martes, 10 de septiembre de 2024

Ni galgos ni podencos

 

En la brillante y amplia historia de la literatura española, disponemos de títulos suficientes para poder tomar alguno de ellos con la misión de utilizar algún párrafo de su contenido, alguna expresión destacada, un pasaje conocido o una sentencia popular, con el fin de ilustrar un hecho destacable que deseemos recalcar a la hora de expresarlo públicamente en el papel, con la carga del correspondiente prestigio y respetabilidad que conlleva para el lector que lo lea, inclinado quizás a ello por la curiosidad y el interés que en él despierta la susodicha cita.

En el capítulo del Quijote dónde el heroico caballero emprende feroz batalla contra los gigantes que le desafían con su sola presencia, su fiel escudero Sancho le advierte que no son tales gigantes, sino molinos de viento: “mire vuestra merced que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento” a lo que el bravo caballero responde: “bien parece que no estás cursado en esto de las aventuras, y si tienes miedo, ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla”.

En la fábula de los dos conejos de Tomás de Iriarte, en un momento de la persecución de ambos animales por una jauría de perros, ambos conejos se detienen a discutir si sus enemigos, que los siguen de cerca, son galgos o podencos, entreteniéndose en un acalorado y enconado debate con las fatales consecuencias que ello conlleva para ambos.

En el Lazarillo de Tormes, el ciego decide compartir el racimo de uvas y acuerdan tomarlas por turnos de una en una. En un momento determinado el ciego las toma de dos en dos, sin que el Lazarillo proteste, por lo que deduce que el Lazarillo las está tomando de tres en tres, como realmente sucede.

Sirvan éstos ejemplos para ilustrar la burla de la inexplicable explicación a la que se ha entregado el gobierno a través de su presidente y de algunos de sus integrantes, acerca del “no concierto catalán” de la singularidad fiscal acordada a cambio, en este caso, de la presidencia del Govern, que nadie consigue entender porque ni ellos mismos lo tienen claro, ya lo haga el jefe del ejecutivo, al que no se le entiende nada, o a su hooligan principal, léase la vicepresidenta primera, en su comparecencia obligada en El Senado, dónde no hizo sino salirse por las ramas y echando balones fuera, evadir toda explicación clara y transparente acerca del infame acuerdo que discrimina al resto de las Comunidades, y por ende a sus ciudadanos, que supone un agravio comparativo intolerable, y por lo tanto, absolutamente rechazable.

Hasta tal punto son incapaces de explicarlo, incluso el nuevo y flamante presidente del Govern – la otra parte del intercambio - que parte  de los barones del partido más reticentes, han solicitado la redacción del documento original, para poder llegar a la conclusión de si son galgos o podencos, o si gigantes o molinos de viento, algo que ha llegado incluso hasta los propios catalanes, que tampoco lo tienen suficientemente claro, pues comienzan a pensar si no los estarán engañando, si no harán con ellos lo que el Lazarillo al ciego, tomando las uvas de tres en tres.

No es asunto baladí este desaguisado, uno más de los llevados a cabo por este mercantilizado gobierno que parece haber tomado el Estado como si de un Luis XIV se tratara, declarando de facto que el Estado son ellos, y han decidido sacarlo a subasta pública, para entregarlo por lotes al mejor postor, con lo que nos queda claro que no son ni galgos ni podencos quienes así manejan los asuntos públicos, los nuestros, nuestros asuntos, sino una SL, que se ha constituido para defender sus intereses, los suyos, mercadeando lo que sea menester desde su sede social establecida en La Moncloa, dónde reside su administrador que no entiende de las bondades, la nobleza y la honestidad de nuestro caballero Don Quijote, ni arriesga su vida y hacienda deshaciendo entuertos. Él es más práctico. Sólo ambiciona el poder, y de paso, la gloria, que ni en el caso del caballero andante ni en el del Lazarillo se contemplaban. Quizás debiera pensar en retirarse, y leer los libros aquí recomendados. Todos saldríamos ganando.

No hay comentarios: