miércoles, 9 de julio de 2008

DIECINUEVE PLATOS CONTRA EL HAMBRE

El inefable George Bush, participante en la cumbre del G-8, en una declaración a la prensa, consideró que dicha reunión fue "muy productiva" porque las principales economías del mundo deben sentarse a la mesa, y eso es lo que hemos logrado”.
No defraudaron. Lo lograron y con creces. Es más, constituyó todo un rotundo éxito del que los diferentes líderes salieron sumamente satisfechos y dispuestos a repetir cuantas veces sea necesario.
Todos, sin duda, conocemos el significado que se suele dar a la expresión “sentarse a la mesa”. No admite la menor duda. Es sinónimo de sentarse a disfrutar de los manjares que la madre naturaleza nos proporciona y que debidamente elaborados, condimentados y aderezados nos permiten gozar de uno de los grandes placeres de este mundo: la buena comida.
Estos señores del G-8, compartieron mesa y mantel en la última reunión celebrada en Tokio. Se supone que hablaron, entre otros temas, del hambre en el mundo, aunque ellos prefieren utilizar un término más suave, menos hiriente, más adecuado al lenguaje diplomático, todo un eufemismo para designar a una lacra mundial que avergüenza a la humanidad. Ellos lo denominan así: la crisis alimentaria.
Para demostrar que se exagera, que de crisis nada de nada, que se trata solamente de un problema circunstancial, puntual, fruto de la actual situación mundial, y por lo tanto pasajera, decidieron dar testimonio con una comida pantagruélica, compuesta de diecinueve exquisitos platos, cocinados por los chefs más reputados de la cocina internacional.
Y lo hicieron con luz y taquígrafos, describiendo sin el menor rubor el contenido de cada uno de esos diecinueve platos que cualquiera puede conocer y disfrutar en cualquier parte del mundo - incluidas las zonas más deprimidas de Africa y Asia, - y todo gracias a Internet que les va a permitir acceder a la degustación visual de tan suculenta comida.
Torpeza, dicen algunos. Falta de tacto, aseguran otros. No lo creo. Más bien supone una falta total de sensibilidad hacia una espantosa situación que no quieren resolver, que no les interesa solucionar, que no es rentable para las egoístas y opulentas economías occidentales.

No hay comentarios: