jueves, 6 de mayo de 2021

LA MOVIDA MADRILEÑA

Jamás se había dado un resultado semejante en unas elecciones en este País, como los acaecidos en la Comunidad de Madrid, dónde a la vista del mapa de todos sus municipios, por increíble que parezca, en total ciento setenta y nueve, todos estaban sombreados en color azul, salvo dos en rojo, es decir en ciento setenta y siete ganó el principal partido de la derecha, mientras que en dos, el de la izquierda, algo que ha dejado sin argumentos a quienes pensaban que ésta última formación podría estar muy próxima de la ganadora, que ha arrasado de tal manera, incluso en el llamado cinturón rojo, que el día después, todo el mundo, incluso parte de los vencedores, se siguen preguntando cómo es posible semejante resultado, que muy pocos pudieron prever, y que merece un estudio detallado para encontrar la lógica que explique semejante debacle en una formación política que en absoluto se esperaba por parte de unos y de otros, y que está originando ríos de tinta en los medios de comunicación.

Esta Comunidad, como todas, posee determinadas áreas o sectores, dónde el voto tiene una clara orientación electoral, sobre la base de la experiencia acumulada a lo largo de las sucesivas consultas electorales acumuladas a través de los tiempos, y que siempre habían respondido a lo que se esperaba, con distritos, pueblos y ciudades que siempre arrojaban resultados similares en cuanto a la orientación del voto, bien, inclinados hacia la derecha, bien hacia la izquierda, sin que hasta ahora se hubiese dado una rotura semejante como la que ha tenido lugar en estas elecciones, y que ha tenido consecuencias inmediatas en otros partidos, como la del candidato de Podemos, que ha decidido retirarse de la política, después de pasar por el gobierno y encabezar su formación en estas elecciones,  dónde aunque ganó tres escaños respecto a las anteriores, ha quedado en último lugar, por detrás de Vox ,incluso, y dónde otro partido, Ciudadanos, no ha logrado ningún representante, lo que puede suponer el final de este partido que lleva tiempo consiguiendo unos pésimos resultados, que posiblemente puedan suponer su desaparición del espectro político.

Consecuencias negativas tendrá, sin lugar a duda, en el partido del gobierno que ha cosechado unos nefastos resultados, tercero en este caso, detrás incluso de Más Madrid, cuyos ecos llegarán sin lugar a dudas al gobierno, cuyo presidente se empeñó en inmiscuirse en la campaña electoral al comienzo de la misma, eclipsando y dejando en segundo plano al cabeza de lista, Gabilondo, en una maniobra que se ha demostrado ser un error, no sólo por tapar de alguna manera a quién encabezaba la lista, sino porque supuso un enfrentamiento tenso, directo y hosco, con quién ha resultado ser la ganadora, Ayuso, que ha arrasado de forma abrumadora, y que ha dejado al presidente del gobierno en un mal lugar, que tendrá consecuencias a escala nacional en futuras elecciones generales.

La futura presidenta de esta Comunidad, ha irrumpido en esta campaña de una forma que se puede calificar de singular, como ella, algo originalmente barriobajera y elemental, y siempre populista, con un mensaje machacón e indescifrable, por no entendible, ni venir a cuento, como es el término libertad, que ha empleado y derrochado a diestro y siniestro, pretendiendo con ello dar una imagen de una ciudad como Madrid, dónde en plena pandemia, todo se podía hacer, dónde todos los servicios estaban abiertos, dónde los taberneros, sin duda, la han votado en masa, agradecidos por el hecho de mantener abiertos los bares y tabernas, pese a las restricciones, como también, ciertamente, con los cines y teatros, algo que ha aireado para lanzar a plena voz en todos sus mítines, que Madrid es la ciudad de las libertades, y que parece haber tenido eco en sus ciudadanos, a la vista de unos resultados, que le van a permitir gobernar con una  comodidad de la que hasta ahora no disponía.

Mientras tanto, se analizan los sorprendentes resultados, que más que achacarlos a la mesiánica, peculiar y “libertaria” presidenta, y a los méritos logrados con su original discurso nacionalista madrileño, se deben a los errores cometidos por los otros, por sus oponentes, por un gobierno que ha caído en demasiados errores, sobre todo con la formación del gobierno de coalición con Podemos, que muchos de los votantes socialistas nunca entendieron, con problemas constantes entre ambos componentes del ejecutivo, con peleas, contradicciones  y desacuerdos, con alianzas con partidos independentistas vascos y catalanes, que le han restado credibilidad, así como la deficiente gestión de la pandemia, de tal forma, que todo ello, sin duda, ha debido de pesar en un voto ciudadano, que los populares han capitalizado a nivel de partido, pensando en el asalto al gobierno, ante el hundimiento de los socialistas en Madrid, dónde la inefable presidenta Ayuso, que con su renovada Movida Madrileña, reinará sin apenas oposición.

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