En Reino
Unido, las casas de apuestas tienen una tradición de siglos, donde se apuesta
prácticamente por todo, no solamente en el sector deportivo, sino en múltiples
e insospechados aspectos de la vida ciudadana, que van desde los que proceden
del cotilleo más suburbial, hasta los que proceden de la vida acerca de la Casa
Real, la política y los políticos o cualquier otro asunto que suponga una
diversidad de variables, con alternativas varias, que den opción a que se pueda
elegir por unos o por otros, dando lugar así a las apuestas, en las que se
invertirá un pequeño o gran capital con la esperanza de obtener unos beneficios
que serán tanto mayores, cuanto más arriesgado sea el envite o desafío que ha
dado lugar a la elección por parte del apostante.
Un buen
ejemplo lo tenemos en las apuestas acerca del referéndum sobre la independencia
de Escocia, que ya anunciaban con claridad meridiana la victoria del NO, hasta
el punto de que algunas casas de apuestas, comenzaron a pagar el día anterior a
la consulta a los que optaron por esta opción. Un cliente que apostase 100
libras por el SI, podría ganar 450 libras, mientras que el que lo hiciera por
el NO, se embolsaría 127 libras, con lo que queda claro, que ésta última opción
era la más escogida, la menos arriesgada, con lo que los beneficios obtenidos
son menores, pero seguros, ya que las apuestas en ningún momento han dudado de
que la negativa a la independencia iba a resultar ganadora.
Y no se han
equivocado, pues la victoria del NO, ha superado en diez puntos al SÍ, por lo
que una vez más, estas casas especializadas en hacer pronósticos sobre la base
de las encuestas de sus clientes, han demostrado que son unos auténticos
especialistas en prever resultados, lo cual las consolida como una auténtica
referencia para los políticos, a la hora de acertar de pleno en las encuestas
electorales, algo que las empresas especializadas en estos menesteres no están
demostrando, adoleciendo de una fidedigna seguridad en sus previsiones pese al
material humano y técnico del que están dotadas, a diferencia de la que
consiguen estas casas de apuestas tan populares en Inglaterra, donde todo es
apostable y que con sus plenos aciertos, llegan a despertar el interés de la
sociedad en general a la hora de realizar pronósticos.
La víspera
de la votación en Escocia, un participante de uno de los múltiples debates que
pueblan y asolan la televisión nacional de este País, hizo referencia a este
tema, destacando el hecho de que las casas de apuestas londinenses, daban por
ganador al NO, a la vista de las apuestas llevadas a cabo, y destacaba el hecho
de que casi nunca se equivocaban, por lo que daba por seguro que tampoco lo harían
en este caso, vaticinando sin lugar a dudas que la negativa a la independencia sería
la opción elegida por el pueblo Escocés, algo que en cualquiera caso era
previsible, pero no seguro, pues el número de indecisos era muy considerable a
la hora de ser analizado por los encuestadores oficiales y privados.
Esta
consideración, estos cálculos, estas variables, no supusieron ningún problema
ni obstáculo alguno para los avezados apostantes, que acertaron de pleno, vaya
usted a saber cómo, incluyendo en sus pronósticos la variación que podría
suponer en los votos dicha indecisión, que al final aportó más porcentaje al
NO, y que cuantificaron acertadamente. Si en Cataluña alguna vez se llega a
votar la secesión, deberíamos olvidarnos de las encuestas profesionales y
prestar oído a las apuestas Londinenses. Apuesto, valga la redundancia, a que
los resultados aquí, serían muy parecidos a los de Escocia.
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