miércoles, 21 de febrero de 2024

Abandonad toda esperanza

 

Después de contemplar el panorama político de este país durante estos últimos meses, y analizando la situación política, siempre desde la más esforzada y voluntariosa neutralidad, teñida de un inseparable subjetivismo, pero reforzada por una ausencia total de dogmatismo, que nubla el entendimiento y anula la mente, la conclusión que se obtiene no deja de ser sumamente desalentadora.

Con un ejecutivo empeñado en una política de tierra quemada, del fin justifica los medios, del todo vale para preservar el poder, con una deriva autoritaria, extremista y radical, que comenzó con una oferta de inmunidad a cambio de los votos necesarios para garantizarse primero la investidura y después la legislatura mediante la concesión de una amnistía, que no figuraba en su programa de gobierno, y a la que recurrió por “conveniencia” que no por “convivencia” como quieren hacer creer, utilizando un vergonzante acoso y señalización al poder judicial a través de los jueces que les han puesto trabas, y  que ha motivado serias llamadas de atención de la Unión Europea, en la que han Intervenido incluso ministras, lo que resulta particularmente inaudito, el gobierno no desiste, sino que continúa su huida hacia adelante en una carrera que siembra asombro y desconcierto a propios y extraños.

Con un presidente cada día más endiosado, más ególatra, soberbio e insultón, con un partido político desaparecido e irreconocible, el jefe del ejecutivo se permite ofender a los ciudadanos que no comulgan con él, que son multitud, afirmando que pertenecen a la “fachosfera”, improperio insultantemente despectivo, que no tiene parangón en la política de este país, y que lo descalifica como presidente del gobierno, en una entrevista para un canal de televisión, el inefable presidente del gobierno ha sido preguntado acerca de la opinión que le merece la canción que representará a España en Eurovisión “Zorra”, a lo que ha respondido que está encantado con ella, que representa al mundo cultural, juvenil y progre, alejado de la “fachosfera” -que asegura huele a naftalina” y que hubiera preferido el “cara al sol”, en una demostración más de un despectivo talante que resulta inexplicable en un jefe del ejecutivo.

Con un comportamiento vulgar y ordinario, impropio de cualquiera, pero más condenable aún cuando de un presidente del gobierno se trata, se rebaja a un nivel chabacano y extremadamente grosero y maleducado que resulta imposible de creer y concebir en un personaje con la responsabilidad que ha de tener alguien que representa a todos los ciudadanos de España, con una desfachatez tal, que avergüenza y preocupa por igual, al pensar que alguien tan vulgar y despectivo pueda ostentar tan alto cargo, dedica ahora todos sus esfuerzos a sacar adelante la amnistía, rechazada ya en la primera votación, pese a que una aplastante mayoría de los fiscales del Supremo han votado contra sus intereses y criticado al fiscal general por favorecer al gobierno.

¿Pero cómo puede ser tan insensato para manifestarse con ese desdén, con ese menosprecio, con ese afán despectivo hacia un importante sector de sus conciudadanos?¿Cómo este personaje que siempre se ha caracterizado por su ególatra soberbia ha podido llegar a estos extremos? ¿Cómo, pese a ello, puede cometer semejantes atropellos contra quienes no comulgan con él, en una clara demostración de una preocupante carencia de sentido democrático? ¿Cómo puede ser tan inconsciente, tan falto de cultura, educación e inteligencia para cometer estos desmanes? Es difícil que alguien en su lugar cometa semejantes atropellos, pero la realidad es muy tozuda, y ahí están las hemerotecas para certificar las fechorías que aquí se narran, que no tienen otro calificativo que de despectivas, con el agravante de llevarlas a cabo con sus ciudadanos, algo absolutamente condenable, denunciable, y simple y llanamente rechazable.

Imposible encontrar respuestas a tantas preguntas como aquí planteamos, porque están fuera de todo lo razonable, de toda lógica humana,   y sensata, salvo que la dignidad de quién ofende se encuentre bajo mínimos, y la honestidad y la honradez las desconozca hasta tal punto, que sea capaz de cometer estos atropellos sin sonrojo alguno, porque no le consideramos capaz de disculparse, de pedir perdón, por lo que quizás debería mirar a su alrededor, en su entorno inmediato, dónde quizás descubra que está inmerso en esa “fachosfera” que tanto le gusta utilizar para insultar a los demás, y aún no se había percibido de ello, y en cuanto a “zorra”, es muy libre de elegir sus temas favoritos, porque aunque sobre gustos, no hay nada escrito, deberían haberle informado que hasta el feminismo reniega de la dichosa zorra, algo que le hubiera dado pie para desdecirse, o en su caso, haber cambiado de opinión, algo en lo que es un consumado maestro.

No obstante, mientras se deleita con el susodicho tema, podía ocuparse un poco de este país, que está hecho unos zorros, con la cesta de la compra que sigue por las nubes, una muy alta tasa de paro, un millón de hogares con toda la familia sin trabajo, y con los agricultores colapsando autopistas y ciudades, porque nadie les hace caso. Pero claro, está demasiado ocupado con la amnistía, su obsesión favorita, y con su apego a un poder que no obstante considero se le ha de quedar pequeño, ya que seguramente le gustaría presidir un país de más altos vuelos, con más peso en Europa, con más influencia en el mundo, con más capacidad de decisión, pertenecer al G7, dónde están los grandes con mayúsculas, y no al G20, que se le queda pequeño y que no está a su nivel, reunirse con frecuencia con los grandes presidentes, en lugar de limitarse a pasear con ellos en paralelo durante unos insignificantes treinta segundos, que no le ningunee ningún rey llamándolo por teléfono desde otro país, en lugar  de recibirlo cuando está en el suyo de visita, para de esta forma, y con un esfuerzo aún mayor de su gabinete de imagen, poder ganar peso entre los más poderosos, a los que él, a su pesar, siente y lamenta no pertenecer.

Abandonen toda esperanza aquellos que aún confían que algo va a cambiar, quienes esperan que  tanta frustración, tanto desvelo no satisfecho influirá en el ánimo de un presidente que opte por retirarse a vivir de sus imperiales sueños, y a librarnos de su aires de grandeza que parecen no tener límite. El poder le subyuga de tal forma, que jamás va a renunciar a él. Sobre todo mientras muchos le rían sus desagradables gracias y otros le crean el salvador de un país que no necesita que lo salven, sino que lo representen digna y honestamente, sin que sus frecuentes cambios de opinión mantengan a este país y a sus ciudadanos en un continuo e insoportable sobresalto.

No hay comentarios: