Sin duda, podemos asegurar que
hay vida más allá de la pertinaz y recurrente información política que parece
omnipresente en nuestro quehacer diario, y que parece haberse apropiado de
nuestro tiempo.
Mucho más aún ahora, con el conflicto
interno del PSOE, que ha conseguido llenar todas las portadas de los voraces
medios de comunicación de masas, incluidas, cómo no, las redes sociales, y esos
otros medios de difusión, localizados en las charlas de pasillo, de trabajo y
de tantos otros lares, localizados allá dónde más de dos personas se entran, de
tal forma que hasta en el ascensor, la inevitable mención al estado del tiempo,
ha dado paso al estado de la política, en un País que está a punto de entrar en
un estado de sobre saturación en estas procelosas lides.
Diríase que los políticos y
toda su impenetrable y constante verborrea, nos tiene secuestrados desde hace
ya tanto tiempo, y que cifrarlo exclusivamente en el tiempo que llevamos sin
gobierno, constituiría un completo error de apreciación, ya que hemos de
remontarnos bastante más atrás, a los comienzos de la inacabada crisis, para
tener una perspectiva más exacta y fiable de la situación.
Fue entonces, allá por el dos
mil seis, cuando comienzan a bombardearnos con la dichosa crisis, aquella que estaba
ciernes, y que luego supimos que muchos la vieron venir, según nos cuentan, pero
que nada pudieron hacer, porque no les creyeron, o porque no les interesaba
parar aquella furiosa tempestad materializada en una construcción desbocada,
que nos llevó a crecer de una manera descomunal, tan desaforadamente loca e
irracional, que en última instancia nos condujo a la famosa burbuja, que como
todas, acabó estallando, dejando un rastro de inmundicias varias, que aún hoy,
los de siempre, seguimos soportando.
Y así, desde entonces, los
medios de comunicación nos someten a un continuo, sistemático, metódico y
demoledor bombardeo de una despiadada información, que siempre tiene la misma y
continua constante de matiz político, que habla de corrupción, despilfarro y
malversación que está dejando España hecha unos zorros, creando inmensos
agujeros, que los sufridos ciudadanos no dejamos de rellenar
En un ejercicio de cínica e
hipócrita desfachatez, nos dijeron que ni un euro saldrá de los bolsillos de
los ciudadanos. Una mentira más de las muchas que llevamos sufriendo, y ante
las que poco margen de maniobra tenemos, salvo que nos neguemos a pagar los
numerosos impuestos, tasas y demás zarandajas varias que irremediablemente nos
acosan a los paganos de siempre, y que de llevarlo a cabo, se volvería de
inmediato contra nosotros, sin remisión, sin medio de defensa alguno, y por
supuesto, multiplicando luego al cabo su
valor inicial, con lo que al final, sólo nos quedaría el recurso del pataleo, pero
pagando, claro.
Con la profunda y devastadora
crisis por la que está pasando el partido socialista en estos momentos, los
medios de comunicación no dan respiro a sus seguidores. La televisión dedica
horas extras, los debates y tertulias, también en la radio, no tienen otro
tema, y todo este panorama se traslada a la calle, la familia y el trabajo,
como si nada hubiera más importante en nuestras vidas.
Así que todo parece indicar, que los
ciudadanos de este País, apenas disponen de dos opciones: o dedicarse a la
restauración, o a analista político.
No hay comentarios:
Publicar un comentario