martes, 24 de febrero de 2009

CARROÑEROS

Dícese de la persona, idea o cosa ruin y despreciable y aplicable por lo tanto a quienes buscan explotar el morbo de la gente que a su vez demanda los contenidos que aquellos les ofrecen y con los que satisfacen su sed de desgracias ajenas, falsos sentimientos de solidaridad y, en definitiva, cotilleos varios con el fin de llenar sus vidas, ora harto vacías, ora harto vulgares.
Se cierra de esta forma el círculo, satisfaciendo el morbo de los unos y los oscuros fines de los otros, los cuales pretenden disfrazar su posición en los medios de comunicación, como si de interés social se tratara, cuando no hacen sino defender unos intereses económicos en aras de conseguir una audiencia que les mantenga en situación de continuar difundiendo la cultura popular de tan bajo nivel, tan suburbial y deleznable como la que llevan a cabo los diferentes medios de comunicación que subyacen bajo estas líneas.
Y es que sobra explicitarlos, pues el que más o el que menos, noticia tiene de ellos por su abundancia, machaconería y baja ralea que destilan, y que nos obliga a quienes no comulgamos con sus maldades a volver la vista para convencernos que realmente estamos percibiendo lo que nuestros ojos y oídos nos transmiten.
Los hay que para mantener los índices de audiencia utilizan a patéticos personajes, personajillos más bien, que en unos casos por ignorancia – la ignorancia a veces es atrevida – y en otros por una ausencia absoluta de escrúpulos y un desconocimiento total de la más elemental de las éticas, se creen de la noche a la mañana especialistas en la crítica de los más variados asuntos, erigiéndose en avezados comentaristas.
Utilizan la técnica del ventilador y con la inestimable ayuda de la más ínfima de las inculturas, la peor de las educaciones y asestando espantosos golpes al idioma, difunden todo su viperino saber a diestro y siniestro, cuanto más alto, más falso y más inaudito mejor.Pero con todo, los más detestables de todos, son aquellos que se sirven de las desgracias ajenas para, pretextando llevar a cabo una difusión de interés público, explotan el dolor de la gente, de familias enteras a las que utilizan miserablemente con oscuros intereses, sin respetar su intimidad y estableciendo unos juicios paralelos que interfieren en las investigaciones que se llevan a cabo y que no entendemos como toleran las instancias judiciales.

miércoles, 11 de febrero de 2009

DEL VIEJO PUPITRE A LAS AULAS DIGITALES

Muy atrás quedaron ya aquellos años de escuela rural unitaria, con sus venerables maestros y con unos niños que hoy pareceríamos de otro mundo, en entornos que hoy nos parecen idílicos pero que en aquellos tiempos supusieron un tremendo esfuerzo de voluntad y amor hacia una dedicación que bien podría calificarse de heroica.
Se desenvolvieron en unas condiciones que no reunían un mínimo necesario para su estancia en lugares a veces muy alejados de su lugar de origen, en apartados rincones de la geografía nacional, a veces inaccesibles y casi siempre faltos de las más elementales de las comodidades, con un sueldo miserable y una consideración hacia su labor, que la dictadura de aquellos años de plomo, no reconocía ni estaba dispuesta a mejorar.
Con la Enciclopedia como compendio de todas las asignaturas en un solo volumen, los cuadernos de caligrafía y ortografía y, por supuesto, con el omnipresente catecismo, llenábamos la cartera y alegremente nos dirigíamos a la escuela, que en cualquiera de los casos se encontraba a dos pasos de nuestras casas.
Hoy, los métodos y los instrumentos educativos, así como la sociedad en general, han cambiado tanto que cualquier comparación con aquella época parece más bien una narración breve de ciencia ficción. Sirvan estas líneas simplemente de nostálgica introducción hacia el estado actual de la enseñanza enfocado prioritariamente al estudio de los métodos y posibilidades que las modernas tecnologías brindan a los enseñantes de la era actual.
Internet es un poderoso instrumento en manos de los alumnos y enseñantes que, necesariamente y por sí solo, ha revolucionado la enseñanza con sus tremendas posibilidades de comunicación y recopilación de información instantáneas y con la facultad de hacerlo desde y hacia cualquier parte del Planeta, con unas increíbles posibilidades multimedia, tanto texto, como vídeo como voz, que pueden ser utilizadas en tiempo real.
La pizarra digital, el bolígrafo digital y las intranets escolares, se están introduciendo cada vez con más fuerza en el ámbito escolar a todos los niveles con unos resultados altamente prometedores, que, cabe esperar, supondrá un aliciente tanto para profesores como para los alumnos y que repercutirá, sin lugar a dudas, en un mejor aprovechamiento de la labor educativa y por ende de unos resultados globales que esperamos mejoren los actuales.
El empleo de la pizarra digital con sus posibilidades de interactividad con Internet, induce a una notable renovación de las metodologías docentes y de los procesos de enseñanza y aprendizaje que incrementa la motivación de los estudiantes, revitaliza la autoestima profesional de los profesores y facilita el logro de aprendizajes más significativos, acordes con la sociedad actual.
El bolígrafo digital, representa un positivo avance a la hora de tomar apuntes directamente en el aula, los cuales son almacenados directamente en el ordenador, donde el alumno puede visualizarlos tal como los escribió o cambiarles el tipo de letra y a otros formatos que puede variar a su antojo.
Mediante la intranet – red local interna del centro educativo – los alumnos pueden intercambiarse todo tipo de información, colgar trabajos, apuntes y sugerencias que estarán disponibles para el resto de los alumnos con la posibilidad de cambiarlos, mejorarlos y cuantas modificaciones considere conveniente para después, si se considera conveniente compartir dichos contenidos en una clase utilizando la pizarra electrónica interactiva.
Toda herramienta educativa que contribuya a incentivar al alumno en el desarrollo de su aprendizaje es siempre bienvenido y, en condiciones normales, repercutirá siempre en el resultado final del mismo.
No obstante, no hay que olvidar que ni el estudio, ni la memorística, ni en definitiva la capacidad de trabajo pueden ser sustituidas ni relegadas a un segundo plano confiando en que los modernos medios tecnológicos puedan obrar milagros.
Con ellos, el alumno podrá intercambiar información, asistir a una clase mediante videoconferencia, o charlar con los alumnos de, por ejemplo, un Centro de Huelva o de Albacete. Pero, siempre deberán saber situar esta ciudad en el mapa, saber si son ciudades costeras o del interior y a la Comunidad Autónoma a la que pertenecen.
No se sorprendan, una gran mayoría no lo van a saber. En aquellas escuelas de viejos pupitres y negras pizarras, sí lo sabíamos. Pero no teníamos Internet.

lunes, 2 de febrero de 2009

DARWIN, DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS

Se cumplen en este mes de febrero, doscientos años del nacimiento de uno de los científicos que, junto con Einstein, más ha contribuido a transformar profundamente conceptos y procesos que creíamos firmemente inamovibles y arraigados en el acervo del saber humano acerca del espacio y el tiempo donde nos desenvolvemos, en una caso y del origen y evolución de las especies que habitan el planeta, en el otro.
Hasta la publicación de El Origen de las Especies, la única teoría existente era la Creacionista, que aún hoy sigue contando con sus adictos y que todo lo reducen a un acto de fe, a creer a ojos cerrados que toda la inmensa y variada riqueza animal, vegetal y mineral fue creada de la nada por Dios.
En un mundo cada día más complejo, más científico y tecnológico que dispone de instrumentos que día a día se hacen más precisos a la hora de explicar los procesos físicos, químicos y de todo orden que envuelven y condicionan al ser humano, se hace más insostenible una teoría que se niega a observar, analizar, contrastar, investigar y profundizar en el origen y la evolución de la vida.
Charles Darwin proporcionó datos, hechos y evidencias comprobables por todo ser pensante – tal como exige el método científico - con los que demostró que las especies evolucionan, diversificándose y dando lugar a otras, llevándose a cabo una selección natural en la que el medio en el que se desenvuelven juega un importante papel.
Basta con echar una ojeada a nuestro alrededor, en ocasiones tan próximo como lo es la visita detenida a un zoo o la observación de las aves en el campo o, yendo un poco más allá y documentándonos oportunamente, observar las especies de diferentes ecosistemas de variados lugares geográficos del planeta, para poder deducir la semejanza existente entre animales iguales pero en última instancia diferentes debido a la influencia del medio en el que viven, que ha obrado “el milagro natural” de transformarlos para adaptarlos al lugar donde se desenvuelven.
Dudo que Dios se molestase hasta el extremo de ser tan riguroso como para crear la infinidad de insectos y aves, pongo por ejemplo, que se diferencian en detalles tan nimios como la forma del pico, de las alas, o de su colorido o de las miles de transformaciones que experimentan con el objeto de llevar a cabo su defensa ante los predadores, su diferente alimentación o su adaptación al medio acuático, terrestre, o aéreo en el que viven.
La iglesia, que tan oscuro papel ha jugado siempre, haciendo prevalecer su prepotente soberbia que tanto daño ha hecho a la ciencia, se ve ahora cada vez más arrinconada por una ciencia que todo lo investiga, lo contrasta y lo demuestra, en oposición a una política de ponerse la venda en los ojos como si nos encontrásemos en los oscuros años de la Edad Media anteriores al renacimiento que tenía sumido al hombre en la ignorancia y el miedo.
Surgió entonces un hombre nuevo que reclamaba el derecho a poseer el conocimiento que hasta entonces se les había negado y con el que pudieron empezar a explicarse el origen y las causas de los fenómenos naturales para los que no había más explicación que el castigo que Dios les enviaba para expiar sus pecados.
Es por ello, que a estas alturas del siglo XXI, y a veces con el pretexto de la supuesta crisis de identidad, de la pérdida de valores y demás argumentos a los que recurren los falsos moralistas de siempre, no podemos transmitir a las jóvenes generaciones un mensaje que no sea el de investigar, contrastar y demostrar los hechos y procesos que nos atañen, a través del método científico con el fin de alcanzar, a través de la lógica y de la razón, el conocimiento de la verdad.