miércoles, 21 de febrero de 2024

Abandonad toda esperanza

 

Después de contemplar el panorama político de este país durante estos últimos meses, y analizando la situación política, siempre desde la más esforzada y voluntariosa neutralidad, teñida de un inseparable subjetivismo, pero reforzada por una ausencia total de dogmatismo, que nubla el entendimiento y anula la mente, la conclusión que se obtiene no deja de ser sumamente desalentadora.

Con un ejecutivo empeñado en una política de tierra quemada, del fin justifica los medios, del todo vale para preservar el poder, con una deriva autoritaria, extremista y radical, que comenzó con una oferta de inmunidad a cambio de los votos necesarios para garantizarse primero la investidura y después la legislatura mediante la concesión de una amnistía, que no figuraba en su programa de gobierno, y a la que recurrió por “conveniencia” que no por “convivencia” como quieren hacer creer, utilizando un vergonzante acoso y señalización al poder judicial a través de los jueces que les han puesto trabas, y  que ha motivado serias llamadas de atención de la Unión Europea, en la que han Intervenido incluso ministras, lo que resulta particularmente inaudito, el gobierno no desiste, sino que continúa su huida hacia adelante en una carrera que siembra asombro y desconcierto a propios y extraños.

Con un presidente cada día más endiosado, más ególatra, soberbio e insultón, con un partido político desaparecido e irreconocible, el jefe del ejecutivo se permite ofender a los ciudadanos que no comulgan con él, que son multitud, afirmando que pertenecen a la “fachosfera”, improperio insultantemente despectivo, que no tiene parangón en la política de este país, y que lo descalifica como presidente del gobierno, en una entrevista para un canal de televisión, el inefable presidente del gobierno ha sido preguntado acerca de la opinión que le merece la canción que representará a España en Eurovisión “Zorra”, a lo que ha respondido que está encantado con ella, que representa al mundo cultural, juvenil y progre, alejado de la “fachosfera” -que asegura huele a naftalina” y que hubiera preferido el “cara al sol”, en una demostración más de un despectivo talante que resulta inexplicable en un jefe del ejecutivo.

Con un comportamiento vulgar y ordinario, impropio de cualquiera, pero más condenable aún cuando de un presidente del gobierno se trata, se rebaja a un nivel chabacano y extremadamente grosero y maleducado que resulta imposible de creer y concebir en un personaje con la responsabilidad que ha de tener alguien que representa a todos los ciudadanos de España, con una desfachatez tal, que avergüenza y preocupa por igual, al pensar que alguien tan vulgar y despectivo pueda ostentar tan alto cargo, dedica ahora todos sus esfuerzos a sacar adelante la amnistía, rechazada ya en la primera votación, pese a que una aplastante mayoría de los fiscales del Supremo han votado contra sus intereses y criticado al fiscal general por favorecer al gobierno.

¿Pero cómo puede ser tan insensato para manifestarse con ese desdén, con ese menosprecio, con ese afán despectivo hacia un importante sector de sus conciudadanos?¿Cómo este personaje que siempre se ha caracterizado por su ególatra soberbia ha podido llegar a estos extremos? ¿Cómo, pese a ello, puede cometer semejantes atropellos contra quienes no comulgan con él, en una clara demostración de una preocupante carencia de sentido democrático? ¿Cómo puede ser tan inconsciente, tan falto de cultura, educación e inteligencia para cometer estos desmanes? Es difícil que alguien en su lugar cometa semejantes atropellos, pero la realidad es muy tozuda, y ahí están las hemerotecas para certificar las fechorías que aquí se narran, que no tienen otro calificativo que de despectivas, con el agravante de llevarlas a cabo con sus ciudadanos, algo absolutamente condenable, denunciable, y simple y llanamente rechazable.

Imposible encontrar respuestas a tantas preguntas como aquí planteamos, porque están fuera de todo lo razonable, de toda lógica humana,   y sensata, salvo que la dignidad de quién ofende se encuentre bajo mínimos, y la honestidad y la honradez las desconozca hasta tal punto, que sea capaz de cometer estos atropellos sin sonrojo alguno, porque no le consideramos capaz de disculparse, de pedir perdón, por lo que quizás debería mirar a su alrededor, en su entorno inmediato, dónde quizás descubra que está inmerso en esa “fachosfera” que tanto le gusta utilizar para insultar a los demás, y aún no se había percibido de ello, y en cuanto a “zorra”, es muy libre de elegir sus temas favoritos, porque aunque sobre gustos, no hay nada escrito, deberían haberle informado que hasta el feminismo reniega de la dichosa zorra, algo que le hubiera dado pie para desdecirse, o en su caso, haber cambiado de opinión, algo en lo que es un consumado maestro.

No obstante, mientras se deleita con el susodicho tema, podía ocuparse un poco de este país, que está hecho unos zorros, con la cesta de la compra que sigue por las nubes, una muy alta tasa de paro, un millón de hogares con toda la familia sin trabajo, y con los agricultores colapsando autopistas y ciudades, porque nadie les hace caso. Pero claro, está demasiado ocupado con la amnistía, su obsesión favorita, y con su apego a un poder que no obstante considero se le ha de quedar pequeño, ya que seguramente le gustaría presidir un país de más altos vuelos, con más peso en Europa, con más influencia en el mundo, con más capacidad de decisión, pertenecer al G7, dónde están los grandes con mayúsculas, y no al G20, que se le queda pequeño y que no está a su nivel, reunirse con frecuencia con los grandes presidentes, en lugar de limitarse a pasear con ellos en paralelo durante unos insignificantes treinta segundos, que no le ningunee ningún rey llamándolo por teléfono desde otro país, en lugar  de recibirlo cuando está en el suyo de visita, para de esta forma, y con un esfuerzo aún mayor de su gabinete de imagen, poder ganar peso entre los más poderosos, a los que él, a su pesar, siente y lamenta no pertenecer.

Abandonen toda esperanza aquellos que aún confían que algo va a cambiar, quienes esperan que  tanta frustración, tanto desvelo no satisfecho influirá en el ánimo de un presidente que opte por retirarse a vivir de sus imperiales sueños, y a librarnos de su aires de grandeza que parecen no tener límite. El poder le subyuga de tal forma, que jamás va a renunciar a él. Sobre todo mientras muchos le rían sus desagradables gracias y otros le crean el salvador de un país que no necesita que lo salven, sino que lo representen digna y honestamente, sin que sus frecuentes cambios de opinión mantengan a este país y a sus ciudadanos en un continuo e insoportable sobresalto.

Política canalla

 

Cuando se confiaba que el esperpento y la extravagancia más disparatada iría dejado paso a la sensatez y al buen gusto, tanto ético como estético después de tanta ridiculez consumida con folklóricos, chiquilicuatres y corralitos varios, después de tanta vulgaridad cometida una y otra vez, aunque parezca mentira, volvemos a las andadas, caemos de nuevo en grotescas demostraciones de un pésimo sentido artístico que nos ha llevado en esta ocasión a seleccionar una canción, Zorra, a la que, cómo no, se le están adjudicando multitud de significados e intencionalidades de toda índole, abstractos unos, surrealistas otros, feministas empoderados muchos, e incalificables el resto.

Ya el título deja perplejo a cualquiera que confiase, después de tantas sesiones clasificatorias y multitud de artistas y pseudoartistas participantes, una canción dignamente seleccionada, que respondiera a un sentido estético del que carece, con una letra, culta y elaborada, de la que no hace gala precisamente, y con un título, zorra, que cuando se le antepone el artículo determinado tan taxativo y marcadamente radical, descoloca a cualquiera, al mismo tiempo que la simplista melodía, carente de armonía alguna,  ofende y hastía al más elemental buen gusto del que carece por completo, constituyendo el conjunto un ejemplo más de la ausencia total de imaginación que se viene derrochando año tras año en este absurdo festival que ha quedado reducido a un espectáculo de luz y sonido, dónde la calidad musical brilla por su ausencia.

 En una entrevista para un canal de televisión de este sufrido país, el inefable presidente del gobierno ha sido preguntado acerca de la opinión que le merece dicho tema, a lo que ha respondido que está encantado con ella, que representa al mundo cultural, juvenil y progre, alejado de la “fachosfera” -imaginativo y soez calificativo con el que se luce últimamente - que asegura huele a naftalina” y que hubiera preferido el “cara al sol”, todo ello en una demostración más de su desatada y procaz huida hacia adelante, insultón, despectivo y  vulgar, con unas declaraciones dedicadas a un importante sector de la ciudadanía que no da crédito a tanto desvarío, tanta ordinariez, y tanta falta de respeto como viene manifestando últimamente.

Con un comportamiento hooligan, impropio de cualquiera, pero que se magnifica cuando de un presidente del gobierno de un país se trata, se rebaja a un nivel chabacano y extremadamente grosero y maleducado que resulta imposible de creer y concebir en un personaje con la responsabilidad que ha de tener alguien que representa a todos los ciudadanos de España, con una desfachatez tal, que avergüenza y preocupa por igual, al pensar que alguien tan vulgar y despectivo pueda ostentar tan alto cargo, ahora empeñado en cambiar el código penal para alcanzar sus fines, en cuanto a la amnistía se refiere – rechazada ya en la primera votación - pese a que una aplastante mayoría de los fiscales del Supremo han votado contra sus intereses y criticado al fiscal general por favorecer al gobierno. Indiferente a todo esto, y lejos de preocuparle, se empeña en mostrarse aún más desafiante en sus provocadores declaraciones.

¿Pero cómo puede ser tan insensato para manifestarse con ese desdén, con ese menosprecio, con ese afán despectivo hacia un importante sector de sus conciudadanos?¿Cómo este personaje que siempre se ha caracterizado por su ególatra soberbia ha podido llegar a estos extremos? ¿Cómo, pese a ello, puede cometer semejantes atropellos contra quienes no comulgan con él, en una clara demostración de una preocupante carencia de sentido democrático? ¿Cómo puede ser tan inconsciente, tan falto de cultura, educación e inteligencia para cometer estos desmanes? Es difícil que alguien en su lugar cometa semejantes atropellos, pero la realidad es muy tozuda, y ahí están las hemerotecas para certificar las fechorías que aquí se narran, que no tienen otro calificativo que de despectivas, con el agravante de llevarlas a cabo con sus ciudadanos, algo absolutamente condenable, denunciable, y simple y llanamente rechazable.

Imposible encontrar respuestas a tantas preguntas como aquí planteamos, porque están fuera de todo lo razonable, de toda lógica humana,   y sensata, salvo que la dignidad de quién ofende se encuentre bajo mínimos, y la honestidad y la honradez las desconozca hasta tal punto, que sea capaz de cometer estos atropellos, por lo que consideramos que quizás debería mirárselo, porque no le consideramos capaz de disculparse, de pedir perdón, por lo que quizás debería mirar a su alrededor, en su entorno inmediato, dónde quizás descubra que está inmerso en esa “fachosfera” que tanto le gusta utilizar para insultar a los demás, y aún no se había percibido de ello, y en cuanto a “zorra”, pues oiga, es muy libre de elegir su música favorita, porque sobre gustos, no hay nada escrito.

No obstante, mientras se deleita con el susodicho tema, podía ocuparse un poco de este país, que está hecho unos zorros, con la cesta de la compra que sigue por las nubes, una muy alta tasa de paro, un millón de hogares con toda la familia sin trabajo, y con los agricultores colapsando autopistas y ciudades, porque nadie les hace caso. Pero claro, está demasiado ocupado con la amnistía, su obsesión favorita – ha evitado que el letrado mayor se reúna con la Comisión de Venecia, para no tener que informar sobre la susodicha amnistía -. Y no está para nada más. Política canalla la de éstos amantes del poder por el poder a toda costa. Y es que desdichadamente, no se puede pedir peras al olmo.

El patrimonio de todos

 

No hay mayor ofensa que pueda infligirse a la cultura en general y a los autores que nos legaron su obra en particular, que mostrar desprecio, desafecto o indiferencia hacia los tesoros que graciosamente nos cedieron  nuestros ancestros con sus obras de arte de todo signo, en un gesto que los honra, y que sus beneficiarios tenemos la obligación de respetar, cuidar y divulgar, en un gesto que nos congratule con ellos, con el arte y la cultura y nos permita disfrutar de la belleza y la sensibilidad que en sus obras depositaron pensando en las futuras generaciones que tras esos maestros se encargarían de conservar, para a su vez transmitirlas a sus herederos, y así indefinidamente, en una ceremonia de respeto y admiración que nos reconcilie con nuestra condición de seres humanos.

Hace algunos años tuve ocasión de conocer un hecho que me causó honda impresión, referente a un insólito caso de tráfico de arte que gracias al interés y a la dedicación de un profesor de historia del arte medieval de la universidad de Girona, Gerardo Boto, especializado en el análisis de la plástica románica se pudo resolver. Demostró que el hermoso claustro románico hallado en la finca Mas del Vent de esa ciudad catalana, no se trataba de una falsificación, de una imitación, de un falso histórico, como aseguraban tajantemente los técnicos de la Generalitat, cuando afirmaban que las galerías de estilo románico eran una simple recreación actual con algunos elementos del siglo XII.

Este profesor, pudo determinar que cada uno de sus sillares, en perfecto estado de conservación, procedían del claustro de la catedral vieja de Salamanca, derruida a causa del terremoto de Lisboa de 1755. Afortunadamente el Cabildo Catedralicio decidió desmontar los pilares y cada uno de los sillares, dado su excelente estado de conservación, con el objeto de montarlos posteriormente, lo cual resulta absolutamente loable y digno de agradecimiento hacia aquellas gentes que tomaron semejante decisión, si tenemos en cuenta que nos encontrábamos en el siglo XVIII.

En 1785 se decidió reconstruir el claustro de la catedral, pero dadas las preferencias de entonces, se llevó a cabo en el estilo Neoclásico que imperaba en el momento, por lo que se tomó la decisión de numerar y almacenar los elementos del antiguo claustro románico con la intención de venderlos. Posteriormente acabaron en Madrid en 1931, en Ciudad Lineal, para finalmente ser adquiridas por un alemán que las instaló definitivamente en su finca de Mas del Vent de Girona, acabando un periplo que comenzó ocho siglos atrás.

Me congratulo sinceramente por el hecho de tener la certeza de que estos valiosísimos restos que conforman un claustro casi completo, son auténticos y no una vulgar imitación como aseguraban los técnicos de la Generalitat Catalana, aunque terminasen en una finca privada, que no es lo más deseable, en lugar de retornar a su lugar de origen en un lugar público dónde ser admirados por los amantes del arte.

Acuden a mi mente los recuerdos de la ingente cantidad de edificios históricos, de pequeño tamaño, como tantas preciosas ermitas, e iglesias, así como conventos monasterios y otras reliquias del pasado no necesariamente de signo religioso, que han sido abandonadas a su suerte, vendidas por inaprensivos sin escrúpulos, olvidadas o desvalijadas, expoliadas y saqueadas, tanto en Castilla, donde resulta descorazonador la pérdida de un numeroso patrimonio, como en otros lugares de España, reflejando de esta manera un penoso interés por la cultura por parte de quienes tenían la obligación de defender a toda costa el legado de nuestros antepasados.

Un triste y desalentador ejemplo de los muchos que podrían ilustrar estas líneas, y que nos afecta directamente aquí, en la Castilla poseedora de un riquísimo patrimonio cultural. Concretamente en la provincia de Segovia, se dio un flagrante caso en Sacramenia. El monasterio de Santa María la Real fue una importante abadía cisterciense, que se levantó entre los siglos XII y XIII para acoger a monjes procedente de Francia. Un incendio en 1647 destruyó parte del monasterio, pero continuó en activo hasta 1834. La desamortización de Mendizábal provocó que todos sus bienes pasasen a manos privadas, llegando a utilizarse como granero. En 1925, un americano compró el claustro y el refectorio, lo embaló en cajas y se lo llevó a Miami dónde lo reconstruyó piedra a piedra para rentabilizarlo empleándolo como salón de bodas y banquetes.

 Así podríamos citar infinidad de casos, no sólo de vendedores de arte sin escrúpulos, sino de robos y expolios cometidos a lo largo y ancho de este inefable país, que permite con su desidia y abandono más intolerable, que su  preciado patrimonio, de un inmenso valor, quede desprotegido ante quienes no se detienen ante nada, con estas demostraciones de desprecio por la cultura y el respeto hacia el arte, el pasado, y quienes nos legaron sus hermosas y valiosas obras, que todos tenemos el deber de respetar, tanto a título individual como sobre todo por parte de las instituciones, que tienen el deber y la obligación de preservar a toda costa y con los medios oportunos que poseen, o de los que debieran disponer, para mantener el enorme, valioso e irremplazable tesoro cultural, que a todos nos pertenece.

domingo, 11 de febrero de 2024

Secretarios de ayuntamiento

 

Navegando en el insondable mar que conocemos por Internet, intenté llegar a los orígenes de mi abuelo paterno, Mateo - que no llegué a conocer - que allá por el primer cuarto del siglo pasado fue secretario de administración local – Cuerpo de secretarios interventores y depositarios – del segoviano pueblo de Duruelo, en las estribaciones de Somosierra, y cual no sería mi sorpresa, al encontrar la información que buscaba, así como la fecha de su nombramiento .

Descubrí que hace la increíble cifra de  noventa y nueve años, en mil novecientos veinticinco, fue nombrado secretario de Duruelo, su pueblo y el mío, así como otros datos acerca de su hijo, mi padre Marcelino, que también, años después sería secretario del pueblo, y de otros en la provincia de Segovia, tal como relataré más adelante, calificando estos hallazgos de históricos, que me han impresionado hondamente, documentos originales, escaneados, difícilmente legibles, pero perfectamente comprensibles, con un indudable valor sentimental, documentos que guardaré como oro en paño, pues tienen para mí una indudable y memorable componente emocional.

Leo con inaudito asombro el nombramiento de mi abuelo Mateo Casla Yagüe, en el número 346, de La Gaceta de Madrid del año 1925,, en la sección de Gobernación, como secretario del ayuntamiento de Duruelo, Segovia, el 12 de diciembre de 1925, es decir, hace casi cien años, lo que considero representa un auténtico hito en la búsqueda y hallazgo de un dato, que sin constituir un evento de relevancia nacional, sino simplemente local, resulta como mínimo sorprendente en general y de un grato y emocionado recuerdo en particular para mí al encontrar datos profesionales sobre un abuelo que no conocí.

No contento con este hallazgo, busqué datos sobre mi padre, su hijo, y los hallé al encontrarlos en el número 74 del Boletín Oficial de Santander del 21 de junio de 1943, en el que se cita a Marcelino Casla del Val, entre otros, como “aspirante a ingreso en el escalafón de secretarios de administración local de tercera categoría admitidos a la práctica de los cursos que previene la ley de 14 de octubre de 1942”, curso que superó – recuerdo una orla que teníamos en el salón de la casa de Duruelo, con la foto de todos los asistentes al curso – y que le dio derecho a ejercer las funciones de secretario de administración local, algo que llevó a efecto por primera vez cuando tras la jubilación de su padre, fue nombrado secretario de Duruelo, y con posterioridad en otros pueblos de la provincia, en un admirable  caso de dedicación profesional que siempre he admirado

 Todo ello en un increíble ejemplo de una laboriosa y ejemplar labor administrativa, contable y fedataria, que le honran, así como a todos los secretarios de administración local de entonces y de ahora de los pequeños pueblos en toda España, a los que desde aquí, rindo un sincero homenaje, como a mi padre que llegó a ejercer sus funciones de secretario en varios pueblos simultáneamente, en una condiciones a veces realmente inconcebibles hoy en día, que siempre me han causado asombro y admiración, y que a continuación paso a relatar, porque considero que merece la pena, a la par que suponen un ejemplo de esfuerzo y dedicación admirables.

A la par que gestionaba el ayuntamiento de Duruelo, simultáneamente llevaba también el de Sotillo y Santa Marta del Cerro, dos pueblecitos pequeños muy cerca de Duruelo, a los que se desplazaba a pie en algunos casos y en otros, dependiendo del tiempo, en una hermosa yegua que teníamos en casa. Así estuvo varios años hasta que llevó otros pueblos, sin dejar Duruelo, como, La Velilla y Valleruela de Pedraza. Recuerdo que nos contaba cómo para desplazarse a estos pueblos, ya un poco más distantes de Duruelo, a los que iba con una determinada frecuencia para gestionar los ayuntamientos, lo hacía a lomos de la yegua como medio de transporte.

Las nevadas en esta parte de la meseta, eran frecuentes y copiosas, hasta el punto de que en alguna ocasión, nos decía, la nieve llegaba al abdomen del pobre animal, que apenas podía avanzar debido al enorme espesor de la nieve, que ponía en peligro tanto a mi padre como al esforzado y noble animal. No faltaban las numerosas anécdotas que mi padre nos relataba, como cuando en uno de éstos pueblos, al mostrar las cuentas a la corporación municipal, mi padre desglosando todos los ingresos y gastos, se vio sorprendido cuando según nos contaba, le dijeron que el dinero que tenía el pueblo era lo que había en la bolsa, que el secretario era un jovencito que no sabía de estas cosas. Pasaban por encima de todos los conceptos contables, tanto de ingresos como de gastos, con los que ellos no , hasta que logró convencerlos, que había otros muchos conceptos que incrementaban y minoraban el contenido de la susodicba bolsa.

Tengo documentado, pues así lo encontré en Internet que en el año 1963 pidió el traslado, que le concedieron, a Muñoveros, pueblo bastante más grande que los anteriores, y en 1972, a Hontalbilla, dónde se jubiló, y acabó su densa e increíble carrera profesional, comenzó en Duruelo treinta años atrás, dónde, por increíble que parezca, labraron - junto con mi madre María - las tierras de labor que poseían, segando, trillando y acarreando con las dos vacas y el carro, que recuerdo tenían, así como la esforzada yegua que trasladó a mi padre  por los caminos, a veces embarrados, a veces nevados, con destino a la secretaría de los citados pueblos segovianos de nuestra singular y querida Castilla.

Una situación inquietante

 

La incertidumbre se ha posado sobre la vida política de este país, y por ende sobre la de sus ciudadanos, que pese a todo no parecen mostrar más interés del habitual, salvo en determinados grupos muy concretos, más concienciados acerca de la política que padecemos desde hace poco tiempo, que pese a todo se hallan muy polarizados, muy divididos en dos bandos, progresistas y moderados, extremadamente radicalizados aquellos, con los suyos en el poder, asombrados éstos de la deriva autoritaria experimentada por un ejecutivo que ha iniciado una huida hacia adelante que está arrastrando a este país hacia unos derroteros preocupantes e inciertos, que nada bueno parecen presagiar.

Hace muchas décadas que no se daba en España un situación que lograse tensionar la vid política, y por ende la social, como se está soportando en estos momentos, dónde continuamente se está poniendo en cuestión la división de poderes, no solamente por parte de determinados grupos políticos, sino, y esto es sumamente grave, por el ejecutivo, por el gobierno, en una inaudita e insólita demostración de falta de respeto hacia el poder judicial, cuando ponen en entredicho a determinados jueces, acosándolos, señalándolos, poniéndolos en los focos de atención de una forma peyorativa, acusándolos de prevaricación.

Se les recrimina el hecho de que dictan normas contrarias a derecho, de obstaculizar continua y obstinadamente con procedimientos judiciales propios de su cargo, con el exclusivo fin de perjudicar el delirante camino que este gobierno ha iniciado para amnistiar a quienes se les quiere conceder la inmunidad absoluta para no hacer frente a los delitos cometidos en su momento, a cambio de su apoyo en la continuidad de un gobierno que lucha desesperadamente por seguir ejerciendo sus funciones a toda costa.

Declaraciones llevadas a cabo por alguno de los ministros del ejecutivo en este sentido, abundan en afirmar que algunos jueces hacen todo lo posible por torpedear la tramitación de dicha amnistía, criticando y condenando semejante actitud, en una clara e irresponsable posición de injerencia en el poder judicial, que no recuerdo jamás se haya llevado a cabo, lo que se traduce en una grave alteración del juego democrático que no pensábamos que pudiera llevarse a efecto en una democracia, que creíamos consolidada, y que de esta forma muestra importantes grietas, que un edificio democrático no puede ni de permitirse.

La persecución hacia los magistrados de justicia ha llegado a tal punto que socios del gobierno han llegado a citar con nombres y apellidos a determinados jueces, demandándolos incluso, por considerar que están obstaculizando con su labor el trámite de la ley de amnistía, iniciando procedimientos contra personas y grupos que,  caso de prosperar, no podrían beneficiarse de dicha medida de gracia, lo que ha hecho saltar las alarmas ante la posible pérdida del apoyo necesario para seguir gobernando, objetivo absolutamente prioritario para quienes afirman haber tramitado la amnistía por la “convivencia”, cuando en realidad lo han llevado a efecto, clara y objetivamente, por su “conveniencia”, algo que ya nadie niega, incluyendo multitud de seguidores del partido en el gobierno desencantados de la deriva autoritaria de este gobierno.

Asusta pensar, que continuando en esta línea, y sometidos como están a  una continua y destructiva presión por parte de sus acreedores, puedan llegar a tomar decisiones de cierto cariz antidemocrático, que nos saquen los colores, sonrojándonos ante una Europa que nos observa con detenimiento ante estos hechos, y que a causa de numerosas denuncias por la presión a los jueces, ya ha llamado la atención al gobierno, que no obstante parece, hasta ahora, hacer oídos sordos, algo que no podrá mantener por mucho tiempo si no quiere perder ante ella, la credibilidad y la integridad necesarias para mantener una dignidad democrática que ahora mismo se muestra sumamente frágil, y ante la cual, los ciudadanos tenemos la obligación de mantenernos permanente y firmemente vigilantes, ya que la libertad, y por ende la democracia, de ello dependen.

La situación es seria y realmente preocupante, más ahora que la Comisión de Justicia de la Unión Europea, acaba de aprobar una enmienda para prohibir las amnistías por delitos de corrupción y malversación, lo que supondría un serio obstáculo para la aprobación de la susodicha ley, algo que dudo, con el consiguiente y nuevo aumento de presión a cargo de los demandantes, lo que podría afectar al ejecutivo de tal manera, que, impredecibles como son, pueden optar por cualquier solución de dudosa legalidad. Y aún queda la respuesta a la exigencia del referéndum Catalán. La incertidumbre, la preocupación y la inquietud más intrigante, están servidas.

Un presidente faltón

 

Que un presidente que representa a todos los españoles, ofenda e insulte a todos los que no le han votado, a más de medio país, además de vulgar y ordinario, supone una intolerable y absoluta falta de respeto que le inhabilita y le incapacita para ejercer el cargo de presidente de un país que no se merece semejante político que en su huida hacia delante, ha perdido los papeles, víctima de una soberbia ególatra, que no parece tener fin.

En unas ofensivas y rechazables declaraciones, y ante las masivas manifestaciones en contra de la amnistía, un sobrepasado presidente ha tenido la desafortunada ocurrencia, que quizás se la han dictado los mismos que le escriben los libros, llamándolos “fachosfera”, es decir, fachas, utilizado neta y escrupulosamente como un insulto, en un gesto de completo desprecio que ha sorprendido a propios y extraños, que un político de su rango no puede de ninguna manera permitirse y que debería suponer motivo suficiente para una fulminante dimisión, que con toda seguridad no se va a producir.

Que el presidente del país, primer garante y defensor de la libertad de expresión, insulte a quienes en el uso de esa libertad opinen de una forma que le molesta, no tiene más calificativo que el de sumamente rechazable, hasta el extremo de anularlo totalmente como jefe de un ejecutivo, a cuyos componentes imaginamos actuando como palmeros, haciendo piña con él, en una clara demostración más que Indigna, rebela e irrita a la inteligencia más elemental que apenas da crédito a unos hechos que imaginamos ofenderán la sensibilidad de muchos de sus partidarios, que de ninguna manera pueden aprobar estas detestables manifestaciones impropias de quién provienen.

Jamás se ha contemplado un espectáculo semejante con el presidente del gobierno como protagonista menospreciando a los ciudadanos de su país con un expresión que a algunos  dirán que no es un insulto, cuando en cualquier caso está proferido como una descalificación, como una difamación, siempre inapropiada en boca de un representante político de cualquier nivel, máxime cuando se trata,  ni más ni menos, de aquel que supuestamente nos ha de representar a todos, lo que supone un hecho inaudito que difícilmente ha de tener parangón, salvo, como en este caso, que se trata de un personaje que parece no tener límite alguno, ni moral ni éticamente considerado.

Algo a lo que ya nos tiene acostumbrados, y que sobradamente ha demostrado a lo largo de su mandato, llegando a extremos inauditos, sorprendentes e insólitos cuando de perpetuarse en el poder se trata, mintiendo (cambiando de opinión), negociando con quién más le convenga en cada momento, utilizando para ello como moneda de cambio lo que sea necesario incluyendo recursos de todo tipo, cediendo y concediendo prebendas varias al mejor postor, y un largo etcétera, que demuestra que no tiene prejuicio alguno a la hora de apostar por sí mismo y sus desaforadas ambiciones de poder.

No es un asunto menor, no se puede considerar como una “ocurrencia” del presidente, no es un tema baladí, es una demostración palpable de una desconsideración palmaria, de una falta de respeto intolerable y de un desprecio soez e imperdonable que de ninguna manera puede quedar como una simple anécdota, ya que ofende la sensibilidad y la dignidad de un amplio sector de la población a quién afecta.

Sin duda, muchos le reirán la absurda frase, pretextando que tiene su gracia, aunque peor es el caso de aquellos que le apoyarán porque están de acuerdo con él, porque la polarización a la que se está llegando, conduce a los que le aplauden a considerar que los demás son unos fachas, todos sin exclusión, en una ceremonia de la confusión inquietantemente ridícula que está llegando a unos extremos que repudian la mínima inteligencia exigible, pues se basa en aquello de que si no estás conmigo estás contra mí, es decir, o eres de los míos, lo que implica pensar como yo, o te aplico el calificativo presidencial, que, por cierto, de ninguna manera va a retirar, ni mucho menos va a presentar excusa alguna, salvo que “cambie de opinión”, algo que sólo haría si le resultase políticamente ventajoso, lo que nos genera serias dudas, por lo que sólo nos queda esperar la próxima “genialidad” de un personaje que está a años luz de mostrar la dignidad más elemental exigible a un presidente del gobierno.

jueves, 8 de febrero de 2024

Madrid bien vale una pista

 

Si para disfrutar de una carrera de fórmula 1, hemos de acercarnos aquí al lado, a la capital, a Madrid, encantados estaremos de oír rugir de cerca estos impresionantes bólidos, que hasta ahora solamente bramaban en Barcelona – años hace que estas carreras se disputaron en el circuito del Jarama - a un paso de la capital, hoy dedicado a competiciones no tan exigentes como el gran circo de la F1 que según últimas noticias, podría trasladarse a Madrid en los próximos años, lo que ha supuesto un auténtico acontecimiento a nivel deportivo, social, económico y hasta político, dadas las connotaciones extradeportivas que esta declaración de intenciones tiene, pues nada hay confirmado, ya que la celebración de la prueba del mundial de fórmula 1 pasaría de Barcelona a Madrid.

La polémica está servida, algo que nada debe extrañarnos dada la rivalidad existente entre esta dos ciudades que compiten por el protagonismo a la hora de llevar a cabo eventos relevantes que les otorguen notoriedad a nivel tanto nacional como internacional, lo que entra dentro de una elemental lógica,  más aún cuando se trata de las dos ciudades españolas más importantes, competitivas siempre, con una trayectoria impecable y deseable a la hora de destacar en todos los órdenes, sobre todo ahora, en éstos momentos de conflictos políticos que, de alguna manera, afectan a este proyecto que ha planteado Madrid, y que está causando estragos en Barcelona.

La oposición al cambio de escenario que supondría la celebración del gran premio de F1, con el consiguiente perjuicio económico y, sin duda, de prestigio deportivo a nivel internacional para Barcelona, es total, y está levantando ampollas en Cataluña, acostumbrados como están a que tan celebrado  evento tuviese lugar en esa Comunidad Catalana, rival dónde las haya de la de Madrid, no sólo a nivel deportivo, algo que egoístamente  puede entenderse, pero que debería también a su vez ser comprendido si se tiene en cuenta que podrían alternarse los grandes premios, si ello es técnica y deportivamente posible, con lo que las susceptibilidades, ahora a flor de piel, desaparecerían posiblemente, aunque nos permitimos dudarlo, ya que la oposición a este circuito, va más allá de la mera celebración del susodicho gran premio.

Por supuesto también en Madrid existe una corriente de opinión que se opone a su celebración, aunque de otra índole, en este caso centrada en el impacto ambiental, algo que sorprende cuando por Madrid circulan diariamente millones de automóviles que contaminan infinitamente más que veinte bólidos en los entrenamientos y la carrera a celebrar una vez al año, y aunque el circuito urbano quedara como definitivo y tuviesen lugar más carreras al año, la comparación no aguanta un elemental análisis.

Y ya metidos en estos lares, y abundando en la construcción de pista varias, no podemos dejar al margen el mega proyecto faraónico de ampliación del aeropuerto de Barajas, que el inefable presidente del gobierno ha anunciado a bombo y platillo, en persona, con toda la pompa y solemnidad en él acostumbradas, con un colosal presupuesto, y que supondría duplicar la capacidad de dicho aeropuerto, hasta llegar a los noventa millones de pasajeros anuales, el doble de la población de este país, que contempla con asombro cómo se pueden llegar a gastar dos mil cuatrocientos millones en semejante proyecto, cuando la situación económica, existiendo otras necesidades más urgentes no debería aconsejar tan descomunal inversión.

 Todo ello cuando se intenta reducir el número de vuelos para reducir un impacto ambiental que afectará no sólo a los ecosistemas próximos - el ruido de los aviones se hará insoportable - sino a la capital, que ya soporta un más que notable aumento de un turismo que abarrota sus calles y plazas, como ya sucede en muchas ciudades del mundo que contemplan cómo se van haciendo cada vez más inhabitables, mientras que aquí optamos por un gigantismo que no favorece en absoluto la vida de unos ciudadanos a los que parecen quedar deslumbrar con estas millonarias demostraciones.

  Proyectos que poco tienen de sociales y mucho de un interesado populismo partidista por lo que quizás debiéramos optar por un término medio, dedicando el espacio de ampliación de las pistas del aeropuerto, o minorarlo, y dedicarlo al trazado del circuito de fórmula 1, en un intento de un ejercicio de moderación, o medias tintas, que seguramente no satisfará a nadie, ya que tanto uno como otro tiene sus adeptos y sus opositores, y, al final, y como siempre, no seremos nosotros los que decidamos, pero al menos, si podemos manifestar públicamente nuestra opinión, nos sentiremos  afortunados, porque aunque aquí no medie una misa como en la capital de Francia para conseguir un trono – París bien vale una misa – sí queremos proclamar que Madrid bien vale una pista para disfrutar de una carrera de fórmula uno.

Amnistía a la carta

 

Al menos desde hace varias décadas no se tenía constancia de una situación tan tensa como la actual, con una crispación  que se respira y se palpa en la calle como consecuencia de una polarización política que cala en la gente y causa desasosiego y discusiones entre grupos y sectores que siempre han convivido amigablemente y que ahora discuten y se enfrentan separados por una barrera que los separa y discrimina, por hechos ajenos a su voluntad, que no han originado, pero que les afectan y motivan hasta el punto de mantener dos posiciones irreconciliables que los llevan a posicionarse en dos extremos de difícil y convulsa posibilidad de llegar a acuerdos que dejen atrás unas hostilidades que  nunca son deseables.

No se ha roto nada como los agoreros de siempre pretenden imponer, por aquello de cuanto peor mejor,   no se ha alterado la convivencia, ni la crispación ha alcanzado niveles preocupantes que hagan peligrar una paz social, que en cualquier caso ni es tan fácil destruir, ni lo es deseable por nadie que posea un mínimo de sensatez, y, por supuesto, de una buena voluntad que anule los perversos intentos de alterar una situación que entre todos debemos y podemos controlar, con un sano y deseable ejercicio de racionalidad, lógica y entendimiento que siempre está a nuestro alcance

Pero es innegable que la tensión está ahí, que se ha creado una situación incómoda e innecesaria de la que la ciudadanía no es ni culpable ni ajena, pero que la sufre sin duda, y la soporta a su pesar, porque la vive cada día a través de unos medios de comunicación que nos asedian cada día a través de tertulias, debates e informativos varios que centran su contenido, queramos o no, en un continuo y persistente informe acerca de la situación política actual, tan insistente y machacona, que logra alterar la paz de unos ciudadanos que no quisieran dar crédito a lo que ven y escuchan a su pesar.

Un teatro de operaciones que nos sitúa siempre, y desde hace ya varios meses, en la dependencia del gobierno de sus apoyos parlamentarios, con los que mantiene unas obligadas negociaciones permanentes que no parecen tener fin, basadas en una auténtica e inacabable guerra política, en absoluto transparente, que debiera conducir a una estabilidad del gobierno que mientras tanto se mantiene en una continua y delicada fragilidad que le obliga a ceder hasta extremos cada vez más inauditos, que no sabemos dónde tienen su fin, dada la sinuosa y perversa trayectoria seguida hasta ahora.

Después de numerosas y amplias cesiones, los acreedores han depositado su exigencia, hasta ahora fundamental, en una solución radical como es la amnistía, con la que saltándose la vía judicial, algo siempre inaudito por excesivo y excepcionalmente al margen de una justicia que a todos nos debería acoger por igual, pretenden lavar todas sus culpas y transgresiones habidas, consiguiendo con ello un olvido total de sus fechorías, incluyendo los posibles delitos de terrorismo, que el gobierno ahora trata de frenar, intentando desacreditar a los jueces por un lado y por otro minimizar la calificación de los mismos, pretendiendo que son terrorismo light, de segunda categoría, de baja intensidad, que existe un terrorismo bueno y uno malo, en un patético esfuerzo por desactivar esa vía que les podría complicar su aprobación ante Europa, y, sobre todo, ante el Tribunal Constitucional de nuestro País.

Pero con todo,  lo más indignante de este bochornoso y maligno planteamiento, es el hecho de que se trata de una “autoamnistía”, una amnistía a la carta, ya que los beneficiarios de la misma intervienen en su redacción y aprobación, con lo que la maldad más absoluta, queda materializada en esta ley, a la que, y con perdón, no se puede beneficiar un pobre robagallinas, pero sí estos siniestros personajes a los que tantos desvelos está dedicando este gobierno, cediendo continuamente ante sus exigencias, como en el caso de la consideración de acto terrorista: ni la tenencia, ni la colaboración, entre otros, pueden considerarse delito, y basta con una declaración de no intencionalidad para que desaparezca dicha figura, que ha dejado satisfechos a unos y otros en un acuerdo vergonzoso y vergonzante que está empezando a levantar ampollas en los socialistas.

Leo en la prensa uno de los pocos intentos de los barones del partido del gobierno en el poder, a la sazón el presidente de Castilla La Mancha, García Page, por alzar la voz ante tantos desmanes, y que se ha hecho acreedor a ser casi el único crítico,  afirmando que el partido en el gobierno se ha situado en el extrarradio de la Constitución. El gobierno y el Psoe, se han revuelto contra él, en unos términos que causan rubor, indignación y vergüenza ajena a partes iguales.

 Nada nuevo y no por ello menos patético y desalentador, para quienes aún creen que este País navega por la senda de una democracia justa, equitativa y alejada de una absurda y delirante deriva autoritaria que nos ofende, separa y enfrenta, y que van contemplando cómo día a día, se alejan de tan lógico ilusionante y deseado objetivo.