lunes, 18 de diciembre de 2023

Inolvidable Janis Joplin

Janis cumpliría este año ochenta años, la primera cantante que destacó en el mundo del rock acaparado hasta entonces por hombres, aunque ya destacaba en el jazz y el blues, con una peculiar voz y una arrolladora personalidad, con un magnetismo muy especial que dejó una huella indeleble en la música de la época, que no ha perdido ni un ápice con el curso de los años, siempre jovial alegre, excesiva en todas sus manifestaciones y adicciones, que la llevaron a un trágico final como a otras muchas figuras de la época.

Con su impresionante voz y su desbordante magnetismo en el escenario, logró triunfar rápidamente en una actividad que ansiaba desde niña, imponiendo un estilo único, que marcó a toda una generación llegando hasta hoy, dónde en cualquier colección de buena música, no puede faltar un vinilo de Janis, admirada, respetada y escuchada sin descanso a lo largo de estos cincuenta y tres años desde que desapareció con apenas veintisiete años de edad, una auténtica leyenda del blues, el jazz y el rock, con una impresionante voz, con un magnético y vibrante hechizo personal, que sigue poseyendo hoy en día para convertirse definitivamente, y para siempre, en mito.

Incalificable, distinta, original y singular a partes iguales, abiertamente bisexual, hoy Janis sería una auténtica feminista, una mujer que destacó en el mundo del rock dónde apenas figuraban mujeres. Era la mayor de tres hermanos y nunca encajó en las instituciones educativas dónde sufrió persecución por parte de otros alumnos, incluso en la universidad, algo que nunca llegó a superar.

Le encantaba la música negra, algo que le reprochaban a ella, mujer blanca, procedente de uno de los estados más conservadores de los Estados Unidos, lo que no gustaba por no ser algo común, lo que provocaba amplio rechazo en aquellos tiempos, pero ella distinta, y empezó a cantar en bares y pubs, de Texas, hasta que con veinte años, haciendo autostop con un amigo se dirigió a San Francisco, dónde existía una contracultura que le atraía poderosamente.

Fueron los años más duros para ella, ya que tratando de encontrarse a sí misma, cayó en el mundo de la droga y el alcohol, hasta el punto de ser detenida por un robo, hundiéndose de tal modo que decidió regresar a casa de sus padres, volviendo a la universidad, y consiguiendo recuperarse y mantenerse limpia, hasta el punto de entrar a formar parte de un quinteto que hacían una música más tradicional, más próxima al blues, obteniendo un rotundo éxito y de paso una enorme popularidad en el área de San Francisco.

Con veinticinco años ya había sacado al mercado su segundo disco, mientras su fama no paraba de crecer, incluso por encima de su banda, a la que opacaba con su magnífica voz e intenso y brillante magnetismo que todo lo acaparaba, hasta el punto de que en mil novecientos sesenta y nueve inició su carrera en solitario.

En su LP de culto, Pearl, conviven el rock, el soul, el folk y el blues, disco emitido de forma póstuma el once de enero de mil novecientos setenta y uno, convirtiéndose en el disco más vendido de su carrera, dónde figura la versión de Me and Bobby McGee, original de Kris Kristofferson, con quien mantuvo una breve relación, y que se sigue escuchando hoy en día, como si de un reciente éxito se tratara de una artista actual.

Fue una estrella extraordinaria, cuya amplia aureola y profundo magnetismo siguen sobrevolando los días que nos ha tocado vivir. Absolutamente reconocible, su voz lo impregna todo, y pocas buenas discotecas, incluso personales, pueden permitirse el lujo de prescindir de Janis. Su hermana Laura Joplin, afirmó en su día, que Janis representaba la fuerza de las mujeres por sí mismas, ya que además de una superlativa intérprete, fue un símbolo del empoderamiento femenino, antes de que dicho concepto entrara en el léxico universal.

Hoy mismo, mientras pensaba en escribir estas líneas, he escuchado con profundo deleite y emocionada admiración, la inconfundible voz de Janis Joplin. Escribir sobre ella, me ha resultado a la vez un ejercicio sencillo, agradable y profunda y sinceramente emocional. La seguiré escuchando mientras mis sentidos me permitan disfrutar de la voz única e inolvidable de Janis Joplin, que ahora, con sus joviales ochenta años, seguro nos contempla con su jovial y perenne sonrisa.

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