Muchos
grupos de música folk de Castilla y León quedaron en el camino después de una
larga y a veces difícil y complicada travesía a lo largo y ancho de su extensa
geografía, cantando y contando a las gentes de los pueblos y aldeas de esta
hermosa región, con música compuesta por ellos, con aires de jota en ocasiones,
y letra que unas veces era suya, inspirada en los labriegos que trabajaban la
dura y en ocasiones ingrata tierra, y en otras, eran los poetas, los de
siempre, los que hablaban de una justicia negada y de una ansiada libertad
relegada al olvido, inexistente en aquellos duros y penosos tiempos, tan
necesaria como el aire que respiraban y cuyos versos cantaban estos trovadores de
Castilla y León, como La Fanega, que hace tiempo decidió volver y regresar al
camino que emprendió, hoy renovado por el paso del tiempo, conservando intacta su
limpia trayectoria. Ya entonces, cantaban una jota que rezaba así: trabajando
para otros / nos hemos pasado la vida / queremos un estatuto / para León y
Castilla.
Nunca
quedaron relegados al olvido pese al silencio de los años pasados, después de
una difícil, pero venturosa y feliz andanza. Finalizando la década de los
setenta, cuando los duros y eternos años de la dictadura parecían tocar a su
fin, y la incipiente democracia llamaba a la puerta de este sufrido País, La
Fanega decidió tomarse un respiro, después de grabar varios discos, con la
colaboración de Alberto Gambino, que hoy, después de ese tiempo de espera,
sigue con ellos, después de dejar atrás, aquellos impagables años, heroicos e
inolvidables, en la taberna del pueblo, en el salón si lo tuviere, y en numerosos
conciertos multitudinarios a veces, pero siempre emocionantes y dignos de
recordar para todos aquellos que los seguimos, y que hoy los recibimos de nuevo
con los brazos abiertos.
La
Fanega, es algo nuestro porque surgió de esta nuestra querida Tierra Segoviana
y de Valladolid, en el Corazón de Castilla y León, y porque cantan a sus campos
y a sus gentes, y porque están enraizados aquí, nos pertenecen. Sus componentes,
estudiantes entonces, con apenas dieciocho años y originarios de pequeños
pueblos de la región, veían cómo sus padres que labraban los campos para salir
adelante y a los que ayudaban en las faenas propias de los labriegos, lo hacían
penosamente en una feroz lucha contra las inclemencias del tiempo, de la siempre
imperante necesidad y de los numerosos avatares derivados de un régimen
político que los ignoraba en una España dormida y atrasada.
Estos
jóvenes, tomaron conciencia de la situación y ello les impulsó a movilizarse. Lo
hicieron a través de la música y de la
palabra, utilizadas como armas arrojadizas contra la opresión y la ausencia de las
libertades más elementales que en aquel tiempo brillaban por su ausencia. Hoy
retornan pletóricos de ilusión y de una estética musical tan lograda como la
magia que consiguen transmitir a través de unos temas sabiamente elegidos, que
atrapan y seducen a su agradecido auditorio.
Torre langa, con sentidos y bellos temas donde
retratan los paisajes Castellanos, y Poéticos Encantados, son los dos últimos
trabajos de La Fanega. Una excelente y cuidada selección de textos de Machado,
Lorca, Miguel Hernández, Gil de Biedma, Salinas, y otros poetas, que arropados
por una delicada música y unos magníficos arreglos, envuelven la sutil belleza
de los versos en una cálida, poética y encantadora audición musical, con una
colección de temas, que es un auténtico regalo para los oídos y el espíritu de
quién quiere y sabe gozar de la música Folk, siempre popular, de La Fanega.
Imprescindible.
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