Tenemos
una clase política cínica, irresponsable y envenenada por el poder, que no
trabaja para unirnos, sino para separarnos, que considera el engaño un
instrumento legítimo, y pueril la mínima exigencia ética. Hemos tocado fondo.
La
autoría de este texto, corresponde a Javier Cercas, del que me he apropiado,
porque lo considero la sentencia, la definición, la declaración más lúcida,
clara y rotundamente veraz, de lo que está sucediendo en nuestro país, y que
muy pocos han manifestado de una forma tan tajante y demoledora como la que este
intelectual ha llevado a cabo en un gesto que le honra y que apenas tiene eco
en los colegas de profesión, algo que los desacredita, que han optado por un
clamoroso silencio ante los desmanes habidos y por haber de un ejecutivo que
ejerce un férreo control sobre el resto de los poderes de un Estado del que se
han apropiado, dónde nada escapa a su control.
Nadie
con un mínimo sentido de la honestidad, la honradez y la objetividad, puede
objetar nada a esa brillante descripción de la situación política en este país,
con un gobierno dispuesto a llevar adelante su gestión al precio que sea, con
una desmedida ambición que no se detiene ante nada que pueda obstaculizar su
hegemónica posición, aunque tenga que utilizar la mentira como medio para
conseguirlo, así como cuestionar y retorcer las instituciones hasta utilizarlas
en su provecho, como si el Estado fuera de su exclusiva propiedad.
No
les ha importado saltar por encima de la separación de poderes, cuestionando a
los jueces hasta el extremo de señalar a aquellos que podían suponer, en el
ejercicio de sus funciones, un freno a sus intrigantes y siniestras
aspiraciones de lograr el poder,
tachándolos de jueces partidistas empeñados en ponerles obstáculos
continuamente, lo que ha llevado a Europa a llamarles la atención en varias
ocasiones ante denuncias presentadas ante semejante falta de respeto por el
poder judicial, lo que no les ha afectado en absoluto, continuando su cruzada
contra uno de los poderes del Estado del que parecen haberse apropiado como si
de un corralito privado se tratara.
Y
una vez instalados en el mismo, lo han organizado a conciencia, situando en
lugares clave a su gente, desde el fiscal general que se ha convertido en la
voz de su amo por excelencia, hasta la presidenta del consejo de estado,
antigua ministra y fiscal general, y otros altos cargos procedentes de ministerios
varios, todos bajo la siniestra dirección del intrigante y siniestro
superministro Bolaños (justicia, presidencia y relaciones con las Cortes),
auténtico mano derecha del jefe del ejecutivo, que de esta forma ejerce un
control absoluto sobre la gestión de este país, que parece profundamente
dormido y aletargado sin atisbos de reacción alguna.
El
control absoluto se hace cada día más
patente con continuos movimientos, en ocasiones sigilosos y en otros tan
sonoros y patentes, como el cese de la directora general de rtve, por negarse a
contratar a un bulldog que contrarrestase a un periodista de un determinado
programa de la televisión privada, en un acto más de manejo y control de una
institución pública, en este caso de los medios de comunicación que tanto
valoran por aquello de que la información es poder, algo que para este gobierno
está por encima de todo, y que vienen llevando a cabo desde que utilizaron la
amnistía como moneda de cambio para llegar adónde están hoy.
Con
la entrada en la escena política del titiritero jefe, y su pronta aparición
efectiva en el país que abandonó en una heroica acción en el maletero de un coche
(se había comprometido a reunirse con los suyos al día siguiente), se inaugura
una nueva época, en la que más pronto que tarde tendrán que hacer frente a la
exigencia del referéndum de autodeterminación, y por ende de la independencia.
No importa
que sea anticonstitucional, ya se inventarán algo para contentar a los
titiriteros, al fin y al cabo han conseguido siempre lo que se han propuesto,
unos dando y otros recibiendo, por lo
que un referéndum blandito, para no ofender, o un Estado libre asociado,
para ir tirando, entran dentro de lo posible, aunque dudo que se contenten con
cualquier artimaña. La clave es la de siempre, es decir, seguir en el poder
como sea, y si es posible con un control absoluto, que es lo que más les
satisface.
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