miércoles, 19 de junio de 2024

El desconcierto ciudadano

 

No se recuerdan tiempos tan enrarecidos políticamente hablando, a la par que confusos, excesivos y llenos de una tensión institucional tal que han conseguido romper la paz existente durante decenios, pese a quienes se empeñan en tergiversar los hechos, retorciéndolos de tal modo y manera que mediante la artera, interesada y egoísta utilización de los mismos, han llegado a la infame conclusión de que la pretendida y supuesta pacificación y normalización de determinado territorio del País, exigía de una medida de gracia, que no ha sido sino una descarada y vulgar toma de posición  que se ha limitado a cambiar el olvido y el borrado de flagrantes delitos por parte de quienes infringieron gravemente las leyes, por los votos necesarios para continuar en el poder, es decir, cambiando inmunidad por votos.

Y lo han llevado a cabo ante una opinión pública que en su inmensa mayoría se ha opuesto a una amnistía, hoy ya aprobada en el Congreso, que no ha tenido oportunidad ni ocasión para oponerse de hecho, ya que pese a manifestarse en su mayoría en contra de dicha medida, expresada a través de las redes sociales, y diversas manifestaciones de diversa índole, no han sido suficientes, ni han tenido el valor ejecutivo necesario para impedir dicha acción, que finalmente se llevará a cabo si las medidas que aún quedan por parte de algunos jueces y tribunales, no lo impiden.

Resulta indignante que los gobernantes que han aprobado esta amnistía pretendan engañar a la población con la falsa y deshonesta justificación de que lo han llevado a cabo por la supuesta y estrafalaria normalización de una región, Cataluña, que necesitaba de una estabilidad social, para lo que debían perdonar, olvidar y borrar numerosos delitos cometidos por decenas de personas que ahora se ven libres, a cambio de mantener con sus votos la estabilidad de un gobierno y su presidente,  ávidos de un poder y una ambición que no conoce límites.

El desconcierto ciudadano es tal, pese a no parecer tan manifiesto, que aún siendo estos hechos tan evidentes, no han sido lo suficientemente efectivos como para poder detener semejante ignominia, otorgando un perdón de forma tan inmoral y deshonesta, que además ha llevado a engaño a los suyos, ya que la hemeroteca no miente, y así, repitieron  innumerables veces que la amnistía era inconstitucional, y jamás se aprobaría, pero la realidad ha sido muy distinta, por lo que incontables partidarios del gobierno, ante el engaño y la correspondiente y frustrada indignación, mostraron su enojo y disgusto ante tamaña farsa perpetrada por los suyos.

No contentos con ello, y ante la estupefacción general, la amnistía se ha llevado a cabo por parte del gobierno con nocturnidad y alevosía, llevando la desfachatez a tal extremo, que a los autores de los delitos se la han confeccionado a medida, de acuerdo con ellos, en largas horas de negociaciones, como si se tratara de dos partes mercantiles negociadoras con intereses comunes, tratándose de igual a igual, cuando hablamos de un poder institucional, el tercer poder del Estado, el judicial, frente a quienes cometieron delitos, como si se tratase de una auto amnistía, en una ceremonia de la confusión, que difícilmente tiene parangón en la historia de la democracia de España, y que pese a las apariencias que nos quieren hacer ver, tiene desconcertados, confusos y desorientados a una importante mayoría de los ciudadanos de este País, que seguramente no olvidarán tamaña afrenta llevada a cabo en contra de la población, por unos dirigentes políticos sin escrúpulos, y con una ambición desmedida.

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