lunes, 21 de diciembre de 2009

NO BUSQUÉIS A FEDERICO

Federico García Lorca se ha hecho viento, se ha fundido en su poesía y se ha aliado con el tiempo donde permanecerá eternamente, hasta que el universo de tanto expandirse, de tanto llenarse del poeta más universal que ha existido, decida parar su vertiginosa marcha y comience a contraerse hasta llegar al punto de origen donde todo comenzó y empezó a cobrar sentido, para empezar de nuevo y poder así recuperar a nuestro querido Federico.
No encuentran a Lorca en Alfacar, en su Granada del alma. Han excavado donde se pensaba que podían estar sus restos junto a los de sus compañeros asesinados en la infame madrugada del dieciocho de agosto de aquel fatídico año treinta y seis. Todo parecía indicar que allí estarían sus restos ya que así lo afirmaban especialistas en nuestro poeta y así lo relatan numerosas leyendas procedentes de diversas fuentes que se creían certeras.
Pero después de una minuciosa e infructuosa búsqueda, los restos de Federico no aparecen. Quizás estén muy cerca de allí como afirman algunos, quizás lo recuperaron hace tiempo como aseguran otros, quizás sus miserables verdugos decidieron ocultar su infamia de tal forma que jamás podamos hallarlo.
No debieron comenzar su búsqueda, como pensamos los que deseamos que continúe su eterno descanso. Allá donde se halle será para siempre nuestro querido poeta. El viento transportará por siempre, amorosamente, sus versos y su imagen nos acompañará allá donde nos hallemos.
Por qué ese empeño en encontrarlo, en hallar sus huesos, en descubrir su tormento. No merece Federico que lo removamos de sus aposentos. Dejadlo en paz, allá donde se halle, dejadlo reposar, nos lo dejó todo, nos legó su alegría de vivir, su delicada sensibilidad, su sonrisa contagiosa, infantil, su amor por su tierra, por los gitanos, su pasión por la libertad.
Nos mataron al poeta, a Federico García Lorca, pero de su vil asesinato nació la leyenda y surgió la obra de un escritor universal. Quisieron borrar toda huella de su poesía de su teatro, del magnífico legado que dejó a la humanidad, pero de aquella infamia surgió un gigante hoy conocido en todo el mundo y disfrutado por quienes aman la belleza y odian la barbarie.
Miguel en Alicante, D. Antonio en Collioure y Federico en todas partes; no lo busquéis, está con ellos, están con nosotros hasta el final de los tiempos, son universales.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

EL DESENCANTO

No pretendo hacerle el trabajo a la oposición, ni soy un pesimista insoportable, ni un inconformista sin argumentos. Simplemente soy un ciudadano que observa como este país va perdiendo peso a todos los niveles, no solamente a nivel nacional, sino, también lamentablemente a nivel internacional y lo hace, sin disimular, como si no fuera con él, con una indolencia desesperante.
Contemplo como la imagen de España, que algunos sitúan como la novena potencia industrial del mundo, se desvanece en el panorama internacional, donde nuestros políticos no son capaces de hacer valer a un país como el nuestro, que debería hacerse respetar a todos los niveles y que por el contrario se ve ninguneado continuamente.
No es de extrañar que ocurra esto, cuando los representantes que tenemos se muestran incapaces de figurar en la esfera internacional con la dignidad y el porte que se les supone, viéndose frecuentemente infravalorados, cuando no ninguneados por parte del resto de los representantes europeos que se permiten el lujo de mirarlos por encima del hombro.
Poco podemos esperar de un presidente que se permitió el lujo de desairar de una forma, injustificable y totalmente fuera de lugar, al pueblo de los Estados Unidos cuando se negó a levantarse al paso de la bandera que representa a ese País. El precio a semejante gesto fue el desprecio más absoluto por parte del presidente de ese país – personaje que considero absolutamente reprobable – con negativas consecuencias para el nuestro, al negarse a recibir a nuestro presidente, hecho que no tiene parangón en la historia de las relaciones entre países desarrollados.
No puede esperarse mucho más de un gobierno atrapado entre las redes que él mismo ha ido tejiendo, permitiendo situaciones como la burbuja de la construcción que al final estalló y cuyas consecuencias pagaremos los ciudadanos durante mucho tiempo. Un gobierno timorato, inseguro, contradictorio y descoordinado que transmite inseguridad a sus ciudadanos con indecisiones y contradicciones frecuentes entre sus componentes
Un gobierno que utiliza los globos sonda con más frecuencia de la que debiera, midiendo con miedo el efecto de sus medidas por si hubiera que rectificar, atrapado por los empresarios a los que se permite regañar con una falta total de diplomacia y mano izquierda, por los banqueros que le han sacado cuanto le han pedido, habiendo sido ellos los causantes de parte del desbarajuste actual que acabaremos pagando todos.
Zarandeado hasta por la iglesia católica que se permite el lujo de interferir en asuntos que no son de su incumbencia, hasta el extremo de humillar a un gobierno que representa a un país aconfesional y con unas relaciones iglesia-estado que sonrojan a cualquiera y ante las que el resto de países europeos se quedan asombrados.
La debilidad de nuestros representantes queda patente cada dos por tres. El reciente caso de la representante Saharaui, expulsada por Marruecos y en huelga de hambre en España, es otro ejemplo más del papel que España juega en el mundo y de su extrema debilidad. El vecino del sur, sigue ninguneándonos como siempre y si hablamos de los caudillos bolivarianos sudamericanos, más de lo mismo, pese a la influencia y el peso que se supone que nuestro país debería tener en esa Región.
Mueve a la risa el asunto de los símbolos religiosos ante el panorama que describo a continuación: 1º.- Nos encontramos en un país aconfesional; 2º.- Existe una directiva de la Comunidad Europea que recomienda la prohibición de dichos símbolos religiosos de cualquier confesión; 3º.- El mismo partido del gobierno ha recomendado la supresión de dichos símbolos. Pues bien, de eso nada, que luego la iglesia, por supuesto la católica, se enfada.
Incapaces de mostrarse firmes en sus decisiones, aunque sean equivocadas, con una imagen de extrema debilidad, sumisión y falta de firmeza, mostrando una imagen internacional deplorable y una total incapacidad para resolver los problemas propios, no tengo otra alternativa, siendo fiel a mí mismo, que sacar a la luz cuanto en estas páginas detallo.
Lamento tener que expresarme de esta manera, pero cuando ves frustradas tus esperanzas por parte de aquellos en quienes confías, el desencanto se convierte en indignada desilusión. Lo grave, es que a este gobierno no hay alternativa posible, ni a su izquierda, porque no hay más que cantamañanas que no tienen nada que perder al ver tan lejos la posibilidad de gobernar, ni a la derecha, extrema donde las haya, que sigue sintiéndose heredera natural de aquellos tiempos que nadie salvo ellos se empeñan en recordar y aliada de una iglesia católica, fanática, integrista y anclada en el pasado.
Panorama desolador donde los haya. Lo triste es que me temo que va para rato y que los que quizás debieran tener la solución a nuestros males, están aún preparándose para el futuro, dándole al móvil, la consola y el ordenata. Me quedo más tranquilo.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

QUÉ BONITO ES BADALONA

Desde que en Arenys de Munt se llevó a cabo la consulta popular que pretende la independencia de Cataluña, una auténtica orgía de pueblos y ciudades se han sumado a tal acontecimiento, convirtiéndolo en una auténtica fiesta multitudinaria que a través de las comisiones municipales constituidas a tal efecto, promoverán la secesión de Cataluña del estado Español.
El documento aprobado en esa población, pretende ir muy lejos, llegando incluso a formular la hipótesis de que en los próximos meses se declare "la independencia de forma unilateral" por parte de los representantes políticos, que no necesariamente por parte de la ciudadanía, que acude a las votaciones, ora por curiosidad, ora por aquello de la trasgresión permanente y gratuita.
Con la Constitución en la mano, estas consultas son ilegales, pero ellos alegan que no es el Ayuntamiento quién las formula, sino una entidad independiente. Ni es vinculante, ni lo promueve el ayuntamiento, dicen muy ufanos ellos, sólo es una práctica democrática, festiva y popular que no pretende sino concienciar al pueblo catalán sobre su derecho a decidir sobre su destino, independientemente de si los ciudadanos así lo desean y lo piden, cosa que en ningún momento han llevado a cabo.
Para eso están los partidos políticos, que son los encargados de incordiar, promover y suscitar la algarabía popular necesaria para enrolarlos en una consulta que consiguió un 40% de votantes en Arenys de Munt, y eso teniendo en cuenta que es necesario señalar que la edad mínima para votar no es la legal de dieciocho años, sino la más afín a sus propósitos, o sea de dieciséis años. Consiguieron un 96% de aceptación a sus intenciones independentistas.
De esta manera, se ha extendida la juerga de tal modo, que son ya más de cien poblaciones catalanas las que están dispuestas a llevar a cabo la consulta “festiva y popular”, el próximo día trece de diciembre, lo cual supone ya un auténtico éxito para quienes comenzaron esta divertida historia que el Gobierno se la ha tomado, como de costumbre, a la torera, como de broma, como si no fuera con él, mitad incrédulo, mitad asustado, y siempre tan tolerante, dialogante y con un talante tan cansino que aburre hasta a las ovejas.
El desmadre está alcanzando proporciones casi grotescas, como cuando en determinadas poblaciones se dan desacuerdos dentro del mismo partido o se pide la independencia no ya de Cataluña, sino de la población donde se vota o incluso de algún concejal del PP que se adhiere a la propuesta independentista y no digamos del PSC, que se adhiere en unas localidades, mientras en otras se opone y que, como siempre, vuela a sus anchas, totalmente al margen del PSOE. Girona, ni más ni menos es la última población que se ha unido al voto independentista.
Leo una opinión de un vecino de Badalona, que ha llegado a la feliz conclusión de que su pueblo es una nación. Lo justifica aduciendo que posee un territorio propio – mi pueblo, Duruelo, pueblecito de Segovia con treinta habitantes, también tiene su término municipal propio - posee, dice, vegetación y fauna propias, – chopos, álamos, encinas, robles, enebros, conejos, codornices, perdices, cigüeñas, águilas, palomas, tordos y mucho más tenemos - asimismo, tienen historia y economía también propias – tenemos de la una y de la otra-, pero los segovianos no somos unos cantamañanas como este catalán.
Imagínense por un momento que Cataluña se independiza. Vale, pues muy bien, pero les advertimos que su ínclito Barsa, tanto de fútbol como de baloncesto, ya no podrá competir en la liga Española. Apuéstoles a que renuncian a la dichosa independencia. Y
es que una liga de fútbol/baloncesto sólo catalana, sería una ruina. La pela es la pela.

Qué bonito es Badalona / con sus viejos y sus niños / con sus hembras y sus hombres / sus apellidos, sus nombres / su sexo y su domicilio.
Y su carné de identidad (Serrat).

martes, 20 de octubre de 2009

LOS MUROS DE LA VERGÜENZA

La noche del día nueve de noviembre de mil novecientos ochenta y nueve, he de confesar que experimenté un íntima y desbordante satisfacción al contemplar como derribaban el odioso muro de la vergüenza que separaba las dos Alemanias después de casi treinta años durante los cuales un muro físico de casi ciento cincuenta kilómetros de largo, separó a familias enteras y dividió a Alemania en dos estados de concepción radicalmente diferente; el occidental capitalista y el oriental comunista, originando el dolor y el sufrimiento en un pueblo que hablaba la misma lengua, que poseían las mismas costumbres y que habían soportado el horror y la destrucción de la guerra.
Se cumplen veinte años de aquella ignominia que tan fresca aún está en la memoria de quienes vivimos aquellos tiempos y que tanta frustración y tensión creó en la sociedad de aquella época. Casi trescientas personas murieron al intentar atravesar el muro desde la parte comunista, que implantó una dictadura feroz que dejó el País devastado social, cultural y económicamente hablando, y que no permitió que sus ciudadanos se fugaran al mundo libre.
Bajo el puño de hierro del Estado Soviético que implantó un gobierno títere y una siniestra e implacable policía política, la Stasi, los ciudadanos de la Alemania Oriental vivieron un auténtico calvario hasta su liberación. Se convirtieron de la noche a la mañana en ciudadanos propiedad del Estado, privados de todas las libertades que disfrutaban quienes se encontraban a unos metros de distancia, separados por un muro de piedra que los situaba sin embargo a una infinita distancia imposible de recorrer sin poner en peligro su vida.
Una feroz dictadura comunista se impuso a los habitantes de un nuevo Estado cuyos ciudadanos pertenecían a una cultura genuinamente occidental, culta y desarrollada, que al igual que sus conciudadanos de la parte occidental acababan de salir de una espantosa guerra que dejó Alemania destruida, sumiendo a sus habitantes en la miseria y la desesperación. Cada ser humano se convirtió en un objeto del Estado, sometido a su absoluto control, vejado en su dignidad y humillado por un sistema inhumano y despótico
Bertolt Brecht, ante tamaña barbarie no exenta de absurdo anacronismo y exacerbada estupidez, se pronunció con el irónico y famoso comentario: “El pueblo ya no merece la confianza de nuestro Partido, por ende, nuestro Comité Central ha decidido unánimemente disolver el pueblo y elegir otro".
Pero ni todas las dictaduras, sean de derechas o de izquierda, ni todos los muros, sean físicos o conceptuales, reales o virtuales, de hecho o de derecho, han desaparecido de la faz de la Tierra. Tanto unas como otros siguen vigentes en el siglo XXI y no parece que vayan a pulverizarse por sí solos.
El vergonzoso muro que Israel ha construido para repudiar y alejar al pueblo Palestino se alza soberbio e ignominioso ante los ojos del mundo que nada hace por derruirlo. Ni el Imperio Estadounidense, ni la vieja, débil y estúpida Europa que tanto se llena la boca de declaraciones e intenciones vacuas, son capaces de mover un dedo por una Nación Palestina que sufre espantosamente ante la soberbia y la crueldad de Israel.
El vergonzoso muro que separa la rica América del Norte del pobre y sufrido pueblo mejicano, que impide que sus ciudadanos puedan intentar salir de la miseria en la que viven, emigrando a Estados Unidos.
El vergonzoso muro que Marruecos ha edificado para aislar, separar y vejar al heroico pueblo Saharaui, hundido en el desierto en el más completo abandono por parte de las potencias occidentales y la ONU, que condenan, hablan y dictaminan sin hacer nada.
El vergonzoso muro que separa Ceuta y Melilla de España y que se ha construido para evitar la marea inmigratoria procedente del África Subsahariana, es un ejemplo más de alejar al mundo próspero y rico del mundo pobre y mísero.
Nada tienen que ver estos muros con la muralla China, construida para evitar las invasiones violentas por parte de los pueblos que querían invadirla con sus ejércitos. Los modernos invasores ni son violentos ni pretenden ocupar occidente. Simplemente huyen de la pobreza y la miseria extrema en la que viven.
Mario Benedetti: Defender la alegría / como una trinchera / defenderla del escándalo / y la rutina / de la miseria y los miserables / de las ausencias transitorias / y las definitivas.
Nicolás Guillén: Para abrir esa muralla / juntemos todas las manos / los negros su mano negra / los blancos su blanca mano.

miércoles, 7 de octubre de 2009

TARANTINO Y SUS BASTARDOS

Acabo de ver la última película del inefable Tarantino, cuyo título, Malditos bastardos, refleja a la perfección el sentimiento que despiertan los nazis hoy, setenta años después de aquella incalificable barbarie, y que seguirán suscitando en las mentes de las futuras generaciones como remedio, vacuna y curación contra tanta maldad, en la esperanza de que el olvido y el perdón jamás recaerán sobre una de las épocas más vergonzosas de la historia de este atribulado planeta.
Aunque el adjetivo bastardos no se aplica precisamente a los nazis, sino a sus implacables cazadores, el espectador tiende a confundir esta situación, que de paso no deja de ser una anécdota, ya que se da por hecho que los primeros reúnen todos los requisitos necesarios para que dicho epíteto se les pueda aplicar. Es un juego más de Tarantino.
La historia no deja imperturbable a nadie, y cada uno extrae sus conclusiones, desde quienes ven en ella un simple divertimento del autor o una frívola y teatral representación de una fase de la historia, hasta quienes la consideran una excelente película de género, dura, mordaz y violenta, muy en su estilo.
En cualquier caso, la mayoría coincide en que se trata de una feroz crítica al fascismo en un cierto tono de humor, con un ligero toque de falso romanticismo que, unido a su gusto por la violencia más extrema, sin tapujos ni disimulos, desenmascara una vez más a los protagonistas de aquel atroz capítulo de la historia.
Parece presentar a los personajes, no como monstruos que son, sino como peles ridículos, como personajes bufos, como muñecos de trapo, sumidos en sus sueños de grandeza, pero dejando meridianamente claro, que esos en apariencia absurdos personajes, son también diabólicos criminales genocidas, que con sus desvaríos fanáticos sembraron la muerte y la destrucción en la desolada y sufrida Europa.
En esta época que nos ha tocado vivir en la que el resurgir de los fascismos, la intolerancia contra los inmigrantes y el odio hacia el diferente por motivos raciales, sexuales o religiosos, están cobrando un irrefrenable impulso, se hace necesario más que nunca manifestar alto y bien claro y de cuantas maneras nos podamos servir, que estos comportamientos de odio y fanática intolerancia pueden sumirnos otra vez en los tiempos más oscuros, siniestros y atroces de la historia de la humanidad.
La escuela, fundamentalmente, tiene una enorme responsabilidad a la hora de inculcar en los alumnos el rechazo más absoluto y razonado hacia estos comportamientos que sitúan al hombre al nivel de seres irracionales, primitivos y bárbaros, incapaces de considerar como igual a sus semejantes, despreciándolos por el simple hecho de ser diferentes a ellos.
Es por ello que esta película, como tantas otras en las que se denuncian las atrocidades de las que desgraciadamente el hombre es capaz, deberían prodigarse con el objeto de servir de ejemplo a las jóvenes generaciones y como medio de desenmascarar a sus autores para erradicar el odio, la barbarie y la violencia de la faz de la tierra.
Leo con una mezcla de incredulidad y espanto, como en una importante ciudad italiana, su alcalde ha expulsado a los gitanos del casco histórico. El siguiente paso que podría dar, me recuerda a los guetos de los judíos en la Varsovia ocupada por los alemanes.
Quien olvida su historia, está condenado a repetirla.

jueves, 24 de septiembre de 2009

CUARTO Y MITAD

Hay expresiones, términos y giros lingüísticos, que milagrosamente aún forman parte del acervo cultural y han logrado sobrevivir en medio de la vorágine de nuevos tecnicismos y, como no, vulgarismos, con los que nos obsequia casi diariamente el formidable torrente de información proveniente de los innumerables medios de comunicación que nos envuelven en sus redes, acechándonos continuamente y en cualquier lugar, las veinticuatro horas del día.
Viene a cuento esta cita, por el hecho de que después de tanto tiempo sin noticias suyas, llegó a mis oídos en una pequeña tienda de las que, afortunadamente aún sobreviven, una expresión que años ha que no escuchaba, y lo hizo de labios de una señora a la hora de hacer un pedido de galletas a la “dependienta” del susodicho “establecimiento”. Entrecomillo estas palabras, al igual que haré con otras que citaré, como términos prácticamente olvidados y en desuso en el lenguaje diario, con cierta lógica en algunos casos y menos justificado en otros en los que la belleza y sonoridad de la expresión, deberían seguir regalándonos los oídos.
“Cuarto y mitad”, es una expresión que ha caído en desuso por motivos obvios, pero que ahora saco del olvido debido a que en tiempos pretéritos fue muy utilizada. Siendo yo niño mi madre me mandaba a la tiendecita del pueblo donde vivíamos, a por cuarto y mitad de garbanzos, de judías, de aceitunas, etc. Durante todo el camino iba repitiendo esta expresión con el objeto de recordarla al llegar a la tienda de “ultramarinos”, que es como se denominaban entonces las tiendas con el objeto de adquirir los “coloniales”, que eran los productos que tenían a la venta.
Y qué me dicen del “boticario” y su “botica”, del “herrero” y su “fragua”, “la bodega” “la cantina”, “el molinero”, “el caminero”. Pocos ya se escuchan o se citan, constituyendo una auténtica sorpresa para los oídos que recuerdan estos términos, algunos con pleno significado todavía pero con casi nula utilización salvo en algunas zonas rurales donde aún pueden llegar a oírse.
“Fresquera”, “alacena”, “cochera”, “alambique”, “alharaca”, “alféizar”, son palabras que posiblemente jamás volvamos a escuchar y que quedarán en la memoria de las gentes que las utilizaron toda su vida.
Nuestras madres nos daban para merendar una “onza” de chocolate, que era, y es, un trozo de la “media libra de chocolate”, hoy “tableta de chocolate”, que era como se designaba a la pieza completa. Aunque no venga muy a cuento y “sacando los pies del tiesto”, solíamos merendar una rebanada de pan con aceite rociado o no con azúcar, que hoy se revela como un excelente tentempié mediterráneo.
La “arroba”, que curiosamente ahora cobra hoy una altísima utilización en informátic@, aunque nada tenga que ver con aquella medida agraria, al igual que la “fanega” y el “celemín”, para medir y la “romana” para pesar, términos todos que no desearíamos que desaparecieran para siempre, cuando se han utilizado durante siglos.
Quiero citar dos términos que siempre han gozado de mi favor y que aún trato de utilizar que son “baladí, es decir, de poca importancia, y “es menester”, o lo que es lo mismo, es necesario. Son vocablos que no deberían desaparecer de una lenguaje cada vez más infravalorado y sometido a todo tipo de deformaciones por los jóvenes cuando utilizando los medios que pone a su alcance la tecnología moderna para comunicarse, lo infrautilizan con expresiones abreviadas y destrozos varios, cuando ellos son los naturales transmisores del conocimiento a las generaciones futuras.
Resultan alentadores, no obstante, los esfuerzos que determinadas instituciones tratan de llevar a cabo en defensa de la lengua de Cervantes. Desgraciadamente, resulta descorazonador escuchar a representantes de los medios de comunicación audiovisual como corrompen el lenguaje, en unos casos utilizándolo incorrectamente y en otros, y esto es incalificable, haciendo un uso vulgar, grosero y soez en determinados programas basura que deberían estar sometidos a un consejo ético regulador que los hiciera desaparecer del mapa para siempre.
No caerá esa breva.

jueves, 17 de septiembre de 2009

UNA HERMOSA PROFESIÓN

Me conmovió profundamente mi hija, estudiante de historia del arte en la universidad Autónoma de Madrid, cuando hace unos días, con la voz embargada por la emoción y la tristeza, nos trasladó su sincera pena por la inesperada y repentina muerte de un profesor al que todos sus alumnos estimaban sincera y profundamente y al que van a echar inmensamente de menos.
Tal ha sido la conmoción que ha causado este hecho, que todos los compañeros han utilizado - en este caso de una manera encomiable - las redes sociales de Internet para comunicar al mundo su pena por la desaparición de un profesor al que querían y valoraban por sus enormes cualidades, no solamente profesionales, sino humanas. Adiós a un gran profesor, titulan sus comentarios en Facebook.
Yo que he sido docente durante muchos años, y que he amado profundamente esta más que profesión, dedicación, me alegra inmensamente que una hija mía exprese y sienta esa devoción por una persona que ha dedicado su vida a enseñar y que lo hacía de una manera humilde, cercana, abierto siempre, tanto de espíritu como de mente, que era comprensivo con todos y que consiguió que sus alumnos amaran la belleza que el arte lleva consigo.
En estos momentos en los que la sociedad eleva su voz en defensa del profesor, me causa tanta vergüenza como indignación que sea necesario tomar medidas para defenderlo de sus propios alumnos – está claro que no de todos ellos – para quienes la figura del enseñante no es sino la del represor que les impone diariamente su autoridad y a quien con la ausencia absoluta del más elemental de los respetos, ofenden, agreden y desprecian en el aula y fuera de ella.
Prácticamente desde siempre se ha infravalorado la figura del profesor en este país, y han sido los padres los primeros que comenzaron a perderle el respeto de múltiples formas, comenzando por el hecho de darle la razón al niño antes que al maestro, reprobando su actitud si el niño era castigado, tuteándolo – ojalá volviera él "usted" como síntoma de respeto – de una manera absurda y en ocasiones despectiva. En definitiva despojándolo de su autoridad y del respeto debido delante del hijo.
Esa sociedad que hoy se asombra ante estos hechos, en gran medida es la culpable de estas actitudes absolutamente injustificables. La ejemplificación a todos los niveles es nula y en muchas ocasiones totalmente negativa. Las instituciones, los grupos sociales, los medios de comunicación y demasiadas veces la familia, han hecho dejación de sus obligaciones y ahí tenemos los resultados.
Es triste que haya que imponer el respeto mediante medidas legales con el objeto de defender a quienes dedican su vida a formar a las generaciones futuras. Ese respeto ha de ser voluntario, libre y ha de surgir del propio alumno agradecido a la persona que le transmite sus conocimientos preparándolo para la dura y competitiva vida que le espera allende las aulas.
Mantengo un cálido y afectuoso recuerdo de cuantos profesores he tenido. No me cabe duda de que es una de las profesiones más hermosas que existen. El maestro lo da todo por sus alumnos y cuando constatan su progreso, su alegría y satisfacción es enorme, tanta como profunda es su frustración cuando no logran sus objetivos.
Un país que no valora y respeta a sus enseñantes, es un país sin futuro.

jueves, 10 de septiembre de 2009

LA DICTADURA TECNOLÓGICA

Vivimos en una sociedad inmersa en un desenfrenado ritmo competitivo a todos los niveles que nos desquicia hasta el extremo de convertirnos en todo aquello que jamás hubiéramos admitido tiempo atrás y que ha conseguido que nos miremos en el espejo de vez en cuando y no nos reconozcamos ante lo que nos muestra de una forma objetiva, sin engaños ni tapujos que deformen la realidad.
Nos desagrada de tal manera lo que vemos, que llevándonos las manos a la cabeza nos preguntamos cómo hemos llegado a esta situación en la que todo discurre a una velocidad vertiginosa, siempre con prisas, cargados de obligaciones, de insatisfacciones, permanentemente estresados y privados en ocasiones de una intimidad que nos niegan los medios tecnológicos que nos atan con su dictatorial y omnipresente presencia.
Nos desenvolvemos en una sociedad mediatizada por estos avances que nos mantienen en una permanente comunicación y ante la que no somos conscientes del control que se ejerce sobre nosotros, al mismo tiempo que se nos condiciona, aliena e influye subliminalmente, con una información y un torrente de datos y mensajes tal, que nos priva, de nuestra capacidad de decidir libremente, de discrimar y en definitiva, en más ocasiones de las que podemos sospechar, de pensar y razonar clara y libremente.
Con frecuencia tendemos a ridiculizar, incluso despreciar a aquellas sociedades menos evolucionadas, más atrasadas, que no han dado el salto tecnológico de la sociedad occidental y que por lo tanto no disponen de toda la tecnología mediática moderna, como si el hecho de disponer de ella nos encumbrase, orgullosos, por encima de los demás, en una absurda actitud de soberbia y absoluta falta de respeto, cuando en Occidente tenemos mucho que aprender de ellos.
Hablamos del tercer mundo, con otras prioridades más inmediatas y necesarias que las que aquí citamos y a las que no obstante está llegando esta modernidad que les hacen mirar con ojos de asombro desde su mundo miserable hacia el nuestro, opulento, egoísta y derrochador, al que se dirigen obnubilados por lo que ven, con unas esperanzas e ilusiones que casi siempre se ven defraudadas por la triste realidad que desgraciadamente les espera a su llegada.
Con frecuencia estamos siendo testigos de hechos violentos protagonizados por jóvenes que han despertado la alarma en la sociedad, la cual, poniendo el grito en el cielo se pregunta que está pasando con un sector de la juventud que encuentra diversión y acomodo en estos hechos reprobables a los que se llega precisamente mediante la utilización de los modernos medios de comunicación que utilizan para sus convocatorias y cuyos desmanes publican sin el menor rubor en las redes sociales que esos medios les brindan sin límite alguno.
Esa violencia se manifiesta también a nivel de pequeños grupos en los que se maltrata ridiculiza y veja a compañeros y profesores grabando los hechos con un simple móvil, con el objeto de publicar después sus hazañas en Internet a través de las herramientas que Internet pone al alcance de todos y que permiten divulgar sus maldades sin límite alguno jactándose de las mismas en un alarde de brutalidad e incultura impropia de una generación que tiene a su disposición todos los medios necesarios para formarse e informarse como jamás tuvieron los jóvenes de tiempos pasados.La tecnología que disfrutamos en el siglo XXI es una auténtica maravilla fruto del ingenio del ser humano y no tenemos por qué culparla de su mala utilización. La evolución es y debe ser continua y no podemos detener un progreso que es inherente a la especie humana. No obstante, estas consideraciones deberían hacernos reflexionar. Como siempre, un uso racional de la tecnología, facilitará nuestras vidas y las hará más llevaderas y confortables. Es absurdo volver la vista atrás; es mentira que cualquier tiempo pasado fue mejor; pero no podemos dejar que los árboles nos impidan ver el bosque. La tecnología debe humanizarse, debe servir a la sociedad. No invirtamos los términos.

CUÉNTAME LOS AMORES REVUELTOS DE LA SEÑORA

Lectores habrá que hayan descifrado el extraño título que precede a estas líneas, desentrañando su misterioso y laberíntico significado que no es otro que la concatenación de tres de las series televisivas que nos azotan diariamente con sus contenidos machacones, repetitivos e insufribles y que gozan de un favor popular que debería sorprendernos a estas alturas, pero que dado el hecho del nivel cultural - no digamos ya del morboso nivel televisivo, de que goza este país - pues, oiga usted, lo entiendo perfectamente.
Las tres citadas series - hay muchas más que podríamos citar – siguen, para mayor inri, la misma temática tan reiterativa por estos lares como es la de la posguerra, que ya cansa, hastía y aburre hasta límites insoportables, tan tratada, manida y utilizada durante tantos años y que vuelve otra vez con inusitada fuerza y con una elevada audiencia que da que pensar, aunque esto último no es absolutamente necesario para seguirlas, ya que los contenidos de las misma no dan para tanto.
Me imagino a los guionistas confeccionando el rollo diario, desternillándose ante semejantes atropellos culturales que se ven obligados a inventar, sabiendo que no tienen que devanarse mucho el intelecto, puesto que las situaciones y los planteamientos son a veces tan absurdos y ridículos que les basta con situar a los personajes en un determinado entorno y poner en boca suya los textos más vulgares que a veces ni siquiera vienen a cuento.
Algunas ni siquiera se molestan en documentarse, otras en cambio parecen más elaboradas y es que han encontrado un auténtico filón con el que pueden eternizarse elaborando miles de capítulos – de un mes de un año de aquella época son capaces de extraer material suficiente para decenas de capítulos - y así durante toda la posguerra, sabiendo además que van a gozar del favor de un público fiel que no se va a perder un solo día el rolllo correspondiente.
Claro que hay mucho más. Tenemos las siniestras, patéticas y espeluznantes historias de un internado ubicado en un misterioso bosque donde habitan horrendas criaturas, protagonizado por unos tiernos/as infantes/as absolutamente creciditos/as, que se las ven y se las desean para representar el papel de adolescentes que, en la vida real, ha tiempo dejaron de serlo. Afortunadamente tenemos también alguna serie policíaca, muy a la española, otra de tetas y paraísos ejemplarizantes y alguna que otra de jueces insobornables, hospitales insufribles y colegios con niñatos consentidos e insoportables. Como ven, no falta de nada.
Afortunadamente, y para desengrasar, podemos disfrutar de la más aborrecible programación-basura que pueda uno imaginarse. El cotilleo, el mal gusto, la vulgaridad, la mala educación, la falta de respeto y la cutrez más absolutas, se encuentran allí representadas. Es sumamente difícil expresar con palabras el mal gusto y la incultura más recalcitrante que rezuman semejantes bodrios televisivos. Menos mal que de vez en cuando nos ponen alguna película que puede verse. Eso sí seguro que ya la habrán exhibido diez veces. No esperen una obra de teatro o algún programa con un contenido mínimamente cultural.No lo harán, sencillamente porque la cultura no vende en este país.

domingo, 30 de agosto de 2009

SIN PERSPECTIVAS DE FUTURO

Es una constante en la historia del ser humano, tratar de contactar con otras civilizaciones, con otros mundos, con otros seres que amplíen nuestro horizonte, que justifiquen nuestra existencia dándole un sentido a la vida, a tantas preguntas sin respuesta que nos acechan sobre nuestra existencia para compartir, aliviar y soportar la inmensa soledad a la que nos enfrentamos los habitantes de un diminuto planeta solitario perdido en un oscuro rincón del formidable y gigantesco universo ante el que nos sentimos insignificantes pese a la ridícula soberbia con la que nos mostramos y que la naturaleza por un lado y la contemplación del cosmos por otro, se encargan de recordarnos que no somos más que un diminuto soplo de vida en la inmensidad del infinito universo.
En la novela del genial y desaparecido científico Carl Sagan, denominada “Contacto”, una civilización mucho más avanzada que la nuestra nos envía señales de su existencia desde el sistema planetario de la luminosa y hermosa estrella Vega, situada a veintiséis años luz de nuestro planeta. Sabiendo de nuestra existencia, nos envían señales en principio ininteligibles, y que después consiguen descifrar, plantean la construcción de una enigmática máquina que después se revelará como una nave con la cual podríamos contactar con su civilización.
Los gobiernos de todo el mundo se reúnen ante tamaño desafío, mostrando reacciones que van desde la alerta y la desconfianza más absolutas a la ilusionada esperanza de establecer contacto con otros seres de otros mundos, con otra civilización distinta a la nuestra, lo cual confirmaría que no estamos solos, que otros seres han sabido de nuestra civilización y quieren compartir con nosotros su existencia.
Dudo que ninguna civilización extraterrestre, de cuya existencia pocos científicos dudan en un universo de dimensiones descomunales que nuestra mente no puede ni siquiera concebir, deseen contactar con un hermoso planeta pleno de vida, pero con unas contradicciones terribles que acucian a una sociedad tremendamente injusta, que nunca debió haber sido bendecida con el milagro de la vida.
Vivir en un mundo sin esperanza, sin un futuro claro por delante, sin expectativas ilusionantes que le den sentido a la vida, limitándose a sobrevivir, es caer en la desesperación y el abandono existencial; es morir poco a poco. Desgraciadamente, y más en los terribles tiempos actuales que vivimos, en los que la riqueza y la pobreza cada día son más extremos, el número de seres humanos que sufren esta situación aumenta cada día sin que los mínimos esfuerzos que se hacen tengan el menor éxito.
Pienso en los jóvenes, con escasas expectativas laborales, lo cual crea el desánimo y la inquietud entre ellos, sobre todo en los más conscientes que han logrado emerger por encima de la alienable red tecnológica que los tiene atrapados y que no les permite manifestar todo el potencial que la juventud lleva consigo. Deberían comerse el mundo y sin embargo muchos de ellos se encierran en su supercomunicación dedicada entre ellos mismos y que les aísla del mundo real, de su familia y de toda la energía creadora y productiva que es inherente a su edad.
Y pienso en los trabajadores que han cumplido los cuarenta y a los que este estúpido mundo considera ancianos laborales, y no porque se olvide de que son poseedores de una experiencia que toda empresa debería valorar, sino porque ese trabajo pueden dárselo a los pocos jóvenes que contratan con un costo mucho menor e inmensamente más dóciles y manejables.
No me olvido de los ancianos, a los que se les ha exprimido durante toda su vida y a los que se les arrincona, a la inmensa mayoría, por cuatro euros y cuatro viajes del Inserso en espera de que cobren durante los mínimos años posibles, cuando deberían ser los ciudadanos privilegiados y mimados de cualquier Estado Social y de Derecho que reconozca la labor llevada a cabo durante toda su existencia.
Un inmenso y desgarrador grito en favor de las mujeres maltratadas, ultrajadas, esclavizadas y sometidas por el simple hecho de ser mujeres y una última y desgarradora llamada a la especie humana para recordarle a los seres más indefensos e inocentes de este patético planeta que son los niños y para los que no existe ni piedad ni compasión ante la miseria y el horror que sufren. Todos, absolutamente todos los seres humanos sin exclusión, somos culpables de esta incalificable barbarie.
Nadie, nunca, en ningún lugar del universo nos admitirían si un día pudiésemos abandonar el nuestro huyendo de la autodestrucción que estamos generando día a día. No nos lo merecemos, no tenemos perspectivas de futuro.

domingo, 16 de agosto de 2009

TODO PARA EL PUEBLO

Cuando escucho a los caudillos bolivarianos sudamericanos, a los iluminados de las guerrillas que, para su desgracia, también abundan en aquel atormentado continente, o a los fanáticos, violentos e integristas patrioteros que se erigen en libertadores de los pueblos oprimidos según ellos por este país, entro en un estado de ánimo tal, que podría describirlo como una mezcla de risa burlona, gesto despectivo y cabreo generalizado ante tanta estupidez anacrónica causante de tanta desolación.
Tiempos hubo en los que el tan socorrido término “Pueblo”, nos llenaba la boca hasta extremos insospechados e increíbles hoy en día. Nos sentíamos plenos de un entusiasta fervor que nos elevaba el espíritu hasta extremos delirantes. Estábamos hermanados con nuestro “pueblo” en una armonía casi religiosa, solidaria y mística que nos proporcionaba tal euforia que nos llenaba, por otra parte, de un justificado y ansiado deseo de libertad que lo hacíamos extensible a todos los pueblos oprimidos del planeta.
Tan deficitarios en libertad y derechos sociales eran aquellos tiempos de hierro, que de la necesidad surgieron como por encanto una innumerable cantidad de cantautores que reflejaban esa situación en las letras de sus canciones donde las palabras pueblo y libertad abundaban por doquier y por lo que se veían abocados con frecuencia a visitar las comisarías, las cárceles o, como mínimo, a ser pasados por el filtro de la omnipresente censura que todo lo abarcaba, tachaba y prohibía, arrasando con el más mínimo atisbo de libertad y de actividad cultural que tanto temían los prebostes dictatoriales de entonces.
Quisiera cantar ser flor de mi pueblo / que me quisiera una niña de mi pueblo / que me paciera una vaca de mi pueblo / porque yo no soy nada sin mi pueblo. Son unos versos de uno de los cantautores de aquellos tiempos heroicos. Recorrían los pueblos y aldeas llenando las plazas o los pequeños locales, si es que se los cedían, para cantarle a las gentes las canciones que componían con toda la ilusión y el entusiamo de que eran capaces. La mayoría de estos modernos juglares, lo hacían de forma gratuita o a lo sumo cobraban para pagar la gasolina.
Les bastaba con que escuchasen sus canciones-protesta y se uniesen con ellos en un acto reivindicativo que solía acabar con aquel afamado grito de guerra “el pueblo unido jamás será vencido”, con cientos de cerillas encendidas componiendo un inenarrable cuadro descompuesto a veces por las carreras a la desbandada de los presentes debido a la presencia de la fuerza pública que se hacía presente, porra en mano, con intenciones tan poco disimuladas, que no precisaban de consulta alguna por nuestra parte sobre el motivo de su inesperada visita, aunque no tanto si el acto no contaba con el obligado permiso o se corearon demasiadas consignas revolucionarias.
Por entonces, la dictadura agonizaba en nuestro país con los últimos coletazos azotando a diestro y siniestro a todo medio de comunicación que se atreviera a salirse lo más mínimo de la senda marcada por la estricta censura. Llegó entonces la ilusionante “Revolución de los Claveles” en Portugal – Grándola villa morena terra do fraternidade – con los claveles prendidos en las bocas de los fusiles de los revolucionarios soldados y la felicidad inundó nuestros corazones pensando en el traslado de dicha situación a nuestro país. Tardó lo mismo en desinflarse la revolución portuguesa como en abrirse el proceso democrático en España.
Con ello se cerró también el proceso reivindicativo que tanta ilusionada esperanza despertó y congregó en nuestra sufrida España. Tardamos en darnos cuenta de que les dejamos el terreno libre demasiado pronto a los que tomaron las riendas. Todo para el pueblo pero sin el pueblo, preconizaban en el Despotismo Ilustrado.Hoy aquel pueblo está representado por los ciudadanos y ciudadanas que gobiernan a través de sus representantes libremente elegidos, los cuales dicen velar por nosotros y por nuestros intereses y haciendas justo hasta el momento de introducir el voto en la urna. Lo que sigue después es ya otra historia que se resume con el popular dicho de si te he visto no me acuerdo.

ACERCA DEL TALENTO Y LA INTELIGENCIA

Inmensamente afortunadas deben considerarse las personas que poseen una capacidad innata para desarrollar cualquier actividad plástica y que son capaces, desde que nacen, de destacar en cualquiera de las artes y así son capaces de pintar, esculpir, modelar, etc., sin haberse iniciado previamente en ninguna de ellas, sin preparación técnica que justifique semejantes habilidades.
Simplemente la naturaleza ha sido espléndida con ellas y les ha dotado de la más grande de las virtudes humanas: la capacidad de crear. Desde muy temprana edad muestran sus envidiables aptitudes artísticas sorprendiendo a propios y extraños con esos destellos de ingenio que plasman en su actividad diaria y que denotan un talento que causa admiración y asombro.
Las primeras notas de su ingenio pueden ver la luz cuando te presentan esos increíbles dibujos, impropios de su edad, y que dejan atónitos a quienes descubren en ellos a un portento en ciernes. Luego contemplas con apasionada emoción, la capacidad musical que muestran, cantan como los ángeles, bailan con un exquisito sentido del ritmo y todo ello sin haber adquirido una formación técnica con la cual podrán convertirse en verdaderos artistas.
Este portentoso talento estético, les es dado a muy pocos y no siempre es reconocido ni descubierto, con lo que se pierden verdaderos genios que desde que nacen están dotados de ese maravilloso y generoso don que marca unas enormes distancias entre los humanos normales y corrientes y estos afortunados, con un hermoso sentido de la estética, capaces de sentir intensamente y de comunicar sus vivencias trasladándolas al mundo que les rodea, creando belleza.
Desafortunadamente no siempre llegan a desarrollar todo su potencial debido a diversos factores que evitan que estos talentos se conviertan en artistas reconocidos. El ambiente familiar y social donde se desenvuelven que puede ser negativo a la hora de reconocer e impulsar sus aptitudes podría ser un obstáculo en su desarrollo. A veces incluso ellos mismos se niegan a caminar por esa senda tan vedada a la mayoría del resto de los humanos.
La inteligencia sin más, si no va acompañada de una capacidad artística, de un especial sentido estético, no conduce sino a la consecución de las metas profesionales que el ser humano se ponga por meta, consiguiendo, mediante los oportunos conocimientos adquiridos, el dominio de las técnicas necesarias para desarrollar la actividad para la que ha estado preparándose académicamente y con la que ha configurado las neuronas de su cerebro para tal fin.
Lograrán, lograremos los objetivos en más o menos tiempo, con mejores o peores resultados, todo ello en función de la mayor o menor capacidad y de la fuerza de voluntad que se ponga en el empeño. Pero simplemente serán, seremos, almacenes de conocimientos adquiridos que durante el resto de nuestras vidas pondremos en práctica y llevaremos a cabo en las diferentes actividades que el ser humano desempeña en su actividad diaria,
Seremos trabajadores sin cualificar, cualificados o técnicos de primer orden. Pero nos limitaremos a fabricar, producir, enseñar, comerciar, curar, escribir, pintar, componer, construir, etc, y seremos más o menos creativos, con más o menos talento logrado a través del trabajo, de la fuerza de voluntad y del tiempo. Nuestro trabajo puede alcanzar una encomiable perfección y un estimable reconocimiento a la vista de todos. Podemos llegar a ser creativos de manual, pero jamás creadores de espíritu.
Pero no todas las virtudes que adornan al ser humano se reducen a la capacidad creadora, artística y del talento innato. La inteligencia natural, aunque no lleve aparejada necesariamente la creatividad, es un formidable don, como lo es la capacidad para amar, el sentido de la solidaridad, de la bondad, del respeto, de la capacidad para entender y ayudar a los demás y tantas otras que definen a ese ser que la naturaleza ha dotado de inteligencia, sensibilidad y sentido de la libertad.
Soy afortunado cuando miro a mi alrededor y contemplo a las tres mujeres que llenan mi vida. Dos preciosas y encantadoras hijas; una de ellas dotada de ese talento artístico, aún por desarrollar y a la que animo constantemente para que perservere y sea consciente del don con el que ha nacido. La otra hija está dotada de una inteligencia natural y una delicada y exquisita sensibilidad, poseedora de una hermosa capacidad para hacer felices a los demás. Es todo bondad y corazón. Mi tercera mujer es mi encantadora esposa; inteligente, sensible y con una disposición permanente para soportarme cada uno de los muchos días que llevamos juntos.
Para ellas mi amor, mi devoción y mi cariño. Representan todo aquello que da sentido de mi vida.

jueves, 13 de agosto de 2009

MIS ADMIRADOS ESCRIBIDORES

Acostumbro a leer los artículos de opinión de los muchos escritores/escritoras que pueblan con sus firmas más o menos conocidas los medios ce comunicación, ya sean revistas, diarios o periódicos de frecuencias varias.
Trato humildemente, no sólo de disfrutar con sus escritos, sino de aprender de ellos, de descifrar sus, a veces intrincadas expresiones, de bucear en sus giros sintácticos e ingeniosas construcciones, tomando nota incluso del empleo que hacen de los signos de puntuación, del empleo que hacen del tan controvertido laísmo, leísmo y loísmo, en cuyo empleo no parecen ponerse de acuerdo, según llegan a reconocer alguno de ellos en sus artículos.
Observo con suma atención el enfoque general que sobre la base del título elegido, más o menos acertado, conduce a la comprensión del tema tratado y como colofón, a la conclusión del mismo que conduce a la reflexión personal, que, en buena lógica debe buscar y perseguir el autor en sus potenciales lectores.
Autores hay que simple y llanamente reflejan la realidad, tratando los hechos sin más. La objetividad es su lema. Los hay que persiguen tratar temas absolutamente intrascendentes, que no buscan sino divertir con sus temas frívola tendencia. Otros buscan provocar el debate, la discusión, el contraste y enfrentamiento de ideas con el fin de provocar una corriente de opinión que conduzca o debiera de conducir inevitablemente a una conclusión sobre el tema propuesto.
Citaré algunos de los más significados, tres hombre y tres mujeres, por mí los más leídos y que creo son representantivos del panorama crítico nacional, escritores de novela, alguno de ellos de ensayo, y todos articulistas de reconocido prestigio. Aquí los analizo por éste último género abundantemente utilizado por todos ellos.
Javier Marías, azote de la derecha más recalcitrante y de la izquierda más ingenuamente snob y bobalicona. Con un estilo propio, muy definido y personal no deja títere con cabeza cuando trata temas y personajes políticos. En ocasiones complicado de leer, recargado y retorcido en sus expresiones, pero siempre preciso y acertado, golpeando a diestro y siniestro. Todos los años, en las mismas fechas, lanza su afilado dardo contra las hordas de encapuchados que durante una semana ocupan las calles con sus procesiones como si tuvieran patentare de corso.
Rosa Montero y Maruja Torres, con un estilo similar, un temperamento parecido y una exquisita sensibilidad, poseen un estilo directo, claro y preciso, sin ambages de ningún tipo, con una fino sentido del humor en ocasiones, irónicas a veces y mordaces siempre, con una tremenda capacidad de para sacar a la luz con toda su crudeza, dureza y realismo, las innumerables miseria que azotan al ser humano.
Impagables los brillantes artículos de Juan José Millas, con sus irónicos titulares, su lacerante humor, su crítica mordaz y directa, siempre sin ambages ni dobles interpretaciones, que sabe captar con un fino instinto las situaciones más insospechadas y los hechos más sorprendentes partiendo de una simple foto o de un comentario puesto en boca o atribuido a alguno de los protagonistas de sus relatos.
Almudena Grandes, posee una gran capacidad para atrapar al lector con sus narraciones cortas donde sus protagonistas, personajes sencillos con los que nos topamos cada día en la escalera, en el ascensor o en el trabajo, viven historias sencillas que suceden cada día y en las que normalmente no solemos reparar.
Inolvidable su artículo sobre el libro, objeto de culto siempre, pero más aún hoy en día, cuando la tecnología amenaza con su desaparición. Más que una defensa, es un enorme derroche de sensibilidad cuando describe todos los sentimientos que le sugiere un libro en las manos, desde su olor y su textura hasta la capacidad que tienen de trasladarnos a otros mundos.
Me dejo en el tintero a tantos y tantas articulistas de lujo como Vargas Llosa, Manuel Vicent, Javier Cercas, Elvira Lindo, y tantos otros/otras que con sus opiniones crean un debate cada vez más necesario en un mundo globalizado a todos los niveles, salvo, afortunadamente en el terreno de las ideas y las opiniones, al que estos escritores colaboran.
Quizás nuestros jóvenes, encerrados en sus cuartos con sus múltiples juguetes tecnológicos que los mantienen permanentemente comunicados entre sí y aislados del resto del mundo, debieran leer al menos a estos y otros escribidotes con el fin de intentar al menos que posean un espíritu crítico, capacidad de discriminar y mente abierta ante un mundo que les pertenece y que tendrán que afrontar.Tomarían nota también del correcto empleo de un lenguaje que cada día se les escapa más de las manos, al hacer un uso de él cada vez más críptico, abreviado e ininteligible, que se aleja poco a poco pero con paso firme e imparable de la hermosa lengua de Cervantes.

MENOS SAMBA Y MÁS TRABALLAR

Me indigna profundamente la estúpida costumbre de este país de cerrar en verano, con crisis, sin crisis y sin una razón lógica y comprensible que justifique un hecho que parece haberse enraizado desde tiempos inmemoriales y que no parece vaya a cambiar por mucho que todos los años muchos nos preguntemos el por qué de esta costumbre absurda que parece que, como tantas otras, jamás vamos a erradicar.
En agosto todo el mundo parece estar de vacaciones, como si no existieran julio y septiembre, más asequibles económicamente, y menos densamente ocupadas con lo que ello supone de ahorro y comodidad a la hora de disfrutarlas
Las instituciones oficiales y servicios de todo tipo, tanto privados como públicos, si trabajan lo hacen al ralentí. El colmo se presenta, sobre todo en servicios públicos, cuando aunque sigan trabajando, determinados trámites, no pueden llevarse a cabo, porque el jefe del servicio en cuestión está de vacaciones.
Nadie le sustituye, nadie tiene autorización para firmar esos documentos que aunque sea en agosto son imprescindibles para el sufrido ciudadano. Si se trata de pagos, el depositario, interventor o quién ordene los pagos, ha desaparecido y no ha dejado firmado nada, con lo cual espere usted a septiembre, que con suerte ya estará aquí y en cuanto se ponga al día verá como cobra usted a finales de octubre.
Leo con una mezcla de asombro e indignación contenida, que en algunos hospitales, las urgencias tienen una espantosa lista de espera porque un elevado número del personal médico está de vacaciones. El sufrido paciente se encuentra indefenso e impotente ante semejante tropelía. Solamente le queda enfrentar su indignación, con paciencia y resignación, confiando en que su dolencia no se agrave por la espera, que se llegue a tiempo de actuar y que no le salgan con el vuelva usted mañana, que hasta ahí podríamos llegar.
Pedir el libro de reclamaciones es otra opción, siempre altamente recomendable, al margen de que no queda otra, pero que suele caer en saco roto, o por decirlo con más claridad, rotundidad y a veces veracidad, en la papelera. Claro que puede que tenga suerte y le respondan al cabo de cinco meses, sin disculparse, faltaría más, ni excusándose, hasta ahí podríamos llegar, a lo sumo echarán las culpas al gobierno, a la Comunidad o quién tengan más a mano en ese momento.
Si a este panorama, sumamos un hecho que no tiene parangón en Europa como es el de la ingente cantidad de fiestas, casi todas religiosas, por cierto, como la inefable Semana Santa, las Navidades, los innumerables puentes, los inclasificables traslados a día laboral cuando la fiesta cae en sábado o domingo, y otras de carácter local, el resultado es un desastre en horas perdidas. Es impopular presentarlo así, pero los números cantan.
Hace tiempo que no se oye el famoso eslogan aquel de “España es diferente”, tan machacón en tiempos pero que ahora parece más claro y justificado que entonces. Toros, procesiones, puentes festivos, comida a las tres de la tarde y cena a las diez de la noche, entre otras originalidades patrias, nos hacen realmente diferentes ante una Europa que contempla con asombro como somos los primeros en legalizar el matrimonio gay y los últimos en la formación académica y cultural de nuestros jóvenes.
Cuestión de prioridades.

domingo, 9 de agosto de 2009

EL VUELO DE LA GAVIOTA

El inimitable y bello planeo de una gaviota adentrándose en el mar, a muy baja altura, casi rozando el agua, con sus alas de una envergadura tal que a corta distancia se nos antoja imposible, constituye un hermoso y singular espectáculo que constituye todo un deleite para los sentidos y un gozoso lujo para el espíritu.
Su aerodinámica silueta, de un blanco inmaculado, describe un arco descendente que finaliza con un suave amerizaje de una precisión absoluta, imposible de imitar por cualquier objeto volador creado por la mano del hombre, empeñado en emular su vuelo, con resultados a veces desafortunados, que con trágica y pertinaz frecuencia nos recuerdan cual es nuestro lugar en la naturaleza.
Jamás poseeremos su gracia ni evolucionaremos como ellas en su medio natural dejándose llevar por las corrientes de aire que las mecen, las miman y las acunan, subiendo y bajando, girando y volteando vertiginosamente al compás de los vientos, sin mover las alas, planeando, disfrutando del incomparable paisaje que desde su privilegiada posición disfrutan
Desde Ícaro, que en su desafío al Astro Rey perdió sus alas que envueltas en llamas dejaron de sustentarle en un medio que no era el suyo, el ser humano no ha cejado en su empeño hasta conseguir imitar a las aves. Con alas de metal, cuerpo de acero y alimentado por un estruendoso rugido que lo impulsa y lo mantiene en un medio hostil, ha logrado superar un desafío que le viene obsesionando desde el principio de los tiempos, cuando elevando la vista al cielo contempló su vuelo por primera vez.
Dominado el aire, el hombre miró más arriba, hacia el espacio exterior y contempló las estrellas. Se sintió inmensamente pequeño, insignificante, pero no por ello renunció a soñar que un día pudiera volar más alto y visitar otros mundos tan lejanos como desconocidos.
La luna estaba ahí, a la vuelta de la esquina. Hacia ella dirigió todas sus miradas y con esfuerzo titánico y férrea voluntad, allí se posó, por primera vez, con emoción, con orgullo ausente de soberbia, con humildad al contemplar desde allí nuestro planeta tan pequeño, tan insignificante, en medio de la nada, inmerso en la oscuridad y la soledad más absolutas, como un minúsculo punto en una de las infinitas galaxias que pueblan el portentoso universo.
Leo en un diario un delirante titular que afirma que el futuro de la humanidad está en la conquista del espacio. La estrella más cercana, Alfa Centauro, se encuentra a casi cinco años luz de la Tierra. Vega, la hermosa estrella blanco azulada dista de nosotros veintiséis años luz. Imaginemos que en sus sistemas planetarios hubiera alguno habitable. Ni siquiera en sueños logramos concebir esas distancias. Por otro lado, los planetas de nuestro sistema solar, que tenemos al alcance de la mano, son lugares inhóspitos, incompatibles con la vida humana, a distancias insignificantes, pero que el hombre no puede afrontar.
Nuestro futuro está aquí, en este planeta que estamos destruyendo cada minuto que pasa y al que no damos respiro alguno. Por él debemos velar y es a él al que debemos regresar cada día para dejarlo otra vez impoluto, como nos lo legaron nuestros antepasados hace cientos de años.El hombre ha pisado la Luna, ha hollado con sus pies otro mundo y desde allí ha vuelto sus ojos con nostalgia y humildad hacia la Tierra, su hogar y su refugio, donde el milagro de la vida se abre camino cada día, donde las gaviotas, con su grácil vuelo, nos recuerdan cada día que apenas somos un soplo de aire fresco, un sueño de tierra, mar y cielo.

miércoles, 5 de agosto de 2009

CRISIS EN LA PLAYA

En la misma playa de la misma costa de una población Alicantina, hállome justo un año después, pese a la crisis o quizás más bien, gracias a ella, que me ha permitido ocupar un apartamento, en primerísima línea, por cierto, a un módico precio que supera ampliamente, a la baja, por supuesto, el importe del que alquilé el año anterior.
Uno se sorprende, sin duda influido por las circunstancias actuales, al contemplar la playa donde me encuentro más densamente poblada aún que entonces y trata de deducir conclusiones que, seguramente no son válidas, pues de una muestra tan pequeña, al fin y al cabo una playa, difícilmente pueden obtenerse unas conclusiones estadísticas válidas aplicables a una situación extensible a todo un país.
Puestos a ello, tampoco explica esta situación, el hecho de que hayan bajado los apartamentos, ya que en general no es así. Yo he tenido suerte al encontrar a una persona sensibilizada con los tiempos en los que vivimos y comprensiva hasta extremos impensable hoy en día, pero la mayoría mantienen los precios del año anterior, en un gesto que, pretenden muy dignos ellos, deberíamos agradecer.
Por aquí, no debe de haber pasado la dichosa crisis, ya que el resto de los servicios de todo tipo, mantienen o han subido los precios del año pasado, e insisto, la demanda es la misma o superior. Quizás la excepción confirme la regla o los inefables brotes verdes hayan acabado por madurar convirtiéndose en árboles hechos y derechos.
También por estas fechas, siempre hace un año, llegué con unos créditos firmados que me permitirían continuar a la vuelta la actividad de la pequeña empresa que desempeño. Por cierto que los famosos y tan cacareados ICO, me los denegaron después de toneladas de documentación y tres meses de espera; no conozco ni una miniempresa que haya percibido las ingentes cantidades de euros destinados a tal fin y que nadie sabe donde están.
Panorama desolador a la vuelta. Parte de los avales aprobados y firmados, no son respetados por el banco, pues, según me dicen, la crisis ha comenzado en mi ausencia y donde dijeron digo, ahora dicen diego. Léase la letra pequeña, me recomiendan. Con dificultad y unas buenas gafas me ponga al asunto, y, sorpresa, ahí estaba la engañifa: el banco unilateralmente y sin más, puede anular lo firmado por ambas partes en el momento que lo crea conveniente a sus intereses, claro está.
Un año después, solicito los mismos avales, en el mismo banco y, se supone que con la misma crisis, ya no sé si instalada o desinstalada. Espero con ansiedad la vuelta para comprobarlo, confiando en que no me obliguen a leer de nuevo la nefasta letra pequeña del año pasado, lo que supondría disfrutar de otra vuelta de tuerca más.
Lo cierto es que hay sectores a los que esta coyuntura no afecta de ninguna manera. Es más, salen beneficiados del presente berenjenal en el que nos han metido. Si tienes trabajo asegurado, lo demás viene por añadidura, es decir, se benefician de la bajada de muchos productos de consumo y deben dar gracias a la crisis porque les permite vivir mejor instalados en ella que en su ausencia. Hablo, naturalmente, de los funcionarios, privilegiados hoy y siempre en el panorama laboral nacional.
En cuanto al resto, y me refiero siempre a los nominados, por aquello de la nómina mensual, el trabajo, que ahora se dice está en precario, nunca ha estado asegurado, simplemente ahora, ha bajado unos escalones más al aprovechar muchas empresas aquello de que el Pisuerga pasa por Valladolid, para llevar a cabo unos ERE, que les viene de perlas. Excluyo a la miniempresa, que falta de financiación, no puede soportar la presión y muchas de ellas se han visto abocadas al cierre.
Bien, creo que esto es todo, así que voy a darme un baño en la playa, ahora que se ha liberado espacio en la misma. Acabo de llamar al banco y me dicen que, tranquilo, que este año no voy a tener que destrozarme la vista con la letra pequeña. Además debo decirles, que, afortunadamente, para mayor tranquilidad mía, mi esposa es funcionaria.


miércoles, 22 de julio de 2009

TRES TRISTES ADIOSES

En el transcurso de pocos días, tres conocidos personajes, célebres por motivos muy diferentes, han partido de este mundo para dirigirse a aquel otro adonde todos iremos, destino absolutamente insoslayable por mucho que nos empeñemos en perpetuarnos mediante cuidados y atenciones varias que cada vez más nos procuramos con el objeto de alargar esta estancia provisional y prolongarla el máximo posible.
Para nada contamos la inmensa mayoría de seres anónimos que pasamos por aquí sin dicha ni gloria, conocidos apenas por unos cuantos que nos rodean, para los que permaneceremos en su memoria durante un tiempo, pasado el cual, pasaremos a formar parte del colectivo humano que no figurará para nada en ningún registro que pueda perpetuarse a través de los siglos.
Sí permanecerán a lo largo de los tiempos, tres personajes que recientemente desaparecidos, han conseguido el reconocimiento, bien por su dedicación en pro de los demás, como Vicente Ferrer; bien por su labor literaria como Frank MacCourt o por su fama alcanzada como artista, como es el caso de Michael Jackson.
Tres personas con perfiles completamente diferentes, pero que tienen en común el logro de destacar por encima de ese inmenso y anónimo colectivo que constituimos el resto de los humanos. Permanecerán para siempre en la memoria humana, sin haberlo perseguido, sin pretenderlo. Lo harán por sus hechos, en este caso positivos, al contrario de aquellos deleznables personajes históricos que representan una lacra y una maldición para la historia de la humanidad.
Vicente Ferrer fue un gigante de la solidaridad humana, con una vida dedicada por entero a los demás. Su obra perdura y estará en la mente de sus benefactores y de la humanidad entera. Si alguien se merece el Premio Nobel de la Paz, es sin duda él y desde aquí, para él lo solicito en nombre de todos aquellos desheredados de la Tierra a quienes dedicó su vida entera.
Frank MacCourt, entrañable personaje, profesor y escritor irlandés, que con una sensibilidad, ternura y humor encomiables, nos describe en su libro Las Cenizas de Ángela las terribles vicisitudes que su familia sufrió en Irlanda en medio de la pobreza y el abandono más absolutos. Profesor en Nueva York, narró también sus increíbles experiencias en aquel país. Fueron sus alumnos, que lo querían y admiraban, quienes le animaron a escribir las historias que les narraba en clase y que escuchaban con auténtica devoción.
Michael Jackson, pese a sus excentricidades, figurará en los anales de la historia de la música, como uno de los más grandes artistas. Fue un genial compositor, cantante y coreógrafo, tres grandes aptitudes que no todas las figuras de este sector han logrado reunir. Sus incondicionales lo echarán mucho de menos, así como la música en general.
Tres adioses, tres historias, tres personajes que nunca morirán.

lunes, 13 de julio de 2009

MI MUY MEJOR AMIGO

He sabido que te has cansado de vivir, que ya no quieres causar más molestias, que has decidido dejar a quienes tanto te van a echar de menos, querido Pillo. Han sido muchos años para ti, pero muy pocos para tu amigo del alma al que abandonas. Le has dado todo durante estos felices años y, como siempre, a cambio de nada. Permanecerás en su corazón y tu recuerdo le acompañará para siempre.
Es Pillo un alegre, bullicioso, simpático y juguetón perro que conozco por ser el fiel compañero de un amigo. Hace tiempo que sabía que estaba enfermo y cargado de años; qué ironía con apenas unos pocos años traducidos a nuestra escala, pero ya muchos en la suya, que le venían pesando últimamente y que le causaban trastornos como si de un anciano se tratara.
Pese a su enfermedad, pese a la tristeza que denota su tierna mirada, lo lleva con toda la dignidad del mundo, tratando de no perturbar la vida de quienes se desvelan por él, intentando no preocuparlos y devolviendo multiplicado por mil el cariño recibido.
Vas a dejar un enorme hueco en la casa, un gran espacio de ternura y cariño por todos sus rincones, un vacío imposible de llenar. Sólo el tiempo y los recuerdos de los maravillosos momentos pasados juntos, suavizará el dolor que causará tu ausencia.
No son fáciles de entender estos sentimientos para quienes no hayan sentido el amor y el cariño inmenso que se puede llegar a profesar a estos maravillosos animales que te lo dan todo, que son capaces de dar la vida por ti, que llegan a dedicártela por completo, llegando hasta la sumisión y la entrega total.
Les basta con una caricia, con una palabra amable y ya son felices. Se deprimen y sufren como nosotros, pero sin causarnos la menor molestia. A lo sumo emiten unos leves quejidos y nos miran con esos ojillos que nos parten el corazón.
Las separaciones son dolorosas para todos. Se echan de menos mutuamente y el reencuentro es inenarrable. Si pequeño, se mueve nervioso y contento a tu alrededor, si grandote, se pone de pie sobre sus patas traseras y te arrincona contra la pared comiéndote a lametones que son besos para ellos.
Su capacidad de entrega es absoluta y su bondad infinita. En algunos casos, sobre todo en ambientes rurales, sé de algún perro que, presintiendo su muerte, se aleja de casa para morir. Es un último y elevado acto de supremo amor hacia su compañero al que no quieren hacerle sufrir.
Querido Pillo, no te irás aunque tú te empeñes. Permanecerás aquí, en el corazón de aquellos que tanto te quieren. No te olvidaremos. Hasta siempre.

jueves, 9 de julio de 2009

EL ABUSO NACIONAL

Permítanme que les narre tres historias cortas de abusos varios entre las miles, que ustedes sin lugar a dudas podrían engrosar, hasta formar un conjunto de tales dimensiones que podríamos editar un libro-manual de gigantesco tamaño y de múltiples volúmenes con el cual podríamos ilustrar la chapuza-abuso nacional que sigue vigente, desde la típica chapucilla de bajo nivel, hasta la más sofisticada de guante blanco, pasando por la usura sin refinamiento alguno y de porte a veces chulesco y siempre descarado de la banca nacional.
Sábado por la mañana, alrededor de las doce horas de un soleado día de verano. Llegamos a casa y nos encontramos con la cerradura atascada. Llamamos al consabido cerrajero que acude al cabo de una hora con una imponente moto que aparca en la acera – por nuestra mente pasa el albañil de la película “esta casa es una ruina” – . El vecino, para animarnos, nos avisa: podéis prepararos. Tardó dos minutos en desatascar la cerradura y otro minuto en cobrarnos doscientos cincuenta euros. Cierto es que me dio una solución, por si tenía problemas con el seguro, y que aquí, me van a permitir, no voy a desvelar.
Un día cualquiera de un mes cualquiera en un local sin energía eléctrica debido a una avería de un interruptor general. Aviso a mantenimiento y me envían al ínclito electricista, que de un vistazo diagnostica el origen del problema: hay que cambiar el conmutador principal. Voy a por la pieza y en un momento se la repongo. Tarda tres horas en volver y cinco minutos en colocar el dichoso repuesto. Me factura cuatro horas y, claro está, le pido explicaciones. Las tres horas por el tiempo que tardó en conseguir la pieza – ese debería ser su problema, no el mío – y la otra hora porque es hora o fracción. Le muestro mi desacuerdo. Su respuesta literal: pues se la quito y me la llevo. Sin comentarios.
En plena crisis, solicito un aval a una entidad bancaria que preferiría no citar, o sea, Caja Madrid, donde llevo veinte años de esforzado cliente tanto a nivel privado como al de empresa. Después de pedirme una documentación que podría rivalizar con los presupuestos generales del estado, se dignan aprobar la operación, eso sí, con un interés del 5,5% anual, que en el caso de un aval es de una usura insoportable – normalmente están entre el 1 y el 1,5% anual - . No tuve alternativa. Hace unos días les solicité otra operación. Al final no la llevé a cabo. Me piden explicaciones y me dicen que de todas formas me van a cobrar una comisión de estudio. Es decir van a cobrar por nada. Nada nuevo bajo el sol.
Tres sencillos y mínimos ejemplos del día a día del panorama chapucero nacional. No incluyo a los políticos corruptos, porque esa es una empresa de volumen tal, que supera con mucho el propósito de estas líneas.

martes, 30 de junio de 2009

EN EL PLANETA EQUIVOCADO

En un universo de gigantescas dimensiones, poblado por billones de estrellas, moviéndose a velocidades de vértigo por la sobrecogedora y eterna noche del cosmos, un hermoso planeta azul acompaña en su viaje a una de las infinitas galaxias que giran sobre sí mismas hacia los desconocidos confines de un universo en continuo cambio y en eterna expansión.
Acompañado por una poderosa estrella que le proporciona luz y calor y por un brillante astro que ilumina sus oscuras noches, en el planeta Tierra surgió la vida de forma espontánea abriéndose paso con un formidable e irrefrenable ímpetu transformado la faz del planeta.
Somos hijos de las estrellas, afirmaba Carl Sagan. Toda la vida procede del universo desde donde llegó para ocupar el agua, el aire y la tierra invadiéndolo todo con la poderosa fuerza que la vida imprime con su titánico y poderoso sello personal, transformando los océanos, las montañas y los ríos del más bello planeta que jamás el espacio-tiempo en su eterna expansión, pudo soñar.
La vida surgió en el mar con imparable fuerza, multiplicándose en su seno, para salir a tierra firme y poblarla de miles de especies, que evolucionaron en el curso de los tiempos para dar lugar a miles de especies que surcaron el aire, al tiempo que una explosión de vida vegetal cubrió la faz del planeta.
El planeta, pleno de vida, recorría el espacio alrededor de su estrella que le proporcionaba la energía y la luz necesarias para el sostenimiento de la misma, mientras, la orgía de vitalidad que se desarrollaba en el afortunado planeta, se abría camino a golpes de evolución y adaptación en un medio en el que se mantenía un preciso y precioso equilibrio sin nada ni nadie que pudiera romperlo.
Pero la imparable evolución, optó por una nueva forma de vida que con el tiempo habría de romper el maravilloso y natural equilibrio existente entre los seres vivos y los ecosistemas donde se desenvolvían: surgió el hombre.
El más hermoso de los planetas, pronto empezó a sufrir las consecuencias de la devastadora y febril acción destructiva y aniquiladora del ser humano. Contaminó los ríos y los mares, ensució el aire hasta hacerlo irrespirable, hizo desaparecer bosques, selvas y paisajes que ya nunca se pudieron recuperar y decidió aniquilarse a sí mismo en innumerables guerras que sembraron la muerte, la miseria y el dolor.
Aniquiló innumerables especies que ya jamás poblarían los mares, los valles y las montañas donde surgieron hace miles de años. Contaminó las ciudades con los ruidos y los humos de los automóviles, destruyó la vida marina, desorientando a las ballenas con el ruido infernal de los barcos, destrozándolas con las hélices de los trasatlánticos y envenenando los océanos con el petróleo vertido por esos portadores de contaminación y muerte que son los gigantescos petroleros que surcan los mares antes rebosantes de una fauna marina pletórica de vida.
Ya nada volvió a ser igual en el planeta. Imaginarlo antes de la aparición del hombre-predador es una de las más bellas visiones que ahora, el ser humano pueda imaginar. Un paraíso de luz y color, una explosión de diversidad y vida en armonía con una naturaleza radiante, de un verde hermosamente exuberante, sin el menor atisbo de contaminación ni ambiental ni acústica, con unos mares, ríos, valles y montañas de un límpido azul y transparente. La vida en estado original y puro.
Ni los dioses pudieron imaginar desde su olimpo, la maravillosa obra que crearon. Solo un desencanto nublaba su orgullosa y portentosa obra. La aparición del hombre sobre la tierra fue un error. Surgió en el planeta equivocado.

lunes, 22 de junio de 2009

EL DESAFÍO DE INTERNET

Con poco más de diez años de existencia y con una progresión en su utilización a nivel mundial que ha roto todas las previsiones imaginables, Internet se ha postulado por derecho propio como uno de los fenómenos con más trascendencia, no del siglo XX, sino de la historia de la humanidad, con una inmensa capacidad de influencia en todas las áreas de la comunicación, y, por supuesto, en el terreno social, político y económico a escala global.
Nada es más significativo ni ilustra mejor sobre la influencia que está adquiriendo Internet, que el hecho de que los gobiernos de dos potencias como son China e Irán se esfuercen en intervenir y silenciar la Red de redes, con el objeto de ocultar a su población y al mundo, hechos como los de la masacre de Tiananmen, las críticas a su sistema político o simplemente el uso de la palabra “libertad”, en el caso del gigante Chino.
En Irán, las protestas en contra de un sistema político que cercena sus libertades y falsea los resultados de unas elecciones supuestamente libres, son contempladas en occidente gracias a Internet y sus inmensas posibilidades de divulgación de las imágenes colgadas en la Red por los propios manifestantes, pese a los tremendos esfuerzos por parte del gobierno por controlar, intervenir y en última instancia silenciar un fenómeno de comunicación a escala mundial.
En general, los gobiernos, multinacionales y poderosas Corporaciones con enormes intereses económicos, encuentran en Internet un monstruo de la comunicación y del intercambio comercial, social y cultural, que desearían controlar e intervenir, cada uno de ellos por motivos diferentes, inconfesables a veces e interesados casi siempre.
Protestan las multinacionales de diferentes actividades económicas, que Internet supone una importante merma en sus ingresos debido al intercambio de productos entre los usuarios al colgarlos en la red y dejarlos disponibles para aquellos que deseen acceder a ellos. Sin duda así es, pero esta actitud no deja de ser una protesta ante los exorbitados beneficios que obtienen muchas veces con productos que han amortizado cien veces y que en cualquier caso, con precios más razonables, podrían evitar.
Tratan por todos los medios – legales y democráticos, al menos en occidente - de cerrar un poco esta inmensa, poderosa y luminosa ventana abierta al mundo que les molesta, contraría y limita su poder, con su portentosa capacidad de difusión instantánea, mediante la cual, cualquier individuo puede colgar sus vídeos, imágenes y documentos de todo tipo, en cualquier lugar del planeta, con el objeto de denunciar abusos, o situaciones que merecen ser expuestas para su conocimiento.
No todo es ensalzable en Internet. Los contenidos que muestran la espantosa pornografía infantil, por mencionar alguno de ellos, y tantos otros que muestran la cara más negativa de la Red, demuestran, una vez más, la capacidad del ser humano para utilizar la libertad de una forma perversa y desalmada.
La capacidad de intercambiar información entre los internautas es una maravilla que nos acerca más a aún a los habitantes de este planeta. Ningún poder fáctico o de hecho, puede ni debe intervenir Internet. Somos los usuarios los que debemos regularlo con el objeto de que sus contenidos sean positivos para la comunidad internacional, rechazando y denunciando a aquellos que amparándose en el anonimato desvirtúan la naturaleza de un fenómeno que se ha constituido en el cuarto poder.

jueves, 18 de junio de 2009

PAISAJES RECUPERADOS

Para aquellos que nacimos en alguno de los pueblecitos, más bien aldeas, que salpican la ancha meseta castellana, resulta hoy un verdadero placer contemplar como la mayoría de ellos continúan aún allí, vivos, anclados en el paisaje al que se acostumbraron nuestros ojos durante los imborrables años de la infancia que nos dejaron una indeleble huella en nuestra retina y en nuestro corazón.
Recuerdos de sus tortuosas calles, de sus humildes casas, del río corriendo por la pradera, de la escuela, de la iglesia, de las eras, del molino, de la fragua y de tantos lugares, algunos hoy desaparecidos, pero que continuamos localizándolos allí donde estuvieron como si el tiempo no ocupara lugar en nuestra mente.
Recorremos con satisfacción sus calles, tan arregladas, como se decía entonces, bordeadas de aquellas casas, que hoy, restauradas muchas de ellas, otras levantadas de nuevo, y otras que han surgido en el paisaje, han dado un aire nuevo a estos lugares, que hace cuarenta años se daban por perdidos, abandonados a su suerte, con una población envejecida que hacía presagiar un oscuro futuro.
Hablo de pueblecitos de Castilla, de Segovia, porque en uno de ellos nací y que en su máximo esplendor no llegaron a los trescientos habitantes, que estuvieron a punto de desaparecerer de pura inanición y abandono, y que hoy, cuarenta años después, han recobrado la energía suficiente para sentirse más asentados que nunca y con una poderosa razón para seguir, que no es otra que la de la humanización de la existencia que nos niega la gran ciudad.
Han sido los descendiente de los habitantes de entonces, que recobrando la ilusión por retornar a sus orígenes han reconstruido las casas de sus padres, de sus abuelos y han colaborado de esta manera a la supervivencia de estos hermosos lugares que pueblan de vida los campos de Castilla y de tantos otros lugares de nuestro país.
Junto al medieval castillo, en la falda de una montaña, a la vera de un serpenteante río, entre verdes y frondosas praderas, rodeado de alamedas, o surgido a la sombra de una hermosa iglesia centenaria, destacan en la quietud silenciosa de los campos alterando su soledad y salpicándolos de vida bajo un cielo eternamente alfombrado de miles de estrellas.Nos felicitamos por la supervivencia de estos pueblos, centenarios los más y muchos con una historia por descubrir y contar. Para muchos de nosotros que nacimos en ellos, supone un emocionado y deseado retorno a los orígenes, así como una señal de respeto y homenaje a nuestros padres y antepasados que con su esfuerzo levantaron estas hermosos lugares, hoy felizmente recuperados.

lunes, 8 de junio de 2009

LA LUNA AL ALCANCE DE LA MANO

El veinte de julio de mil novecientos sesenta nueve, cuentan las crónicas que tuvo lugar uno de los hechos más trascendentales llevados a cabo por los seres humanos a lo largo de la historia de este atribulado y solitario planeta, al hollar con sus pies el virginal e inmaculado suelo lunar, nunca antes profanado por ser vivo alguno.
Utilizo la expresión “cuentan”, porque durante estos años se ha especulado con el supuesto de que todo fue una farsa, un engaño que los Estados Unidos montaron en unos estudios cinematográficos que recreaban las condiciones lunares y que han propiciado que muchos adictos lunáticos intentaran dejar en evidencia a la NASA ante lo que ellos consideran fallos garrafales en dicha recreación, mediante los cuales intentan demostrar que en realidad, todo se fraguó aquí en la Tierra.
A primera vista, repasando la información que nos proporcionan los escépticos y visualizando multitud de reportajes y documentales que sobre el tema se han llevado a cabo, uno se permite dudar hasta el extremo de que cuanto más te informas, más llegas a tener la seguridad de que nos timaron miserablemente, que todo se pudo grabar en un estudio en el desierto de Nevada, que, en definitiva, nos engañaron.
La verdad es que sorprende que hace cuarenta años pudieran llevar a cabo semejante hazaña, cuando hoy en día vemos los problemas que tienen que sortear de vez en cuando en misiones aparentemente menos complicadas. Ponen como ejemplo el del ordenador central, una cacharrillo con una potencia semejante al del que hoy gobierna una lavadora o un sencillo aparato doméstico. Como mínimo, este hecho, al lado de otros más que podríamos citar, no deja de sorprender.
Pero la inteligencia más elemental, más medianamente lógica, no debería alimentar semejantes razonamientos que chocan frontalmente contra una mentalidad que a nada que se esfuerce, concluiría que semejantes alucinaciones son un completo desatino que trocaría uno de los más gigantescos pasos dados por el hombre en una burda y ridícula farsa que avergonzaría para siempre a sus supuestos autores y que el resto de las potencias habría dejado en evidencia.
Y es que fue una aventura maravillosa que vivimos todos aquel mágico veinte de julio de hace cuarenta años. El mundo entero se sintió a la par que emocionado, un poco aliviado al contemplar al hombre sobre otro cuerpo celeste. Ya no estábamos tan solos, tan aislados en este planeta.
Por primera vez podíamos contemplarnos desde allí, y nos veíamos como una hermosa esfera azul, solitaria en la inmensa negrura del universo, y descubrir de paso lo insignificantes que somos inmersos en la grandiosidad del cosmos.
Somos apenas un incipiente soplo de vida entre las galaxias y las estrellas que las componen. Sin duda no somos los únicos y seguro que ese milagro que llamamos vida abunda en la inmensidad del soberbio e infinito universo. Experimentamos una necesidad imperiosa de conocer a nuestros vecinos estelares, de saber si están ahí, y no descansaremos jamás en intentarlo
Quizás nos encuentren ellos, quizás jamás lo consigamos, quizás nos hayamos extinguido antes de lograrlo, pero aquel paseo lunar significó el comienzo de la aventura. Los poetas que tanto la cantaron, debieron avisarla para mantenerla lúbrica y pura, con aquellos versos de Federico:
Huye luna, luna, luna / que ya siento sus caballos.

viernes, 29 de mayo de 2009

ANCLADOS EN EL PASADO


Soy partidario de vivir el día a día, de mirar mínimamente hacia atrás, de no recurrir a añoranzas, nostalgias y recuerdos que muchas veces se transforman en ataduras, de árboles que no te dejan ver el bosque y que te impiden observar la realidad de una forma imparcial y objetiva, porque al transformarla, se altera tu auténtico yo convirtiéndote en rehén de una realidad que ya no existe.
Echar un vistazo atrás es positivo siempre y cuando se explore el mismo con vistas a rectificar y aprender de los errores cometidos, a cambiar las actitudes que se han demostrado vacuas e inútiles, en definitiva a evolucionar y adaptarse a los tiempos presentes con proyección de futuro.
Esta filosofía de la vida, es aplicable no solamente a los individuos, sino aún más a las instituciones de todo tipo que han quedado ancladas en el pasado de tal forma que hoy en día se revelan anacrónicas, obsoletas y fuera de lugar en un mundo que se mueve a la velocidad de la luz, de esa luz que merced a sus trasnochadas ideas y a su incapacidad de seguir el ritmo de la modernidad en la que vivimos, se ha transformado en sombras.
Pongo por ejemplo a la Iglesia Católica, ejemplo de institución incapaz de ponerse al día, opuesta como siempre a todo avance, con la vista siempre en el pasado, contraria a todo movimiento, no digamos ya progresista, sino simplemente acorde con los tiempos que corren. Se opone a los anticonceptivos, al aborto, a los avances en la ingeniería genética y se alía con la derecha más recalcitrante, en definitiva, se ancla en el pasado.
Y qué decir de la derecha política española, ejemplo de partido político que parece empeñarse en seguir atado a tiempos pasados que ya casi nadie quiere recordar, incapaz de liberarse de unas ataduras que dudo que los más jóvenes de dicho partido lleguen a compartir.
Sonroja comprobar como se oponen a todo lo que suponga romper con un pasado Franquista al que sin duda no pertenecen pero que da la impresión de que se siente herederos de semejante rémora. Cualquier alusión a aquellos tiempos les saca de sus casillas. Se niegan a condenar esa época, a retirar las estatuas del dictador, a llevar adelante la Ley de la Memoria Histórica y para rematar la faena, se alían con la Iglesia Católica, avalando todas las manifestaciones y salidas de tono de sus jerarcas.
Siempre he sido votante de izquierdas, aunque hace años que me he acogí al abstencionismo. No puedo votar, ni a unos ni a otros. Considero que tenemos una clase política, que ni nosotros ni nadie nos merecemos, o quizás sí porque somos nosotros quienes los elegimos, pero en cualquier caso soy incapaz de votar a unos políticos vocingleros, que dedican todo su tiempo a insultarse y airear los defectos ajenos en lugar de proclamar sus bondades, si las tuvieren y de paso echar un vistazo a su casa por si fuera necesario reparar los desperfectos propios.
Y es que, aunque nos pese, en el caso de la política y los políticos, este país apenas cuenta con treinta años de democracia. Si a esto, unimos el carácter típico español aplicado a la política, seguramente concluyamos que la cosa no da para más, aunque claro está, esto no justifica sus desmanes.
En cuanto a la Iglesia católica, cuenta con dos mil años de antigüedad. Si a estas alturas no ha evolucionado, ya nada cabe esperar. Seguro que sus feligreses, fieles ovejas de su rebaño, se ganarán el cielo más que por sus rezos, por su paciencia.

martes, 26 de mayo de 2009

UN MUNDO COMPLICADO

No quedan tan lejos aquellos tiempos en los que la vida se reducía a vivir el día a día sin las complejidades que hoy implica el ajetreo diario, sin las prisas que nos atosigan, presionan y hunden en un continuo deambular de un lado a otro que la mayoría de las veces no nos conducen a ninguna parte.
No es ésta una reflexión puramente nostálgica fruto de un estado de ánimo puntual, sino consecuencia de una análisis detenido del tipo de vida al que nos vemos abocados en mayor o menor medida cuantos vivimos en el ámbito urbano y tanto más cuanto mayor es la ciudad donde vivimos y desarrollamos nuestra actividad.
No hablo por la tanto del ámbito rural, donde la vida transcurre a otra velocidad, a otro nivel, en un espacio y tiempo que parecen no pertenecer a este mundo, donde la tranquilidad y el sosiego humanizan la vida que se desenvuelve en contacto directo con la naturaleza, a años luz del alocado ritmo que imprimimos a nuestras vidas en las grandes ciudades.
Este complejo mundo, nos ata día tras día a una vertiginosa, compleja y variopinta rutina cargada de obligaciones contraídas que nos obligan a estar al día y que no podemos obviar por las consecuencias negativas que de ello se derivarían y que nos acuciarían sin piedad.
Las incontables facturas, la implacable hipoteca, los trámites, renovaciones y permisos de todo tipo, las escrituras, las tarjetas de crédito, la declaración de la renta, del patrimonio, las obligaciones fiscales, las tributarias, las de la seguridad social, el trabajo en precario, las revisiones del coche, del carné de identidad, del carné de conducir, la compra, las vacaciones, el colegio de los niños si los hubiere y si son adultos, doble ración, con la consola, el ordenata, y como no, el omnipresente e inefable móvil.
Mención aparte merece este dichoso aparato que nos ha esclavizado con su poder de comunicación permanente, anulando en gran parte nuestra intimidad y robándonos parte del precioso y mínimo tiempo del que antes disponíamos.
Ha logrado trastocar nuestras vidas y las de nuestros hijos, logrando cambiar el ritmo de las mismas acelerándolas un poco más y consiguiendo un distanciamiento con ellos cada vez mayor al encerrarse en su mundo, anulando parte de su voluntad y convirtiéndolos en prisioneros adictos de un mundo permanentemente comunicado, virtual, e irreal fruto de la dependencia que han contraído y que se muestra tan dictatorial y tiránica que muchos de ellos necesitan ó necesitarán con el tiempo asistencia psicológica para superar su adicción.
No se trata de aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor, ni de volver al trueque o a los tiempos del seiscientos. Se trata, simple y llanamente de humanizar nuestra existencia.
Siempre queda la alternativa de recluirnos en un recóndito y alejado monasterio o ese soñado y bucólico pueblecito junto al mar o en la falda de la montaña donde la paz, el sosiego y la tranquilidad relajen nuestra existencia.
Discúlpenme si les digo que en todo caso me llevaría el móvil, que no me faltaría Internet y que tendría el coche en el garaje. Las facturas y todas las demás ataduras, las dejaría en la ciudad.
Acabo de despertar y creo haber soñado. Como en la mayoría de los sueños, no logro hilar por completo la historia soñada, pero me ha dejado un agradable y tenue recuerdo.

miércoles, 13 de mayo de 2009

EL DUDOSO ARTE DE NEGAR LO EVIDENTE

Cerrar los ojos ante lo evidente, negando lo objetivo y demostrable, adoptando la política del avestruz y negando la realidad que nos envuelve, lleva al ser humano a entrar de lleno en el absurdo, la estupidez y el autoengaño con las consiguientes consecuencias negativas a la hora de analizar el mundo que nos rodea.
Las cifras en cuanto a número de embarazos no deseados en los jóvenes, nos muestran un panorama desolador. En los últimos años, el número de chicas que se han quedado embarazadas involuntariamente, ha aumentado de forma notable. Entre 1990 y 2000, la tasa de embarazos no deseados en menores de 18 años creció el 35% respecto a la anterior década, mientras que los abortos superaron el 52% en 2003, según datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Basándose en el número de chicas que mantiene relaciones sexuales completas y a la luz de los resultados obtenidos, la encuesta sitúa el riesgo total de embarazo no deseado en un 15%, lo que significa que cerca de 400.000 jóvenes están expuestas en España.
El panorama resulta desalentador si tenemos en cuenta que los jóvenes disponen ahora más que nunca de una información y unos medios anticonceptivos a su alcance como jamás han tenido las generaciones anteriores. Si a esto unimos el hecho evidente de que se inician en el sexo cada vez más jóvenes, el panorama se torna aún más sombrío.
Pero el hecho está ahí, y hay que afrontarlo. La educación dentro de la familia – difícil tarea en un mundo en el que los jóvenes se encierran en sí mismos, permanentemente comunicados entre ellos, pero cada vez más distanciados con los padres - y en los centros de enseñanza – labor que sigue siendo incompleta e insuficiente a todas luces - y proporcionarles los medios anticonceptivos, así como su correcto uso con el fin de evitar situaciones que repercutirán negativamente en los jóvenes y en sus familias.
El gobierno acaba de anunciar la venta libre de la píldora del “día después”, como una posible solución a este problema. Los de siempre, como no, han comenzado a rezar en voz alta elevando su grito al cielo, nunca mejor dicho, pues una gran mayoría de ellos responden al perfil de los beatos/beatas de siempre, conservadores integristas que ni hacen ni dejan hacer y que en muchos casos, harto hipócritas ellos, no dudarían en utilizarla si se vieran afectados por este problema.
Las razones para justificar estas actitudes negativas son diversas, aunque podríamos reducirlas a dos que son las más que con más frecuencia se presentan: la ignorancia y el fundamentalismo religioso.
Los primeros son excusables, aunque de difícil comprensión en un mundo tan global y comunicado, mientras que los segundos no hacen sino seguir el mandato de los jerifaltes que gobiernan la iglesia católica empeñada en ir contra corriente en un mundo cuya modernidad los ha superado, defraudando cada vez más a muchos de los que son y han sido ovejas de su rebaño.
En Francia, Inglaterra, y los países nórdicos, el uso de la píldora poscoital – anticonceptiva, no abortiva como aducen los de siempre-, ha conseguido reducir a la mitad los embarazos no deseados. Será preciso, eso sí, apoyar su uso en una rigurosa campaña de información que llegue a los jóvenes lo más clara y directamente posible.