jueves, 28 de agosto de 2008

I HAVE A DREAM

Se cumplen cuarenta años del vil asesinato de Martin Luther King. Defensor de los derechos humanos de la minoría de color de los Estados Unidos, fue abatido a manos de los racistas intolerantes que, incluso hoy en día, y no sólo en este país, continúan marginando a otros seres humanos por cuestiones culturales, étnicas y religiosas.
Tengo un sueño. Con esta expresión tan humana y tan llena de esperanza, encabeza cada una de las encendidas sentencias del discurso que pronunció Luther King ante una gigantesca multitud en defensa de la libertad, la igualdad y la paz. Fue un 28 de agosto de 1963, en la ciudad de Wasington, hace ahora cuarenta y cinco años.
Constituye, sin lugar a dudas, uno de los más bellos, emocionados y apasionados discursos que jamás hombre alguno haya pronunciado sobre el planeta Tierra. Con una serenidad desbordante de humanidad, fue desgranando cada uno de sus sueños en los que veía un futuro de igualdad en las que los hombres se verían sentados a la misma mesa en paz, igualdad y fraternidad.
Tengo un sueño. Que todos los hombres fueron creados iguales, que los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de sus antiguos señores se sentarán a la misma mesa, que las niñas y los niños de diferentes razas unirán sus manos, que blancos y negros serán juzgados por igual y no por el color de su piel, que la hermandad reinará en los corazones de los hombres.
Aquel día, la esperanza y la ilusión más encendidas se desataron en los corazones de los hombres de buena voluntad. El presidente Kennedy, recogió el testigo y prometió llevarlo adelante durante su mandato, promoviendo las reformas que fueran necesarias para paliar la tremenda desigualdad que a todos los niveles existía entonces entre las diferentes razas. No le dieron tiempo. También fue asesinado.
Hoy, al cabo de cuarenta años, ha surgido una nueva esperanza también de raza negra y en el país más poderoso de la Tierra. Su nombre: Barack Obama. No se trata de un humilde pastor como lo era Martin Luther King, sino de quien puede convertirse en el hombre más poderoso de este atormentado planeta: en el presidente de los Estados Unidos de América, la nación más poderosa, más influyente y más contradictoria de este atribulado mundo.
Muchas esperanzas se están depositando en Obama. También son muchos los obstáculos por superar. Este país, como la inmensa mayoría, siguen reticentes a la hora de elegir a un presidente no blanco, como lo son a la hora de elegir a uno no varón.
Oscuros presagios se ciernen sobre este prometedor futuro presidente que esperamos no se vean cumplidas. En cualquier caso, nunca será tan negativo como el actual, que tanto sufrimiento, dolor y desolación ha originado durante su mandato. Le deseamos lo mejor y que logre llegar a tan alto cargo de tanta responsabilidad y que tantas ilusionantes expectativas está creando dentro y fuera de su país.
I have a dream. Tengo un sueño, como lo tienen millones de seres humanos en el planeta Tierra. Que la hermandad, la tolerancia y la comprensión reinen en los corazones de los hombres sea cual fuere su cultura, su raza o su religión.

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