miércoles, 21 de febrero de 2024

Política canalla

 

Cuando se confiaba que el esperpento y la extravagancia más disparatada iría dejado paso a la sensatez y al buen gusto, tanto ético como estético después de tanta ridiculez consumida con folklóricos, chiquilicuatres y corralitos varios, después de tanta vulgaridad cometida una y otra vez, aunque parezca mentira, volvemos a las andadas, caemos de nuevo en grotescas demostraciones de un pésimo sentido artístico que nos ha llevado en esta ocasión a seleccionar una canción, Zorra, a la que, cómo no, se le están adjudicando multitud de significados e intencionalidades de toda índole, abstractos unos, surrealistas otros, feministas empoderados muchos, e incalificables el resto.

Ya el título deja perplejo a cualquiera que confiase, después de tantas sesiones clasificatorias y multitud de artistas y pseudoartistas participantes, una canción dignamente seleccionada, que respondiera a un sentido estético del que carece, con una letra, culta y elaborada, de la que no hace gala precisamente, y con un título, zorra, que cuando se le antepone el artículo determinado tan taxativo y marcadamente radical, descoloca a cualquiera, al mismo tiempo que la simplista melodía, carente de armonía alguna,  ofende y hastía al más elemental buen gusto del que carece por completo, constituyendo el conjunto un ejemplo más de la ausencia total de imaginación que se viene derrochando año tras año en este absurdo festival que ha quedado reducido a un espectáculo de luz y sonido, dónde la calidad musical brilla por su ausencia.

 En una entrevista para un canal de televisión de este sufrido país, el inefable presidente del gobierno ha sido preguntado acerca de la opinión que le merece dicho tema, a lo que ha respondido que está encantado con ella, que representa al mundo cultural, juvenil y progre, alejado de la “fachosfera” -imaginativo y soez calificativo con el que se luce últimamente - que asegura huele a naftalina” y que hubiera preferido el “cara al sol”, todo ello en una demostración más de su desatada y procaz huida hacia adelante, insultón, despectivo y  vulgar, con unas declaraciones dedicadas a un importante sector de la ciudadanía que no da crédito a tanto desvarío, tanta ordinariez, y tanta falta de respeto como viene manifestando últimamente.

Con un comportamiento hooligan, impropio de cualquiera, pero que se magnifica cuando de un presidente del gobierno de un país se trata, se rebaja a un nivel chabacano y extremadamente grosero y maleducado que resulta imposible de creer y concebir en un personaje con la responsabilidad que ha de tener alguien que representa a todos los ciudadanos de España, con una desfachatez tal, que avergüenza y preocupa por igual, al pensar que alguien tan vulgar y despectivo pueda ostentar tan alto cargo, ahora empeñado en cambiar el código penal para alcanzar sus fines, en cuanto a la amnistía se refiere – rechazada ya en la primera votación - pese a que una aplastante mayoría de los fiscales del Supremo han votado contra sus intereses y criticado al fiscal general por favorecer al gobierno. Indiferente a todo esto, y lejos de preocuparle, se empeña en mostrarse aún más desafiante en sus provocadores declaraciones.

¿Pero cómo puede ser tan insensato para manifestarse con ese desdén, con ese menosprecio, con ese afán despectivo hacia un importante sector de sus conciudadanos?¿Cómo este personaje que siempre se ha caracterizado por su ególatra soberbia ha podido llegar a estos extremos? ¿Cómo, pese a ello, puede cometer semejantes atropellos contra quienes no comulgan con él, en una clara demostración de una preocupante carencia de sentido democrático? ¿Cómo puede ser tan inconsciente, tan falto de cultura, educación e inteligencia para cometer estos desmanes? Es difícil que alguien en su lugar cometa semejantes atropellos, pero la realidad es muy tozuda, y ahí están las hemerotecas para certificar las fechorías que aquí se narran, que no tienen otro calificativo que de despectivas, con el agravante de llevarlas a cabo con sus ciudadanos, algo absolutamente condenable, denunciable, y simple y llanamente rechazable.

Imposible encontrar respuestas a tantas preguntas como aquí planteamos, porque están fuera de todo lo razonable, de toda lógica humana,   y sensata, salvo que la dignidad de quién ofende se encuentre bajo mínimos, y la honestidad y la honradez las desconozca hasta tal punto, que sea capaz de cometer estos atropellos, por lo que consideramos que quizás debería mirárselo, porque no le consideramos capaz de disculparse, de pedir perdón, por lo que quizás debería mirar a su alrededor, en su entorno inmediato, dónde quizás descubra que está inmerso en esa “fachosfera” que tanto le gusta utilizar para insultar a los demás, y aún no se había percibido de ello, y en cuanto a “zorra”, pues oiga, es muy libre de elegir su música favorita, porque sobre gustos, no hay nada escrito.

No obstante, mientras se deleita con el susodicho tema, podía ocuparse un poco de este país, que está hecho unos zorros, con la cesta de la compra que sigue por las nubes, una muy alta tasa de paro, un millón de hogares con toda la familia sin trabajo, y con los agricultores colapsando autopistas y ciudades, porque nadie les hace caso. Pero claro, está demasiado ocupado con la amnistía, su obsesión favorita – ha evitado que el letrado mayor se reúna con la Comisión de Venecia, para no tener que informar sobre la susodicha amnistía -. Y no está para nada más. Política canalla la de éstos amantes del poder por el poder a toda costa. Y es que desdichadamente, no se puede pedir peras al olmo.

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