viernes, 15 de diciembre de 2017

ADOCTRINAMIENTO PERVERSO

Entre las muchas y pérfidas maldades que puedan atribuirse al ser humano, se encuentra la notable capacidad que siempre ha tenido para influir en las mentes de las gentes, maleándolas a su antojo, condicionando su pensamiento, la visión que tiene del mundo, de las cosas que le rodean y de la sociedad en la que vive, adoctrinándolas en definitiva, siempre con oscuros e inconfesables propósitos.
En estos tecnológicos tiempos, en pleno siglo XXI, aprovechando precisamente las inmensas posibilidades que comportan las redes sociales, se ejerce un destructivo adoctrinamiento de los más jóvenes ciudadanos amparándose en su capacidad para asimilar sin discriminar, como en Corea del Norte, entre otros, donde la feroz represión hacia sus infelices ciudadanos, comienza en la escuela infantil.
Pero no necesitamos recurrir a tan lejanos lares. Aquí, en nuestro País, en Cataluña, ya en la escuela manifiestan su odio a España, declarándose independentista y manifestando que España se rendirá ante la Nación Catalana, en una detestable demostración de aleccionamiento que no admite disculpa alguna.
 Infamia, vileza y perversión miserable y odiosa, la acción que llevan a cabo quienes utilizan los centros de enseñanza para adoctrinar a los niños desde su más tierna edad, con oscuras y detestables intenciones, ya sea en Corea del Norte, o en la Europa del siglo XXI, en un acto de imperdonable y cobarde acción de manipulación del intelecto y de la sutil sensibilidad de los más pequeños.
Acostumbrado estamos a escuchar comentarios acerca de estos detestables métodos utilizados por quienes no tienen moral ni ética alguna a la hora de considerar y preservar la sensibilidad y las delicadas mentes de los más tiernos infantes, con el agravante de llevarlo a cabo en la escuela, dónde deberían extremar el mayor de los cuidados para no pervertir la realidad en la que viven.
Pero aquí no hablo de lo que he leído o me han contado. Se trata de un caso muy próximo que conozco de primera mano, de un niño de SEIS años, hijo de un familiar directo, que vive en Barcelona, y que un día llegó del colegio, contándoles a sus padres las maravillas de la independencia y las bondades del amado líder exiliado.
A todo lo expuesto añadimos el aleccionamiento familiar, por parte de quienes no respetan el libre pensamiento de sus hijos, el resultado es sumamente descorazonador, pues les niegan de esta forma la libre capacidad de elección, decisión y discriminación a las que todo ser humano tiene pleno derecho para ejercer el disfrute del libre albedrío, inherente a todo ser humano.
Después de los espantosos años vividos en El País Vasco, pocos podían esperar la increíble situación que se está viviendo hoy en Cataluña, donde la crispación y el odio, próximos a la violencia, se están desarrollando con una inusitada intensidad quede nadie podía esperar de esa región, cuyos ciudadanos sufren las consecuencias de la radicalización y el fanatismo que divide a Cataluña.
Hechos  que está dejando atónitos a los ciudadanos de este País, y que está dividiendo hasta el entorno familiar y social, con proclamas que hablan de una España anti democrática e injusta, en un acto de suprema y vil falsedad que ellos, que han infringido todas las leyes, incluida La Constitución, saben que no responde a una verdad que les quieren ocultar, en aras de lograr sus aviesas, oscuras y siniestras intenciones.

martes, 5 de diciembre de 2017

LOS ESTRAGOS DE LA INDEPENDENCIA

Como se temía, después de la absurda y alocada aventura independentista que ha quedado en nada,  y de la imparable fuga de empresas que se cifran en varios miles, se ha sumado la negativa de la Agencia Europea del Medicamento, EMA, que ha descartado Barcelona como su próxima sede, lo que supone un duro golpe más a una economía que está sufriendo las consecuencias de una conflictiva situación que nadie desea.
Era sin duda la clara favorita, y ha sido eliminada a las primeras de cambio. Miles de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, decenas de miles de visitas que se esperaban, así como una importante inyección económica, se han esfumado. Todo gracias a una panda de cantamañanas, que a este paso van a acabar con la excelente reputación, el turismo y el poder económico de una inestable Cataluña que Europa no desea.
La Agencia Europea del Medicamento cuenta con un presupuesto de 340 millones de euros, unos 900 trabajadores que atienden a unas 1.500 empresas y 40.000 técnicos que anualmente acuden para plantear  consultas o presentar proyectos para su aprobación.
La EMA cuenta con un presupuesto de casi 400 millones de euros y atienden a unas 1,500 empresas, y recibe a unos 40.000 expertos al año y organiza diferentes congresos de alto nivel. Se calculan unas 36.000 visitas anuales, así como la previsión del desarrollo de nuevos negocios con personal de altísimo nivel técnico, ya que este organismo europeo cuenta con 1.600 proveedores.
No sólo la economía está sufriendo un duro castigo, lo que ya es sumamente importante, sin lugar a dudas, sino que también el prestigio y la buena imagen de una ciudad como Barcelona, notoriamente conocida y valorada en todo el mundo, está sufriendo el castigo que se le está infringiendo con una anómala situación de inseguridad que no favorece en absoluto la necesaria confianza que los mercados internacionales exigen.
Apenas se ha conocido la noticia, se han pronunciado los diversos agentes políticos y sociales de uno y otro lado, intentando los independentistas justificar esta negativa noticia, aduciendo que la culpa es del Estado Español por aplicar el artículo ciento cincuenta y cinco, en una muestra más del pedante e insoportable victimismo propio de quienes han provocado estos hechos.
Se lleva la palma la inefable alcaldesa de Barcelona, que una vez más, y ya van infinidad, ha demostrado que se merece con creces y que ha hecho méritos más que suficientes para que sea conocida como “la emperatriz de la ambigüedad”, al afirmar que la culpa de que no se instale en su ciudad la Agencia Europea del Medicamento, se debe tanto a la declaración de independencia como a la aplicación del famoso artículo.
El escritor polaco polaco, Ryszard Kapuscinski, afirma que el humanismo global del siglo XXI tiene fundamentalmente dos implacables y peligrosos enemigos: el fundamentalismo religioso y el nacionalismo. Los dos, envenenan y pervierten la razón y la capacidad de discernir que caracterizan al ser humano.
Ambos impiden que la lógica, la solidaridad y la cordura propias de una mente sensata, sean las protagonistas de las decisiones tomadas libremente, en lugar de la radicalización y el enfrentamiento a que conducen estos comportamientos fundamentalistas alejados de toda racionalidad, y que conducen a hechos, comportamientos y consecuencias indeseados, tales como los aquí citados.