Llevo ya un tiempo tratando de
seguir y de paso descifrar, esa expresión tan recurrida por unos y por otros,
aunque el peso parecen llevarlos sobre todo los políticos, que pese a lo
socorrida que está, ya que no falta en tertulia que se precie de serlo, en
debate que aspire a cierto nivel, ni en coloquio o charla que presuma de estar
al día, ya sean sus contenidos más o menos serios, trascendentes o incluso
frívolos, pero que donde sin duda más puede escucharse, ésta más que
presuntuosa, pretenciosa expresión – que no es exactamente lo mismo – es en los
corrillos, coloquios y mesas redondas de contenido económico, donde sale a
relucir con más fuerza, ya que la utilizan como un arma que estiman sumamente
eficaz en estos procelosos tiempos que nos ha tocado vivir, que logrará reducir
el déficit, bajar los impuestos y recortar los recortes.
De esta manera, la utilizan
como arma arrojadiza contra la recesión que vivimos, pretendiendo ver en ella
una ingeniosa y valiosa manera de vender País, de publicitar Patria, de dar a
conocer, en suma, los productos, la tecnología y las gentes de esta España, tan
en extremo deprimida, que dudo mucho que esté lo suficientemente compuesta, lo
necesariamente acicalada y arreglada su faz, como para salir triunfante y
satisfecha en la obligada foto, que salvo que le apliquemos el tan socorrido
Photoshop con inasequible y pertinaz insistencia, lo antes posible y antes del
deterioro definitivo, el resultado me temo que va a ser harto decepcionante,
con lo que se conseguiría justo lo contrario de lo que se pretendía en
principio.
Y puestas así las cosas,
aseguran que se van a reclutar a personajes de todos los ámbitos, conocidos y
reconocidos a nivel internacional, en el terreno del deporte, de la
gastronomía, de las ciencias, de las letras, y no me extrañaría que hasta algún
político sea citado, y cómo no, puestos ya a frivolizar, hasta algún torero, algún
famosillo y algún que otro folclórico, que siguen proliferando, para dar la
nota cutre, y typical de un País, que en tiempos exhibió el precedente de este
intento, con aquel espantoso lema de España es diferente, que causaba entonces
y aún hoy al recordarlo, una mezcla de sonrojo y vergüenza ajena, que esperemos
no se repita ahora con este intento que ha llegado incluso a
institucionalizarse, con un gabinete, un director de orquesta y toda una
organización, que esperemos no origine más gastos de lo que es capaz de
recaudar, ni ocasione más desastres que hayamos de registrar.
Y así, venderemos, exportaremos
y conseguiremos pingües beneficios sin cuento, y todo ello sin tener que
recortar, ajustar y rebajar, con lo que nos harán más felices consiguiendo por
fin salir de la recesión, aunque soportemos la pesada carga de un paro
bochornoso, aunque ya nunca recuperemos la capacidad adquisitiva perdida,
aunque no devuelvan las pagas extraordinarias robadas y las reducciones en unas
nóminas que resultan irreconocibles de hace cinco años para acá, pérdidas y
minoraciones que jamás se recuperarán, y si no que se lo digan a los funcionarios,
pensionistas, personas dependientes y trabajadores en general.
Claro que, imagino, tendremos
que mostrar otra cara, otra imagen más europea, con lo cual habremos de limar
las muchas asperezas que aún soporta la sufrida piel de toro, que mucho me temo
que no van a cambiar, ya que algunas costumbres bárbaras han sido elevadas al
rango de bienes de interés cultural y otras, como las innumerables fiestas y
puentes, los horarios de las comidas, los horarios de cierre de los bares, los
botellones y otras lindeces varias, dudo que vayan a sufrir cambio alguno.
A ver quién le va a colgar el
cascabel al gato. Nadie. Por lo que la Marca España quedará en otro lucrativo
intento para unos y en un fiasco más para los de siempre. Nada nuevo bajo el
sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario