jueves, 29 de mayo de 2014

LA ALEMANIA DEL SUR

Cuando ya creía haberlo oído todo en cuanto a la tan traída y llevada recuperación económica se refiere, cuando comenzaba a pensar que los excesos verbales habían tocado a su fin, cuando creí agotada la capacidad humana de unos y otros, léase gobierno, banca y otros poderes fácticos, para repetir una y otra vez que habíamos superado la crisis, que los malos tiempos ya eran historia, todo ello pese al desolador panorama que continúa coexistiendo con esos augurios que se anulan por sí solos ante la contemplación de los casi seis millones de parados que siguen ahí exhibiendo una inmensa cara de sorpresa, asombro e indignación, de los cientos de miles de desahucios, de los recortes en todos los órdenes, de sueldos minorados que jamás se van a recuperar, de sueldos minimizados hasta extremos increíbles para quienes consigan un mini trabajo, por supuesto en precario y a tiempo parcial, de recortes brutales que están dejando las infraestructuras a la altura de un país del tercer mundo que nos retrasará varios y lamentables años con respecto al resto de Europa, con recortes en cultura, sanidad y educación, que debieran ser intocables y que los han dejado en unos mínimos que los ciudadanos, como siempre, son los encargados de soportarlo, cuando todo esto está sucediendo, a pesar de quienes se esfuerzan en tergiversarlo, alguien ha comparado España con Alemania, afirmando que nuestro País se convertirá en la Alemania del Sur.
Llegados a este punto, como si quisieran poner la guinda al pastel, nos toca escuchar ahora los cantos de sirena de quienes se encargan de elaborar un discurso meloso, ruin y pretendidamente convincente, afirmando que España se está aproximando en crecimiento y bienestar a los niveles de Alemania, ni más ni menos a la poderosa nación alemana, de la que nos separan años luz en todos los aspectos, a la par que avisan a Francia y a Italia, de que se preparen, que tomen nota de las exitosas medidas que han colocado a nuestro País en la senda del crecimiento, de la recuperación y del bien y buen hacer, de la que deben tomar nota y ejemplo como modelo a seguir, si quieres llegar a conseguir los altos niveles de progreso que estamos consiguiendo y que sin duda continuarán en un imparable crescendo que nos situará en la cima Europea.
Olvidan proclamar a los cuatro vientos, estos magos reconvertidos en hechiceros y profetas, disfrazados de brujos y nigromantes, a los que se les ve el plumero por todas partes, que rebosan falsedades por todos los poros de su cuerpo, que todos esos supuestos logros, que exageran con su incontenible falacia, se han conseguido cargando todo el peso en las espaldas de los ciudadanos de a pie, que han visto reducidos en su mayor parte los logros sociales que con tanto esfuerzo y trabajo se consiguieron a lo largo de generaciones y que no se molestan ni siquiera en reconocer, porque dan por supuesto que los menesterosos, los desheredados de la Tierra han de ser quienes siempre paguen el pato, los que paguen los platos rotos que aquellos rompieron y de cuya responsabilidad nada quieren saber.
¿Dónde quedaron los esfuerzos que se deberían exigido a los grandes capitales, a la banca, a las multinacionales, a los grandes patrimonios o a la Iglesia que posee un inmenso patrimonio y que ni siquiera paga los impuestos que le corresponden? ¿Cuánto dinero se ha escondido en paraísos fiscales, haciendo invisibles cantidades astronómicas que el Estado tiene la obligación de controlar? ¿Cómo es posible que usted y yo estemos sometidos a un estricto y riguroso control en todos los órdenes, mientras los grandes capitales y las inmensas fortunas hacen y deshacen a su antojo campando por sus respetos?
Tanta iniquidad y tanta injusticia, no debe ocasionarnos más sonrojo que el causado por una justificada ira, que como no, también habremos de controlar, ya que no se nos permitiría el menor desvarío fuera de los cauces legales, creados para ralentizar, atascar y finalmente desestimar, cualquier proceso que pudiera poner en apuro a una administración cuyo funcionamiento se basa en el principio de la ley y la trampa, y en caso de existir una duda razonable, vuelva usted mañana.

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