miércoles, 24 de julio de 2024

Un presidente regenerado

 

Decididamente, a este señor tan impecablemente vestido, permanentemente arreglado de domingo, bien peinado y mejor rasurado, que se exhibe en cuantos medios y “pseudomedios” le facilitan sus asesores de imagen, le está gustando un trabajo que no parecía que estuviese diseñado a su medida, pero al que poco a poco le está encontrando el tranquillo, y está logrando, con la inestimable e inasequible ayuda de sus fieles, dentro y fuera del gobierno, que acabe creyéndoselo, y es que su notable y patente falta de escrúpulos, así como su indudable carácter altanero, ayuda sin duda a tal efecto.

Y todo hasta el punto de comenzar a gobernar con una iniciativa propia tal, que a base de toques y retoques a un Estado, que considera como algo propio, lo va a dejar como nuevo, es decir, a su imagen y semejanza, a su servicio y dedicación, y es que tan convencido está de ello, tan pagado de sí mismo se siente, que no alberga la menor duda de que con todas las patrañas que cada día nos regala, convencerá a una cansada y harta ciudadanía, que cada día que pasa, más y mejor le tiene tomada la medida.

Algo a lo que él parece ajeno, de lo que no parece darse cuenta, como si no fuera consciente, como si no fuera con él, tal es su egolatría en la que se halla instalado, cuando en realidad no es así, no nos engañemos, ya que teatraliza continuamente, tratando por todos los medios de ocultar de esta manera las numerosas trabas que se le presentan últimamente, y que intenta diluir con sus insoportables y continuas regeneraciones democráticas, que causan hilaridad y espanto democrático.

Y es que según piensa, el país y sus paisanos están degenerando a pasos agigantados, y es por ello que se ha embarcado en una ingente labor para regenerarlo con todos sus ciudadanos dentro, hasta que quede irreconocible aquel, y estos aparezcan como deudores del señor feudal al que le deberán sumisión, lealtad y agradecimiento eternos, tal es su aparente y falsa seguridad, y tal su grado de convicción, ante tanta y tan generosa entrega de un líder que sabe mejor que nadie lo que necesitan sus súbditos.

De esta forma, regenerándolos con la frecuencia que considere oportuna, logrará, piensa él, que el país y sus afortunados, felices, y dichosos regenerados, se sientan satisfechos y le aclamen como al amado líder – peligrosas tendencias – al héroe que permanentemente vela por ellos, sus vidas y sus haciendas, a la par que le da un sutil y decidido toque a las suyas, que buena falta le hace, con algún que otro jirón que ha sufrido, y que tanto desvarío degenerativo le está propiciando.

Y así, se ha empeñado en idear una serie de milongas regenerativas que, salvo los suyos, rechazan la inmensa mayoría de los grupos políticos, que no contemplan en este teatrillo presidencial mas que un vano intento de ocultación de la multitud de problemas en los que se encuentra, unos, los más, que se ha creado él mismo, y otros, no menores, que le han causado personas próximas a él, que le están originando continuos estados de un pésimo y absurdo momento político, que le está dejando en evidencia ante una opinión pública cada vez más enfrentada a un presidente cada día más impopular, que dada su  ególatra y acreditada soberbia, han de pasarle factura, algo que sus asesores de imagen tendrán que trabajar, para que no se le note en exceso a la hora de salir a escena.

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