En
la brillante y amplia historia de la literatura española, disponemos de títulos
suficientes para poder tomar alguno de ellos con la misión de utilizar algún
párrafo de su contenido, alguna expresión destacada, un pasaje conocido o una
sentencia popular, con el fin de ilustrar un hecho destacable que deseemos
recalcar a la hora de expresarlo públicamente en el papel, con la carga del
correspondiente prestigio y respetabilidad que conlleva para el lector que lo
lea, inclinado quizás a ello por la curiosidad y el interés que en él despierta
la susodicha cita.
En el
capítulo del Quijote dónde el heroico caballero emprende feroz batalla contra
los gigantes que le desafían con su sola presencia, su fiel escudero Sancho le
advierte que no son tales gigantes, sino molinos de viento: “mire vuestra
merced que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento”
a lo que el bravo caballero responde: “bien parece que no estás cursado en esto
de las aventuras, y si tienes miedo, ponte en oración en el espacio que yo voy
a entrar con ellos en fiera y desigual batalla”.
En
la fábula de los dos conejos de Tomás de Iriarte, en un momento de la
persecución de ambos animales por una jauría de perros, ambos conejos se
detienen a discutir si sus enemigos, que los siguen de cerca, son galgos o
podencos, entreteniéndose en un acalorado y enconado debate con las fatales consecuencias
que ello conlleva para ambos.
En
el Lazarillo de Tormes, el ciego decide compartir el racimo de uvas y acuerdan
tomarlas por turnos de una en una. En un momento determinado el ciego las toma
de dos en dos, sin que el Lazarillo proteste, por lo que deduce que el Lazarillo
las está tomando de tres en tres, como realmente sucede.
Sirvan
éstos ejemplos para ilustrar la burla de la inexplicable explicación a la que
se ha entregado el gobierno a través de su presidente y de algunos de sus
integrantes, acerca del “no concierto catalán” de la singularidad fiscal
acordada a cambio, en este caso, de la presidencia del Govern, que nadie
consigue entender porque ni ellos mismos lo tienen claro, ya lo haga el jefe
del ejecutivo, al que no se le entiende nada, o a su hooligan principal, léase
la vicepresidenta primera, en su comparecencia obligada en El Senado, dónde no
hizo sino salirse por las ramas y echando balones fuera, evadir toda explicación
clara y transparente acerca del infame acuerdo que discrimina al resto de las
Comunidades, y por ende a sus ciudadanos, que supone un agravio comparativo
intolerable, y por lo tanto, absolutamente rechazable.
Hasta
tal punto son incapaces de explicarlo, incluso el nuevo y flamante presidente
del Govern – la otra parte del intercambio - que parte de los barones del partido más reticentes, han
solicitado la redacción del documento original, para poder llegar a la
conclusión de si son galgos o podencos, o si gigantes o molinos de viento, algo
que ha llegado incluso hasta los propios catalanes, que tampoco lo tienen
suficientemente claro, pues comienzan a pensar si no los estarán engañando, si
no harán con ellos lo que el Lazarillo al ciego, tomando las uvas de tres en
tres.
No
es asunto baladí este desaguisado, uno más de los llevados a cabo por este
mercantilizado gobierno que parece haber tomado el Estado como si de un Luis
XIV se tratara, declarando de facto que el Estado son ellos, y han decidido
sacarlo a subasta pública, para entregarlo por lotes al mejor postor, con lo
que nos queda claro que no son ni galgos ni podencos quienes así manejan los
asuntos públicos, los nuestros, nuestros asuntos, sino una SL, que se ha constituido
para defender sus intereses, los suyos, mercadeando lo que sea menester desde
su sede social establecida en La Moncloa, dónde reside su administrador que no
entiende de las bondades, la nobleza y la honestidad de nuestro caballero Don
Quijote, ni arriesga su vida y hacienda deshaciendo entuertos. Él es más
práctico. Sólo ambiciona el poder, y de paso, la gloria, que ni en el caso del caballero
andante ni en el del Lazarillo se contemplaban. Quizás debiera pensar en
retirarse, y leer los libros aquí recomendados. Todos saldríamos ganando.