viernes, 16 de febrero de 2007

Vivir en treinta metros

La polémica está servida. La respuesta a la proposición del gobierno, que espero no sea un globo sonda porque el asunto es serio, ha sido tremendamente constestada por todos los sectores y lo ha sido en ambos sentidos, a favor y en contra.
Resulta significativo que aquellos a quienes fundamental y supuestamente va dirigida la propuesta, es decir, a los jóvenes, sean los que más se oponen a la misma, o eso es al menos lo que he podido deducir de la lectura de la prensa y del contacto directo con ellos.
Considero, que las opiniones están pecando de poco reflexivas, en parte debido a que aún no conocemos los detalles exactos de la propuesta, (de ahí lo del globo sonda), que por otro lado no debería hacerse esperar para evitar estos juicios, que en cualquier caso, incluído éste, crearán confusión y necesariamente siempre serán precipitados.
Se supone que esta oferta va dirigida a los más jóvenes y siempre, absolutamente siempre en régimen de alquiler, nunca en régimen de compra y jamás para familias, porque crearía un peligroso precedente. Doy por descontado que económicamente serían muy asequibles y, por supuesto, de protección oficial.
Este tipo de viviendas, funciona con éxito en varios países europeos desde hace años, e incluso aquí en España hay experiencias al respecto. Por qué entonces no pueden ser un éxito, por qué no pueden ser una solución al tremendo problema de la vivienda, eso sí, limitado a un sector de la población.?.
No deseo posicionarme radicalmente en una u otra posición, yo tampoco lo tengo meridianamente claro y menos aún con la exigua información de que disponemos en este momento y que, repito, no se debería hacer esperar ni un día más, pero en absoluto me niego a considerarla.
Es una proposición que merece la pena analizar seriamente. Por eso, desde aquí, invitamos a todos los sectores implicados, primero al gobierno para que no espere más a concretar con absoluta claridad todos los pormenores, y después a los jóvenes, a los cuales animo a que expongan su posición en este y otros medios de comunicación.
Puede ser una solución, o puede que no. En cualquier caso la propuesta merece la pena ser considerada ya que de esta forma cabría la posibilidad de contribuir a mejorarla. El proyecto puede y debe ser ilusionante. El Estado Social y de Derecho tiene la obligación ineludible de velar por sus ciudadanos. Esta es una buena ocasión para demostrarlo.

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