho de que se afirma que la ya famosa carta le escribió de su puño y letra, sin intervención alguna de sus más directos colaboradores, algo posible teniendo en cuenta la personalidad del jefe del ejecutivo, estaríamos ante un hecho inaudito, dado el alcance del contenido – afecta a intereses económicos y sociales del País – que ya tienen eco a nivel internacional y que deberían ser consensuados con su gobierno.

Si fuera así y su personal decisión tuviera consecuencias negativas para el Estado, el único responsable sería el Presidente, al que consideramos capaz de cualquier acción dada su megalomanía, como demuestra cada vez que se mueve a nivel internacional al margen de la Unión Europea, sin conseguir nada práctico, salvo la enemistad de determinados países con los que es preferible mantener buenas relaciones.

Tanto ha manipulado, retorcido y maniobrado a sus anchas, que quizás se ha encontrado con la horma de su propio zapato, y sólo nos queda saber hasta que punto. El lunes, día 29 de este inefable mes de abril, día de San Pedro mártir, saldremos de dudas.

 O no, que de él, todo puede esperarse. Y ahí reside el principal problema. Quizás el retiro lo haya atemperado, algo que dudamos, siendo esta la principal y única certeza que albergamos, ya que el resto no son sino meras conjeturas e incertidumbres que en unos días, después de su retiro monacal,  conoceremos los millones de ciudadanos que expectantes, batiremos record de audiencia ante el televisor, en la esperanza de no ver defraudada tan larga y codiciada espera.

lunes, 29 de abril de 2024

La soledad de los parques

Nada puede haber más triste en este atribulado mundo, que la contemplación de una sociedad sin la algarabía, el jolgorio, la alegría, las risas y la desbordada vitalidad de los niños, sin los que la vida parece haberse reducido a la nada,  a la mera supervivencia, al trabajo, al ocio, al cuidado y culto por el cuerpo humano, empeñado en eternizarse en el tiempo sin compromisos ni obstáculos que supongan un impedimento a esta forma de vivir, de disfrutar sin ataduras ni esclavismos que consideran sufrirían con una descendencia que los limitaría en su diaria actividad y en sus momentos de diversión y esparcimiento, aunque justo es reconocer que éstas no son las única causas de la baja natalidad.

Pero ignoran la inmensa alegría que los niños procuran en una casa, la felicidad que reparten por doquier con su inocente e ingenua indisciplina al no estar sometidos a regla alguna, esos “locos bajitos” nos contagian su permanente alegría y su incansable actividad, algo que se multiplica en el caso de los abuelos, que rejuvenecen y disfrutan de forma insólita con sus nietos, que los perciben como una réplica de los hijos, como uno más de ellos, llenando el vacío de su casa con una nueva alegría de vivir, que disfrutan cada hora que pasan con ellos.

Según leo en varios medios de comunicación, en este país hay varias ciudades dónde se han contabilizado más perros que niños, algo que ratifican las encuestas sobre el tema, que en julio del año pasado, arrojaban unas clarificadoras y preocupantes cifras que establecían los siguientes datos: en España el número de niños hasta 14 años era de 6,6 millones, mientras el de perros ascendía a 9,3 millones, algo preocupante, que presenta un escenario impropio de una sociedad con un necesario horizonte de futuro, que sin una razonable población infantil, una natalidad en unos valores lógicos, muy por encima de los actuales, ve en serios apuros un logro elemental en un país que los necesita para sobrevivir y garantizar su esperanza de vida sin éstos sobresaltos.

Contemplar los parques vacíos con demasiada frecuencia es un triste síntoma de estos hechos, así como el cierre de aulas en los colegios una medida que refleja mejor que cualquier otra esta desesperante situación que debe entristecer y preocupar a cualquier país, y son multitud en el mundo, tanto más cuanto más desarrollados están, ya que este problema se da sobre todo en el primer mundo, en el que goza de mayor nivel de vida, soportando los más pobres un exceso de natalidad, que desgraciadamente repercute en un mayor déficit de atención hacia unos niños que sufren las consecuencias de la terrible combinación de la superpoblación y la pobreza.

Como citábamos al principio, las explicaciones a esta situación no se basan únicamente en la postura cómoda y hedonista de la sociedad moderna, empeñada en evitar compromisos y disfrutar de la vida sin ataduras. El estilo de vida de las sociedades modernas con un ritmo infernal diario, con ambos progenitores trabajando, en ocasiones con horarios que no favorecen en absoluto la conciliación de la vida laboral con la familiar, los problemas económicos, altas tasas de paro, dificultad para disponer de una vivienda, y otros a los que están sometidas las parejas actuales, explican en gran parte la situación expuesta.

Habría que añadir aquellas parejas que no se encuentran en ninguno de estos casos, y que en el uso de su libertad de decisión, toman la determinación de no tener descendencia, sustituyéndola o no, por una mascota, que les hará disfrutar, y a la que seguro llegarán a cuidar y mostrar el mismo desvelo en todos los sentidos que si de un niño se tratara.

Aunque quizás no lleguen nunca a saber que no hay comparación posible alguna, que una mascota no puede sustituir a  un niño, ni proporcionar el mismo  cariño, ni el amor inmenso que mutuamente se profesan, pero si vida les pertenece, y nadie puede imponer nada en este aspecto.

Sólo el lamento de las  calles y los parques sin  niños, nos recordarían que la vida sin el bullicio, el griterío, la algazara y las desbordantes risas de los niños, se reduciría a un mundo infeliz y solitario, dónde las mascotas jamás ocuparían su lugar, ni en los hogares, ni en las calles, ni en los parques, que llorarían la ausencia de lo mas preciado que por fortuna en este mundo tenemos, que son los niños.

Hablemos del referéndum

 

Con claridad meridiana, sin que nadie pueda llamarse a engaño, los partidos independentistas catalanes nunca han renunciado, ni lo harán, a la celebración de un referéndum sobre la independencia de  Cataluña, que es el objetivo final que persiguen una vez conseguida la amnistía, algo que han venido afirmando últimamente, dejando bien claro que con aquella medida de gracia no se culmina el proceso que asegura al presente gobierno el apoyo de legislatura que disfruta, sino que lo hará cuando se lleve a cabo el referéndum vinculante que vienen exigiendo desde hace el  tiempo suficiente como para tener la certeza de que para ellos, dicha consulta es insoslayable.

Preferible sin duda a una DUI, declaración unilateral de independencia, que saben no tendría efectos prácticos – ya la llevaron a cabo una vez, y terminó como el rosario de la aurora – y en cualquier caso, ningún país los reconocería, por lo que la única forma de completar con éxito esa aventura, sería por la vía legal, con una consulta vinculante a los catalanes, dónde deberían responder a la pregunta de  si quieren una Cataluña independiente.

Pero este tipo de consulta, no se contempla en la Constitución, por lo que volvemos a la línea de salida, aunque ellos afirman que sí lo permite el artículo 92 de la misma, que reza como sigue: “Las decisiones políticas de especial transcendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos. El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados”.

Luego sí, pero no, ya que leyendo pausadamente, en ese texto se aclara que serán sometidas a referéndum de “todos los ciudadanos”, lo que incluye al resto de los españoles, no solamente a los catalanes, con lo que la duda queda despejada, y la insatisfacción de los promotores, asegurada, salvo que intenten desmontar la cristalina interpretación de dicho artículo pretendiendo que se refiere a “todos los ciudadanos catalanes”, retorciendo en exceso un texto que queda meridianamente claro, sin posibilidad de tergiversación alguna.

Entonces, ¿Qué vía tomar? ¿Por dónde salir de este atolladero? La respuesta no es fácil, salvo quizás, que se admita un referéndum meramente consultivo, aprobado por el Congreso, limitado a los ciudadanos catalanes, pero no vinculante, es decir, sin efectos prácticos, algo que dudamos aceptarían los independentistas, que no contemplan un escenario que no permita llevar a la práctica unos resultados que consideran favorecerían su intención de independizarse de España y constituirse en estado independiente.

Sea como fuere, el hecho es que si se llevase a cabo está última acción, un referéndum meramente consultivo, y obtuviesen una importante mayoría a favor de la independencia, esto podrían interpretarlo como una brillante y rutilante victoria a su favor, que podrían utilizarla para exhibirla ante Europa, reclamando con ello un puesto entre las naciones que la integran, volviendo incluso a pensar de nuevo en la DUI, considerando que quizás en ese caso, sí los reconocerían.

Muy arriesgadas en cualquier caso cualquiera de las propuestas, que pueden resultar negativas para ambas partes, tanto para el gobierno, que no parece estar por la labor, aunque sin clarificar nada, ya que las consecuencias para él, de no llevarse  a cabo el referéndum, supondría perder el apoyo de legislatura, y ya ha rechazado la última intención de una DUI aprobada por la mesa del Parlament e interponiendo un recurso ante el Constitucional, como para los independentistas, que si fracasan, podrían desactivarles por largo tiempo.

Imposible aventurar el futuro de este referéndum, ya que en política todo es posible, y aunque parece claro que la única vía posible es la del artículo 92, es imposible afirmar que esa sea la fórmula definitiva, por lo que nos permitimos dudar que se ciñan a una solución que no les conviene, que no se pliega a sus exigencias, porque no ganarían en las urnas, y la alternativa no la aceptaría la Constitución, por lo que la solución, que sin duda la habrá, ¿dónde encontrarla?

Este gobierno inició este camino, desde que aceptó los votos de la investidura a sabiendas de que habría que llegar a este punto, a esta encrucijada, y no va a renunciar a llegar a un acuerdo, a una fórmula que le permita continuar gobernando. Tantas veces nos ha sorprendido, que sin duda volverá a hacerlo, y habrá consulta o algo similar que satisfaga a la otra parte, y que tenga cobijo en la Constitución. Imposible no hay nada en política, y menos con el caso que nos ocupa. Ambas partes están sumamente interesadas en llegar a un acuerdo, y lo alcanzarán, no lo duden.

El papel de los intelectuales

 

Cómodamente instalados en su zona de confort, salvo honrosas excepciones, la intelectualidad de este país, su zona pensante, patrimonio inmaterial inaccesible para tanto ciudadano cabreado, parece haberse echado la siesta con carácter permanente, con el objeto de mantenerse al margen de cuanto sucede en un panorama político devastado, dominado y controlado de una manera absoluta y exhaustiva por quienes ejercen el poder desde una atalaya situada a tal altura, que queda tan lejos del ciudadano medio, que carece de acceso alguno para tratar de llegar a ella y poder al menos preguntar acerca de lo que se cuece en tal altas esferas, y si le van a afectar de alguna manera las decisiones que allí puedan tomarse.

Y es que todo sucede de tal manera que parece haberse desatado una deriva autoritaria que todo lo somete a su exclusiva voluntad, sin dejar un espacio por mínimo que fuere dónde cobijarse ante tanto desafío, tanto desatino, tanto descaro, tanta autosuficiencia como destilan por todos sus poros estos malabaristas del poder, que a base de contorsiones y juegos de mano, han logrado monitorizar las instituciones estatales de tal forma, que nada se escapa a su dominio que llevan a cabo sin el menor síntoma de duda o flaqueza, que pudiera denotar un cansancio o fatiga que pudiera afectarles, con un efectivo, exhaustivo y logrado capítulo de nombramientos que cubra todos los ángulos posibles dónde pueda esconderse el ejercicio de un manejo necesario para un ejecutivo que no quiere dejar que  nada escape a su control total.

Desde un superministro intrigante en extremo, con un considerable poder en las áreas de Justicia – dónde muy poco se ha distinguido por defender a los jueces, maltratados y menospreciados con frecuencia - relaciones con las Cortes y Presidencia, fundamentales para tener debidamente informado al jefe del ejecutivo, pasando por un ministro de transportes dedicado a llevar a cabo labores de ariete ofensivo y escudo protector y defensivo con el que golpear y defender cuando sea preciso, auténtico bulldog del gobierno, a una viceministra primera, a la sazón ministra de hacienda, capaz de lanzar una interminable, punzante, irónica y mordaz retahíla de inmisericordes e hirientes ataques dialécticos dirigidos  a todo el que se interponga en su camino, al tiempo que busca y encuentra información comprometedora para dirigirla contra sus opositores, bien directamente, bien a través de familiares, amigos o parejas sentimentales relacionadas, ya que todo vale si de atacar al contrincante se trata.

 Capítulo especial merece, sin duda alguna, el inefable y siniestro fiscal general, auténtica voz de su amo, que parece estar al servicio exclusivo del presidente del gobierno - que ya afirmó en su momento que esa era su función, es decir, que de él dependía – en lugar de servir a los intereses del Estado, con unas acciones y decisiones encaminadas casi siempre en la misma dirección, que han hecho saltar las alarmas en la misma judicatura, en concreto en el Consejo General del Poder Judicial, así como en diversos medios de comunicación, sin que el ejecutivo parezca haberse dado por enterado.

Si a todo este elenco, sumamos la injusta, arbitraria, interesada y profundamente parcial y discriminatoria amnistía – inmunidad por votos - raíz, origen y causa de gran parte de los males que sufre esta sociedad en forma de una negativa crispación y de una indeseable polarización, el espectáculo está servido,  e incomprensiblemente, los intelectuales de este País parecen no ser conscientes, no haberse dado cuenta, ya que apenas intervienen acerca de un tema que nos afecta a todos, del que tienen una irrenunciable responsabilidad que por razón de su capacidad y de su influencia social, no pueden ni deben obviar, y que desde aquí demando, como ciudadano libre, con el objetivo de manifestar y denunciar una dejación, que no debería ser tal, ya que ellos tienen una capacidad crítica, que es sin duda, conveniente y necesaria para ejercer el control de los poderes del Estado, como corresponde   a un país donde afortunadamente disponemos de una democracia social y de derecho.

jueves, 18 de abril de 2024

Troleros al poder

 

Desde mi más tierna infancia albergo recuerdos del término trolero, muy popular entonces, cuando se utilizaba para designar a quienes acostumbraban a engañar con frecuencia, a inventar, a quienes mentían más que hablaban, a quienes, en definitiva, contaban trolas, al trolero de siempre, de toda la vida, él al que todos conocían, que a nadie engañaba, sin malicia ni maldad alguna, pero que no obstante persistía en el empeño, inmerso en su peculiar mundo trapacero en el que parecía vivir convencido de su persistente engañifa, y los resignados y silenciosos interlocutores, que esperaban pacientes con una media sonrisa dibujada en los labios, que acabase la sarta de alocadas historias fruto de una imaginación disparatada, desbordada, pero sin pretensión alguna de ofender ni molestar a nadie.

Hoy, éstos modernos troleros ya no se limitan a ejercer su singular labia en reuniones de amigos o en charlas de barra o ascensor, sino que  vagan por doquier a otro nivel, ya sea en los medios de comunicación clásicos, en las redes sociales  o en reuniones, convenciones y, sobre todo, en el mundo de la política, no sólo en sus agotadoras e insoportables campañas, dónde los voceros de turno, han hecho de la mentira y el engaño un auténtico y espectacular ejercicio digno de competir con el de aquellos troleros que citábamos, a los que nada tienen que envidiar, y a los que superan no sólo por el alcance en la difusión de sus manifestaciones, sino por el contenido de las mismas, sin duda con otras ocultas y siniestras pretensiones y siempre a otro  nivel.

Troleros en definitiva, con una diseñada e intencionada capacidad para lograr unos objetivos basados en conseguir un desmedido y ambicioso poder que los sitúe allí dónde pueden influir en las vidas y haciendas de las gentes, los grupos de dirección y decisión, así como en las altas esferas económicas y sociales, donde sentir satisfecha su ególatra y soberbia necesidad de lograr el poder y el control que persiguen a toda costa, y cuyo máximo exponente reside en el cargo ejecutivo de mayor nivel que un ciudadano puede lograr cuando asciende a la presidencia de un país.

Un elevado y responsable puesto al que sólo deberían acceder quienes aporten la dignidad, honestidad y capacidad ampliamente demostradas, sin el menor atisbo de cuestionar, traicionar o defraudar las capacidades y cualidades  citadas, que los invalidarían absolutamente para ocupar un cargo dónde la representación de sus ciudadanos, al máximo nivel, es la exigente y alta tarea que han de desempeñar, siempre sin la menor sospecha de haber llegado hasta allí sin tacha de ningún tipo que pudiera oscurecer su acceso al poder.

Vivimos en nuestro país unos convulsos tiempos políticos, en los que el trolero político - que no el troleo, que no es lo mismo - está siendo moneda común entre nuestros representantes a todos los niveles, incluidos los que ocupan los más altos cargos – en este gobierno destacan varios especialistas en este deleznable tema - dónde el trolero que miente, engaña, falsea e inventa, está a la orden del día, buscando los más miserables e indignos signos que puedan suponer un demérito para el rival, el decadente, indigno y detestable “y tú más”, con el que tratar de desacreditarle ante los demás, en un ejercicio de perversidad moral que no soporta el menor examen de una necesaria, exigente y honesta muestra de humana honradez.

Y aquí debemos hacer mención a un término de plena actualidad, que parece derivar de “trolero”,  aunque no es así, que es “troleo”, acto de ofender, provocar, boicotear y entorpecer, que necesariamente no son atribuibles al trolero, ya que este, en principio, sólo tiene interés en mentir e inventar – los modernos políticos troleros suelen argumentar que no mienten, sino que cambian de opinión – lo que los desacredita no solo como troleros, sino como representantes de los ciudadanos a los que ofenden al tomarlos por ignorantes.

Precisamente trolear, es lo que dice hará en el Senado uno de los titiriteros que tienen en jaque a este ejecutivo, en una indigna, absurda y ridícula acción, que no persigue engaño alguno - aunque lo intentara el titiritero, a nadie iba a engañar a estas alturas de la representación - sino que tratará de entorpecer y boicotear, algo que le deja a un nivel tal, que los antiguos troleros citados al principio de estas líneas, le dejan en mal lugar, ya que aquellos nos entretenían y divertían, mientras que éstos nos hastían, cansan y aburren, sin aportar nada positivo a una sociedad crispada y harta  de tanta y tan detestable polarización como han creado.

viernes, 12 de abril de 2024

Andaluces de Jaén

 

Abandonar la Mancha y cruzar Despeñaperros, supone para el viajero internarse en el inmenso y verde mar de olivos de Jaén, una experiencia inolvidable, siempre nueva y atractiva para el  que lo ha contemplado con deleite una y mil veces, un disfrute que la memoria guarda con fruición y celo intenso y singular que lo acompañará para siempre, a la espera de retornar a esa Andalucía que te recibe con los brazos abiertos en forma de olivos centenarios que parecen acompañarte a lo largo del camino y a ambos lados del mismo, como si quisieran conducirte hasta la primera gran parada de Andalucía, Jaén, la gran desconocida, para evitar que pases de largo y lamentes después su pérdida, su ausencia, su hermosa estampa andaluza, su pulida y blanca luz, y su poderosa y limpia magia.

La vista de los olivares – sesenta millones de olivos, primer productor mundial - se extiende mucho más allá de sus omnipresentes árboles preñados de frutos verdes, de los suaves y ondulados cerros cubiertos de olivos sin dar un solo respiro al suelo,  sin ceder un ápice al terreno, hasta extenderse más allá del horizonte que se adivina tras las colinas, las sierras, y los molinos que se divisan como blancos puntos que rompen la serena y plácida monotonía de los olivos, hasta divisar Jaén en la lejanía, presidido por el castillo de Santa Catalina, que parece vigilarlo a la par que cuidarlo desde su privilegiada posición desde dónde todo lo  contempla con disfrute y  disimulada melancolía de quién quisiera bajar hasta la ciudad de Jaén, cuya lejana ausencia lamenta cada día.

Entrar en esta ciudad andaluza supone abandonar el camino para contemplarla abrazada por los olivares, para penetrar en su casco urbano, silencioso, limpio y blanco, con amplias avenidas en el centro y empinadas cuestas en su casco histórico con callejuelas estrechas llenas de luz y un encanto especial que invita a recorrerlas, a cruzarlas de principio a fin, a subir por sus limpias escaleras de piedra y a entrar en sus tascas y tabernas a disfrutar de sus tapas regadas siempre por su exquisito e incomparable aceite, auténtico tesoro de la gastronomía jiennense y andaluza, que invita siempre a volver a esta agradecida y luminosa tierra, cantada por Miguel Hernández que por allá anduvo, y a quién respetuosamente recuerdan y homenajean con espacios y exposiciones a él dedicadas, que cantó a los aceituneros en su célebre e inmortal poema Andaluces de Jaén.

De origen íbero, romano y árabe, conserva vestigios de estos pueblos y   civilizaciones que han dejado sus huellas y su impronta en Jaén, que enriquecen y potencian su cultura, como unos espléndidos baños árabes, que disfrutan de ser considerados los más importantes de Europa. Conserva así mismo innumerables restos arqueológicos en el imponente y modernista museo Íbero, y en el museo provincial, entre otros. Posee una impresionante y hermosa catedral renacentista con influencias barroca y neoclásica, así como diversos palacios dignos de visitar.

La Jaén relegada y en ocasiones minusvalorada frente al resto de Andalucía, es una gran desconocida que posee los suficientes encantos y atractivos de todo orden que merece una visita como la que el viajero lleva a cabo, y que por primera vez, y en tres días, disfruta no sólo de sus numerosos encantos resumidos en su patrimonio, su cultura y su gastronomía, sino de su gente, afable, próxima y sumamente respetuosa con el viajero, alejada de los estereotipos típicos atribuídos a los andaluces, que te hacen sentir como en tu propia casa.

Recuerda el viajero, y recomienda a su vez, el bus turístico que recorre todos los lugares y monumentos de interés de Jaén, incluída la subida al castillo de Santa Catalina – con vistas increíblemente hermosas de Jaén rodeada de olivares - muy por encima del clásico, típico y tópico trenecito, con una exquisita, eficaz y amable atención por parte del conductor, que orienta, informa y distrae a los pasajeros, con los que interactúa de tal forma, que el viajero queda agradecido y enormemente satisfecho, con la impresión de haber hecho un amigo además de un excelente guía cultural. Se despide el viajero con la impresión de haber descubierto una joya dónde quizás no esperaba, que sufre en silencio, ahora en Semana Santa, al contemplar cómo el cielo no da tregua para sacar a la calle a Jesús el Nazareno, al que Machado, andaluz y poeta, cantó un día, él, que era conocedor como nadie del sentimiento y la profundidad del alma andaluza.

 Volver a Jaén, dejarse atrapar por su infinito mar de olivares, perderse por sus barrios blancos, por la judería, por sus callejuelas, recorrer sus tascas impregnadas del perfume de su fragante aceite de oliva, visitar sus museos, sus palacios, su monumental catedral, es mucho más que un  goce para los sentidos, es una obligada y agradecida necesidad.

Control absoluto

 

Tenemos una clase política cínica, irresponsable y envenenada por el poder, que no trabaja para unirnos, sino para separarnos, que considera el engaño un instrumento legítimo, y pueril la mínima exigencia ética. Hemos tocado fondo.

La autoría de este texto, corresponde a Javier Cercas, del que me he apropiado, porque lo considero la sentencia, la definición, la declaración más lúcida, clara y rotundamente veraz, de lo que está sucediendo en nuestro país, y que muy pocos han manifestado de una forma tan tajante y demoledora como la que este intelectual ha llevado a cabo en un gesto que le honra y que apenas tiene eco en los colegas de profesión, algo que los desacredita, que han optado por un clamoroso silencio ante los desmanes habidos y por haber de un ejecutivo que ejerce un férreo control sobre el resto de los poderes de un Estado del que se han apropiado, dónde nada escapa a su control.

Nadie con un mínimo sentido de la honestidad, la honradez y la objetividad, puede objetar nada a esa brillante descripción de la situación política en este país, con un gobierno dispuesto a llevar adelante su gestión al precio que sea, con una desmedida ambición que no se detiene ante nada que pueda obstaculizar su hegemónica posición, aunque tenga que utilizar la mentira como medio para conseguirlo, así como cuestionar y retorcer las instituciones hasta utilizarlas en su provecho, como si el Estado fuera de su exclusiva propiedad.

No les ha importado saltar por encima de la separación de poderes, cuestionando a los jueces hasta el extremo de señalar a aquellos que podían suponer, en el ejercicio de sus funciones, un freno a sus intrigantes y siniestras aspiraciones de  lograr el poder, tachándolos de jueces partidistas empeñados en ponerles obstáculos continuamente, lo que ha llevado a Europa a llamarles la atención en varias ocasiones ante denuncias presentadas ante semejante falta de respeto por el poder judicial, lo que no les ha afectado en absoluto, continuando su cruzada contra uno de los poderes del Estado del que parecen haberse apropiado como si de un corralito privado se tratara.

Y una vez instalados en el mismo, lo han organizado a conciencia, situando en lugares clave a su gente, desde el fiscal general que se ha convertido en la voz de su amo por excelencia, hasta la presidenta del consejo de estado, antigua ministra y fiscal general, y otros altos cargos procedentes de ministerios varios, todos bajo la siniestra dirección del intrigante y siniestro superministro Bolaños (justicia, presidencia y relaciones con las Cortes), auténtico mano derecha del jefe del ejecutivo, que de esta forma ejerce un control absoluto sobre la gestión de este país, que parece profundamente dormido y aletargado sin atisbos de reacción alguna.

El control absoluto se hace  cada día más patente con continuos movimientos, en ocasiones sigilosos y en otros tan sonoros y patentes, como el cese de la directora general de rtve, por negarse a contratar a un bulldog que contrarrestase a un periodista de un determinado programa de la televisión privada, en un acto más de manejo y control de una institución pública, en este caso de los medios de comunicación que tanto valoran por aquello de que la información es poder, algo que para este gobierno está por encima de todo, y que vienen llevando a cabo desde que utilizaron la amnistía como moneda de cambio para llegar adónde están hoy.

Con la entrada en la escena política del titiritero jefe, y su pronta aparición efectiva en el país que abandonó en una heroica acción en el maletero de un coche (se había comprometido a reunirse con los suyos al día siguiente), se inaugura una nueva época, en la que más pronto que tarde tendrán que hacer frente a la exigencia del referéndum de autodeterminación, y por ende de la independencia.

No importa que sea anticonstitucional, ya se inventarán algo para contentar a los titiriteros, al fin y al cabo han conseguido siempre lo que se han propuesto, unos dando y otros recibiendo, por lo  que un referéndum blandito, para no ofender, o un Estado libre asociado, para ir tirando, entran dentro de lo posible, aunque dudo que se contenten con cualquier artimaña. La clave es la de siempre, es decir, seguir en el poder como sea, y si es posible con un control absoluto, que es lo que más les satisface.

jueves, 4 de abril de 2024

Jaula de grillos

 

Enciendo el televisor, y contemplo cómo en pie, dos personas se gritan de una forma desaforada e insultantemente gritona, alternándose en el uso de la palabra, profiriéndose una serie de acusaciones a cada cual más airada  e iracunda frente a un desquiciado y gesticulante auditorio sentado en cómodos sillones dispuestos en filas semicirculares, que conforman un anfiteatro que pronto confirmo no puede ser otro que el hemiciclo del Congreso de los Diputados.

Templo de la democracia, lugar sagrado dónde los haya a éstos fines, convertido en una auténtica jaula de grillos, dónde el insultante ruido, el escándalo, la mala educación y la absoluta y total falta de respeto, brillan con toda su decadente capacidad de representar dignamente a los ciudadanos de un país, que no pueden dar crédito a tanta miseria y tanta falta de consideración hacia quienes los han elegido.

Jamás, nunca en los últimos tiempos habíamos tenido una decadencia semejante políticamente hablando, con unos representantes de los ciudadanos tirándose los trastos a la cabeza de una  vergonzosa manera, no sólo en los medios de comunicación, sino, y esto es lo más incalificable, penoso y repudiable, en sede parlamentaria,  sin escrúpulos de ningún tipo, sin respeto alguno hacia dicha institución, cuna del parlamentarismo, y por ende, de la democracia, convirtiéndola en una auténtica jaula de grillos, en un acto imperdonable que no tiene disculpa ni justificación alguna.

Las malas formas, los modos más detestables y soeces, los gestos despectivos, la burla y el desprecio al contrincante, al opositor, el y tú más, ofenden la sensibilidad del espectador, del ciudadano, del  votante que depositó su confianza en quienes ahora se insultan, se gritan, comportándose como auténticos hooligan desenfrenados, sin el menor respeto y la educación más elemental, siguiendo, sin duda, la consigna del todo vale, todo está justificado si con ello logramos descalificar, humillar y denigrar al contrario.

Y así, se increpan airadamente, se lanzan puyas envenenadas, se difaman con supuestos escándalos sean ciertos o no,  veraces o inventados, verdades a medias o falsedades absolutas,  por aquello del difama que algo queda, buscadas y encontradas en instituciones públicas o en cloacas privadas, retocadas maliciosamente para ofrecer la peor imagen posible, destinadas al consumo de quién no racionaliza, de quién no discrimina, de quién está sediento de justificar su dogmática posición partidista sin que le exija pensar demasiado, siempre con el propósito de desprestigiar al otro, de enfangarlo, de hacer ruido, de provocar desafección e inquina hacia el contrincante.

Con la máquina de vilipendiar a plena rendimiento, se buscan y se encuentran todo tipo de supuestas fechorías cometidas en el pasado, a cargo de cualquier autoría, ya sean propias o de extraños, relacionadas directamente o cometidas por familiares, amigos o compañeros sentimentales, arrojando inmundicias de todo tipo, que de inmediato serán amplificadas por los medios, los tertulianos y los debates de todo signo, para consumo del asombrado ciudadano que no da crédito a tanta miseria humana e intelectual como  contemplan sus atribulados sentidos, hartos ya de tanta y tan perversa miseria moral, estética y éticamente reprobable, protagonizada por sus representantes políticos, en una indigna demostración de la mas elemental falta de respeto hacia quienes los han elegido.

Imprescindible Bruce Springsteen

 

En una de sus biografías, Bruce Springsteen habla de sus primeros pasos en el pueblo dónde nació, de la casa de su bisabuela donde vivía con sus abuelos sus padres, su hermana  Virginia y su perro Saddle, cómo su padre tuvo que dejar la escuela a los dieciséis años para ponerse a trabajar, cómo a los diez años se conocía todas las grietas y recovecos de las calles de Freehold, Nueva Jersey, cómo en ellas se sentía Aníbal cruzando los Alpes o un soldado atrapado en un cruento combate en plena montaña, un lugar dónde la gente vive sus vidas, sufre con dolor, disfruta de los pequeños placeres, y juega al béisbol, en esta población de infarto que engendra revueltas raciales, odia a los diferentes te estremece el alma, genera amor y odio y te rompe el corazón.

Mi madre, decía, leía novelas románticas y escuchaba los últimos éxitos radiofónicos. Me dio todo el cariño que no supo darme mi padre, el cual me explicaba que las canciones que escuchaba en la radio, formaban parte de un plan gubernamental para que te casaras y pagaras impuestos. Era un misántropo que rehuía a la mayor parte de la humanidad. Cuando iba a por él al bar, lo encontraba al final de la barra. Según decía, el mundo estaba lleno de estafadores en busca de un dólar. Éramos muy pobres, aunque nunca nos faltó lo más elemental para vivir.  Nunca salíamos al pueblo y no conocí el interior de un restaurante hasta que tuve veinte años.

Así habla de su infancia este fenómeno de masas, que para suerte de los que amamos la música, continúa activo, como tantas otras figuras de este noble arte que han decidido continuar sobre las tablas más allá de lo que el cuerpo aguante, en un ejercicio de admirable y respetable valor, que tantos celebramos, y que no está exento de un íntimo goce que los hace disfrutar a ellos tanto como a quienes los seguimos escuchando desde que los oímos por primera vez, agradecidos por aquellos gloriosos vinilos que atesoramos ahora como oro en paño en un lugar privilegiado de nuestra discoteca.

Según él mismo afirma, antes de dedicarse profesionalmente a la música jamás tuvo un trabajo remunerado con un sueldo mensual fijo, nunca tuvo una nómina que le garantizase unos ingresos con una segura y cierta frecuencia, sobrevivía con algunos trabajos esporádicos que le surgían, y más adelante con los ingresos que obtenía con las bandas con las que actuaba puntualmente en bares y clubs, que le obligaban a viajar por todo el territorio nacional.

Y así, contaba cómo sin carnet de conducir y apenas sin experiencia alguna en el manejo de los automóviles, los miembros del grupo se turnaban para cruzar el país en una destartalada furgoneta, conduciendo toda la noche, comiendo algo sin apenas detenerse, conducía uno y dormía el resto, para de esta forma poder llegar a actuar allá dónde conseguían algún contrato, por muy lejos que estuviera.

A Bruce Springsteen se le conoce por The Boss, es decir, el jefe, sobrenombre que se lo adjudicaron en los primeros tiempos con la E Street Band. Él se ocupaba absolutamente de todo, tanto en términos musicales como administrativos que afectaban a la banda, así como de recaudar el dinero y de pagar a sus componentes, por lo que cuando alguien les preguntaba por alguno de éstos temas, siempre respondían “habla con el jefe”,  dando origen al Boss, nombre por el que es conocido universalmente.

Su música es reconocible de inmediato, yendo del rock más puro a las baladas más clásicas, con una envidiable capacidad para conectar de inmediato con un público de lo más variopinto que invariablemente llena los estadios y los espacios dónde actúan por gigantescos que sean. Siempre con un arrollador éxito que le ha acompañado siempre en su larga trayectoria profesional por todo el mundo. Born To Run, The River, Born in the USA, Tunnel of Love, Human Touch, The Rising, son algunos de sus más celebrados álbumes, de lo que han vendido millones de discos por todo el mundo.

Ha publicado más de sesenta álbumes, en una carrera musical que afortunadamente para sus millones de seguidores en todo el mundo aún tiene mucho recorrido. De carácter afable, próximo y comunicativo a todos los niveles, Bruce, Springsteen, el Boss, el Jefe, es, posiblemente junto con Elvis, el más popular de los cantantes de rock de toda la historia de la música.

No maltraten nuestros campos

 

Hace poco tiempo, con el título de “el discreto encanto de Muñoveros”, escribí un artículo acerca de este encantador pueblo segoviano, dónde residí durante una docena de años, y del que guardo gratos recuerdos que atesoraré para siempre, dónde conocí los amigos que conservo, y a tanta buena gente con la que conviví y disfruté los mejores años de mi vida, en plena adolescencia y juventud, entre amables gentes a las que siempre agradeceré la acogida que nos dispensaron a mí y a mi familia durante esos inolvidables años.

Un pueblo castellano, amable limpio, tranquilo y claro, como tantos de esta hermosa meseta, que pugna cada día por amanecer con el horizonte pulido por el sol, con el brillante y blanco renacer de su transparente y luminosa atmósfera impregnada del perfumado aire de los pinares que lo acunan y protegen, de las arboledas de chopos y álamos entre los que serpentea el río Cega, aliados todos ellos para cuidarlo durante el día y mecerlo por la noche, soñando con los caminos que lo rodean y los campos que lo envuelven,  blancos en invierno, dorados en verano, verdes en primavera y en otoño deshojados.

Y así ha ido cubriendo etapas a lo largo de los años, por dónde han pasado generaciones de abuelos, padres, hijos y hermanos que han disfrutado de su pueblo durante el tiempo que les ha sido concedido, hasta llegar al día de hoy, año tras año, siglo tras siglo, sin interrupción, sin apena cambios reconocibles, durante los cuales han ido labrando la tierra y cuidando los campos, que agradecidos, han ido cediendo las cosechas que llenan los graneros para obtener el pan de los hombres y el grano de los agradecidos animales que colaboran y ayudan en las faenas del campo.

Y ahora contemplo cómo toda esta limpia trayectoria se quiere borrar a golpe de planta de biogás, por parte de quienes consideran que la paz de los campos ha tocado a su fin, que el aire ya no será lo que era, que la tierra dejará de mostrar su blanca y luminosa cara, que los vientos  no trasladarán ya su perfumado aroma, que los caminos sufrirán el castigo del ruido de las máquinas, transportando los desechos de animales y plantas que alterarán el medio ambiente y un paisaje inmutable durante siglos,  que Muñoveros y sus gentes lamentarán, un pueblo de limpia y recia alma castellana obligado a lamentar cómo alteran la paz de sus campos, la pureza de su aire y el brillo de sus amaneceres.

Nuestros campos bañados por el sol y por el aire, labrados por las manos de quienes los cuidan y contemplan con dedicada y exigente devoción, no merecen el castigo de la voracidad del ser humano empeñado en rentabilizarlos a toda costa, sin piedad, sin consideración alguna hacia un medio ambiente que se ve agredido ya no sólo en las ciudades, sino en los medios rurales tan necesitados de protección, de respeto, de solidaridad con sus pueblos, con sus gentes, que se ven indefensos ante estas agresiones a su derecho a vivir en un medio limpio de una contaminación que no ha provocado, y que degrada y maltrata su calidad de vida.

Flaco favor le hacen estas plantas a esa España vaciada que tan a menudo está en boca de todos, pretendiendo resolver una despoblación galopante, si continúan con estas acciones que maltratan y ensucian los campos de esa España rural que clama por sobrevivir sin que la contaminación los obligue a abandonar sus pueblos, hoy aún limpios y dispuestos a seguir disfrutando de su privilegiado medio ambiente. No maltraten nuestros campos.

jueves, 28 de marzo de 2024

La arrogancia de los ignorantes

 

Contemplar a los integrantes de este gobierno sentados en la bancada azul, con una actitud a veces chulesca, en ocasiones irreverente, y siempre con una manifiesta falta de respeto hacia la oposición y el resto de integrantes de la Cámara, causa asombro e indignación a partes iguales, a la vez que cabe la duda de si saben lo que se traen entre manos, si son competentes para llevar a cabo las altas funciones que les corresponden, si a la larga no pagaremos todos la incompetencia de unos pocos.

Con unos modales hooligan en ocasiones, gesticulantes y soberbios siempre, con continuas confidencias entre ellos, cuando no risas y gestos de descalificación y burla – ahí la vicepresidenta primera, sin lugar a dudas, se lleva la palma - cubriéndose con las manos para que no les lean sus intrigantes e inconfesables  secretos e intimidades varias, la imagen que dan es de una absoluta falta de seriedad, máxime teniendo en cuenta que se trata de los componentes del gobierno de un país.

Cuando al presidente y a su vicepresidente primera se une el superministro, intrigante y siniestro en extremo, así como el inefable ministro de transportes, auténtico buldog gubernamental, el mayor despropósito está servido, dando la impresión de que entre los cuatro manejan la SL que parecen haber montado con algo tan serio y trascendental como es el gobierno, dando la impresión de que se trata de una sociedad de intereses que han montado desde que llegaron a un acuerdo de inmunidad por los votos necesarios para asegurarse primera la investidura y después una gobernabilidad que se les está complicando.

Con la que se les viene encima, una vez aprobada la amnistía, a sabiendas de que más pronto que tarde les van a reclamar la independencia de Cataluña,  anticonstitucional por más señas, con unos presupuestos prorrogados, unas elecciones catalanas y vascas a las puertas, una alarmante falta de poder territorial que les asfixia y condiciona poderosamente, con una deuda colosal, un paro galopante con el mayor porcentaje de desempleo de Europa, con las empresas y el capital extranjero negándose a establecerse en un país que presenta una inseguridad legal y jurídica evidente, con el vecino del sur, al que tanto mima el presidente,  rearmándose hasta el punto de obligarnos a reforzar militarmente Las Canarias, así  como una conflictividad política manifiesta, ¿quién nos asegura que este gobierno pueda ser lo suficientemente competente para hacer frente a tantos desafíos?

No dan esa impresión, no son serios ni sensatos, no parecen respetables, sencillamente porque  a su vez no respetan, porque su única obsesión es mantenerse en el poder a toda costa, no importa las muchas cesiones que han llevado a cabo para ello, y las muchas que tendrán que afrontar para seguir en sus puestos, siempre a los mismos - olvidándose de otras Comunidades que más ayuda necesitan - por lo que continuarán en cualquier caso, ya que la soberbia, el ego y la falta de escrúpulos, ya no es prerrogativa única del jefe del ejecutivo, se ha hecho extensible a todo el gabinete.

Entonces a qué viene ese aire de seguridad arrogante que continuamente exhiben, esa absurda ironía mal intencionada que con frecuencia muestran, esos aires de superioridad, esas maneras de gobernar sin respeto hacia el poder judicial y a todo lo que se interponga en su camino.

 Da la impresión de que se consideran dueños y señores de un corralito que manejan a su antojo, con unos aires de un indisimulado autoritarismo al que parecen haber cogido el gusto, una vez que se han instalado en una posición de fuerza que no les corresponde – se olvidan que son los representantes de los ciudadanos - que ejercen con una absoluta desmesura, sin respeto por las más elementales reglas de la democracia como son la separación de poderes y el acatamiento y la sumisión absoluta a las instituciones del Estado Social y de Derecho. ¿De qué se ríen éstos arrogantes? La ignorancia es atrevida.

A la espera de la DUI inminente

 

Lo han conseguido, como no podía ser de otra forma, como sólo unos pocos podían dudar. La ignominia se ha consumado. Inmunidad por votos, borrón y cuenta nueva a cambio de gobernabilidad, de una insaciable satisfacción personal, de ambición sin límites de un personaje sin escrúpulos y de una infinita soberbia, que ha permitido que un perseguido por la justicia, fugado por más señas, le marque los tiempos a todo un gobierno de un País soberano, que ha sido ninguneado, humillado, chantajeado  y menospreciado, en una acción mercantilista de compra venta de votos.

Algo que no obstante siguen tratando de disfrazar como si se tratara de una actitud valiente que persigue la “convivencia” y la “pacificación” de Cataluña, cuando lo que han perseguido siempre (jamás hablaron de la amnistía antes de las elecciones), ha sido por su “conveniencia”, léase por mantenerse en el poder, tan evidente y manifiesto, que nadie, salvo que esté instalado en el dogmatismo más obsesivo, puede negar a estas alturas. Mientras tanto, el intrigante y siniestro superministro  Bolaños, con un insoportable aire triunfalista, ha afirmado que la ley es intachable, que ha sido avalada por la Comisión de  Venecia (que aún no se ha pronunciado, salvo la filtración oportunista, sesgada y parcial llevada a cabo por el gobierno), dónde el susodicho superministro, textualmente se ha “autofelicitado”, algo que ha causado hilaridad e indignación a partes iguales.

Se han rebajado de tal forma, los han visto tan débiles y sedientos de poder, que los han manejado a su antojo, hasta el punto de ceder de tal vergonzosa forma, que los han invitado a diseñarse una amnistía a medida, es decir, una auto amnistía, que no obstante, no les satisface por completo, ya que se han adelantado a manifestar que “la amnistía no va a procurar la reconciliación social de Cataluña, dando por zanjadas las pretensiones secesionistas de sus promotores: tenemos la amnistía, vamos a por la autodeterminación.” Y están en ello, ya que han aprobado una iniciativa legislatura popular por la independencia de Cataluña, que preconiza la declaración de una DUI, es decir una declaración unilateral de independencia, que en cuanto recojan las cincuenta mil firmas preceptivas, irá al pleno, y, sin duda, será aprobada.

¿Y qué harán entonces? Patético, bochornoso y sumamente vergonzante, que no obstante, y conociendo a este gobierno, seguro que seguirá dando de comer a aquellos que una y otra vez le muerden la mano, todo por mantenerse en un poder que cuando llegue el momento y le reclamen el referéndum de autodeterminación, no se atreverán a contrariarlos, por lo que a lo sumo, les pedirán que lo hagan, pero sin hacer ruido.

 No se cansan de hacer el ridículo, no les importa quedar en una sonrojante evidencia, todo por permanecer en un gobierno manejado por el títere jefe, que sabiendo de su capacidad de manejar la situación, no cejará en su empeño hasta conseguir la independencia, algo que el jefe del ejecutivo no le puede negar, salvo que se vea obligado a desalojar su poltrona, a la que ha demostrado una fidelidad eterna, que no puede traicionar, por lo que nada podemos adelantar, aunque sabemos que la Constitución no permite semejantes aventuras a lo que no obstante, seguro que alguna alternativa encontrarán para concederles un deseo más, en este caso un capricho que no les pueden negar, no se que se enfaden de verdad, y nos dejen a pan y agua.

Y es que dada la extrema debilidad que siempre han mostrado ante ellos, los han acostumbrado a conseguir todo cuanto han querido y eso tiene su coste que no es otro que una cesión continua ante este niño mimado en que han convertido al titiritero y su gente, todo por conseguir perpetuarse en el poder un presidente que ha perdido definitivamente los papeles y que no está dispuesto a renunciar a sus privilegios a costa de un País que está descubriendo poco a poco a un personaje soberbio y sin escrúpulos dispuesto a sacrificar lo que sea necesario para mantenerse en el poder,  caiga quién caiga, salvo él, al que nadie en su silenciado partido osa hacerle frente, tal es el ninguneo al que lo ha sometido.

jueves, 14 de marzo de 2024

Lo volverán a hacer

 

Este inefable y singular gobierno, parece tener una indudable componente masoquista que no puede disimular por mucho que lo intente y trate de convencer al personal, lo que resulta increíble, que la amnistía es por convivencia, por la pacificación, la normalidad y la estabilidad de Cataluña, cuando todos sabemos desde hace ya demasiado tiempo que es por conveniencia, es decir, inmunidad por votos, y no hay más, porque la paz, la normalidad y la estabilidad están más que aseguradas por aquellos lares, por lo que deberían dejar de lado ya esas pamplinas que ya nadie cree, y centrarse en gobernar para todos, algo de lo que se han olvidado con ese fanático y compulsivo afán por favorecer a quienes manejan de verdad los hilos de esta legislatura.

A cuyo mando está el titiritero mayor desde sus cómodos aposentos desde dónde gobierna, no en la sombra, sino a plena y deslumbrante luz del día, mientras contempla cómo con cuantos más desaires se prodiga hacia sus valedores en La Moncloa, más los tiene a los pies de los caballos, humillándose otra vez, y las que hagan falta para que sigan luchando por su auto amnistía, que no abandonen que sigan reclamando cuanto deseen, pero que no los dejen solos en su batallar por concederles “su” amnistía.

Y a eso se dedican, a incordiar continuamente mientras el gobierno ofrece una y otra vez la otra mejilla, obediente, masoquista en extremo, mientras el titiritero afirma en sus últimas declaraciones, en modo incendiario, que conseguirán la amnistía, pero que no crea el ejecutivo que por ello van a dejar de luchar contra la “ofensiva represora”, hasta lograr la independencia, algo para lo que están preparándose y a lo que no renunciarán nunca, preparándose, como ha afirmado, “para la confrontación y la unilateralidad”.

Ya lo dijeron cuando afirmaron que lo volverían a hacer, algo que ya han puesto en marcha con la iniciativa popular para declarar la independencia que ya ha admitido a trámite la mesa del Parlament, en un paso más hacia la declaración unilateral de independencia, un pulso más a este gobierno imprevisible, que ignoramos cómo responderá, pero que conocida su trayectoria en estos menesteres, posiblemente aplicarán una vez más acendrado masoquismo buscarán alguna mejilla más, y les concederán lo que pidan para que reflexionen un poco, para que se tranquilicen, o se pondrán de rodillas si es necesario una vez más, en lugar de actuar de una vez con una firmeza de la que son absoluta y decididamente incapaces.

Y es que dada la extrema debilidad que siempre han mostrado ante ellos, los han acostumbrado a conseguir todo cuanto han querido y eso tiene su coste que no es otro que una cesión continua ante este niño mimado en que han convertido al titiritero y su gente, todo por conseguir perpetuarse en el poder un presidente que ha perdido definitivamente los papeles y que no está dispuesto a renunciar a sus privilegios a costa de un País que está descubriendo poco a poco a un personaje soberbio y sin escrúpulos dispuesto a sacrificar lo que sea necesario para mantenerse en el poder,  caiga quién caiga, salvo él, al que nadie en su silenciado partido osa hacerle frente, tal es el ninguneo al que lo ha sometido.

En cualquier caso, no corren vientos favorables para un partido que ve cómo las aguas turbulentas de los escándalos políticos le están cercando con las corruptelas de las mascarillas, que le están salpicando, y dónde la presidenta del Congreso, tan fiel ella a su presidente, está siendo señalada también por este motivo cuando presidía Las Baleares. Si a todo esto, sumamos la falta de poder territorial del partido, La Moncloa va ser el último reducto dónde atrincherarse un presidente, que aún así, no rendirá jamás su fuerte, aunque si para continuar ha de hacer más concesiones y ofrecer más mejillas al titiritero jefe, las buscará donde sea preciso. El poder, por encima de todo.

Cuarto lantero cuarto trasero

 

Siempre recordaré a mi madre asando el cordero en la cocina económica de la casa del pueblo, siempre en la fiesta, mayo y septiembre, o con motivo de alguna celebración especial, siempre cordero, en la amplia cocina de la casa, en los hornos clásicos de leña que poseían algunos vecinos, en el bar, en el cocedero del panadero, y en algún otro adonde la gente llevaba la carne para que se la asasen, o por encargo, pero siempre cordero, el clásico cuarto de asado, el cordero, o simple y llanamente, el asado.

Recuerdo las bodas que se celebraban en el pueblo, en la cochera, dónde instalaban unos largos tablones apoyados en unas borriquetas, sobre las que se depositaban los cuartos de asado, bien lanteros, bien traseros, en sus correspondientes tarteras de barro, acompañados por las hogazas de pan y las jarras de Ribera, como en los pueblos de alrededor, adónde mi padre me llevaba con él cuando le invitaban a alguna boda, algo que solían hacer con frecuencia debido a que era el secretario del ayuntamiento de varios pueblos, y siempre le invitaban, y yo con él, que siempre me reservaba la pata del cuarto lantero – menos carne, pero más sabrosa que el trasero – algo que, curiosamente he mantenido hasta hoy, que sigo conservando esa agradable costumbre.

Nuestro cordero lechal, esa maravilla gastronómica tan nuestra, tan castellana, y sobre todo, tan segoviana, basada en la degustación de una deliciosa y tierna carne de cordero, procedente de los pastos de la zona de Riaza y Sepúlveda, entre otras, si es que de  nuestra provincia hablamos, asada de una manera sencilla y artesanal como mi madre hacía, con apenas un poco de manteca y añadiendo algo de agua de vez en cuando, todo ello en un sencillo horno de la cocina de casa que nada tenía que envidiar a los asados de los clásicos hornos de leña tan habituales en los pueblos por aquel entonces.

Pero siempre cordero, nunca cochinillo, que no recuerdo jamás haberlo probado entonces, no lo conocía, jamás lo vi por aquellos lares, y hablo de los alrededores de las zonas antes citadas, dónde hoy sigue siendo menos habitual que el cordero, pues basta con recorrer con la vista las mesas ocupadas de los mesones y restaurantes, no digamos ya los figones, para contemplar cómo el cordero ocupa casi todos los manteles.

 De ahí mi sorpresa al contemplar cómo se identifica cada vez más, Segovia con la tierra del cochinillo, cuando yo considero que es el cordero el rey indudable de la gastronomía segoviana, por encima del cochinillo, con todos los respetos hacia ese delicioso manjar, que no obstante, con perdón, pienso que no puede competir con el perfumado y exquisito sabor de un excelente cordero asado.

En absoluto pretendo ningunear al exquisito  manjar que representa el cochinillo en nuestra admirable gastronomía, de ninguna manera, y pido perdón a quienes se sientan ofendidos por ello, ya que solamente quiero manifestar el hecho de que cada día es más habitual contemplar en los medios de comunicación, como se asocia Segovia con el cochinillo, cuando de hablar de su gastronomía se trata, dejando en ocasiones en la irrelevancia al cordero, algo que he venido observando con tal frecuencia, y desde hace ya tanto tiempo, que, discúlpenme por el atrevimiento, quizás ignorante, y siempre apasionado y subjetivo, no he podido mantenerme al margen a la hora de comentar esta apreciación, que repito, puede estar equivocada, algo que lamentaría profundamente, ya que aprecio enormemente nuestra tierra segoviana, su dilatada y limpia historia su rica cultura, su inmenso patrimonio, su refinada y suculenta gastronomía, su gente.

La imagen del horno de leña con la  puerta abierta, dejando ver su luminoso interior así como su contenido de tarteras de barro con los cuartos de asado repartidos por el amplio espacio disponible, así como la del asador introduciendo la pala bajo la tartera para extraer del horno el cuarto ya asado,  posee para mí ingentes connotaciones casi siempre festivas, así como su inconfundible aspecto dorado, su intenso, delicado y aromático olor, que me conducen inexorablemente a mi infancia, en un viaje en el tiempo que rememoro siempre que tengo la suerte de disfrutar  de este regalo para el paladar y para el resto de los sentidos, que acompañado de un buen Ribera del Duero, como con el sabroso cochinillo, y culminado con ese desconocido y delicioso ponche segoviano, tiene la virtud de trasladarnos a ese séptimo cielo que tiene su residencia en nuestra incomparable tierra de Segovia.

viernes, 1 de marzo de 2024

El feudo presidencial

 

Jamás en este país se había dado un gobierno de un talante presidencialista tal, que relegase al resto de los componentes del mismo a un lejano y oscurantista lugar, siempre controlado y supervisado minuciosamente, por el que todo ha de pasar, como si de un tupido filtro se tratara, como la tela de araña que urdida a su alrededor impidiera el más leve indicio de actividad, que pudiera darse sin su expreso y tácito consentimiento, movimiento que en todo caso sería detectado de inmediato por sus fieles servidores siempre atentos a cualquier intento de subvertir el orden establecido, algo impensable, a sabiendas del alto coste que ello acarrearía a quién osase cometer tamaño desafío.

Rodeado de su guardia pretoriana que ha diseñado cuidadosamente tras un exhaustivo estudio de la táctica a seguir en cada momento, el presidente ha colocado en estratégica posición al intrigante superministro que asume la justicia, la presidencia y las relaciones con las Cortes, en una maniobra que para sí querrían muchos mandatarios que fueron y son auténticos imperátor, auténticos lobos esteparios bajo el disfraz de corderos, con unas disimuladas tendencias absolutistas que no logran engañar más que a quienes se dejan llevar por el dogmatismo propio de quienes justifican a estos personajes cegados por un fanatismo personal que les nubla el entendimiento hasta el punto de justificar cualquier acción, cualquier decisión tomada, que conlleve su perpetuación en tan alto cargo, cuya consecución siempre justificará los medios empleados.

Este superministro encierra en sí mismo un más que considerable poder, basado en el hecho de que a través de él, el presidente ejerce un considerable control de  la justicia y de las Cortes, al tiempo que como ministro de la presidencia lo tiene siempre disponible, siempre a mano para lo que considere menester, como un eficiente y sutil espía, al servicio de sus señor, algo que el susodicho superministro lleva a cabo con una total diligencia y servidumbre, salvo para pedir respeto total hacia el poder judicial y sus representantes los jueces, que como ministro de justicia tiene la obligación de exigir a todos, comenzando por los propios compañeros de gobierno que, por cierto, no se prodigan en exceso, lo que es sumamente reprobable, como lo fue la elección del ministro de transportes, auténtico bulldog del presidente, que como tal lo utilizó cuando lo lanzó contra el jefe de la oposición en el debate del fracasado intento de investidura.

Al mismo tiempo, la vicepresidenta primera, tan elegante ella, tan fiel seguidora de su admirado jefe, siempre dispuesta a batallar por él, con una defensa a ultranza que le hace sentirse acreedora de una seguridad tal, que le expone con harta frecuencia a una ordinaria y vulgar actitud hooligan, cuando debatiendo en sede parlamentaria se considera acreedora de una  ironía  y un sarcasmo que no domina pero que le lleva a pensar – sus gestos la delatan – que se halla en la cima de la oratoria más amena, grácil y portentosamente efectiva, con la que logra destrozar a su  contrincante, a quién no dará tregua ni más salida que una retirada incondicional, tal como ella debe considerar, dada la altiva actitud que suele mostrar al terminar sus intervenciones, como si la victoria más aplastante y arrolladora cayera siempre de su lado, dejando al enemigo desarmado, inerme y derrotado, algo que solamente ella parece percibir.

Con un control total del partido que ha ido diseñando a su medida hasta el punto de desaparecer en cuanto a un mínimo control que sobre él pudiera llevar a cabo, salvo algún verso suelto que no representa ningún serio obstáculo, dispone de una absoluta libertad de acción que le da vía libre para moverse a sus anchas sin que nadie le límite a la hora de llevar a cabo su plan de gobierno basado en una ambición sin límites, que no obstante, pese a que nadie le pone traba alguna, puede constituir un problema a medio plazo, al caer en errores de los que nadie le va a advertir, precisamente por no contradecirle y evitar por lo tanto no salir en la foto.

Si a todo lo expuesto añadimos el control que posee sobre la fiscalía, que pudiera complicarle la resolución de temas como la amnistía, el camino queda despejado para el logro de sus fines, sin inoportunas oposiciones siempre incómodas, con lo que su viaje hacia la consecución de sus objetivos, queda definitiva y clarificadoramente libre como él desea, dueño absoluto del castillo dónde reina y gobierna sin más oposición que él mismo, el único que puede acabar con su imparable carrera, si es que llega a hacerse acreedor de algún error, que como humano, podría cometer, aunque dudo que pueda llegar a ese vulgar estado, impropio del señor feudal que en tan alta estima se considera, incapaz de admitir que la historia pudiera negarle tan alto honor, como el de figurar en sus más brillantes volúmenes, en los que ya, seguramente, considera haber escrito las primeras páginas a la espera de completar tan altas metas como el destino le ha deparado para mayor gloria de tan alto y poderoso señor feudal.

No nos hacemos respetar

 

Este país, merced a los gobernantes que padecemos, está logrando que España se convierta en una irrelevancia nacional que causa sonrojo y oprobio a cualquiera que se moleste en analizar la actual situación que arroja una denigrante posición internacional, dónde no se nos contempla como un país serio y respetable, con una democracia dónde la doctrina de la separación de poderes brilla por su ausencia, con una injerencia del ejecutivo en el judicial que causa asombro e indignación al mismo tiempo, señalando, acosando y denunciando a los jueces, en una miserable maniobra, que ha sido motivo de diversas querellas ante las instituciones europeas.

Querellas presentadas tanto por personas físicas como por organizaciones jurídicas y de defensa de los derechos civiles y humanos, que ha motivado varias llamadas de atención al gobierno español, que en una actitud incomprensible, despectiva y altanera, ha hecho oídos sordos de las serias advertencias de la Unión Europea, que contempla cómo se ningunea al poder judicial, y por ende, a una frágil democracia, que sin el respeto debido a la separación de poderes, pierde todo su sentido y su razón de ser.

Si a todo lo expuesto, le añadimos el hecho de que el fiscal general ha dejado de servir al Estado para convertirse en un instrumento más del gobierno, la manipulación más siniestra y vergonzante está servida, algo que debería preocuparnos muy seriamente, pero que  no suele pasar de algún que otro titular, sin profundizar en un tema absolutamente transcendental para un país serio que se haga respetar, algo que comprobamos con harta frecuencia en las relaciones internacionales, cuando se nos ningunea en la persona del jefe del ejecutivo, incapaz de hacerse respetar por nuestro vecino del sur, y adónde una y otra vez regresa, como ahora tiene previsto de nuevo, en una ceremonia de la humillación más absurda y recriminatoria, que no se corresponde con la soberbia que en nuestro país demuestra.

Un ejecutivo empeñado, obsesionado y firmemente decidido a facilitar por todos los medios, incluída la fiscalía, que la amnistía se lleve a término, blindando, protegiendo, y evitando que la justicia se movilice en pos de los que ansía queden al margen de la susodicha medida de gracia, que no es sino inmunidad a cambio de los votos necesarios para el pago de la investidura primero y de la gobernabilidad después, llevando a cabo auténticas medidas esperpénticas en ocasiones, que causan sonrojo e indignación, porque no tienen otro fin que el de evitar que los beneficiarios de la amnistía puedan quedar al margen de ella, algo que perjudicaría las intrigantes intenciones de un ejecutivo que no se detiene ante nada cuando de conseguir sus siniestros objetivos se trata.

Por desgracia, este país suele ser ninguneado con demasiada frecuencia a nivel internacional, como hemos comprobado en diversas ocasiones a la hora de conseguir la extradición de algún perseguido por la justicia, negándonos reiteradamente un derecho que todo integrante de la Unión Europea tiene por el simple hecho de serlo, bastando esa ostentación para lograr la extradición, algo que se nos ha negado repetidas veces, aduciendo que en nuestro país no se respetan los derechos humanos, los derechos de los detenidos, o simple y llanamente no confían en nuestro sistema judicial y en nuestra democracia, algo que jamás le pasaría a cualquiera de los países más respetados y relevantes de Europa.

Y es que no nos hacemos respetar, no nos comportamos como un país serio, damos continuos bandazos sin seguir una línea uniforme, lógica y razonable, como ahora sucede con la vergonzante situación en la que nos ha puesto Suiza, al negarse a informar, que no a extraditar, a petición de un juez español sobre una refugiada sospechosa de pertenecer a “Tsunami”, porque dudan si la petición tiene carácter político, lo que supone una afrenta insoportable, indigna e impropia de un país democrático, que nos tememos no va a ser contestada por este ejecutivo que hará todo lo posible por proteger a esta aspirante a ser amnistiada, o al menos, pocos esfuerzos llevará a cabo para colaborar con el juez que ha solicitado dicha información.

Al mismo tiempo, los compañeros de viaje catalanes que colaboran en la gobernabilidad del ejecutivo, y que siempre dijeron aquello de “lo volveremos a hacer”, parece que van a cumplir su palabra, ya que el Parlament tramita una ley para declarar la independencia de forma unilateral. Para no indisponerse con ellos, el ejecutivo les dirá, que bueno, que vale, que de acuerdo, pero sin hacer ruido, que el gobierno está en siesta permanente, y no quisieran despertarse y tener que darse por aludidos. Definitivamente, no nos hacemos respetar.

miércoles, 21 de febrero de 2024

Abandonad toda esperanza

 

Después de contemplar el panorama político de este país durante estos últimos meses, y analizando la situación política, siempre desde la más esforzada y voluntariosa neutralidad, teñida de un inseparable subjetivismo, pero reforzada por una ausencia total de dogmatismo, que nubla el entendimiento y anula la mente, la conclusión que se obtiene no deja de ser sumamente desalentadora.

Con un ejecutivo empeñado en una política de tierra quemada, del fin justifica los medios, del todo vale para preservar el poder, con una deriva autoritaria, extremista y radical, que comenzó con una oferta de inmunidad a cambio de los votos necesarios para garantizarse primero la investidura y después la legislatura mediante la concesión de una amnistía, que no figuraba en su programa de gobierno, y a la que recurrió por “conveniencia” que no por “convivencia” como quieren hacer creer, utilizando un vergonzante acoso y señalización al poder judicial a través de los jueces que les han puesto trabas, y  que ha motivado serias llamadas de atención de la Unión Europea, en la que han Intervenido incluso ministras, lo que resulta particularmente inaudito, el gobierno no desiste, sino que continúa su huida hacia adelante en una carrera que siembra asombro y desconcierto a propios y extraños.

Con un presidente cada día más endiosado, más ególatra, soberbio e insultón, con un partido político desaparecido e irreconocible, el jefe del ejecutivo se permite ofender a los ciudadanos que no comulgan con él, que son multitud, afirmando que pertenecen a la “fachosfera”, improperio insultantemente despectivo, que no tiene parangón en la política de este país, y que lo descalifica como presidente del gobierno, en una entrevista para un canal de televisión, el inefable presidente del gobierno ha sido preguntado acerca de la opinión que le merece la canción que representará a España en Eurovisión “Zorra”, a lo que ha respondido que está encantado con ella, que representa al mundo cultural, juvenil y progre, alejado de la “fachosfera” -que asegura huele a naftalina” y que hubiera preferido el “cara al sol”, en una demostración más de un despectivo talante que resulta inexplicable en un jefe del ejecutivo.

Con un comportamiento vulgar y ordinario, impropio de cualquiera, pero más condenable aún cuando de un presidente del gobierno se trata, se rebaja a un nivel chabacano y extremadamente grosero y maleducado que resulta imposible de creer y concebir en un personaje con la responsabilidad que ha de tener alguien que representa a todos los ciudadanos de España, con una desfachatez tal, que avergüenza y preocupa por igual, al pensar que alguien tan vulgar y despectivo pueda ostentar tan alto cargo, dedica ahora todos sus esfuerzos a sacar adelante la amnistía, rechazada ya en la primera votación, pese a que una aplastante mayoría de los fiscales del Supremo han votado contra sus intereses y criticado al fiscal general por favorecer al gobierno.

¿Pero cómo puede ser tan insensato para manifestarse con ese desdén, con ese menosprecio, con ese afán despectivo hacia un importante sector de sus conciudadanos?¿Cómo este personaje que siempre se ha caracterizado por su ególatra soberbia ha podido llegar a estos extremos? ¿Cómo, pese a ello, puede cometer semejantes atropellos contra quienes no comulgan con él, en una clara demostración de una preocupante carencia de sentido democrático? ¿Cómo puede ser tan inconsciente, tan falto de cultura, educación e inteligencia para cometer estos desmanes? Es difícil que alguien en su lugar cometa semejantes atropellos, pero la realidad es muy tozuda, y ahí están las hemerotecas para certificar las fechorías que aquí se narran, que no tienen otro calificativo que de despectivas, con el agravante de llevarlas a cabo con sus ciudadanos, algo absolutamente condenable, denunciable, y simple y llanamente rechazable.

Imposible encontrar respuestas a tantas preguntas como aquí planteamos, porque están fuera de todo lo razonable, de toda lógica humana,   y sensata, salvo que la dignidad de quién ofende se encuentre bajo mínimos, y la honestidad y la honradez las desconozca hasta tal punto, que sea capaz de cometer estos atropellos sin sonrojo alguno, porque no le consideramos capaz de disculparse, de pedir perdón, por lo que quizás debería mirar a su alrededor, en su entorno inmediato, dónde quizás descubra que está inmerso en esa “fachosfera” que tanto le gusta utilizar para insultar a los demás, y aún no se había percibido de ello, y en cuanto a “zorra”, es muy libre de elegir sus temas favoritos, porque aunque sobre gustos, no hay nada escrito, deberían haberle informado que hasta el feminismo reniega de la dichosa zorra, algo que le hubiera dado pie para desdecirse, o en su caso, haber cambiado de opinión, algo en lo que es un consumado maestro.

No obstante, mientras se deleita con el susodicho tema, podía ocuparse un poco de este país, que está hecho unos zorros, con la cesta de la compra que sigue por las nubes, una muy alta tasa de paro, un millón de hogares con toda la familia sin trabajo, y con los agricultores colapsando autopistas y ciudades, porque nadie les hace caso. Pero claro, está demasiado ocupado con la amnistía, su obsesión favorita, y con su apego a un poder que no obstante considero se le ha de quedar pequeño, ya que seguramente le gustaría presidir un país de más altos vuelos, con más peso en Europa, con más influencia en el mundo, con más capacidad de decisión, pertenecer al G7, dónde están los grandes con mayúsculas, y no al G20, que se le queda pequeño y que no está a su nivel, reunirse con frecuencia con los grandes presidentes, en lugar de limitarse a pasear con ellos en paralelo durante unos insignificantes treinta segundos, que no le ningunee ningún rey llamándolo por teléfono desde otro país, en lugar  de recibirlo cuando está en el suyo de visita, para de esta forma, y con un esfuerzo aún mayor de su gabinete de imagen, poder ganar peso entre los más poderosos, a los que él, a su pesar, siente y lamenta no pertenecer.

Abandonen toda esperanza aquellos que aún confían que algo va a cambiar, quienes esperan que  tanta frustración, tanto desvelo no satisfecho influirá en el ánimo de un presidente que opte por retirarse a vivir de sus imperiales sueños, y a librarnos de su aires de grandeza que parecen no tener límite. El poder le subyuga de tal forma, que jamás va a renunciar a él. Sobre todo mientras muchos le rían sus desagradables gracias y otros le crean el salvador de un país que no necesita que lo salven, sino que lo representen digna y honestamente, sin que sus frecuentes cambios de opinión mantengan a este país y a sus ciudadanos en un continuo e insoportable sobresalto.

Política canalla

 

Cuando se confiaba que el esperpento y la extravagancia más disparatada iría dejado paso a la sensatez y al buen gusto, tanto ético como estético después de tanta ridiculez consumida con folklóricos, chiquilicuatres y corralitos varios, después de tanta vulgaridad cometida una y otra vez, aunque parezca mentira, volvemos a las andadas, caemos de nuevo en grotescas demostraciones de un pésimo sentido artístico que nos ha llevado en esta ocasión a seleccionar una canción, Zorra, a la que, cómo no, se le están adjudicando multitud de significados e intencionalidades de toda índole, abstractos unos, surrealistas otros, feministas empoderados muchos, e incalificables el resto.

Ya el título deja perplejo a cualquiera que confiase, después de tantas sesiones clasificatorias y multitud de artistas y pseudoartistas participantes, una canción dignamente seleccionada, que respondiera a un sentido estético del que carece, con una letra, culta y elaborada, de la que no hace gala precisamente, y con un título, zorra, que cuando se le antepone el artículo determinado tan taxativo y marcadamente radical, descoloca a cualquiera, al mismo tiempo que la simplista melodía, carente de armonía alguna,  ofende y hastía al más elemental buen gusto del que carece por completo, constituyendo el conjunto un ejemplo más de la ausencia total de imaginación que se viene derrochando año tras año en este absurdo festival que ha quedado reducido a un espectáculo de luz y sonido, dónde la calidad musical brilla por su ausencia.

 En una entrevista para un canal de televisión de este sufrido país, el inefable presidente del gobierno ha sido preguntado acerca de la opinión que le merece dicho tema, a lo que ha respondido que está encantado con ella, que representa al mundo cultural, juvenil y progre, alejado de la “fachosfera” -imaginativo y soez calificativo con el que se luce últimamente - que asegura huele a naftalina” y que hubiera preferido el “cara al sol”, todo ello en una demostración más de su desatada y procaz huida hacia adelante, insultón, despectivo y  vulgar, con unas declaraciones dedicadas a un importante sector de la ciudadanía que no da crédito a tanto desvarío, tanta ordinariez, y tanta falta de respeto como viene manifestando últimamente.

Con un comportamiento hooligan, impropio de cualquiera, pero que se magnifica cuando de un presidente del gobierno de un país se trata, se rebaja a un nivel chabacano y extremadamente grosero y maleducado que resulta imposible de creer y concebir en un personaje con la responsabilidad que ha de tener alguien que representa a todos los ciudadanos de España, con una desfachatez tal, que avergüenza y preocupa por igual, al pensar que alguien tan vulgar y despectivo pueda ostentar tan alto cargo, ahora empeñado en cambiar el código penal para alcanzar sus fines, en cuanto a la amnistía se refiere – rechazada ya en la primera votación - pese a que una aplastante mayoría de los fiscales del Supremo han votado contra sus intereses y criticado al fiscal general por favorecer al gobierno. Indiferente a todo esto, y lejos de preocuparle, se empeña en mostrarse aún más desafiante en sus provocadores declaraciones.

¿Pero cómo puede ser tan insensato para manifestarse con ese desdén, con ese menosprecio, con ese afán despectivo hacia un importante sector de sus conciudadanos?¿Cómo este personaje que siempre se ha caracterizado por su ególatra soberbia ha podido llegar a estos extremos? ¿Cómo, pese a ello, puede cometer semejantes atropellos contra quienes no comulgan con él, en una clara demostración de una preocupante carencia de sentido democrático? ¿Cómo puede ser tan inconsciente, tan falto de cultura, educación e inteligencia para cometer estos desmanes? Es difícil que alguien en su lugar cometa semejantes atropellos, pero la realidad es muy tozuda, y ahí están las hemerotecas para certificar las fechorías que aquí se narran, que no tienen otro calificativo que de despectivas, con el agravante de llevarlas a cabo con sus ciudadanos, algo absolutamente condenable, denunciable, y simple y llanamente rechazable.

Imposible encontrar respuestas a tantas preguntas como aquí planteamos, porque están fuera de todo lo razonable, de toda lógica humana,   y sensata, salvo que la dignidad de quién ofende se encuentre bajo mínimos, y la honestidad y la honradez las desconozca hasta tal punto, que sea capaz de cometer estos atropellos, por lo que consideramos que quizás debería mirárselo, porque no le consideramos capaz de disculparse, de pedir perdón, por lo que quizás debería mirar a su alrededor, en su entorno inmediato, dónde quizás descubra que está inmerso en esa “fachosfera” que tanto le gusta utilizar para insultar a los demás, y aún no se había percibido de ello, y en cuanto a “zorra”, pues oiga, es muy libre de elegir su música favorita, porque sobre gustos, no hay nada escrito.

No obstante, mientras se deleita con el susodicho tema, podía ocuparse un poco de este país, que está hecho unos zorros, con la cesta de la compra que sigue por las nubes, una muy alta tasa de paro, un millón de hogares con toda la familia sin trabajo, y con los agricultores colapsando autopistas y ciudades, porque nadie les hace caso. Pero claro, está demasiado ocupado con la amnistía, su obsesión favorita – ha evitado que el letrado mayor se reúna con la Comisión de Venecia, para no tener que informar sobre la susodicha amnistía -. Y no está para nada más. Política canalla la de éstos amantes del poder por el poder a toda costa. Y es que desdichadamente, no se puede pedir peras al olmo.

El patrimonio de todos

 

No hay mayor ofensa que pueda infligirse a la cultura en general y a los autores que nos legaron su obra en particular, que mostrar desprecio, desafecto o indiferencia hacia los tesoros que graciosamente nos cedieron  nuestros ancestros con sus obras de arte de todo signo, en un gesto que los honra, y que sus beneficiarios tenemos la obligación de respetar, cuidar y divulgar, en un gesto que nos congratule con ellos, con el arte y la cultura y nos permita disfrutar de la belleza y la sensibilidad que en sus obras depositaron pensando en las futuras generaciones que tras esos maestros se encargarían de conservar, para a su vez transmitirlas a sus herederos, y así indefinidamente, en una ceremonia de respeto y admiración que nos reconcilie con nuestra condición de seres humanos.

Hace algunos años tuve ocasión de conocer un hecho que me causó honda impresión, referente a un insólito caso de tráfico de arte que gracias al interés y a la dedicación de un profesor de historia del arte medieval de la universidad de Girona, Gerardo Boto, especializado en el análisis de la plástica románica se pudo resolver. Demostró que el hermoso claustro románico hallado en la finca Mas del Vent de esa ciudad catalana, no se trataba de una falsificación, de una imitación, de un falso histórico, como aseguraban tajantemente los técnicos de la Generalitat, cuando afirmaban que las galerías de estilo románico eran una simple recreación actual con algunos elementos del siglo XII.

Este profesor, pudo determinar que cada uno de sus sillares, en perfecto estado de conservación, procedían del claustro de la catedral vieja de Salamanca, derruida a causa del terremoto de Lisboa de 1755. Afortunadamente el Cabildo Catedralicio decidió desmontar los pilares y cada uno de los sillares, dado su excelente estado de conservación, con el objeto de montarlos posteriormente, lo cual resulta absolutamente loable y digno de agradecimiento hacia aquellas gentes que tomaron semejante decisión, si tenemos en cuenta que nos encontrábamos en el siglo XVIII.

En 1785 se decidió reconstruir el claustro de la catedral, pero dadas las preferencias de entonces, se llevó a cabo en el estilo Neoclásico que imperaba en el momento, por lo que se tomó la decisión de numerar y almacenar los elementos del antiguo claustro románico con la intención de venderlos. Posteriormente acabaron en Madrid en 1931, en Ciudad Lineal, para finalmente ser adquiridas por un alemán que las instaló definitivamente en su finca de Mas del Vent de Girona, acabando un periplo que comenzó ocho siglos atrás.

Me congratulo sinceramente por el hecho de tener la certeza de que estos valiosísimos restos que conforman un claustro casi completo, son auténticos y no una vulgar imitación como aseguraban los técnicos de la Generalitat Catalana, aunque terminasen en una finca privada, que no es lo más deseable, en lugar de retornar a su lugar de origen en un lugar público dónde ser admirados por los amantes del arte.

Acuden a mi mente los recuerdos de la ingente cantidad de edificios históricos, de pequeño tamaño, como tantas preciosas ermitas, e iglesias, así como conventos monasterios y otras reliquias del pasado no necesariamente de signo religioso, que han sido abandonadas a su suerte, vendidas por inaprensivos sin escrúpulos, olvidadas o desvalijadas, expoliadas y saqueadas, tanto en Castilla, donde resulta descorazonador la pérdida de un numeroso patrimonio, como en otros lugares de España, reflejando de esta manera un penoso interés por la cultura por parte de quienes tenían la obligación de defender a toda costa el legado de nuestros antepasados.

Un triste y desalentador ejemplo de los muchos que podrían ilustrar estas líneas, y que nos afecta directamente aquí, en la Castilla poseedora de un riquísimo patrimonio cultural. Concretamente en la provincia de Segovia, se dio un flagrante caso en Sacramenia. El monasterio de Santa María la Real fue una importante abadía cisterciense, que se levantó entre los siglos XII y XIII para acoger a monjes procedente de Francia. Un incendio en 1647 destruyó parte del monasterio, pero continuó en activo hasta 1834. La desamortización de Mendizábal provocó que todos sus bienes pasasen a manos privadas, llegando a utilizarse como granero. En 1925, un americano compró el claustro y el refectorio, lo embaló en cajas y se lo llevó a Miami dónde lo reconstruyó piedra a piedra para rentabilizarlo empleándolo como salón de bodas y banquetes.

 Así podríamos citar infinidad de casos, no sólo de vendedores de arte sin escrúpulos, sino de robos y expolios cometidos a lo largo y ancho de este inefable país, que permite con su desidia y abandono más intolerable, que su  preciado patrimonio, de un inmenso valor, quede desprotegido ante quienes no se detienen ante nada, con estas demostraciones de desprecio por la cultura y el respeto hacia el arte, el pasado, y quienes nos legaron sus hermosas y valiosas obras, que todos tenemos el deber de respetar, tanto a título individual como sobre todo por parte de las instituciones, que tienen el deber y la obligación de preservar a toda costa y con los medios oportunos que poseen, o de los que debieran disponer, para mantener el enorme, valioso e irremplazable tesoro cultural, que a todos nos pertenece.