viernes, 15 de diciembre de 2017

ADOCTRINAMIENTO PERVERSO

Entre las muchas y pérfidas maldades que puedan atribuirse al ser humano, se encuentra la notable capacidad que siempre ha tenido para influir en las mentes de las gentes, maleándolas a su antojo, condicionando su pensamiento, la visión que tiene del mundo, de las cosas que le rodean y de la sociedad en la que vive, adoctrinándolas en definitiva, siempre con oscuros e inconfesables propósitos.
En estos tecnológicos tiempos, en pleno siglo XXI, aprovechando precisamente las inmensas posibilidades que comportan las redes sociales, se ejerce un destructivo adoctrinamiento de los más jóvenes ciudadanos amparándose en su capacidad para asimilar sin discriminar, como en Corea del Norte, entre otros, donde la feroz represión hacia sus infelices ciudadanos, comienza en la escuela infantil.
Pero no necesitamos recurrir a tan lejanos lares. Aquí, en nuestro País, en Cataluña, ya en la escuela manifiestan su odio a España, declarándose independentista y manifestando que España se rendirá ante la Nación Catalana, en una detestable demostración de aleccionamiento que no admite disculpa alguna.
 Infamia, vileza y perversión miserable y odiosa, la acción que llevan a cabo quienes utilizan los centros de enseñanza para adoctrinar a los niños desde su más tierna edad, con oscuras y detestables intenciones, ya sea en Corea del Norte, o en la Europa del siglo XXI, en un acto de imperdonable y cobarde acción de manipulación del intelecto y de la sutil sensibilidad de los más pequeños.
Acostumbrado estamos a escuchar comentarios acerca de estos detestables métodos utilizados por quienes no tienen moral ni ética alguna a la hora de considerar y preservar la sensibilidad y las delicadas mentes de los más tiernos infantes, con el agravante de llevarlo a cabo en la escuela, dónde deberían extremar el mayor de los cuidados para no pervertir la realidad en la que viven.
Pero aquí no hablo de lo que he leído o me han contado. Se trata de un caso muy próximo que conozco de primera mano, de un niño de SEIS años, hijo de un familiar directo, que vive en Barcelona, y que un día llegó del colegio, contándoles a sus padres las maravillas de la independencia y las bondades del amado líder exiliado.
A todo lo expuesto añadimos el aleccionamiento familiar, por parte de quienes no respetan el libre pensamiento de sus hijos, el resultado es sumamente descorazonador, pues les niegan de esta forma la libre capacidad de elección, decisión y discriminación a las que todo ser humano tiene pleno derecho para ejercer el disfrute del libre albedrío, inherente a todo ser humano.
Después de los espantosos años vividos en El País Vasco, pocos podían esperar la increíble situación que se está viviendo hoy en Cataluña, donde la crispación y el odio, próximos a la violencia, se están desarrollando con una inusitada intensidad quede nadie podía esperar de esa región, cuyos ciudadanos sufren las consecuencias de la radicalización y el fanatismo que divide a Cataluña.
Hechos  que está dejando atónitos a los ciudadanos de este País, y que está dividiendo hasta el entorno familiar y social, con proclamas que hablan de una España anti democrática e injusta, en un acto de suprema y vil falsedad que ellos, que han infringido todas las leyes, incluida La Constitución, saben que no responde a una verdad que les quieren ocultar, en aras de lograr sus aviesas, oscuras y siniestras intenciones.

martes, 5 de diciembre de 2017

LOS ESTRAGOS DE LA INDEPENDENCIA

Como se temía, después de la absurda y alocada aventura independentista que ha quedado en nada,  y de la imparable fuga de empresas que se cifran en varios miles, se ha sumado la negativa de la Agencia Europea del Medicamento, EMA, que ha descartado Barcelona como su próxima sede, lo que supone un duro golpe más a una economía que está sufriendo las consecuencias de una conflictiva situación que nadie desea.
Era sin duda la clara favorita, y ha sido eliminada a las primeras de cambio. Miles de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, decenas de miles de visitas que se esperaban, así como una importante inyección económica, se han esfumado. Todo gracias a una panda de cantamañanas, que a este paso van a acabar con la excelente reputación, el turismo y el poder económico de una inestable Cataluña que Europa no desea.
La Agencia Europea del Medicamento cuenta con un presupuesto de 340 millones de euros, unos 900 trabajadores que atienden a unas 1.500 empresas y 40.000 técnicos que anualmente acuden para plantear  consultas o presentar proyectos para su aprobación.
La EMA cuenta con un presupuesto de casi 400 millones de euros y atienden a unas 1,500 empresas, y recibe a unos 40.000 expertos al año y organiza diferentes congresos de alto nivel. Se calculan unas 36.000 visitas anuales, así como la previsión del desarrollo de nuevos negocios con personal de altísimo nivel técnico, ya que este organismo europeo cuenta con 1.600 proveedores.
No sólo la economía está sufriendo un duro castigo, lo que ya es sumamente importante, sin lugar a dudas, sino que también el prestigio y la buena imagen de una ciudad como Barcelona, notoriamente conocida y valorada en todo el mundo, está sufriendo el castigo que se le está infringiendo con una anómala situación de inseguridad que no favorece en absoluto la necesaria confianza que los mercados internacionales exigen.
Apenas se ha conocido la noticia, se han pronunciado los diversos agentes políticos y sociales de uno y otro lado, intentando los independentistas justificar esta negativa noticia, aduciendo que la culpa es del Estado Español por aplicar el artículo ciento cincuenta y cinco, en una muestra más del pedante e insoportable victimismo propio de quienes han provocado estos hechos.
Se lleva la palma la inefable alcaldesa de Barcelona, que una vez más, y ya van infinidad, ha demostrado que se merece con creces y que ha hecho méritos más que suficientes para que sea conocida como “la emperatriz de la ambigüedad”, al afirmar que la culpa de que no se instale en su ciudad la Agencia Europea del Medicamento, se debe tanto a la declaración de independencia como a la aplicación del famoso artículo.
El escritor polaco polaco, Ryszard Kapuscinski, afirma que el humanismo global del siglo XXI tiene fundamentalmente dos implacables y peligrosos enemigos: el fundamentalismo religioso y el nacionalismo. Los dos, envenenan y pervierten la razón y la capacidad de discernir que caracterizan al ser humano.
Ambos impiden que la lógica, la solidaridad y la cordura propias de una mente sensata, sean las protagonistas de las decisiones tomadas libremente, en lugar de la radicalización y el enfrentamiento a que conducen estos comportamientos fundamentalistas alejados de toda racionalidad, y que conducen a hechos, comportamientos y consecuencias indeseados, tales como los aquí citados.

domingo, 26 de noviembre de 2017

LA REPÚBLICA PROCLAMADITA

Después de tanto tiempo como nos han tenido en ascuas, en tensión, con una insoportable, continua y pertinaz historia de desafíos, desobediencias y transgresiones de todo tipo y condición, de ofensas a la Constitución, y por ende al Estado en su conjunto, el denominado Procés, en mayúsculas, la también denominada Cuestión Catalana, con independencia y República incluidas, después de todo esto, y muchas y variadas rebeldías y secesiones más, todo ha quedado en nada.
Quizás por no reducirlo a su mínima expresión, por no desvirtuar lo sucedido, por no tomarlo enteramente a broma, podemos dejarlo en algo mínimo, exiguo, ridículo, leve y minúsculo hasta extremos imposibles de predecir apenas hace un par de meses, cuando un cierto pesimismo y una honda preocupación, barrían este País como hace mucho tiempo no sucedía, llegando hasta el extremo de calificarse como el mayor y más serio problema de los últimos tiempos.
Y ciertamente, pocas veces tanto ruido no ha justificado de ninguna forma tan pocas nueces, como en el caso de la “mujer asesinadita”, obra de teatro de Miguel Miura y Álvaro de la Iglesia, en tono de comedia, con geniales toques de humor negro y variados matices del absurdo más acendrado y cabal, se había visto como en este caso real como la vida misma.
 Una representación en la que la realidad imita e incluso supera a la ficción, con unos personajes que deciden saltarse todas las normas, incluidas las suyas propias, en aras de alcanzar una independencia que sabían imposible, que les conduciría a una República, que no ignoraban que era sino una imposible, inverosímil y disparatada utopía.
Algo que no obstante que decidieron llevar a adelante, engañando al pueblo, ese ente abstracto y recurrente, con el que se le llenaban la boca y la mente, para sacar las masas a la calle a pedir un extraña y sorprendente “libertad y democracia para el pueblo catalán”, algo que ofende las más elementales y suspicaces mentes de quienes contemplan a una Cataluña próspera y avanzada de una España que pertenece a una Unidad Europea, adalid de las libertades y derechos desde la historia de los tiempos.
En la comedia citada, hay una gran pasión de fuerzas y un dulce y pequeño asesinato, al tiempo que se critican las convenciones burguesas y la moral establecida, así como la negación de lo políticamente correcto y la asunción de varias amargas conclusiones, teñidas de un exquisito y bufo humor.
Tanto como en el grotesco, histrión y tétrico espectáculo que nos han dado los políticos independentistas, que a sabiendas de que dicha opción era inviable, y documentos de ello constan, incluidas grabaciones al respecto, decidieron continuar con un dantesco y bufo espectáculo, que comenzó con la proclamación declarada y suspendida, todo ello en menos de un minuto, que continúa con la tocata y fuga del presidente del Govern, y la abjuración y renuncia a sus principios de la presidente del Parlament ante la fuerza legal del Estado.
Visto el denigrante espectáculo ofrecido por estos aprendices de repúblicas proclamaditas, dudo que en el resto de Europa les queden ganas a los posibles candidatos a intentar independencias unilaterales que se sustenten en la transgresión de leyes, reglamentos y Constitución incluida. Más les vale quedarse en casa.

martes, 14 de noviembre de 2017

EL HUMANISMO GLOBAL

Paseando por la calle, por el parque, por el centro comercial, por las escaleras y el vestíbulo del edificio dónde vivimos, es fácil escuchar con harta frecuencia, comentarios acerca de la situación política que tensa a los ciudadanos de este País, como consecuencia de una situación tan inesperada y confusa como grotesca, en una región como Cataluña, que está afectando al resto del País.
Nadie se merece esto, nadie ha provocado este conflicto, que sin embargo los radicales independentistas se empeñan en atribuir y culpar al resto de España. Son otros, y muchos, los problemas que afectan a tanta gente que no llega ni a mitad de mes, que pasa hambre y necesidades sin cuento, que nos parecen invisibles, sencillamente porque no los queremos ver.
Nadie podía esperar esto hace apenas un año, no digamos tiempo atrás, cuando era el País Vasco, incluso cuando el terrorismo había dejado de golpear, quien nos tenía continuamente inmersos en la incertidumbre por una situación parecida a la que ahora vivimos en Cataluña, con el inefable Ibarretxe presionando cada día, hasta el momento en que decidió abandonar su empecinamiento independentista.
Imposible, nos decíamos en aquellos tiempos, que los catalanes llegasen a optar por la vía del independentismo. Vista la trayectoria seguida por ambas regiones, Cataluña y el País Vasco, pensábamos que los problemas llegarían de éste último, pero jamás se nos pasó por la cabeza lo que hoy contemplamos con asombro, aunque visionarios hubo, hace ya mucho tiempo, que afirmaban que estábamos equivocados.
Nos decíamos que los catalanes eran muy listos, demasiado para llegar a pensar en la independencia,  son muy prácticos se comentaba, la pela es la pela, jamás cometerán semejante error. ¿Cómo es posible que no fuésemos capaces de considerar que podría llegar a plantearse la situación en la que nos hallamos inmersos?
Ni siquiera ha habido una retirada, ni táctica ni estratégica, como llevaron a cabo los Vascos, que observan el presente proceso con sumo interés, pendientes de su desarrollo y de los resultados que de él se deriven, imposible de conocer en este crucial momento en el que nos encontramos.
En una alocada y vertiginosa huída hacia adelante, saltándose todas las leyes y normas, incluidas las suyas, despreciando y obviando la Constitución y su Tribunal, que ha invalidado todas las actuaciones del parlamento, una fracción de la ciudadanía se ha lanzado a la calle impulsada y dirigida por el propio Govern, sus aliados anti sistema y sociedades civiles, en pos de una independencia que proclame la República Catalana.
Cataluña entera ha quedado dividida en dos, creando una dolorosa fractura que ya existía, pero que ahora se multiplicará sin duda en intensidad y número, lo que motivará odios, recelos y enemistades que llegarán a todos los rincones de una sociedad que no podrá soportar por mucho tiempo tanta incertidumbre, tanto desasosiego y tanta zozobra, salvo que el buen juicio, la serenidad y la sensatez se impongan de inmediato.
Pero no son estas las virtudes que adornan a unos dirigentes que son los primeros en mostrarse al frente de los acontecimientos, con una actitud secesionista, de rebeldía, deslealtad e irresponsable desobediencia, así como por un absoluto desprecio hacia las leyes. Kapuscinkski, escritor polaco, afirmó: “La ideología del siglo XXI, es el humanismo global, pero tiene dos peligrosos enemigos: el nacionalismo y el fundamentalismo religioso”.

lunes, 6 de noviembre de 2017

LA GRAN PANTOMIMA

Por fin se bajó el telón, y la larga e insoportable ópera bufa, acerca de la independencia catalana llegó al último acto de una penosa y patética representación que ha mantenido al público expectante y tenso ante una obra que ha durado mucho tiempo.
Demasiado, sin duda para la inmensa mayoría, que ahora, al abandonar sus incómodas y fatigadas butacas, respiran con un cierto aire de alivio, que no es interpretado por igual por todos los asistentes, que en función de sus expectativas, muestran sus impresiones divididos en dos irreconciliables bandos.
Unos más que otros, han salido desigualmente satisfechos de este inacabable drama, que en demasiados actos y sin apenas descanso alguno, ha logrado crear un ambiente de crispación y permanente estado de incredulidad, que no ha cesado durante toda la dramatización.
 Y es que ha conseguido mantener un estado de excitación permanente con continuas bajadas y subidas de tono, avances y retrocesos exhaustivos, dudas y afirmaciones, que han mantenido la atención de un público, que incrédulo ante lo que veía, sólo decidió abandonar la sala cuando creyeron que el desenlace había llegado a su fin, ignorantes de lo que aún tendrían que soportar.
Ha sido tanta la tensión acumulada durante todo este tiempo, tantas las falsas alarmas, los desmentidos, las idas y venidas, que los ciudadanos que creyeron quedar plenamente satisfechos en un caso y sumamente desencantados en el otro, pronto se darían cuenta de que todo había sido un engaño.
Una pesada y grotesca broma, que supuso un desencanto para los que pensaron que la independencia y la consiguiente República habían sido por fin proclamadas sin suspensiones ni arbitrariedades, y un alivio para quienes se oponían a una secesión que no parecía tomar carta de naturaleza.
 Así fue pasando el tiempo, sin proclamas solemnes en el balcón de la Generalitat, a cargo del President, sin arriar la bandera española en el Palau, algo que cabía esperar si la independencia se hubiera llevado a cabo sin ningún género de dudas, algo que a medida que pasaba el tiempo se iba sustanciando y materializando, con un gobierno que no dudó en aplicar la ley que suponía la intervención de la Autonomía Catalana.
Algo que dejó en su forzado y tozudo lugar, una división de opiniones manifestada antes de comenzar una cómica y burlesca función, que a su término pareció dejar bien claro que unos, al final, y afortunadamente, habían visto lo que ya no esperaban lograr, mientras que el resto, que pensaban disfrutar intensa y vivamente, quedaron sumidos en la más desesperante de las frustraciones.
Nadie, ni los más atrevidos y audaces profetas, podían prever el final de esta absorbente e impredecible ópera bufa, que ha divertido tan sólo a unos, mientras el resto, que todo lo esperaban y que tenían fundadas esperanzas de salir airosos y plenamente satisfechos, se preguntan ahora cómo es posible que algo que veían tan cercano y próximo, lo contemplen ahora lejos de su alcance.
Mientras tanto, los responsables políticos que fueron los culpables de tensionar la situación hasta extremos insoportables y que crisparon profundamente una sociedad ahora más dividida y fracturada que nunca, han tomado las de Villadiego, abandonando a sus partidarios que no cesan en su desconcertado asombro.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

NO HAY MAL QUE CIEN AÑOS DURE

Este popular refrán, tan conocido y usado, siempre ha estado de una vigencia plena, de una actualidad persistente, y de una absoluta y acertada pedagogía de andar por casa, que todo el mundo asimila y descifra al instante, que sirve tanto de consuelo ante las interminables desgracias, como de preventivo eficaz ante las aventuras más alocadas, y las fantasías más dispares, llevadas ambas a su más disparatado extremo, y a las que el ser humano es tan propenso, dispuesto siempre a tropezar dos veces con la misma piedra.
 Tan rico es en acepciones y en interpretaciones de toda índole, que se precia de tener múltiples, diversas y jugosas versiones, todas ellas más o menos sabiamente acertadas y no menos aceptadas, que completan su introducción inicial, aquí a modo de título, y que rezan como las que siguen:
No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista; con las que también juega el usuario para conseguir efectos cómicos como en la siguiente: no hay mal que cien años dure ni cuernos que lo aguanten;  o adaptadas a variadas  circunstancias, como la inmediata siguiente, tan taxativa y transparente, que no deja lugar a controversia alguna: no hay mal que cien años dure, ni enfermo que lo resista.
Y es que llevamos tanto tiempo con la insoportable y cansina melodía del llamado proceso catalán, que incluso para tratar de evadirlo, hemos de citarlo expresamente, en una ceremonia de la confusión, que nos ha conducido a gran parte de los ciudadanos, a una colectiva y desestabilizadora catarsis.
Tan emocional y obsesiva se nos presenta, que ha logrado que este tema esté presente en nuestra diaria vida, desde que nos despertamos hasta que retornamos al que debería ser un reparador sueño, que incluso puede verse alterado por unos acontecimientos que llegan incluso a influir en tan necesario descanso.
No hay noticia que cien años dure, ni ciudadano que lo soporte, es lo que esperamos y deseamos, con un ánimo plenamente dispuesto a que se cumpla esta nueva versión del tantas veces citado aforismo, que aquí materializado, nos martiriza día tras día, con su machacona y persistente presencia en los medios de comunicación, en las redes sociales, y en los lugares más próximos a cada uno de nosotros.
Y es que ya sea en el trabajo o en las reuniones, ya sean con los amigos y conocidos, o bien con los familiares, pueden acabar en ocasiones como el rosario de la aurora, ya que difícil es descartar con la mención de estos temas, las disensiones y desacuerdos, acerca de un tema que nos tiene absortos, sin desearlo, sin haberlo pedido ni expresamente solicitado.
Deseando estamos que ceje ya en su pedante e insoportable soniquete, esperando no dure, no ya cien años, sino su equivalente en días, que pese a que muchos nos pueden parecer, son bastante más los que ya llevamos soportándolo, con lo que pese a todo, y dadas las circunstancias, satisfechos quedaríamos si al menos nos dejasen de vez en cuando un remanso de paz, aunque solo fuesen unos cuantos días de sosiego.
Porque hay vida después de este desenfreno secesionista, que tan sólo a los vendedores de banderas, a los psicólogos y a los medios de comunicación les ha traído buenas y remuneradas nuevas, ya que a los ciudadanos, de la tendencia que fueren, les está suponiendo una desmesurada carga de tensión que ni desean ni merecen que se prolongue un solo día más.

jueves, 26 de octubre de 2017

LA TRAMPA

Como si de una inacabable serie por entregas se tratara, el culebrón catalán continúa deleitándonos con sus interminable capítulos de intriga, cuando no de ciencia ficción, que habiendo comenzado hace más de un año, promete continuar durante mucho tiempo aún, durante el cual nos esperan, sin duda, innumerables y suculentos capítulos que todos esperamos con auténtica fruición.
 Todo ello pendiente de una trama que ya empieza a desbordarse, en un afán por entretener y desesperar al mismo tiempo, a una audiencia que ya no se sorprende por nada, pero que comienza a desesperar ante tanto cambio, tanto desvarío y tantas y tan inefables novedades como se le presentan, las cuales no dejan entrever cómo y cuándo terminará la novelada entrega.
La incertidumbre comienza a pesar como una losa sobre el denominado proceso catalán, que no es otra cosa sino un claro y fragrante caso de rebelión de una comunidad autónoma, sujeta como todas las demás a la Ley y a una Constitución que rige por igual en todo el territorio nacional, y ante la que el gobierno de esta región, ha decidido rebelarse con una desobediencia notoria, llegando hasta la secesión.
Después del esperpéntico referéndum que de una forma grotesca llevaron a cabo, los resultados que han salido a la luz, emitidos no por una junta electoral acreditada como tal, que dicho de paso, no existía, sino por el mismo Govern, lo que constituye una irregularidad más de las muchas habidas, anunciaban unos datos absolutamente favorables para ellos, los cuales, afirmaban, les legitimaban para declarar la independencia.
Llegados a este punto, y ante las sucesivas sentencias del Tribunal Constitucional invalidando y suspendiendo cuantas acciones ilegales se saltaban la principal norma legal del Estado, convocaron un pleno en el que el presidente catalán, sin debate alguno, propondría la independencia unilateral, lo que supondría la proclamación de la República Catalana.
Y hete aquí, que llegado el día y la hora, después de una inesperada y extraña espera de sesenta minutos, cuando había llegado el momento del comienzo, el presidente tomó el uso de la palabra para, en esencia, asumir el mandato del pueblo catalán que en referéndum había decidido con su voto la proclamación de la independencia, para inmediatamente después, en el siguiente párrafo, suspenderla.
Atónitos todos, aunque unos más que otros, los diputados, invitados y medio mundo que asistía a través de los medios de comunicación, se miraron sorprendidos, tratando de descifrar semejante desatino, ininteligible, retorcido e imposible de comprender sobre la marcha, en un acto de incomprensible y grotesca capacidad de confundir perversa y deliberadamente a una audiencia que no daba crédito a cuanto allí tenía lugar.
Para completar la mascarada, la farsa, la trampa en forma de taimado e inverosímil relato, los diputados independentistas, firmaron un documento de inquebrantable adhesión a la República Catalana, eso sí, fuera de sede parlamentaria, para evitar comprometerse, sin dejar de hacerlo, para confirmar el sí, pero no, la suspensión, sin suspender.
La historia, en definitiva, más rocambolesca que la política ficción ha visto jamás. Una auténtica y verdadera ceremonia de la confusión, aberrante e irracional sin paliativos.

domingo, 22 de octubre de 2017

UN CONVULSO PAÍS

Fue el canciller Otto Von Bismark el autor de la inefable, célebre y tajante cita histórica, que afirmaba que España era el país más fuerte del mundo, un país indestructible, porque llevaba siglos intentándolo y aún no lo había conseguido.
No es quizás un razonamiento muy acertado, ni tampoco el más lógico y razonado, ya que el que realmente sería el más fuerte, y por lo tanto más indestructible, sería aquel país que se mantuviese unido y cohesionado a través de su historia, como demuestran muchos países avanzados, que no han tenido que demostrar ser los más fuertes, para mantener su unidad.
Así nos lo demuestran numerosos países europeos y de otros continentes, que pese a haber sufrido algunos avatares y vaivenes a lo largo de su historia, no han tenido que estar demostrando permanentemente su capacidad para consolidar una unidad nacional sin necesidad de continuos sobresaltos, algo de lo que España no puede alardear.
España, ciertamente, ha pasado por numerosos episodios históricos que desde sus orígenes han sumido a esta nación en un mar bravío, donde el barco ha estado sometido a una inestabilidad desasosegante, que lo ha colocado a la deriva con una frecuencia no deseada, de la que hemos ido saliendo indemnes hasta un este azaroso presente en el que nos encontramos, en los albores ya del siglo XXI.
No hemos de sentirnos orgullosos por el hecho de haber capeado el temporal durante tantos siglos, y haber escapado de sus garras sin excesivos destrozos, que no obstante, aunque no de forma inmediata, sí a largo plazo hemos sufrido las consecuencias.
Han sido tantas las heridas que quedaron abiertas en unos casos y en otros aún sin cerrar, que nos han conducido a un mar de confusas e inestables situaciones territoriales que han derivado en una España que después de tanto tiempo continúa sin definirse.
Una nación de naciones, un estado plurinacional, una federación de países. Son estas algunas de las situaciones con las que se trata de situar y definir a este País, inmerso en la búsqueda de una definitiva definición que de sentido, tranquilidad y estabilidad política y social a una España que no parece encontrarse a sí misma, quinientos años después de consolidarse como nación.
Vanos intentos han tenido lugar a lo largo de su historia, desde Los Comuneros hasta hoy, pasando por numerosos episodios que intentaron desmembrar un territorio que ha logrado mantenerse unido, pese a vaivenes de toda índole que han dejado sus indelebles huellas a través de la historia.
Y aunque todos estos avatares no habían conseguido sus propósitos hasta el presente, de nuevo vuelven a mostrar sus oscuras y siniestras caras los fantasmas de un intento de secesión que ha desembocado en una irresponsable y peligrosa rebeldía, sumada a una incalificable desobediencia que puede acarrear importantes consecuencias, que la inmensa mayoría de esta nación rechaza sin ambages.
Ochenta y tres años después, la siniestra sombra del independentismo vuelve a mostrar su más inquietante cara. Después de un ilegal y fraudulento referéndum, el gobierno catalán pretende volver a salir al balcón a declarar de nuevo la independencia, inaugurando una nueva época convulsa y cíclica de un País en estado de alerta permanente, que no hace sino confirmar aquellos presagios del canciller alemán. Confiemos en que su afirmación una vez más se confirme, y esta nación permanezca unida.

lunes, 16 de octubre de 2017

EL ESPERPENTO CATALÁN

Mientras estas líneas se plasman en el papel, contemplo con una mezcla de asombro e incredulidad, las concentraciones de catalanes en calles y plazas de Cataluña con motivo de la huelga general convocada para protestar por los sucesos acaecidos el día uno de octubre, mientras se llevaban a cabo las votaciones para el ilegal referéndum.
Consulta que pese a todas las prohibiciones emitidas por el Tribunal Constitucional, consiguieron llevar a efecto utilizando cuantas artimañas y desatinos pudieron utilizar, y cuyos imaginarios y truculentos resultados, aún estamos esperando cuarenta y ocho horas después.
Una huelga que movería a la risa, si no fuera porque el asunto es extremadamente serio, ya que no se protesta por motivo laboral alguno, sino por los malos tratos recibidos por los votantes a cargo de las fuerzas de seguridad encargadas de evitar una votación que vulneraba la Constitución, y que los susodichos ciudadanos juzgaron extremadamente violentas.
A tal extremo afirman que llegó, que según el gobierno catalán, causaron cerca de novecientos heridos, cifra absolutamente ridícula y exorbitante, que hubiera colapsado hasta los hospitales, que en ningún momento se vieron sumidos en semejante situación.
Vaya por delante que los medios utilizados por la policía española, no por la catalana que hizo mutis por el foro, se limitó a intentar retirar las urnas y a los ciudadanos que trataron de impedirlo, con la lógica consecuencia de forcejeos y un mínimo empleo de la fuerza, inevitable en tales circunstancias.
Todo este esperpento huelguístico, ha movilizado a una parte importante de esa mitad de catalanes que comulgan con el independentismo, con la ausencia, no obstante, de sectores empresariales y sindicales que estando en desacuerdo con esta convocatoria, no han querido participar en una huelga extraña y fundamentalista  convocada por los sectores más radicales.
Todo ello en una sociedad que parece haber entrado en una loca huída hacia adelante en busca de una independencia que pretenden proclamar saltándose todas las leyes constitucionales, declarándose en rebeldía y llevando a cabo una desobediencia total que encabezada por el gobierno catalán en pleno, ha arrastrado a media Cataluña a una locura colectiva de consecuencias que ahora no podemos precisar, pero que sin duda es inmensamente preocupante.
El País asiste asombrado ante todos estos hechos, al tiempo que en Europa, que comprenden en su mayoría la posición Española ante el desafío constitucional planteado, asisten a este deplorable espectáculo, comenzando también a sentir una cierta preocupación.
Y es así, por el hecho de que estos sucesos que constituyen una absoluta quiebra de la paz y el respeto constitucional, puedan llegar hasta sus países, donde la mayoría tienen motivo para pensar que alguna de sus regiones, visto el caso catalán, tomen ejemplo y decidan subvertir el orden legal con el objeto de levantarse contra el Estado, algo que evidentemente no desearían afrontar, y que les obliga a seguir con suma atención cuanto está sucediendo en Cataluña. Extremadamente preocupante, absurdo y sumamente esperpéntico.

lunes, 2 de octubre de 2017

EL NACIONALISMO SE CURA VIAJANDO

Es viajando como se descubre que las fronteras impuestas por los hombres, representan una limitación  social aberrante que ofende a la dignidad de los ciudadanos de un mundo que no entiende de barreras, murallas y obstáculos diversos, dispuestos a dificultar, si no a impedir, la libre circulación de las personas, en un acto contrario al entendimiento y a la comunicación personal y plenamente espontáneo y natural, a la que todo ser humano tiende de una forma instintiva.
Fue Pío Baroja quien afirmó que los nacionalismos se curan viajando, en un alarde de inteligencia y sabiduría, que nadie en su sano y sagaz juicio debería negar, y que comenzó con los primeros seres racionales que habitaron la Tierra, que continuó con los navegantes que se adentraron en los desconocidos y procelosos mares adonde se aventuraron en busca de nuevas tierras y civilizaciones.
Fueron muchos los que continuaron este empeño en conocer nuevos países, ciudades y gentes, en un alarde de valentía y afán de aventura, cuyo más singular representante fue sin duda Marco Polo, al que siguieron otros afortunados viajantes que recorrieron un mundo sin barreras ni fronteras, hasta llegar a nuestro tiempo, en que no parece que hayamos aprendido lección alguna de las muchas que ellos nos transmitieron con su valiente e incansable afán de infatigables viajes por el mundo conocido y por conocer.
Irlanda, un pequeño país que tantas evocaciones románticas despierta en las mentes de las gentes amantes de los viajes, es el país que en términos relativos, más grandes escritores ha dado al mundo, como Oscar Wilde, Samuel Beckett, Bernard Shaw, Patrick kavanagh y James Joyce, entre otros.
Todos ellos, abominaban del nacionalismo, considerando que sentirse orgulloso de haber nacido en un lugar determinado, no tenía sentido alguno, añadiendo Joyce, autor del Ulises, que al fin y al cabo, una nación, no era más que el mismo lugar dónde vivía la misma gente.
A menudo se confunde patriotismo con nacionalismo. George Orwell, afirmaba que el nacionalismo es el peor enemigo de la paz, ya que los nacionalistas piensan que la patria propia es superior las otras en todos los aspectos, mientras que el patriotismo no es más que un sentimiento de admiración por la forma de vida de una nación. Añadía Orwel, que el patriotismo es pasivo por naturaleza, mientras que el nacionalismo puede agresivo.
Derribar murallas y eliminar barreras que separen a los seres humanos, es tarea en la que deberíamos ocuparnos con empeño, en lugar de izar nuevas banderas, himnos y fronteras, utilizadas como escudos y elementos diferenciales para constituirse en nuevos estados, en oposición de la otra mitad de la ciudadanía que no está de acuerdo.
Y sin embargo, una desatada y radical onda independentista está arrasando Cataluña, con una inusitada y desbordante manifestación nacionalista que no respeta leyes ni normas por el orden jurídico y constitucional establecido y aprobado por una inmensa mayoría, con un fanatismo ciego y arrollador, que está creando situaciones de una extrema tensión como hace mucho tiempo que en España no se vivían.
Si a todo lo expuesto le añadimos el hecho indiscutible de que vivimos en un mundo cada día más globalizado, la conclusión la hallamos en la afirmación de Albert Einstein: “la estupidez humana es infinita”.

domingo, 24 de septiembre de 2017

DIVINAS AYUDAS

La Ministra de Empleo, Fátima Báñez, se encomendó en su momento a la Virgen del Rocío, porque según dijo, "nos ha hecho un regalo en la salida de la crisis y en la búsqueda del bienestar todos los días de los ciudadanos".
Así lo manifestó durante una visita al Ayuntamiento de Almonte para anunciar que el Gobierno había declarado el Año Santo Jubilar Mariano de la aldea del Rocío acontecimiento de excepcional interés turístico.
Durante su comparecencia, Báñez reconoció su fervor rociero y afirmó que se siente "muy emocionada" por "el regalo que ha hecho la Virgen del Rocío, aliada privilegiada y embajadora universal de Huelva, en el camino hacia la salida de la crisis y en la búsqueda del bienestar ciudadano".
Tal fue el fervor que manifestó hacia la Blanca Paloma que se despidió con un "Viva la Virgen del Rocío" que todos los asistentes aplaudieron entusiasmados, en una ceremonia de la confusión que la mayoría de los medios de comunicación destacaron prolijamente, ante las vibrantes y calurosas muestras de agradecimiento a la virgen, algo impropio de un político, o como mínimo sorprendente, que nadie podía esperar.
Sin duda sobran comentarios ante tan esperpénticas manifestaciones que se sitúan en el terreno de la más absoluta y sorprendente demostración de una beatería propia de una fanática meapilas, que confunde el hambre con las ganas de comer, en un País cuya Constitución contempla una aconfesionalidad, que esta ministra parece desconocer.
Y ahora, una vez comprobado, según ella, que la virgen ha echado una mano en la superación de la crisis, aunque muy pequeña y muy discriminatoria, laboralmente hablando,  debería renovar sus plegarias con el objeto de que los trabajadores recuperen sus vidas y haciendas anteriores.
Todo ello, al tiempo que debería compensárseles por las pérdidas sufridas en sus honorarios, a causa de unas circunstancias económicas que les fueron sobrevenidas, de las cuales ninguna culpa puede achacárseles, y que pese a ello tuvieron que aguantar y soportar, y que hoy continúa afectándoles, cuando todo el peso de los errores y excesos cometidos jamás debería haber recaído sobre sus sufridas espaldas.
Así parece que lo va a hacer, ya que la ministra ha afirmado que los salarios en España deberían subir, a raíz de los buenos datos de empleo que se vienen registrando, y pide a los agentes sociales, en plena negociación colectiva, que lleguen a un acuerdo de subidas salariales para 2017, sin ayuda divina alguna, con la única posible que es la de la humana y terrenal lógica de las partes en litigio.
Según manifiesta la señora ministra, esto se debe trasladar y plasmar en el bolsillo de los ciudadanos, con un aumento de retribuciones y una mejora del poder adquisitivo, lo cual le honra en cierta medida, y más aún si se tiene en cuenta, que no ha vuelto a pedir la ayuda de la virgen, por lo que podemos concluir que ya se basta y se sobra ella sola para resolver los problemas de su ministerio.
Ardua tarea para reclamar una subida salarial que se nos antoja harto complicada. Las empresas han gozado de tantos privilegios laborales, que no van a dar su brazo a torcer después de tantas facilidades otorgadas. Quizás la señora ministra tenga que echar mano otra vez de sus buenas relaciones celestiales.

lunes, 11 de septiembre de 2017

FUNDAMENTALISMO RADICAL CATALÁN

Mucho ha llovido, desde que diversos colectivos y personas físicas, comenzaron a denunciar la continuada conculcación de los derechos lingüísticos y culturales de que es objeto la comunidad castellano hablante de Cataluña a cargo de las instituciones autonómicas, así como por la mayoría de las de ámbito provincial y local, en ocasiones con el consentimiento, tolerancia o connivencia del Gobierno del Estado, en un acto que aunque no permitido por éste ni por la ley que de él emana, constituye un evidente y completo atropello hacia una mayoría de la ciudadanía catalana.
Con ello se persigue el propósito de forzar un cambio lingüístico en una sociedad bilingüe, como la catalana, de manera que la comunidad de habla castellana sustituya su lengua habitual y propia por la catalana. Todo ello en contra de la composición sociolingüística de la población, de la Constitución Española, del Estatuto de Autonomía y de los tratados internacionales  que protegen los derechos humanos.
La productora de la serie Isabel se vio obligada a buscar nuevas localizaciones para las secuencias que tenía previsto rodar en el Museo de Historia de Barcelona, dependiente del Ayuntamiento de la ciudad, después de que se le denegara el permiso de grabación aludiendo a discrepancias sobre la fidelidad histórica de la serie.
La productora tenía previsto rodar en las escalinatas del museo, en la puerta de entrada del mismo y en una de las ventanas del Salón del Tinell, que pertenece al museo barcelonés, algo que no podrá llevar a cabo por negársele el oportuno permiso.
El motivo que aduce el Ayuntamiento de Barcelona, es que considera que la serie Isabel, mitifica la realidad histórica,  lo que es motivo suficiente, según ellos, para denegar el permiso para rodar en esas localizaciones, según declararon fuentes del Instituto de Cultura de Barcelona.
En Sabadell, la quinta ciudad más importante de Cataluña, se plantean si deberían desaparecer de su callejero, la plaza de Antonio Machado, o la de Quevedo, por españolistas, o la de Goya, sorprendentemente en este último caso, por franquista. El estudio discute que merezcan un espacio porque califica, sobre todo a ambos poetas, de hostiles a la lengua, cultura y nación catalanas.
El gobierno de Sabadell, que agrupa a ERCCUP, ICV, Podemos y otros, solicitó un informe al historiador Josep Abad, miembro de entidades soberanistas. El encargo fue obra de una comisión que preside la concejal de Cultura, la republicana Montserrat Chacón.
El informe, afirman, es una herramienta más, una propuesta. No significa que lo que el informe diga es lo que tengamos que hace, comenta. No obstante, el documento ha sido trasladado por el Ayuntamiento a las entidades de la ciudad que decidirán si deben introducirse cambios. El gobierno local deberá avalarlo en última instancia. Por ejemplo, censura a Machado afirmando que “bajo la aureola republicana y progresista con que se ha revestido su figura hay una trayectoria españolista y anti catalanista”.
El estudio considera grave que dos barrios de Sabadell estén bautizados con los apellidos de los poetas José de Espronceda y Ramón de Campoamor. Los enmarca en un modelo pseudo cultural franquista, al igual que a Gustavo Adolfo Bécquer, Mariano José de Larra, Lope de Vega, Leandro Fernández de Moratín, Tirso de Molina o Joaquín Turina, también en el callejero.
Abad aboga por “un debate sereno conducido por especialistas en que se escojan los autores universales que por la singularidad de su obra se merezcan un lugar en el nomenclátor. También discute que dispongan de calle la dirigente comunista Dolores Ibárruri, La Pasionaria - la califica de seguidora de Stalin, o Rafael del Riego, militar que dio apodo al himno republicano.
El historiador considera que debe revisarse el callejero de la localidad para “adecuarlo a la realidad sabadellense, catalana y mundial y deshacerse de las últimas rémoras de un nomenclátor que era una herramienta de propaganda franquista y castellanista españolista, tanto a nivel de personajes, como a nivel histórico, geográfico y cultural”.
El informe añade, que existen otros a los que tacha de “mitos de la historiografía españolista»”, por lo que cuestiona que existan calles a Agustina de Aragón, Bailén, Dos de Mayo, Numancia o Covadonga, a conquistadores como Francisco Pizarro y menciones al pasado colonial, como el Rif o Tetuán.
El informe se descalifica a sí mismo. No son necesarios muchos análisis. No tiene desperdicio. Es un claro ejemplo de la capacidad humana para desarrollar una intolerancia y una radicalidad, que conduce al fanatismo dogmático y a la irracionalidad más recalcitrante.

domingo, 3 de septiembre de 2017

LA PATRIA DEL SILENCIO

Leyendo el libro Patria de Fernando Aramburu, los recuerdos se agolpan con una fuerza y un ímpetu avasallador tal, que cuando aún queda un tercio de la narración, la intención es la de abandonar dicha lectura para no prolongar el pesar y la ira contenida por parte de un lector que vivió desde lejos, pero intensamente, los acontecimientos que en dicha novela se narran, y que más que a una novela, corresponden a una descripción novelada de unos hechos que en su momento tuvieron lugar en el País Vasco.
Hechos que, sin duda, más nos recuerdan a una biografía detallada con personajes y sucesos reales, que a una narración propiamente dicha, elaborada, documentada y relatada conforme a unos cánones novelescos, dónde la imaginación y la fantasía no ocupan lugar alguno, y dónde la dureza y la fría y cruel realidad, cobran todo su sentido a medida que se avanza en un relato que aunque suele dejar espacios de sosiego y alivio, apenas concede un respiro a quien conoció y siguió con detenimiento los hechos que se citan y que ahora duda si debiera rememorarlos de nuevo.
Fueron tiempos de una incomprensible y desgarradora época que marcó a familias enteras por motivos bien diferentes pero conectados entre sí, como el caso que se relata, dónde dos familias en la que todos sus miembros mantuvieron una sincera y entrañable amistad en el pasado, se enemistan, en virtud de unos trágicos hechos que afectan a ambas, pese a que una sufre el desgarro del terrorismo al ser víctima del mismo uno de sus miembros, mientras que la otra alberga en su seno a uno de los terroristas de la banda.
Todo ello provoca un rechazo inexplicable y cruel de la familia de éste hacia aquella, en un desvarío propio de entonces, cuando las familias de las víctimas sufrían antes, durante y después del asesinato, en una ceremonia de odio, rechazo y exclusión, que comenzaba por la denuncia, la ofensa y el hostigamiento continuo y que no terminaba con la eliminación física, sino que continuaba después con una lacerante y cruel animosidad y aversión hacia los familiares.
Fueron aquellos tiempos de plomo que marcaron a toda una generación en Euskadi, los que relata con toda su dureza el escritor Aramburu. Allí lo vivieron directamente, sobre todo en los pueblos del interior, dónde la presión de una sociedad cerrada y radical hizo un absoluto vacío a quienes no confesaban con sus ideales nacionalistas, condenando doblemente a las víctimas y a sus familias que se vieron rechazadas y apartadas por el hecho de serlo, como si fueran apestados a los que había que retirar la palabra.
Pero aquí, en el resto de España, también se vivió intensamente cuanto allí tenía lugar y cuantas injusticias se desataban sobre ellos, a la vez que se soportaban los numerosos atentados a los que sometieron a numerosas ciudades como Madrid, dónde fueron muy numerosas las víctimas del fanatismo de los violentos.
Y es por ello, que al leer Patria, retornan a nuestra memoria aquellos terribles años que desde aquí se vivieron con una mezcla de incomprensión, dolor e ira hacia quienes trataban por todos los medios de destrozar las vidas de quienes pensaban de otra manera, de quienes no confesaban con sus ideales nacionalistas y sobre todo de quienes por el terrible hecho de ser objeto de sus atentados, se convertían en indeseables para ellos.
Recientemente los sucesos acaecidos en Alsasua, dónde dos guardias civiles acompañados de sus respectivas parejas, fueron acosados por los energúmenos radicales de siempre, vienen a despertar los antiguos fantasmas que se creían ya olvidados, hasta el punto de que como entonces, han tenido que abandonar el pueblo, mientras sus familiares sufren del hostigamiento que sobre ellos, ejerce la violencia radical.
Fernando Aramburu muestra las dos caras de una sociedad que ha preservado los valores de unidad familiar, y donde la cuadrilla es el instrumento de socialización de los más jóvenes, dejando muy claro que la misma mentalidad que sustenta una gran cohesión social ha sido sin lugar a dudas el caldo de cultivo de la justificación de la violencia y del feroz acoso hacia quienes no comulgaban con sus dictados radicales y violentos, que desde el resto del País vivimos con angustia e incredulidad y que ahora Patria se encarga de recordarnos.

domingo, 27 de agosto de 2017

EL TURISMO NOS ROBA

El hastío, la intransigencia, la intolerancia y una profunda irresponsabilidad, empuja a muchos grupos sociales a sumarse a una infantil revolución ajada y trasnochada que han dado en denominar anti sistema, anticapitalista, y cuantos calificativos podamos encontrar que signifiquen y definan sus pretensiones, que no son otros que oponerse a cuanto esté establecido.
Surgen por doquier, a la sombra de tanto populista barato y pseudo revolucionario anacrónico tan de moda en la actualidad, que seduce y obnubila las mentes de jóvenes y maduros que parecen ver en esta actitud una forma de protesta y oposición al mundo y sus circunstancias.
Nada aportan con sus protestas, quejas y desvaríos, salvo el rastro que a su paso van dejando, que no es otro que los destrozos en instalaciones turísticas, medios de transporte, locales y mobiliario urbano que pagan las consecuencias de su violencia, y que en muchos casos acaba sufragando el erario público, en definitiva los ciudadanos, pues tal es su grado de inconsciencia y tales los desmanes que llevan a cabo estos individuos, mensajeros de la estupidez y la sinrazón más elocuentes y disparatadas.
El desconcierto alcanza su punto más álgido cuando el ciudadano contempla cómo determinados grupos políticos con representación en gobiernos regionales, apoyan y aplauden estos hechos y estos comportamientos que no dejan indiferente a nadie y que conducen a preguntarse qué está pasando, qué está sucediendo, qué puede pasar por la mente de estas personas, que recurren a la violencia sin ambages en una sociedad abierta y plural que permite como nunca divulgar, denunciar, y comunicar en definitiva, al instante, y a toda la sociedad en su conjunto, cuantas observaciones e inquietudes tengan a bien transmitir a través de las redes sociales.
Revolucionarios de nuevo cuño, fuera de lugar y de tiempo, que dicen oponerse aun Sistema establecido del que se nutren y alimentan en su tiempo libre para su disfrute y bienestar, utilizándolo a su antojo e interés, cuando de obtener una ventaja se trata, para a renglón seguido cuestionarlo y perseguirlo en una malévola maniobra tenazmente reiterativa.
¿Y qué decir de los responsables políticos, representantes de una ciudadanía que contempla asombrada cómo desvirtúan una actuación que debiera repercutir en el bienestar de sus votantes?
¿Acaso esos ciudadanos les han autorizado a cometer tales desmanes?
¿Pueden justificarse de alguna forma, los destrozos causados en nombre de una llamada turismofobia?
Evidentemente no. Es absolutamente condenable e injustificable. Mientras, quienes de alguna forma les apoyan en las altas esferas regionales, utilizan una doble vara de medir, con el objeto de contentar a los suyos y al resto, es decir, a unos y a otros, a propios y extraños, en una clamorosa y vergonzante ceremonia de la confusión, que acaba por atraparlos en sus propias redes, en un doble juego que acaba por no contentar a nadie.
La han emprendido contra el turismo, al que acusan de masivo, comenzando por Barcelona y continuando en otras ciudades, dónde grupos similares han tomado su ejemplo, llevando a cabo acciones violentas contra instalaciones turísticas de todo tipo, desde hoteles y autobuses a bicicletas turísticas de alquiler, ante la atónita mirada de quienes los visitan, que no dan crédito a estos hechos violentos,  que no pretenden otra cosa que visitar sus ciudades, contribuyendo con ello a su economía, y a la de un País, dónde esta actividad es la principal fuente de recursos.
Los excesos de cierto turismo marginal, facilitados en gran medida por hosteleros y agencias de viaje sin escrúpulos con sus campañas del todo a cien, por otra parte muy localizado, y que puede y debe controlarse y perseguirse por los medios legales oportunos, no puede de ninguna forma justificar estos actos vandálicos, siempre condenables y rechazables.

lunes, 14 de agosto de 2017

LA MAGIA DE LA LECTURA

Desalentadoras las cifras que hablan del porcentaje de lectores entre la población de este País en general y de los jóvenes en particular, que nos conducen a una conclusión que deja pocas dudas y esperanzas a la hora de confiar en una recuperación en este sentido a medio plazo.
A ello habremos de añadir el deplorable hecho de que la tecnología imperante, que puede y debe ayudar a este fin, no colabora ni ayuda lo más mínimo, sino más bien al contrario, ya que simple y llanamente lo utilizan para otros menesteres que nada tienen que ver con las capacidades y potencialidades formativas que poseen y que no llegan aprovechar.
Los más jóvenes, desde su más tierna adolescencia, permanecen demasiadas horas al día, absorbidos por completo por esa tiranía que ejerce el móvil en sus vidas, seduciéndolos de tal forma, que han visto reducidas hasta las relaciones directas entre ellos.
Y es que se interpone la dictadura de un aparato en el que depositan todas las comunicaciones que antes llevaban a cabo de tú a tú, y que ahora, pese a estar en grupo, lo llevan a cabo a través del susodicho ingenio, que ha sustituido la comunicación interpersonal, por la pantalla de un móvil, que los ha fascinado y seducido hasta la extenuación.
Un ingenio de la tecnología moderna que permite y facilita el acceso a una necesaria lectura que han marginado en aras de un uso lúdico que nada tiene que ver con las bondades, el disfrute, la magia y el encanto que la afición y la práctica de la lectura procura a quienes tienen el acierto y la sapiencia suficientes para valorar esta valiosa y hermosa dedicación que ilustra, divierte y entretiene.
Todo ello a la par que seduce y transporta al lector a mundos reales e imaginarios que nos llenan de emoción y magia y que nos conducen a hechos y lugares históricos, pasados y presentes, a la vez que nos introducen en mundos futuros aún por descubrir.
Donde la literatura a través de la novela, el teatro, el ensayo y la poesía, sin encontrar límites ni espaciales ni temporales, nos sumergirán en nuevos y emocionantes mundos, en una experiencia vital inolvidable, que enriquecerá nuestra cultura y nuestro tiempo, a la vez que nos proporcionará el placer y la satisfacción que el viajero experimenta en su aventura a lo largo del real o imaginario trayecto.
Pocos placeres nos han sido dados a los humanos como el hermoso y agradecido regalo de la lectura. Cuando un libro nos atrae intensa y profundamente, deseamos que el tiempo pase más rápido, más fugaz, más vertiginoso, de tal forma que vuelva a llegar el momento en que nos introduzcamos de nuevo en él, en su mundo, en su localización, donde los personajes con frecuencia se desenvuelven conformando un mágico e irreal espectáculo, que el apasionado y entregado lector transforma de imaginario en real, de virtual en tangible.
Pero nuestros jóvenes no parecen estar en ello, en la labor de formarse, entretenerse y vivir mundos nuevos a través de los libros. Prefieren embeberse en esa tecnología que pese a sus posibilidades a estos efectos, únicamente les procura una diversión pasajera, sin posibilidad alguna de conocer nuevos escenarios que los deleitarán, pero que no han hallado aún, inmersos como están en otros tecnológicos universos.

lunes, 7 de agosto de 2017

LA FIESTA SOSTENIBLE

Ahora, que este sufrido y socorrido término está siendo universalmente utilizado para hacer referencia a la compatibilidad con los recursos, el medio ambiente o variables diversas encuadradas dentro de la sociedad, la cultura, la economía y tantos otros que aquí podríamos citar, nos encontramos con un nuevo ámbito donde puede aplicarse, que es ni más ni menos que en la llamada Fiesta Nacional.
Y es que el Gobierno Balear, ha decidido que permitirá las corridas de toros, sólo si en la plaza no hay derramamiento de sangre, es decir, si el noble animal no es torturado ni sacrificado en el coso taurino,  algo que viene sucediendo desde hace siglos en miles de ruedos de todo el País, y que parece estar tocando su fin.
Diríase que se ha entonado un canto de sirena, que cada vez era más demandado, y que tiene su precedente en varias Comunidades que incluso han prohibido este anacrónico espectáculo sentando las bases para el comienzo del fin del mismo, o al menos, el final de la negación del cruel derramamiento de sangre, que hacía de esta mal llamada fiesta nacional, un espectáculo denigrante.
Es por ello que a partir de ahora, y a medida que se vayan uniendo otras Comunidades, se harán las corridas de toros sostenibles, por el hecho de la compatibilidad y el respeto con la vida, la ética y la estética que a partir de ahora se mantendrá a la hora de torear a un animal en un ruedo, sin maltratarlo, sin derramar sangre, sin matarlo, en un espectáculo que a partir de ahora, seguirá siendo una corrida de toros, pero sin matador.
Las tres formaciones que apoyan al actual Ejecutivo regional, que preside la socialista Francina Armengol, han presentado este jueves la proposición de ley de «regulación de las corridas de toros en Baleares». Elaborada conjuntamente por el PSOE, la coalición nacionalista MÉS —tanto de Mallorca como de Menorca— y Podemos, la citada futura norma sin prohibir expresamente los festejos taurinos, es sumamente restrictiva por lo que se refiere a su celebración.
Podrá haber festejos en las plazas de la Comunidad siempre y cuando no se hiera o se mate al toro. En ese sentido, únicamente se podrán utilizar capotes y muletas, pero en ningún caso objeto punzante alguno. Además, no se podrán utilizar caballos en los cosos y estará prohibida la entrada a los menores de 18 años, así como la venta de alcohol.
En tanto sucede esto, el Govern ha recibido un requerimiento del Ejecutivo central en el que se avisa de la posible "inconstitucionalidad" de varios de los artículos de la regulación de las corridas de toros en Baleares, algo que ofende la más elemental de las sensibilidades, al utilizar un recurso de este calado ante el más alto tribunal del Estado, garante de las libertades, derechos y obligaciones de los ciudadanos.
 Algo que parece absurdo y totalmente fuera de lugar por parte de quienes se empeñan en denunciar como inconstitucional un hecho que no es más que la manifestación de una sociedad avanzada que rechaza un espectáculo que algunos se siguen empeñando en afirmar que corresponde al bagaje cultural de este País.
Digno de aplaudir y celebrar esta decisión del gobierno de las Baleares, que sería deseable se extendiera al resto del País, algo que parece imparable a medio plazo, y que supone un gran paso adelante en la supresión de un rito violento y cruel, en un coso dónde los espectadores lo celebran como si de una fiesta se tratara.

martes, 1 de agosto de 2017

LAS URNAS DE LA DISCORDIA

En todas las culturas, se narran historias, cuentos y fábulas, que a modo de moralejas, nos proponen ejemplos a seguir, con una serie de máximas y parábolas, que pretenden aleccionar al lector que con estas sentencias se encuentra.
Son en definitiva metáforas, protagonizadas por animales, que con su espontánea y agradecida intervención, nos proporcionan suculentas enseñanzas que podemos observar en nuestra vida diaria, a la que imitan y parangonan en una sabia, ejemplar y lúdica forma de ilustrar nuestra existencia.
Aunque suelen utilizar personajes infantiles y adquirir el formato de narraciones a ellos dirigidos, su didáctica y si mensaje va dirigido con frecuencia a los adultos, que son los que mayor provecho y beneficio de ellas pueden extraer.
He aquí, a continuación, algunos de estos ejemplos que ilustran a la perfección comportamientos humanos por todos conocidos en este País, y que nos traen de cabeza desde hace ya demasiado tiempo, como para que no nadie los ponga remedio. Ambos relatos, utilizan a los ratones como protagonistas del cuento.
Habitaban unos ratoncitos en la cocina de una casa cuya dueña tenía un hermoso gato, tan buen cazador, que siempre estaba al acecho. Los pobres ratones no podían asomarse por sus agujeros, ni siquiera de  noche. No pudiendo vivir de ese modo por más tiempo, se reunieron un día con el fin de encontrar un medio para salir de tan espantosa situación.
Atemos un cascabel al cuello del gato – dijo un joven ratoncito -, y por su tintineo sabremos siempre el lugar donde se halla.
Tan ingeniosa proposición hizo revolcarse de gusto a todos los ratones, pero un ratón viejo dijo con malicia:
Muy bien, pero ¿quién de ustedes le pone el cascabel al gato?
Nadie contestó.
En este otro caso, como queda dicho, también serán los roedores los actores principales del juego: Dos niños serán escogidos al azar, aunque previamente se puede sortear para ver quiénes son los afortunados. Uno de estos dos  niños tendrá el papel de gato y otro el de ratón.
Una vez elegidos, los niños que forman el corro tendrán que entonar la siguiente canción: 'Ratón que te pilla el gato, ratón que te va a pillar, si no te pilla esta noche, mañana te pillará'.
Mientras suena la canción, el ratón correrá haciendo zigzag por los huecos formados entre los brazos de los participantes.
Mientras tanto, el gato le tendrá que perseguir, pero los participantes bajarán los brazos y no le dejarán pasar, aunque puede colarse entre los agujeros, siempre y cuando no los rompa al pasar.
Cuando el gato toca al ratón, el juego finalizará y entonces el ratón pasará a ser el gato y escoger a una persona para que haga de ratón.
Dos ejemplos cuya moralejas e podría aplicar a una situación como la catalana, dónde gobierno central y catalán, parecen jugar al ratón y al gato, en un juego demasiado arriesgado como para poder calificarlo de un alegre, divertido y aleccionador cuento.
Si la ley de referéndum se aprueba el día 6 de septiembre el gobierno tardará unas horas en presentar un nuevo recurso ante el TC que en el plazo de uno o dos días estará suspendida. La vicepresidenta del gobierno, aseguró que "al Estado le bastan 24 horas para paralizar la ley de referéndum".
Mientras tanto, en el gobierno catalán, nadie quiere hacerse cargo de la compra de urnas, salvo que lo hagan todos en conjunto. Y es que el miedo guarda la viña. Sin duda, todo lo citado,  es profunda y claramente revelador, a la hora de ayudarnos a entender estos hechos, que nada tienen de fábula, sino de enredo, intereses ocultos, y en cualquier caso, cruda realidad.

domingo, 30 de julio de 2017

LA IZQUIERDA DIVIDIDA

El fragmentado arco político español, condiciona poderosamente la imposibilidad de formación de unas mayorías estables que puedan dar un respiro a una confrontación constante y permanente que no deja lugar a una nueva etapa de entendimiento y alianzas necesarias para una buena y eficaz gobernanza.
Se da esta situación, tanto en la izquierda como en la derecha, pese a que es esta última la que está instalada en un gobierno que no obstante se ve obligado a pactar puntualmente para llegar a acuerdos que le permitan aprobar leyes y actuaciones de diverso orden, que necesitan de una mayoría.
Algo que aunque en precario, logra alcanzar de vez en cuando, pero que no le es posible trasladarlo a una  general y tranquilizadora disposición, ya que no siempre consigue sus propósitos a la hora de encontrar unos compañeros de viaje que se presten a semejantes bondades.
Y es que estos no abundan por los lares de un Congreso tan variopinto como el de nuestro País, dónde la segmentación es de tal calibre, que pensar en mayorías absolutas, es algo que pertenece a los tiempos de un pasado próximo, pero que seguramente jamás vuelva a repetirse, si tenemos en cuenta los frágiles lazos que más que aproximar, separan a los distintos grupos, empeñados como están en acorazarse tras unos programas que contienen demasiados puntos que los convierten en compartimentos estancos.
Tradicionalmente, siempre ha sido la derecha la que ha aplicado con férrea disposición aquello de que el que se mueve no sale en la foto, en alusión a una severa disciplina de partido que ha de respetarse por encima de todo, a la vez que se estimula una acción unitaria a la hora de la toma de decisiones, del respeto a las normas internas, y sobre todo, de votar al unísono cuando de ello se trata.
En la izquierda, sin embargo, ésta decidida y firme disposición de la derecha, nunca ha tenido demasiado éxito, permitiéndose una alegre, diversa y flexible división de ideas, posturas y pareceres, con la que han alardeado de una irreprochable democracia interna.
Esto, no obstante, les ha creado problemas con demasiada frecuencia, hasta el punto de que les ha llevado a un peligroso y traumático conflicto interno, que a punto ha estado de provocar una escisión en un partido centenario, absolutamente necesario para nuestra joven e inexperta aún democracia.
De esta forma, la izquierda más radical, representada por Podemos, aprovechó estos desastres del Psoe para apropiarse de una importante franja de sus votantes, que hasta un millón, pasaron a votarles, y que parece que a día de hoy, podrían volver a sus orígenes retornando a un partido ávido de votos perdidos por el camino.
Todo parece indicar que el giro que ha llevado a cabo Pedro Sánchez, podría lograr recuperar esa sangría de votos que le pusieron en un trance de pasar a ser un partido marginal, algo inimaginable para un histórico Partido Socialista, excesivamente escorado a la derecha, y que ahora ve cómo su nueva y flamante directiva levanta el puño en alto y canta La Internacional
En cualquier caso, la unión de acción de la izquierda se contempla en estos momentos como algo harto impensable y sumamente complicado de llevarse a efecto. Esto supondría un duro golpe para sus votantes, que contemplan cómo sus dirigentes, aquejados de una profunda desconfianza, se alejan de un deseado acuerdo.

miércoles, 26 de julio de 2017

LA AMBIGÜEDAD PERMANENTE

Dicho especialmente del lenguaje: Que puede entenderse de varios modos o admitir distintas interpretaciones y dar, por consiguiente, motivo a dudas, incertidumbre o confusión.
Dicho de una persona: Que, con sus palabras o comportamiento, vela o no define claramente sus actitudes u opiniones. Incierto, dudoso
Así define el diccionario de la Real Academia de la Lengua, este vocablo tan empleado por determinados ámbitos, donde su uso y abuso se presta para estar muy extendido cuando de decir una cosa y la contraria se trata, para dejar un espacio en blanco entre dos posiciones opuestas.
O lo que es lo mismo, para no definirse con claridad meridiana, para quedar bien entre dos partes encontradas, o en fin, para no pronunciarse clara y rotundamente sobre un tema comprometido, que puede desairar a unos y contentar a otros, función de lo proclamado.
Es todo un inaceptable recurso al que suelen acceder con excesiva frecuencia, los que por razón de su cargo temen perder adeptos a su causa en caso de que su pronunciamiento fuese cristalinamente unívoco y excesivamente claro y conciso.
Y así, quisieran así dejar bien sentada una incógnita, una duda, una vacilación, que piensan que no les va a comprometer, aunque generalmente no suele ser así, pues su auditorio capta con absoluta nitidez la doble y mal intencionada actitud interesadamente transgresora.
Táctica, en suma, llevada a cabo por todo tipo de gente y condición, y dónde sin lugar a dudas destacan los políticos sin escrúpulos, que suelen ser multitud, y que no dudan en sacar a la luz este detestable recurso, cuando de su utilidad piensan sacar provecho en beneficio de sus aviesas y oscuras intenciones partidistas y egoístamente personales.
Recientemente hemos tenido oportunidad de escuchar unas declaraciones de la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, a propósito del pretendido referéndum por la independencia Catalana, que constituyen un perfecto y claro ejemplo de una  ambigüedad perfectamente calculada.
La inefable Alcaldesa, ha manifestado que irá a la manifestación del próximo once de septiembre en pro de la independencia. Pero, al tiempo, muestra sus reservas ante la posibilidad de celebrar un referéndum unilateral, es decir, está con los independentistas y con los que no lo son, tratando de contentar a todos, algo que ambos bandos le han de recriminado por su hipócrita, calculada y cínica actitud.
Y así, ciertos sectores de Catalunya Sí que es Pot, señalaron que la participación de Colau en la manifestación convocada por la Asamblea Nacional no será secundada por buena parte de sus seguidores, al mismo tiempo que desde el movimiento independentista la acusan de ser excesivamente tibia en sus apoyos a dicho movimiento.
Le echan en cara además, que este doble juego, tiene el objeto de preparar el terreno para su salto a la presidencia de la Generalitat, necesitando para ello los votos de unos y otros, algo que quizás le nieguen en vista de un doble y ambiguo juego que le puede perjudicar más que beneficiar, pero que no parece preocuparle, dado el hecho de que con cada vez más frecuencia, recurre a esta estrategia arriesgada en extremo.

miércoles, 19 de julio de 2017

CIEN AÑOS DE GLORIA

A menudo se cometen errores e injusticias varias a la hora de opinar sobre la vida de personajes públicos, que lo fueron por destacar en el terreno de las artes, las ciencias o cualquier otra actividad social o privada con destellos en amplios sectores públicos que los llevaron a ser conocidos por divulgar su obra y hacerla extensiva a toda una colectividad con repercusión tanto a nivel nacional como allende nuestras fronteras.
Dichas inexactitudes, pueden ser tanto positivas como negativas, es decir, se puede exagerar a la hora de formular alabanzas que objetivamente se muestran excesivas e inmerecidas ante unos hechos constatados y evidentes, como el caso opuesto, en el que los méritos y el buen hacer comprobado y fuera de toda duda, es puesto en cuestión, negado y tergiversado con oscuras e inconfesables intenciones.
No siempre la mala intención y la inquina más insidiosa, guía a quienes tratan de echar por tierra el trabajo y la buena fama de quien teniendo derecha a ella y habiendo hecho los oportunos méritos, es vejado y ridiculizado con el objeto de negar sus virtudes.
Lo mismo sucede con quienes exacerban la actividad y el buen hacer, así como de su fama, de quien no tiene derecho a ello, por creer, quizás ingenuamente, sin intención culpable, que es merecedor de cuantos halagos se prodigan sin haber hecho nada que así lo justifique.
Esto es debido, con harta frecuencia, a un desconocimiento e ignorancia culpable o no, de los méritos y deméritos del personaje que se trate, debido a una ausencia total de la necesaria información, más o menos exhaustiva que debiera estar en poder de quién se permite el lujo de echar por tierra en un caso o de exagerar la labor en el otro, que es lo que suele ocurrir, cuando se emiten juicios de valor sin la correspondiente y oportuna información acerca de la vida y la obra del personaje analizado.
Y así, numerosos mitos y leyendas, auténticos héroes que mantuvimos en nuestro imaginario colectivo, admirados y conocidos por amplios sectores de la sociedad, originarios de nuestro País, y allende nuestras fronteras, no serían capaces de aguantar estoicamente un riguroso examen de sus vidas, cubiertas muchas veces de demasiados puntos sombríos y vergonzantes.
Al igual que tantos oscuros y apenas significados personajes, desconocidos, olvidados y pertinazmente ninguneados, que merecen todo el reconocimiento por su obra y su trabajo a lo largo de su vida, y que son cuestionados o despreciados por una historia que nos les ha querido reconocer cuantos méritos poseían, en un acto de una suprema e incalificable actitud, por parte de quienes gratuitamente se atreven a descalificarlos.
Gloria Fuertes, escritora de narrativa, poesía, teatro y prolífica autora de literatura infantil y juvenil, nació hace cien años. A los cinco, ya escribía y dibujaba sus propios cuentos. Publicó su primer poema con tan sólo catorce años, bajo el nombre  de “niñez, juventud, vejez”, y a los quince ya recita sus versos en Radio España de Madrid y a los diecisiete edita su primer libro de poemas, que titula “Isla Ignorada”, y a partir de entonces no deja de publicar, siendo becada en Estados Unidos para impartir literatura española y en España por la fundación Juan March de literatura infantil.
Su poesía fresca, espontánea y musical, adquiere una elevada dosis de ingeniosa ternura y dulce sensibilidad. Pese a todo ello y a su indudable calidad como representante de una literatura sencilla, de una contagiosa ingenuidad, alegre y fácil de entender incluso por los niños hacia quién fue dirigida gran parte de su obra, ha sido cuestionada como la gran escritora que es, seguramente por quienes no han leído su obra, o no se han molestado en vivir y sentir sus versos, incapaces de situarse a su altura y de captar su alma de poeta.
“Marinero sin tierra, náufrago sin velamen, huérfano de puerto, nave sin timón, rodeado de agua y sediento, rodeado de pescado y hambriento, rodeado de olas y sin saludos, rodeado de dólares y desnudo”.